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Embarazada

~~Me llamo Jose. Soy un hombre casado de 38 años, con una hija de 18. Como ven, case muy joven, y que bueno, porque ahora tengo una fantastica relacion con mi hija. La experiencia se inicio apenas una semana atras.
 Iniciare diciendoles que siempre he sido fiel en mi matrimonio; nunca imagine como iba a empezar mi infidelidad. No tiene caso que me describa fisicamente, solo les dire que soy un hombre racionalmente normal en todos sentidos.
 Hasta ahora, solo he tenido un hijo, mejor dicho, hija. Mi niña linda, como me gusta decirle, crecio sana; hasta la fecha continua sin problemas de ningun tipo. Es alta, tan alta como yo y su madre, esbelta, hermosa, y lo digo como hombre, no como padre; ademas, asi la ven mis amigos que la conocen, y los familiares cercanos; creo que sus compañeros coinciden con nosotros, porque la acosan con constancia. Mas adelante la describire corporalmente.
 Se inicio sexualmente hace dos años, es lo que ella dice, y le creo. Hace siete meses se embarazo. Parece que lo hizo intencionalmente; selecciono al galan, individuo del que no quiere saber nada en estos momentos. Desde su inicio en las maravillas del sexo, se protegia correctamente con anticonceptivos, pero tomo la decision de tener un hijo, y lo hizo. Hasta ahora ni ella, y menos yo, tenemos una explicacion racional que esclarezca la decision de ser madre a tan temprana edad.
 Esta por terminar la preparatoria, y quien estudiar filosofia; no lo puedo creer, pero eso es lo que ella quiere. Debo reconocer que es una devoradora de libros de todo tipo y que, durante todos sus estudios, siempre ha tenido la maxima calificacion, figurando siempre en el primer lugar de su clase y escuela. Un verdadero cerebro esta tan especial hija de mi vida, ?a quien amo entrañablemente por tantas razones!
 Como es de suponer, en cuanto su abdomen crecio, dejo de ir a la escuela y se enclaustro en casa. Debo señalar que, cuando ella comprobo su embarazo, vino y nos lo dijo muy formal, y muy seria. Nosotros, mi esposa y yo, nunca hemos sido mojigatos, ni muy observadores de la norma. Asi que, aclarado su deseo de tener el hijo, la rodeamos de afecto y atenciones. Durante este lapso, se ha dedicado a devorar libros, escuchar musica la clasica, que es su favorita, y a escribirno se que cosas. Siempre ha estado alegre, se puede decir que feliz en forma por demas manifiesta, felicidad que se demuestra en el relato que sigue.
 Como les decia, en casa nunca hemos sido conservadores. Por eso no tenemos muchas reservas para las cuestiones sexuales. Por ejemplo, no es raro que cualquiera de nosotros caminemos completamente desnudos por la casa, sin que esto nos altere en lo mas minimo. Mi hija, la llamare como mi querida Linda, por supuesto, tambien tiene esa liberalidad. A pesar de lo que dije, cuando yo veia a mi niña semidesnuda, o por completo desnuda, no dejaba de admirar su cuerpazo adolescente. No obstante, les aseguro que nunca tuve ninguna idea sexual al verla, o al abrazarla y besarla en la boca como es nuestra costumbre. Insisto, nunca fantasee con el cuerpo de Linda, menos con la idea de seducirla.
 Durante los primeras semanas del embarazo, sintio los desagradables sintomas de la preñez. Cuando se sentia mal, preferia venir a mis brazos para consolarse, que ir a los de su madre, incluso, esta me llego a decir que se sentia un tanto desplazada en el papel que tradicionalmente corresponde a las madres. En esos momentos de mal estar, le gustaba acostarse sobre mis muslos estando yo sentado, decia que asi me era mas facil acariciarla. En efecto, acariciaba su rostro, alisaba su largo y hermoso pelo, le daba masaje en el cuerpo por todas partes, algunas veces directamente en la piel conforme ella lo solicitaba. Me enternecia chiquiarla, darle el afecto que necesitaba, estoy seguro. Cuando su panza crecio, me pedia casi todas las mañanas que le pusiera crema, solicitud un tanto insolita puesto que ella misma podia untarsela en el vientre. Yo le daba gusto; me pasaba muchos minutos untando crema en su gran panza. Ella cerraba los ojos, sonreia como si disfrutara mucho sentir la mano que untada, en realidad una caricia desacostumbrada. Ocasionalmente, la percibi respirar agitada; cuando menos dos veces, jadear como si estuviera excitada. Pero yo ni siquiera prestaba atencion a esas manifestaciones fisicas. Me concretaba a ver la panza para guiar la mano adecuadamente. Claro que varias veces sus senos rebosantes estuvieron al aire, completamente desnudos; los veia un tanto embelesado, pero, les juro, sin excitarme sexualmente. Es que son unos senos portentosos, demasiado bellos con la pletora preparatoria de la lactancia. Los pezones se le empezaban a poner prietos, y las areolas ya tenian considerables dimensiones. Claro que yo ya habia admirado esos senos de virgen adolescente, muchas veces llegue quedarme extasiado durante todo el tiempo que tenia a la vista sus fantasticos senos, soberbios en su belleza.
