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Elia, parte II

Tiempo después, por razones de trabajo, Ely y yo viajamos a una ciudad y tuvimos que dormir una noche allá. Tomamos un hotel cinco estrellas, la habitación era confortable con muchas comodidades. Por la noche, nos dimos cuenta que olvidamos nuestra ropa de dormir, así anduvimos en la habitación con las batas de baño, y fuimos a la cama desnudos como a las nueve de la noche. Ya acostados para dormir, quedamos viendo la televisión en el hotel, al estar cambiando los canales pasamos por uno con películas pornográficas, se mostraba una mujer mamando la verga, se suponía que sucedía en la cocina de alguna casa, la mujer era rubia y muy exuberante con unas tetas muy grandes, exageradas diría yo, el hombre negro musculoso y con una verga muy grande. Yo moví al siguiente canal, pero Ely me pidió regresar al canal por un momento. Nosotros no somos aficionados a las películas porno, si alguna vez vimos alguna una fue hace mucho tiempo, cuando se filmaban con cámaras corrientes y los filmes eran de muy mala calidad. Por complacer a Ely regrese el canal, la imagen era muy clara con colores nítidos, se notaba que había sido filmada por profesionales. La televisión era muy grande con muy buena resolución. Quedamos viendo un rato la película, Ely observaba muy atenta como la mujer masturbaba la verga, en ocasiones la tomaba con las dos manos o el tipo le metía la verga en la boca a la rubia. La música de fondo era muy erótica. Momentos después Ely me preguntó:
- ¿Oye Cali, te imaginas lo que estará sintiendo esa mujer al estar mamando una verga de ese tamaño?
- Imagino que mucho placer- Le contesté.

Debo decir que Ely y yo somos de poblados rurales, mi pueblo estaba a treinta minutos en camión del pueblo de Ely. Aunque nos conocimos desde jóvenes, nos hicimos novios mientras estudiábamos en la ciudad de Villahermosa. Debo decir que fui el primer novio de Ely, después de un noviazgo de cuatro años nos casamos y ella llegó virgen al matrimonio. Yo tuve cuatro novias anteriores a Ely, pero solo tuve relaciones sexuales con dos de ellas. Cuando fuimos jóvenes, no había tanta información disponible sobre sexo, como lo existe ahora. Así que muchas cosas de nuestra sexualidad las fuimos descubriendo juntos.

Ely seguía la escena de la película con detalle, estiró su mano y suavemente comenzó a sobar mi verga, como la sabana de la cama nos cubría poco arriba de la cintura, pude observar como las areolas de Ely se habían puesto turgentes, señal que se estaba excitando. Después metió la mano por debajo de la sabana para tomar mi verga y masturbarla lentamente. Note como su respiración era cada vez más agitada. El tipo de la película, se acostó sobre la mesa de la cocina y la mujer hincó sobre la mesa con las rodillas cerca de la orilla. La cámara se movía mostrando de cerca como la rubia mamaba la verga, desde diferentes ángulos mostró la escena. Al pasar por atrás de la mujer hizo un acercamiento a la vulva, la cual estaba completamente abierta y sin pelo. Se alcanzaba a ver hasta el interior de la vagina completamente roja y muy lubricada. Ely comentó:
- Mira Cali!
- Que bárbara!
- Esa mujer se rasuró toda!
Masturbó más rápido mi verga y ya tenía la otra mano acariciándose una areola con sus dedos ensalivados. En ese instante en la película, entró una mujer trigueña a la cocina, también exuberante, con un vestido de sirvienta muy corto. Al ver a la pareja, por detrás de la rubia, se quedo inmóvil y llevó las manos a su entrepierna, con una separa su panty y con la otra se comienza a masturbar. Como la cámara enfoca ahora la masturbación de la trigueña, Ely dejó su pecho y movió la mano hacia su vagina. La trigueña avanza hacia la pareja, siempre por detrás de la rubia, quien continuaba hincada mamando verga. La sirvienta se acerca a la pareja, pone sus manos sobre las nalgas de la rubia y comienza a comerle la vagina. Al ver esto Ely, se hincó arriba de la cama y comenzó a mamarme la verga. Mientras mamaba emitía gemidos muy fuertes y paraba momentáneamente para regresar a ver la televisión. Después regresaba a mi verga y la mamaba con más intensidad. Así estuvo por un buen rato. Yo estaba atento a lo que pasaba en la televisión, disfrutando la mamada que me daba Ely. Mientras en la escena se veía como la trigueña metía toda su lengua en la vagina de la rubia, Ely comenzó a decir en voz baja:
- Sí, así
- Así,
- Métela toda.
Esto me llamó la atención pues Ely me estaba masturbando muy fuerte y rápido. Mire a Ely, quien hincada con las rodillas completamente separadas, estaba moviendo rapidísimo su cadera hacia delante y atrás. Comprendí que estaba asumiendo el rol de la rubia. Le pregunté:
- ¿Sientes como si te estuvieran mamando el coño a ti?
- Sí – contestó.
- ¿Así como se la están mamando a la rubia de la película?
- Sí, igual - Volvió a contestar.
- Pues imagina que eres tú quien esta en la película – Le dije.
Cuando le dije esto, comenzó a gemir muy fuerte y a mover mucho más rápido su cadera.
- Me vengo, me vengo - empezó a decir.
- Aaahhhhhh!
- Aaaaahhhhhhhhh!!
- Aaaaaaaaahhhhhhhhhh!
Ely tuvo un orgasmo muy intenso, cuando lo terminó, me miró con una sonrisa muy pícara, se levantó y se sentó en mi verga. Con mi verga sentí como tenía la vagina muy caliente y mojada. Puso una teta sobre mi boca e inició el mete y saca de mi verga. Ahí iniciamos una cogida que terminamos ya muy pasada la media noche. Quedamos muy cansados y dormimos muy profundamente. Al otro día, salí de la ducha y Ely se encontraba ya despierta descansando en la cama. Después de los buenos días y un pequeño beso, me dijo:
- Que bárbaros somos Cali.
- ¿Por qué? Le pregunté.
- Anoche me vine sin que tuviera nada en la vagina, solo con ver a esa cabrona chapándole el coño a la rubia - Me contestó.
- Entonces la bárbara eres tú! Te imaginas como te hubieras venido si realmente te hubieran mamado así el coño mientras me mamabas la verga – Le dije.
- Ya párale, ya párale, no vayamos a comenzar otra vez – me dijo muy rápidamente- y nos quedamos todo el día en el hotel.
Reímos y nos preparamos para terminar nuestros asuntos y regresar a casa. Como dos meses después de ese viaje, un día lunes de julio en pleno verano, mientras cenábamos trajo a la mesa ese viaje. En eso me preguntó:
- Te gustaría hacer algo como lo que vimos en esa película?
- Huuuummmm – lo pensé y respondí rápido sabiendo que había pocas probabilidades que ocurriese - creo que sí!
- Entonces prepárate para el viernes – me contestó- Solo te pido que no me preguntes nada, espérate hasta el viernes y haz todas las cosas que yo te diga.
- Pero….
- Nada!! – interrumpió Ely. Ningún pero, ni nada, si no quieres pues no hacemos nada y ya.
Ya no dije nada, solo asenté con la cabeza. Me quede muy pensativo, no se si por la confusión que me causó la propuesta de Ely o por imaginarme la pinche cogida que tendríamos el viernes. Ahora se que fue esto último.

Por la noche tuve ganas de tener sexo con Ely, ella se negó, me dijo que esperara hasta el viernes. Toda la semana estuve pensando en cual sería el plan de Ely. No podía creer que su plan involucrara a Chayito, nuestra sirvienta, pues ella es muy bajita, gordita y no muy atractiva que digamos, muy lejos de la exuberante trigueña de la película. Además que la queremos como de la familia pues ha trabajado con nosotros desde que nació mi hijo el mayor. No tenía idea que plan pudiera tener, solo me quedó esperar con ansias el viernes.

El viernes llegó, Ely me habló a la oficina para decirme que llevara a los niños a la casa de unos compadres, allá pasarían el fin de semana. También había dado permiso a Chayito a que fuera a visitar a su familia, regresaría el lunes. Estaríamos solos en casa, es parte de su plan, pensé en seguida. Al llegar a casa como a las siete de la noche note el silencio, pase y dije hola, sin que nadie respondiera, no había nadie. Dejé las llaves del carro, mi portafolios y subí a la recamara. Al abrir la puerta note sobre la cama mi bata de seda y una nota sobre ella. La nota decía: “Toma un buen baño mi amor, y ponte esta ropa nada más, y espera en la cama hasta que te llame”. La nota tenía un beso hecho con pintura labial. Además de mi bata, ahí estaba mi bóxer de seda, que es muy fresco para ese tiempo de verano. En la tina del baño había gel y lociones para agregar al agua. Después de preparar el baño y tallar todo mi cuerpo, me sumergí en la tina tratando de adivinar que cosa había planeado Ely.

Como a las ocho de la noche, en la transición de día y noche de ese caluroso verano, escuche llegar el carro de Ely. Por la plática que sostenía, supe que no había llegado sola. La otra voz era de mujer. Contrató a una prostituta!- Pensé inmediatamente. Me quede muy atento a lo que decían:
- Pásale a la sala– dijo Ely.
- Gracias – contestó la mujer.
Esa voz me pareció haberla escuchado con anterioridad, pero no situaba quien podía ser.
- ¿Qué quieres de tomar? - Preguntó Ely.
- Lo que sea, pero frío - respondió la mujer – hace mucho calor.
Se oyó el abrir de la puerta del refrigerador y a Ely hablar:
- Mira aquí esta este vino blanco que frió sabe riquísimo.
- Está bien – le contestó su acompañante.
Después de una pausa, escuche a Ely decir:
- Toma tu copa y salud.
- Salud! – le respondieron.
Imagino que tenían sed, pues escuche a Ely decir que iba a llenar nuevamente las copas. Ya no puse atención que más hablaban. Pensé que ese vino en el refrigerador era parte del plan de Ely. Ahora pensaba en el banquete que tendríamos con esa mujer. Salí de la tina y comencé a vestirme con la ropa que Ely me dejó. Intenté escuchar nuevamente, pero no podía escuchar claramente la conversación, era muy rápida –como suelen conversar las mujeres – y además había una música suave en la sala.