 Una tarde me quede en casa a trabajar en un ensayo; mi mujer se fue a trabajar. Linda estaba en su recamara leyendo no se que libro. Momentos antes de concentrarme en mi trabajo, fui a verla para ver si no se le ofrecia algo. Ella me vio, sonrio apartando el libro, y dijo: de momento nada, papa. Tal vez al rato. No te preocupes, estoy bien... un tanto confusa... pero nada de cuidado. Trabaja, si algo se me ofrece, te echo un grito, ?sale?, atribui su confusion al libro que leia, por eso no le di importancia a la palabra.
 Estaba ensimismado en la redaccion del documento, cuando escuche que se abria la puerta de mi estudio. Sabia que era ella, por eso ni siquiera levante la vista cuando entro. La escuche caminar en mi direccion, y entonces si deje de mirar el papel para verla a ella... ?la vi venir desnuda, completamente desnuda!, muy bella, con la gran panza reluciente, brillante por la tension y la crema. De las formas corporales, pase a verla a los ojos. Vi su mirada muy extraña, un tanto desacostumbrada. Pele los ojos cuando la vi contonearse y sacar la lengua lamiendose los labios en una actitud francamente lasciva, lujuriosa. El corazon me latio mas fuerte; no pude apartar la vista de los labios sensuales hasta ese momento me percate de la extrema sensualidad de todo su cuerpo, de su hermoso rostro, en fin, de toda ella, que desde siempre le conocia ese tipo de actitudes a las que nunca identifique, o no quise hacerlo Mas alarma, cuando sus manos empezaron a pasear por su cuerpo, deteniendose eternidades en sus chichis hinchadas, duras, para luego llevar sus divinas manos hasta las caderas, pasearlas por sus nalgas y, para mi asombro, ponerlas sobre su sexo lleno de pelos castaños, adorables, realmente bellos, y todo dando pasitos cortos, haciendo movimientos de lascivia exacerbada. Se detuvo a unos centimetros del escritorio. Ninguno de los dos habiamos dicho una sola palabra, solo nuestros ojos hablaron. Al estar alli, vi que se lamio con mayor intensidad los labios, acomodo sus dos manos por debajo de las tetas pesadas, y dijo:
 Papacito lindo... estoy muy caliente, tengo enormes deseos de coger, de coger mucho, mucho... pero no con cualquiera, ?quiero coger contigo! Casi me cai del sillon. Mientras hablo, la miraba directamente a los ojos; el rostro tenia la languida expresion de las enamoradas, o de las que estan, como ella dijo, enormemente calientes, deseosas de coger. Trague saliva, mis manos sudaron, mi intelecto derrapo; sin embargo, veia sus chichis increiblemente hermosas, sin poder apartar mis ojos de esa belleza. Con pena, senti frustracion por no ver su vientre completo, y menos sus pelos que se escondian tras el escritorio. No sabia que decir o hacer, solo continuaba tragando saliva; sudaba copiosamente. Fueron segundos interminables, de tremenda confusion, y mas por los terminos vulgares que empleo para expresar su deseo, como ella habia dicho de no saber como actuar en tan inesperada y terrible situacion. Vio mi asombro y mi desconcierto, y continuo:
 Entiendo, te entiendo, papa, se que estas tan confuso como yo estaba hace unos minutos, pensando en coger contigo. Razone, reflexione, y encontre que una verga es una verga, independientemente de quien sea el propietario de la verga. Para tomar la decision, imagine que tenia un encuentro a ciegas, es decir, teniendo los ojos vendados, lo mismo el hombre con quien me encontraba. Por supuesto que la idea de ese encuentro, era fornicar con un desconocido; claro, lo mismo para los dos. Bien, lo bese y me beso con la pasion propia de quienes estan dispuestos a coger rico, sin trabas, sin limites. Luego acaricio mis chichis, y yo sus nalgas potentes y redondas. Mientras hablaba, yo imaginaba la escena, por supuesto, me estaba excitando aun contra mi voluntad luego acaricio mis nalgas, y yo tome su verga; luego me agache, y la acaricie con mi boca, aunque, en la reflexion, no se la mame, pero ahora pienso que hubiera sido rico, ademas de adecuado. Bueno, para no hacer mas larga esta explicacion, caimos al piso, abri los muslos, puso la cabeza de la verga en la entrada de mi vagina, y yo, al mismo tiempo que el, empuje las nalgas para ir al encuentro de la verga divina que de golpe se metio hasta el fondo de mi anegada vagina. Luego, el fabuloso mete y saca que me hizo llegar a un feliz, portentoso y placentero orgasmo. Recibi su leche en mi vagina, y lo bese con agradecimiento y gozo. En ese momento nos quitamos la venda de los ojos y descubrimos que eramos padre e hija... ?y no paso nada!, solo otro beso, esta vez lleno de amor y ternura. ?Ves que no importa que cojamos tu y yo?, la prohibicion es estupida. Y lo es, porque parte de premisas falsas, es decir, quita la calidad de hombre al padre, y de mujer a la hija, y ?por que?, pues nada mas porque a alguien se le ocurrio que asi debia ser. Se ha dicho hasta la nausea y el vomito, que se prohibe la cogida entre padres e hijos, porque darian productos deformes, inviables inclusive. Claro que se ha demostrado que es falso de toda falsedad. Pero supongamos que es cierto; el riesgo entre nosotros, para ya particularizar, o mejor, personalizar, ese riesgo no esta presente, ?ya estoy embarazada!, y ni modo que me vayas a embarazar de nuevo Se reia feliz por este final de su racionalizacion. Pero imagina otra posibilidad. Supon que vengo y te digo: ?sabes que, papa?, Mi amiga Josefina esta arriba conmigo, es una chica muy linda, de mi edad, y compañera de escuela. Nos tenemos el chorro de confianza, nos contamos todas nuestras cosas. Pues... aqui dramatizaria un poco fijate que, me da pena, pero pues tengo que decirtelo porque la quiero mucho, y me ha hecho muchos favores... ademas, yo se que entiendes muy bien las necesidades de las adolescentes, ono es asi? Bueno, pues ella dice que le gustas mucho, ?fijate!, claro, tu pelas los ojos y sigues atento. Pero, bueno con todo y pena ya me comprometi; fijate que ella quiere pues... bueno, la neta, quiere hacer el amor contigo como ese era un primer acercamiento en el tema de tu hija querida, no me atrevia a decirte palabras claras aunque se consideren altisonantes; a mi son las que me gustan, ya me escuchaste, ono? yo estaba lelo escuchandola sin poder ni atreverme a decir nada, ademas, su ejemplo anterior me tenia loco... de contento, bueno, como que daba salida a mis trabas mentales, me permitia admirar a mi gusto la belleza desnuda de a mi amada hija que ahora se transformaba en mi muy deseada hija, la hermosa jovencita que, sonriente, dramatizaba muy coqueta e ingeniosa No pongas objeciones, yo le dije que aceptarias sin duda, incluso, con mucho deseo por aquello de que a quien le dan pan tierno que llore, ono es asi?. Pero ella, vergonzosa como es natural, te pide que todo se realice teniendo tu, los ojos vendados, bien vendados como para que no la puedas ver, porque ella teme que la identifiques y luego, pues... que te pongas a perseguirla. Yo le digo que no seria asi, pero no la convenci, porque para mi seria fantastico que tu pudieras admirar