A pesar que la nota de Ely me había indicado esperar en la recamara, no aguante las ganas de saber quién era esa mujer, por lo que decidí bajar al estudio que esta contiguo a la sala, entré por la puerta lateral. El estudio tiene una ventana grande hacia la sala, con una cortina de tela delgada, que permite la visibilidad hacia el espacio donde la luz sea más intensa. Al estar apagadas las luces del estudio, yo podría ver a Ely y su amiga, pero ellas no a mí. Me paré en un sitio cercano a la puerta, por si tuviera que salir rápido y desde ahí miré la espalda de la mujer. Cuando hizo su cara a un lado la reconocí. Se trataba de Lourdes Patoja una amiga de muchos años de Ely, Lulú, como le llamamos quienes la conocemos. Lulú es viuda de un alto ejecutivo de una de las compañías de la competencia, de Gil Roque, ‘Gilito’ le decíamos, que en realidad era un hombre alto y fuerte. Gil murió como hace cinco años a consecuencia de un accidente de carretera. Era la envidia por tener como mujer a Lulú. Ella es alta y hermosa, de piel blanca y pelo muy negro, con un gran porte, no es delgada, mas bien es robusta, pero con un cuerpo muy bien formado. Su distinción y clase la hacen una mujer demasiado atractiva. Seguramente tiene más de cuarenta años, pero la forma de su físico, la manera caminar y movimientos corporales siempre con su espalda muy erguida, la hacen ver con mucho menos años. Como al año del fallecimiento de su esposo, ella comenzó a vender joyas y ropa, nuevas por supuesto. Tenía marcas exclusivas y no eran nada baratas, varias ocasiones Ely me había pedido de regalo de cumpleaños algún producto de los que Lulú vendía. Sus principales productos eran aretes y collares de piedras preciosas y lencería de telas muy finas.

Había un muestrario de joyas sobre la mesa del centro y mucha ropa de lencería en uno de los sillones. Después de platicar un rato y tomar varias copas de vino. Esto fue lo que conversaron:
L: ¿Por cuáles juegos te animas?
E: No se, todos están preciosos.
L: Mira estos aretes de rubí, combinan muy bien con este juego.

Lulú levantó las joyas y unas piezas de lencería mostrándolos a Ely.
E: Si son muy bonitos. ¿Me los puedo medir?
L: Claro, adelante!

Ely comenzó a desvestirse ahí en la sala, al mirar el rostro sorprendido de Lulú le dijo:
- No te preocupes, no hay nadie en casa. Sólo esta Cali, que debe estar arriba leyendo o viendo la televisión.
- Sí, ya vi su carro – respondió Lulú.

Ely tenía puesto un conjunto de lencería blanco, que había comprado a Lulú precisamente. Era un juego de medias sin liguero, que se ajustaban al muslo con un encaje muy fino. La panty de hilo dental con encaje y lentejuelas formando figuras al frente. Ely habló señalando su lencería:
E: Mira este es el que te compre la vez pasada.
L: Sí ya me di cuenta.

Mientras Ely se desnudaba, Lulú miraba hacia otros lados evitándola. Al terminar Ely le dijo, pásame las prendas. Al darle la ropa, fue inevitable que Lulú viera el cuerpo desnudo de Ely. Yo, dentro del estudio me quede asombrado al observar a mi esposa sola desnuda frente a otra mujer. Creo que Lulú puso atención en las tetas de Ely por las areolas tan grandes que tiene. Porque dijo:
L: Tienes todo en su lugar, Ely.
E: ¿A que te refieres?
L: A tus tetas, todavía se ven muy firmes y en su lugar. No se han caído como las mías.
E: Debe ser por el peso, te imaginas las mías son pequeñas y deben pesar poco. En cambio las tuyas deben ser muy pesadas. – Le dijo en tono de broma.
L: Si, eso debe de ser. No los años!. – ambas rieron por las bromas.

Alzando las prendas Ely comentó:
E: Te imaginas lo caliente que se pondrá Cali cuando me vea con esta ropa!! Disculpa lo que dije – comentó como aclarando que había pensado en voz alta.
L: No te preocupes, me imagino que si, así le pasaba a Gil.
Mientras Ely se ponía la ropa, le preguntó:
E: ¿Puedo hacerte una pregunta indiscreta?
L: Claro no te preocupes, estamos en confianza.
E: ¿No has pensado en casarte nuevamente?
L: ¿Esa es la pregunta indiscreta? No, por ahora no. Así estoy bien.
E: ¿Pero tienes novio, verdad?
L: No, claro que no. Y no es porque me faltan pretendientes, por ahora no quiero.
E: Siendo tan hermosa debes tener muchos pretendientes.
L: Favor que me haces Ely, cierto que tengo montones de prete…..no, no son pretendientes, solo quieren aprovechar que soy sola. En cada reunión más de uno se acerca a mí, pero la intención es pasar un rato conmigo y eso no me llama la atención.
E: Ni siquiera un ‘amigo ocasional’ has tenido – lo dijo en tono apropiado para insinuar una aventura.
L: Nada, ni eso.
E: ¿Es que ya no tienes ganas de….eso?
L: Claro que todavía me dan ganas! Me quede viuda pero no manca! – contesto poniendo al frente su mano de dedos suaves y largos.

Ambas rieron por esto último. Ely agregó:
E: Con esos dedos tan largos, no debes extrañar nada. – continuaron riendo.
L: No te creas, mis dedos no se acercan nada a como era Gil.
E: De veras! A poco Gilito, era…, quiero decir, hay…no se como decir…
L: Sí, lo tenía grande, pero grande de verdad.
E: ¿Cómo de que tamaño?
L: Pues, como de este tamaño- Con sus manos separadas le mostró el tamaño.
E: ¿Y… era gruesa?
L: No mucho, era más bien delgada, pero larga.
E: Que suertuda fuiste, eh!
L: ¿Por qué? Acaso tú tienes algo muy ‘pequeño’ en casa?
E: Bueno pequeño no, normal diría yo, pero no se compararía con nada al tamaño del de Gil. – dijo sonriendo muy alegremente.
L: No sigas, eeehhhh! Porque vas a hacer que use mis dedos aquí mismo. Las dos rieron a carcajadas.
E: Yo no me perdería por nada ese espectáculo, eeehhhhh!.