la belleza rutilante de mi amiguita. Entonces que, ?aceptas? No creo que te negaras ante esta solicitud verdaderamente colosal de cogerte a una casi niña; creo que para cualquier papa seria un platillo de gourmet, ono crees? Entonces, me iria, regresaria en unos minutos, te vendaria los ojos, te diria: espera, en un minuto mi amiguita estara contigo. Y si, pasados unos minutos sentirias un beso largo en tu boca, ademas de un sutil perfume que no identificarias como mio. Pero seria yo la que te besaba, y te acariciaba, y pondria tus manos en mis colosales chichis que tu creerias eran de mi amiguita, luego te pediria que mamaras mis chichis, que metieras tus manos a mi pucha, que acariciaras mis pezones. Todas mis palabras con voz deformada para que no la reconocieras. Luego tomaria tu verga, la besaria, pero no la mamaria, porque no corresponde a una chamaquita que se inicia esa practica que ya es de... bueno, podria ser. Finalmente, pondria la cabezota de tu verga en la puerta de mi vagina, empujaria mis nalgas, jalaria las tuyas con mis manos, y me meterias esa rica vergota que tienes, yo lo se. ?Cogimos, no? Yo me iria sin que tu me hubieras visto. ?Pondrias objecion?, no para nada. ?Tendrias trabas por haberte cogido a una casi niñita?, para nada, al contrario, te sentirias el mas chingon de los galanes. Tal vez nunca sabrias que te habias cogido a tu hija... ?y todos contentos!, ono? ?Pasaria algo?, claro que no. ?Te irias al infierno, suponiendo que creyeras en el? por supuesto que no. ?Entonces?, dime, ?donde quedaron las limitantes y las prevenciones?, aun suponiendo que en esa cogida suplantando yo a una amiga no existente me hubieras embarazado, ?pasaria algo?, claro que no. Solo tendrias un niño que, de acuerdo a los convencionalismos para designar a los parientes, seria a la vez tu hijo y tu nieto, ono seria verdaderamente colosal? Entonces, papacito lindo, ?te vas a coger a tu niñita? Si todavia tienes trabas, te vendo los ojos y piensa, supon que es esa compañerita de escuela a quien acaricias, besas, chupas, mamas y coges. Dime, ?me permites... darte un chingo de besos? Digo palabrotas porque se que estas te aceleran, de calientan pues... seguido escucho que le pides a mama...
 La interrumpi, me daba un formidable pretexto para eludirla... aunque no estaba muy convencido de que ella se retractara de la propuesta, propuesta y vision de la divina embarazada que ya me tenian super caliente, muy, pero muy excitado; de todas formas, argumente:
 Eso, eso... ono te sientes mal por... ?traicionar a tu madre!, haciendo que yo le sea infiel?
 No es mi pretension, digo, si vamos a romper las reglas, esta que mencionas es una menor que, ademas, estoy segura la has roto en varias ocasiones, lastima que no fuera conmigo. Por otro lado, si nuestras cogidas porque no creas que sera solo por esta ocasion, para nada, quiero continuar cogiendo contigo hasta que los dos ya no podamos hacerlo por estar ?demasiado viejos... o muertos! van a continuar, pues... ya veremos las formas de comunicarselo a mama y, si logramos convencerla, bueno, pues cogemos los tres. Te juro que tambien deseo besar a mama, y no como hija cariñosa, sino como mujer hecha y derecha. Si, no te escandalices, esto de que las mujeres, y los hombres claro, no pueden coger entre ellas y ellos, es otra de las vaciladas que se han inventado contradiciendo la naturaleza y lo que sucede todos los dias miles, millones de veces, aunque este tan terriblemente prohibido, ono es cierto lo que digo?
 La verdad, mi hija, lectora incansable, estudiosa de todo, y presunta filosofa, me tenia anonadado, terriblemente perplejo por los alcances de sus propuestas, ideas, deseos y apetencias. Ademas, cuando argumentaba, imagine escenas de amor, bueno, de cogidas, como que ya no tengo razon para ser tan cauto y tan educado cuando mi hija es una desbozalada, de cogidas tremendas entre los tres, y... , ?carajo!, imaginar a mi mujer y mi hija cogiendo entre ellas, me puso tan febril, que quemaba. Pero ya mi hija, sonriendo lujuriosa, coqueta y decidida, daba la vuelta al escritorio; yo estaba sentado, toma mi cabeza, la atraia hacia su cuerpo sin fuerza, como dandome oportunidad a negarme o a levantarme, o correr a la puerta huyendo. Pero mi resistencia, aun sin haber digerido los planteamientos de mi retoño, estaba definitivamente derrotada. Asi que, sin pensar ya en nada, viendo la hermosa teta hinchada y prieta en areolas y pezones, tensa por la leche que ya se formaba en su interior, abri la boca y... la chichita fabulosa de mi hija entro a mi boca. Fue el principio de la tremenda cogida que ese dia dimos... ?padre e hija!. Claro, con la teta en mi boca, mis manos se fueron a las nalgas que tantas veces imagine duras, tersas, y las aprete, acariciandolas con fuerza. Sentia que mi hija gozaba, que se estremecia, ademas decia, asi papa, asi, mamas divinamente, muerde mis pezones, saca la lechita de mis chichis, papacito, mama, mama Enseguida, jadeando, gimiendo su placer, me levanto, y comenzo a desvestirme con calma, gozando cada uno de sus movimientos, besando cada centimetro de piel que iba apareciendo, mordio mi remedo de pezones, lamio como perra mi torax, y sus manos siguieron con el cinturon, luego bajo los pantalones sin dejar de lamer la piel. Yo tenia ya, bueno, desde que la vi entrar encuerada, con la panza reluciente, tenia la verga como riel de ferrocarril, y la ereccion continuaba incolume. Cuando la verga salto porque le falto el sustento de los estupidos calzones que las reglas nos han obligado a vestir, ella la tomo en sus manos, la acaricio con ternura recorriendo la piel para descubrir la cabezota; tengo una tremenda verga cabezona, la verdad; se embeleso contemplandola, viendo como se pelaba la cabeza, admirada de las gotas de lubricante que el ojos tuerto dejaba salir, despues, se agacho echando para atras su culo fabuloso, con lo que mis dedos que estaban por alli, se metieron entre las nalgas, en esa fabulosa barranca que va desde el culo hasta la pucha, y mi dedo indice se solazo acariciando el culito de la bella hija que Dios me dio, bueno , pues ella beso la verga; yo esperaba que se la metiera a la boca, pero ella era, es, una caprichosa inteligente que desde ese dia no se antes, ella me dijo que no correspondia a una casi niña, en un primer momento, meterse cinicamente la verga a la boca. En realidad lo hizo asi, para aumentar mi calentura, el deseo hirviente de tener todas las caricias posibles con esa formidable hembra que es mi hija. Pero meneo las nalgas de tal forma que mis dedos extasiados en la barranca de los agujeros de las mujeres, tuvieron que caminar hasta adentrarse en la tremenda humedadque era ya la pucha de mi bello retoño. Mis dedos acariciaron las ninfas gruesas de mi hija, llegaron al clitoris y lo sobaron con cuidado, con ternura, caricia que detono el primer estallido de mi seductora. Jadeo, grito su orgasmo, suspiro anhelante y me levanto para llevarme hasta una silla sin brazos, me obligo a sentarme luego de besarme con largueza a lengua penetrante y lujuriosamente danzante. Mi verga palpitaba como la de una caballo garañon. Ella se separo un poco para solazarse con la vision de mi fusil presto a dispararse, cosa que ella adivino por mi mirada anhelante, presa de gran agitacion. Aguanta, papacito, aguanta, me dijo la muy cabrona. Enseguida me puso las chichis en mi boca para continuar mamandolas, hasta las mordi, incluso algunas gotas de leche pude extraer, asi de fuerte las estaba mamando y chupando. Senti que sus piernas tocaban las mias y las obligaban a cerrarse, percibi, de reojo, que ella avanzaba tanto como la panza y mis mamadas se lo permitian, para lograr sentarse sobre la gran verga que apuntaba al cielo y que, por eso, apuntaba tambien a la raja de mi hija embarazada; senti