Ambas rieron muy fuertemente. Conforme fue avanzando su conversación mi verga se fue poniendo erecta. Entendí que Ely planeaba seducir a Lulú y que eso era lo que había planeado. El hecho de pensar que pudiéramos tener a Lulú en nuestro juego sexual hizo que mi verga se parara por completo. Cruce mis dedos para tener suerte. Ely terminó de vestir las nuevas prendas y dijo:

E: ¿Qué tal? ¿Cómo me veo?
L: Estupenda!! Combina muy bien con las joyas.
Ely giró modelando las prendas, era un medias, panty y sostén color rosa. Realmente Ely se veía muy bien.
E: Me gustaría usarlas con un vestido strapless. Pues tengo una reunión pronto.
L: Entonces úsalo con este sostén de media copa sin tirantes.

Ely hizo el cambio de sostén para luego mostrarle a Lulú. El nuevo sostén cubría parcialmente las grandes areolas de Ely, dejando una buena porción fuera. Esas tetas se veían muy sexy.
E: ¿Y ahora?
L: Mmmm, creo que necesitas un sostén de copas más altas.
E: Tienes razón, la costura me rosa la areola y mira como me las ha puesto.
L: ¿Que quieres decir?
E: Es que tengo los senos muy sensibles, especialmente las areolas, mira como se me ponen! – para mostrarle se agachó un poco y le enseñó el seno completo, que en verdad estaba poniéndose turgente y duro.
L: Definitivamente entonces ese sostén no te va! No te va dejar disfrutar la reunión – dijo bromeando.
E: Claro, pero te imaginas cuando regrese, Cali me va a tener en mi punto. Ambas rieron.

Ely probó varias prendas, cada vez se acercaba más a Lulú y cuando se tocaba los senos, emitía pequeños gritos. En uno de esos cambios, sin que Lulú lo notara, cuando se ponía la panty, intencionalmente la tiró al piso, diciendo –ay se cayó!- Lo cual llamó la atención de Lulú. Para levantarla, se voltió y agachó de tal forma que le mostró todo su sexo. Lulú sentada en el sillón, con el culo a la altura de su cara, fue inevitable que observara los grandes labios vaginales de Ely, que empezaban a crecer. Note como abrió los ojos. Según yo, por la vista que tenía. Note como cerró los ojos, como queriendo quitar esa visión. Ely se incorporó con naturalidad y procedió a ponerse la panty.
E: ¿Que tal, eh?
L: Fabulosa, te ves divina.
E: Ahora déjame ver este. – dijo señalando un juego de color negro.
L: Buena elección, es como el que yo traigo.
E; Entonces déjame verlo, así no tengo que quitar y poner.
L: Es que me da pena!
E: Andale, muéstramelo. Estamos solas, bueno esta Cali, pero ni modo que te haga algo, además, el ya te ha visto en traje de baño.

No se si este argumento la convenció o fue la necesidad de mostrar y hacer ventas. Pues por cada venta de joyas y lencería ella ganaría muy buena plata. Se quitó la ropa para mostrar el juego de medias negras muy finas que eran detenidas por un ligero muy pequeño que se sujetaba a la cintura. La panty obviamente negra tenía bordadas flores en la parte de frente, que dejaban espacios a través de los cuales se podía ver la estrecha línea del vello púbico de Lulú, se veía que Lulú tenía rasurada la zona del bikini, pues la parte anterior de la panty era angosta para cubrir todo el pubis. La tela del sostén era de la misma textura que las medias, y se podía ver a través de la tela las areolas y pezones de los senos. Las tetas de Lulú eran grandes, un poco caídas, tal como había lo dicho, pero se veían muy eróticas, sobre todo por lo ajustado del sostén. El color de la lencería contrastaba con el color de la piel y hacia juego con el color de su pelo a la altura de los hombros. Ella giró modelando su cuerpo al tiempo que abría y sostenía sus brazos a la altura de los hombros. Cuando la vi de espaldas, casi se me escapa un grito. Que preciosas nalgas tenía Lulú. Eran muy grandes y firmes y su textura dejaba ver que deberían ser muy suaves. La panty de hilo dental y el liguero hacían ver mucho mejor esas nalgas. No pude evitar restregarme la verga. Quería salir ya y cogerme ese rico mango. Ely seguía con detalle todo el cuerpo de Lulú.
E: Te mantienes muy bien eehhhhh. ¿Así se me verá esa ropa a mí?
L: Claro igual, y mira este sostén no te lastimara tus senos – Le dijo, mientras con los dedos tocaba la tela del sostén por uno de los senos.
E: ¿Me permites sentir la tela?
L: Claro!

Ely puso la mano sobre el muslo de Lulú y muy suavemente sentía la textura del la tela.
- Se siente que es muy fina – Le dijo Lulú.