la humedad, antes de ser perfectamente sensible a los labios primero, y despues a las paredes de la vagina, mientras mi verga iba metiendose y metiendose en la caverna del placer. Sin parar, sin permitir que sus tetas salieran de mi boca, mi adorada empezo a moverse con un vaiven increible dada la gran panza que chocaba a cada movimiento con mi torax, pero mi verga era la beneficiaria de tan ricos y lascivos movimientos. Las nalgas iban y venian, mi verga queria vomitar, y por eso mis manos se fueron a las nalgas sin igual de mi hijita, para moverlas acelerando el compas que ella habia implantado. Cuando ella estallo, mi eyaculacion venia presurosa, pero de nuevo mi malvada, alucinante y sabia sexual, se levanto rapido, bruscamente. Emitio gritos orgasmicos junto con gritos de dolor porque el ponerse de pie mi boca lastimo sus tetas plenas, soberbias, terriblemente tensas preparandose para la lactancia. Emitiendo grititos, suspiros, jadeos, gemidos de perra en celo, sin tener en cuenta mi estado de febril agitacion, de casi furico deseo de obtener el placer de esta tremenda e inesperada cogida, se sento en el escritorio, y dijo: Ven papacito lindo, ven cogedor incansable, ven a mamarme la pucha, mama mucho, mama hasta que me hagas morir de placer No podia dejar de obedecer. Me agache, ella abrio los muslos lujuriosos; percibi el olor extraordinario de sus genitales que estilaban jugos, seguramente incrementados con los mios. Puse la boca en su pucha, suspire, sonrei feliz, luego bese repetidamente esa sagrada pucha de mi hija, para enseguida meter la lengua hasta recorrer todos los recovecos de esa gruta monumental por su belleza, sabor y olor, mismos que absorbi como sibarita del placer, de la mamada misma, bebi sus jugos, saboree sus ricos liquidos, y me dedique a besar, lamer, chupar y morder su clitoris crecido por tanta excitacion. Puedo afirmar: desde que mi lengua se metio a la raja, los orgasmos de mi hermosisima cogedora, se hicieron casi permanentes. Los movimientos de sus nalgas siguiendo el ritmo de mis mamadas me hacian desear como loco estimulos sobre mi verga de burro. Y otra vez ella, tal vez comprendiendo mi desatino, dijo: Ven papacito, ve... pon tu verga en mi boca... pero no dejes mi pucha, hagamos un 69 de fabula por favooooorrrrrrrrr, habia tenido un nuevo orgasmo cuando hice lo pertinente para cumplimentar los deseos de mi ama. Ni tarda ni perezosa, en cuanto tuvo a mano la gran verga, la acaricio con sus dos manos, y luego la beso como preambulo a la gran mamada que inicio de inmediato, al tiempo que hacia mas violentos, casi feroces los movimientos de sus nalgas para lograr que mi lengua la llevara de nuevo al Nirvana del placer sexual. Los estremecimientos de esas nalgas, los gemidos que emitia y los movimientos de su boca en mi verga, hicieron que mi eyaculacion se precipitara, grite como loco, como alguien al que se esta torturando sin misericordia, grite y grite mientras aventaba chorros y chorros de leche a la boca de mi retoño que la tragaba mientras emitia grititos velados por el grosor de la verga que en ningun momento intento sacarse de la boca. Como la emocion del placer me paralizo, mi lengua dejo de moverse, pero no las nalgas que continuaron los movimientos aun mas veloces; asi fue que, mientras yo terminaba de eyacular, ella mantenia el orgasmo inmenso, intensisimo que se prolongaba con los movimientos febriles de sus hermosas nalgas. Por primera vez, los grititos, los gemidos, los sollozos y los movimientos de las nalgas de mi hija cogedora, amainaron, se fueron haciendo mas y mas lentos, hasta detenerse. Pero un minuto despues, ella saco la verga de su boca e inicio una risa inacabable, diciendo que los orgasmos fueron maravillosos, mientras descendia dejando mi cuerpo tirado en el piso, vino a besarme con ternura, para luego meter en mi boca restos de semen que deguste con placer increible, tanto que mi verga inicio el nuevo despertar. Sus labios continuaron besando y su lengua lamiendo los jugos que habia recogido de su pucha estrecha y muy, muy anegada. Lamia y lamia mi rostro, sonreia llena de felicidad, y me susurraba: Te amo viejito, te amo... y sigo deseandote. Ven, metete otra vez... ?por favor, metete!, y se coloco sobre el escritorio poniendo a mi alcance sus preciosas