Acariciando la tela poco a poco movió la mano hacia la parte interna del muslo de Lulú y acaricio la parte más alta del muslo con el pretexto de sentir el encaje de las medias. Lulú parecía no inmutarse, pero observe que sus pezones habían reaccionado al estar Ely frotando la parte interna de su muslo. Y después acarició la tira del liguero.
E: ¿Y estas tiras no se notarán a través del vestido?
L: Claro que no ¿Acaso tu notaste que yo traía liguero?
E: No, no se notaba.
E: Déjame probar este juego que tiene encaje en toda la orilla. – dijo tomando otro juego de lencería.
L: Adelante, los colores intensos están de moda este verano.

Las prendas sostén, panty tipo tanga y una bata transparente, eran de color amarillo muy vivo, con un bordado de color negro por toda la orilla de las prendas. Cuando Ely mostró su cuerpo con ese traje se veía riquísima, las prendas debieron ser una talla más chica estaban muy ajustadas. Esto hacia que los senos de Ely llenaran toda la copa del sostén mostrando una parte pequeña de sus areolas.
E: Lo siento ajustado, un poco chico – movía su cuerpo tratando de acomodar bien las prendas.
L: Yo lo veo bien, te ves sensacional.
E: La panty me aprieta un poco – dijo mientras movía sus piernas y jalaba hacia arriba la tanga.
L: Le va a dar un infarto a Calixto cuando te vea así – yo pensé lo mismo.
E: Pues déjame llamarlo para que me de su opinión.
L: Entonces déjame vestir que me dará pena que me vea así – al tiempo que tomaba su ropa.

Ely tomo sus manos deteniéndola, le dijo que no tuviera ninguna preocupación, ya que no sería la primera vez que viera a una mujer en ropa interior, pues hemos asistido a muchos desfiles de modas donde se exhibe lencería y las modelos se muestran en público.

E:Y tengas ningún temor, ya que Cali es civilizado. – terminado Ely gritó mi nombre llamándome. El grito me tomó desprevenido, acerté a salir silenciosamente y rápido del estudio e irme a mi recamara. Un tercer grito se escuchó al momento que llegaba a la recamara, únicamente me paré en la puerta y contesté:
C: ¿Qué quieres mi amor?
E: Baja a la sala por favor.
C: ¿Qué se te ofrece?
E: Ven, quiero que me des tu opinión.
C: Ahí voy!

Corrí al espejo a verme, parecía chamaco de secundaria emocionado. Arreglé mi pelo y la bata y note que por la carrera hasta la verga se me había puesto flácida. Baje a la sala, fingiendo estar adormilado. Poco antes de llegar a la sala, pregunté:
C: ¿Qué pasa? – tres pasos después estuve en la sala.
E: Mira!! – dijo mientras giraba mostrándome su cuerpo.
C: Guuuaaauuuu, Que linda te ves!! Hasta el sueño se me quitó!
L: Verdad que sí. – estaba sentada en el sillón, con una bata cubriendo sus piernas.
C: Buenas noches Lulú, que sorpresa! ¿Cómo estas?
L: Buenas noches.
Me acerque a darle un beso en la mejilla, el olor de su perfume lleno mi olfato. Lulú, siempre elegante y con buen gusto en la elección de perfumes. Ya de cerca note su delicado maquillaje que hacia que su rostro luciera más hermoso. Se contaba la historia que Lulú en su juventud ganó el segundo lugar en un concurso de belleza estatal, pero que hubiera tenido el primer sitio, si los jueces hubiesen calificado honestamente. Debían tener razón, aun con el tiempo y algunos kilos de más, Lulú era una mujer muy frondosa y cautivadora.

L: Aquí animando a Ely a que compre toda la ropa.- Dijo sonriendo.
E: ¿Qué te parece Cali? ¿Cómo se me ve?
C: ¡Me va a dar un infarto!!
E: De eso se trata, de que se te pare! Pero no el corazón! Jajajajajaja – Todos reímos.
C: ¿Qué están tomando? Déjenme ir por una copa.
E: El vino esta en el refrigerador.

Fui por mi copa, al abrir el refrigerador note que habían consumido una botella. Tome otra botella y mientras la abrí, regrese a mirarlas. Ely subía los tirantes de la tanga, fingiendo ajustarla, yo sabía que se estaba frotando sus labios vaginales y el clítoris, por lo que mi verga se paró levemente. Regrese a ellas, serví sus copas y brindamos. Me senté en el sillón libre que era el más grande de la sala. El sillón pequeño estaba ocupado por las joyas y el sillón de dos plazas, por la ropa y Lulú. Mi rodilla casi tocaba la de Lulú, cuando cruce mis piernas la bata se abrió, dejando ver que no tenía yo pantalones de dormir.

E: Creo que necesito una talla más grande. Esta me lastima aquí.

Sin más, Ely se puso de espaldas, entre Lulú y yo, subió un pie a la mesa de centro y se inclinó ligeramente para señalar con su dedo donde le lastimaba la tanga. Nos mostró sin ningún recato su culo y su vagina, sus grandes labios vaginales estaban a los lados de la tanga, ya crecidos por la estimulación que se había dado. Yo tragué saliva al verla así. Mire a Lulú quien se puso roja, yo creo que de vergüenza, por lo inesperado de la acción de Ely.

E: Toda esta parte me lastima - Dijo mientras con un dedo recorría toda el ‘área afectada’, detuvo el dedo un momento sobre su clítoris y lo estimuló. Toda su vagina se llenó de líquido. Mi verga estaba muy crecida. De no estar sentado, seria evidente mi erección. Lulú estaba muda, no atinaba que decir, pero miraba con atención lo que Ely le mostraba.

C: Tal vez debas tomar otro – alcance a decir.
E: Bueno, pero este lo tendré de comprar de cualquier forma – dijo mientras se incorporaba – porque este ya lo mojé y creo que me roce ahí mismo. ¿Puedes mirar Cali si estoy rosada?

Volvió a subir el pie a la mesa y se agachó mostrándonos otra vez su empapada vagina. Yo haciendo un esfuerzo enorme para no sobarme la verga y fingir naturalidad, me puse de cuclillas para ver el ‘area afectada’de cerca. Por mi posición, la bata se abrió y el bóxer se subió un poco dejando ver la punta de mi verga. Lejos de ver si estaba rosada, yo empecé a pasar mi dedo por toda la vulva de Ely, quien daba pequeños suspiros. De reojo vi a Lulú. Tenía cara de sorpresa, pero no había duda que tenía la mirada hacia mi verga. Observe como con su boca un poco abierta, su lengua recorría despacio los bordes de sus labios. Sus senos se habían puesto duros y tenía la respiración levemente agitada.

Me puse de pie, diciéndole a Ely que no tenía nada, pero que efectivamente tendríamos que comprar la ropa porque las había mojado, y Lulú ya no las podría vender.

E: Discúlpame Lulú, no imagine que me fuera a pasar esto.
L: No hay problema- dijo como reaccionando normalmente,
E: Creo que es el bordado de la panty lo que hizo esto. Sentía como si me los estuvieran acariciando…
L: Al comprarlos han encontrado la solución- interrumpió como para evitar que Ely siguiera hablando de eso.

E: Muéstrale a Calixto el traje que tienes puesto – dirigiéndose a Lulú.
L: Eehh… este…. este…
E: Andale! Sin pena. – al momento que la tomo de la mano para que se pusiera de pie.

Por lo aturdida de la situación, Lulú se incorporó, mostrando su cuerpo a plenitud. Yo respire profundo y pensé que era un sueño tener a Lulú con esta ropa tan sexy y tan cerca. Ely ayudaba a girar lentamente a Lulú. Cuando paso su espalda, Ely se detuvo un poco y recorriendo los tirantes traseros del liguero con sus manos, me dijo que eso no se notaría a través del vestido. Ni caso le hacía a lo que Ely decía. Estaba absorto viendo las hermosas y blancas nalgas de Lulú, hasta pude apreciar los finos y cortos vellos que cubrían su piel. Tenía un lunar entre el liguero y la correa de la tanga. Ely me dijo que ese lunar se veía muy coqueto. Al decirlo dejaba saber a Lulú que teníamos la atención sobre su trasero. Ely recorrió suavemente con la mano el liguero y el tirante superior de la tanga. Me di cuenta que Lulú hizo un movimiento hacia atrás muy rápido y corto de su cabeza. Cuando termino de girar, tenía los pezones muy duros y sus ojos levemente cerrados.
E: ¿Verdad que tiene un supercuerpo?
C: Sí, es muy hermoso. – dije balbuceando.
E: ¿Te imaginas como me veré con esta ropa?
C: Divina.
E: Siente la textura de este tela.

Me tomó de la mano y me invitó a que tocara la tela. Yo me puse de pie, y rehusé a tocar la tela. Al estar de pie, el bulto de mi verga se notaba en la bata. Señalando hacia el bulto, Ely dijo sonriendo:

E: Mira como te pusiste – Lo cual hizo que Lulú también mirara hacia allá. Yo trate como de ocultar mi erección. ¿Ves Lulú como hiciste que Cali se pusiera? -No decía yo nada quede callado e inmóvil al igual que Lulú.
E: ¿Fue Lulú o fui yo?
C: Las dos, fueron las dos -respondí rápidamente: Discúlpenme – que falso me oí a mi mismo.
E: No te preocupes, Lulú esta acostumbrada a ver vergas muy grandes. ¿Verdad Lulú?

Lulú alcanzó a dar una respuesta débil. Solo movió la cabeza en señal afirmativa, diciendo: - Bueno, nada más una.