nalgas, el surco fabuloso el culito sonrosado, y la pucha llena de pelos. Mi verga ya estaba de nuevo como brazo de santo... la apunte directo en el culo, pero ella protesto moviendo las nalgas para que la verga fuera al lugar que ella queria, a su portentosa, caliente, tersa y estrecha vagina. Se la meti de un golpe, ella suspiro y se reia diciendo, ?metela, metela, viejo cabron!, claro, los movimientos de mete y saca se iniciaron para el gran placer de los dos. En esta ocasion ella gemia a cada embestida, movia las nalgas de una deliciosa manera, de una forma que yo nunca habia visto que unas nalgas se movieran cuando una verga esta metida en la vagina. El mete y saca se prolongaba, ella tomo mis manos que jalaban de sus ingles y las llevo hasta sus tetas duras, tersas, ella misma hizo que mis dedos aprisionaran los pezones y luego los pellizcaran con fuerza; grito de dolor, pero tambien como presagio de su nuevo y potente orgasmo; despues hizo que mis manos tomaran la gran panza y de alli la jalara a cada metida de verga. Las manos de ella fueron hasta atras tratando de alcanzar mis nalgas pero solo una logro asirse de mi muslo para jalarlo, para que las metidas fueran mas intensas, mas profundas, a mayor velocidad. Senti que el orgasmo de mi adorada hijita se prolongaba y yo disfrutaba al maximo deteniendo mi eyaculacion con el pensamiento de prolongar las metidas, el orgasmo de mi hija, la vision extraordinaria de esas nalgas moviendose y viniendo a golpear repetidamente mis muslos, mi vientre y mis huevos y sentir de una excitante manera la panza con el producto moviendose como si tambien estuviera cogiendo. Estaba por eyacular, cuando ella grito: ?para, para...!, se desprendio, me jalo con brusquedad y me llevo a la silla, para montarse sobre la verga que senti se fue hasta el fondo de la vagina, y luego los febriles movimientos de sus nalgas, sus suspiros, sus gemidos, sus jadeos increibles y ella jalo mi cabeza para que mi boca mamara sus preciosas chichis de embarazada, las mame como loco sintiendo como mi verga era estrujada por la pucha, por la vagina de mi adorada, la panza chocando con mi torax, panza que veia arrobado y mas caliente me ponia. El orgasmo apenas suspendido, siguio y siguio aun despues que mi verga vomito todo el semen dentro de tan maravillosa gruta del placer, y tanto que ella continuo moviendose evitando con esos lujuriosos movimientos que mi verga se doblegara. Siguio gimiendo, gritando como loca a cada intensificacion de su permanente orgasmo por un tiempo increiblemente prolongado, sin que mi verga se doblegara, para mi asombro, y siguiera erecta, llena de sensaciones placenteras, pero donde las primicias de la eyaculacion duraron eternidades para presentarse, y esto cuando el cansancio, la intensidad y prolongacion del placer de mi adorada cogedora, iniciaron el retroceso. Cuando eyacule, ella grito tan fuerte por el orgasmo que esa hermosa sensacion de sentir el choque de los chorros de leche en su vagina le produjo. Dejo caer su cabeza en mi hombro jadeando y jadeando, como si hubiera corrido kilometros y kilometros.
 Cuando nos serenamos, los besos tiernos suplieron la febril agitacion, los movimientos lubricos que los dos habiamos sido prodigos en dar y recibir. Acaricie su espalda, sus nalgas, su rostro, sus tetas separando un poco su bello torso. Mi verga estaba aun en la vagina, languida, flacida, pero conservando algo de las dimensiones de la ereccion. Se levanto, y me levanto. Me acosto sobre el divan y luego ella se monto sobre mi cuerpo diciendo: Quiero que goces mi pucha llena de mecos, de tu semen encantador, pero... sin lubricidades agregadas, ?sale?, y se reia feliz. Asi lo hizo, Tallo su pucha contra la piel de mi cuerpo, todo mi cuerpo. Yo sentia que era una expresion de agradecimiento y de confirmacion del deseo de continuar en las cogidas maravillosas que ese dia iniciamos mi hermosa hija y yo.
 La lleve a su cama. Me acoste junto a ella besandola suave y tiernamente, acariciando todo lo que mis manos alcanzaban hasta que se durmio con una gran sonrisa en los labios.
 Esta es la historia, historia que se continua hasta la fecha. Pronto vendra mi nieto. Ojala que despues... mi hija siga amandome como mujer.
 

Datos del Relato
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