E: Déjanos ver la tuya – Sin más, Ely se movió hacia mi, desató la cinta de mi bata y me bajo el bóxer. Mi verga se quedó balanceando completamente parada. Lulú seguía muda, pero con los ojos en mi verga, seguramente la cabeza de mi verga llamó su atención. Los años de viuda y sin verga la pusieron en una situación muy frágil. Su respiración era más agitada, y su rostro se veía encendido.
E: ¿Qué tanto más grande era la verga de Gil?
L: Más grande, definitivamente más grande, pero menos gorda. - Respondió con dificultad por la respiración agitada que tenía.
E: Pero si le agarramos la verga a Cali, le crecerá otro poco. – Al decir esto, Ely ya tenía su mano en mi verga haciéndole movimientos lentos hacia arriba y hacia abajo. Creí que mi verga no crecería más, pero las venas de la verga se hincharon mucho y la hacían ver más grande.
E: Ahora agárrala tú. – dirigiéndose a Lulú.
Como hipnotizada, Lulú dio unos pasos hacia mí y agarró mi verga. La tomó muy fuerte como desesperada y la masturbó un poco.
E: ¿Así de grande era?
L: Más grande, pero no tenía la punta tan grande como esta la tiene – no quitaba la vista de mi verga.
E: ¿Sientes bien agarrar esa verga después de varios años de no hacerlo? ¿Te gusta la verga de Cali?– Lulú movió la cabeza afirmativamente. En ese momento supe que el plan de Ely había funcionado. Lulú estaba en un estado de excitación del cual no saldría hasta ser bien cogida.
E: ¿La quieres mamar?- Lulú se quedo inmóvil, sin responder, solo seguía masturbándome. Ely puso una mano en la nuca de Lulú, para acercarla a mi verga. Lulú no puso resistencia, mientras se hincaba, iba abriendo su boca mirándome la verga. Abrió su boca lo más que pudo y mi cabeza entró fácilmente. La comenzó a mamar con muchas ganas, realmente estaba ansiosa por sentir otra vez una verga. La besaba, chupaba y volvía a meter en la boca. Yo parado, no perdía detalle de la mamada. Disfrute mucho viendo como una mujer tan guapa me mamaba la verga. Lulú puso sus manos a los lados de mi cadera y se metía y sacaba la verga de la boca. Sentía como su lengua pasaba por la orilla de la cabeza de mi verga. Así estaba, cuando levantó su vista hacia mí, sin dejar de mamar me miró a los ojos, abría y cerraba los ojos demostrando tener mucho placer al mamar la verga. Con su mirada, parecía agradecerme el volver a mamar verga. Ely por su parte, estaba de pie, con las piernas abiertas, masturbándose y apretándose un seno. Paro un momento y puso una mano en mi pecho empujándome hacia el sillón para sentarme, a Lulú la tomo de su brazo para que no se despegara de la verga. Caí en el sillón y me acomode con la piernas abiertas lo más que pude. Lulú ahora estaba de pie pero agachada mamando verga, por lo que sus nalgas quedaron a disposición de Ely, quien se puso en cuclillas atrás de Lulú, hizo a un lado la tira de la tanga y comenzó a lamerle la vulva a Lulú. Al sentir esto, Lulú se sacó la verga de la boca y dio un fuerte grito:
- Uuuuyyyyyyyhhhhhh.- Cerró sus ojos fuertemente e hizo gemidos como si se hubiera enchilado con picante. - Sssssssshhhhhhhhhhhaaahhhh Sssssssshhhhhhhhhhhaaahhhh……Sssssssssshhhhhhaaaaahhhh
- Sssssssshhhhhhhaaaaaaaaaahhh…..Sssssssssshhhhhhhhaaaaahhhhhhh

Su cuerpo tembló al tener su primer orgasmo. Cuando terminó, sin decir nada, se quitó la tanga y volvió a la posición que tenía a seguirme mamando la verga. Yo estire mis manos para tomar sus grandes tetas. Mis manos no alcanzaban a tomar todo el pecho, las tetas eran muy suaves y elásticas, colgaban hacia el piso, me concentre a acariciar los pezones. Ely separaba con sus manos las nalgas de Lulú y seguía metida comiéndole el coño. Por momentos Lulú sacaba la verga de su boca y seguía con sus exclamaciones: - Ssshhaaahh……Ssshhaaahh, para luego volver sobre la verga. Tuve que dejar sus pechos y retirar un poco su boca de mi verga, pues mamaba con tanta intensidad que me produjo dolor. Yo creo que ella comprendió y comenzó a masturbarme más lentamente, recorriendo con su lengua mis huevos, yendo hacia arriba a la base del pene recorriéndolo todo hasta la cabeza y la mamó más suavemente, disfrutándola. Hizo esto varias veces, yo me sentía en las nubes, gozando esa mamada, pensando muy contento lo cabrona que era Ely. No cerré los ojos, quería ver como pasaba todo para después recordarlo. Ely recorría con su lengua todo el sexo de Lulú, se veía que lamía desde adelante hasta el culo, después de hacerlo varias veces, introdujo un dedo en la vagina de Lulú y lo comenzó a meter y sacar. Pocos segundos después, Lulú tuvo otro orgasmo: Uuyyhhh…. Uuyyhhh…. Uuyyhhh. Aahhhhhh, Aaaaahhhhh Aaaaaaaahhhhhhhhhh! Aaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhh! Aaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhh!
Su segundo orgasmo fue más profundo y duradero que el primero. Lulú quedó como seminoqueada, no acertaba a decir algo. Suavemente Lulú la levantó al momento que decía; – Ahora me toca a mi! Acto seguido puso sus rodillas separadas en el descansa brazos del sillón y se agachó a mamarme la verga. Miró a Lulú y repitió: – Ahora me toca a mi! Indicándole que ahora Lulú tendría que regresarle la mamada de coño. Lulú se movió como autómata, puso sus manos en la nalgas de Lulú y le pasó la lengua en su sexo de abajo hacia arriba. Ely cerró los ojos, arqueó la espalda y dejó caer su cara sobre mi verga para mamarla. A momentos dejaba de mamar y entonces masturbaba la verga, tenía los ojos cerrados, como concentrándose en la mamada de coño. Habló con los ojos cerrados:
- Sí, así
- Así, así, así, así.
- Métela toda, toda.
Vi a Lulú que movía con más intensidad la cara pegada al culo de Ely. Esto me recordó película porno de nuestro viaje a Tapachula. Le susurre en el oido a Ely:
- Así querías ser cogida, verdad?
- Sí- respondió- así. Que rico estoy sintiendo!

Su cara tenía esa expresión de gran placer. Imagino que solo otra mujer que haya estado mamando verga mientras otra mujer le come la vagina en esa posición podrá entender el placer que Ely sentía.
– Me vengo, me vengo! Decía Ely al momento que su espalda se arqueó mucho. Se mantuvo así mientras gemía: - Mmmmmhhhhhhhhhh! Mmmmmhhhhhhhhhh! Volvió a mamar la verga y dijo: - Síguele Lulú hermosa, síguele por favor!
Lulú continúo mamándole el coño mientras se introducía los dedos en la vagina. Ely tenía toda mi verga dentro de su boca, movía su cabeza hacia todos lados, produciendo en mi una sensación increíble. Sentí que faltaría poco para que yo me viniera.
- Me vengo, otra vez me vengo! - Gritó Ely. Aahhhhhh, Aaaaahhhhh Aaaaaaayyyyyyyhhhhhh! Aaaaaayyyyyyyyhhhhhhh! Aaaaaaayyyyyyyyyyhhhhhhhhhh!
Aaaaaaayyyyyyyhhhhhh! Aaaaaayyyyyyyyhhhhhhh! Aaaaaaayyyyyyyyyyhhhhhhhhhh!
- Otro, otro, Otrrrrooooooohhhhh!- Gritó de nuevo. Aaaayyyy, Aaaaaayyyyyyy
Aaaaaaayyyyyyyhhhhhh! Aaaaaayyyyyyyyhhhhhhh! Aaaaaaayyyyyyyyyyhhhhhhhhhh!
Aaaaaaayyyyyyyhhhhhh! Aaaaaayyyyyyyyhhhhhhh! Aaaaaaayyyyyyyyyyhhhhhhhhhh!
- Más, otro massss, Otroooh maaasssssssss!- Aaaahhh Aaaahhhhh Aaaaahhhhhhh
Aaaaaaahhhhhh! Aaaaaahhhhhhh! Aaaaaaahhhhhhhhhh! Aaaaaaahhhhhhhhhh!

Entendí que tuvo una de esas venidas largas, que suele tener. Al terminar, se incorporó lentamente al momento que Lulú retiraba su mano de su vagina. Ely tomó la mano de Lulú y se la llevó a la boca, chupando los jugos de Lulú. Le dijo: - Deja que ahora te coma Cali – Eso sonó como música a mis oidos, por fin me la voy a coger, pensé. Así tomada de la mano, la sentó en el sillón y le abrió las piernas. Lulú se dejo hacer todo sin hablar – Aldale Cali, es toda tuya cómetela!! – Me dijo Ely refiriéndose al sexo de Lulú. Me puse de rodillas en medio de las piernas de Lulú y le abrí las piernas lo más que pude. Lulú con los ojos cerrados se recargó en el sillón, esperando sentir mi boca en su sexo. Yo comencé a besar sus muslos por la parte interior, acercándome cada vez más a su sexo. Sin llegar a besar su vagina, hice lo mismo con mi lengua, la pase por toda la parte interna de sus muslos. Mire a Lulú, quien se acariciaba fuertemente las tetas. Pude aspirar el olor del sexo de Lulú que se mezclaba con el aroma de su perfume, realmente era un olor muy rico. Con mi lengua recorrí los labios vaginales de Lulú que eran pequeños pero anchos, los bese y los succione saboreando todo el jugo que los cubría. Busque el clítoris de Lulú y moví mi lengua muy rápido estimulándolo, alterne sus labios y clítoris por unos momentos. Sentí unas ganas enormes de probar su culo, metí mis manos por debajo de sus nalgas, las levanté y aprecie su hermoso ano. Era pequeño y de color rosado, con mi lengua hice círculos en su ano. Mi lengua iba del ano al clítoris, pasando por los labios, intentando meterla en la vagina. Lulú prácticamente se vaciaba por la cantidad de líquidos que emanaban de su vagina, bebí la mayor cantidad que pude. Nunca imagine saborearle el culo a Lulú. Sentí como Lulú se retorcía, levante mi vista y mire que ella tenía una de tetas agarrada con sus dos manos muy cerca de su cara, estirándola para chuparse ella misma el pezón. Ver esto hizo que me levantara para meterle la verga. Ely estaba observándonos sentada en el descansa brazos del sillón con sus piernas abiertas dedeandose la vagina, masajeándose con los dedos ensalivados las areolas de las tetas. Lulú al sentir que le metía la verga me miró y me movió con sus brazos a un lado mientras se levantaba, pero sin sacarse la verga. Ahora quedé yo sentado en el sillón y Lulú cabalgándome, Lulú bufaba literalmente cogiéndose mi verga. Hizo su pecho hacia delante, tome una de sus tetas con mi boca y la comencé a mamar, ella se llevo a su boca la otra teta. La tome por la cintura para acompañar sus movimientos de sube y baja con mi verga dentro. Sus gemidos se hicieron muy fuertes al igual que la forma que se metía mi verga. Dejo su teta y con sus manos me tomó de la cara y me dio un beso muy prolongado en la boca. Correspondí al beso, cerré mis ojos saboreándolo y sintiendo como mi verga se deslizaba en la vagina de Lulú. No oia, nada, solo sentía como su vagina apretaba mi verga. Lulú se desprendió de mi boca para poder gemir: Aaaahhh Aaaahhhhh Aaaaahhhhhhh
Aaaaaaahhhhhh! Que rico!!! Aaaaaahhhhhhh! Aaaaaaahhhhhhhhhh! Que ricoo!! Aaaaaaahhhhhhhhhh! Más rápido, más rápido!! Aaaaaahhhhhhh! Aaaaaaahhhhhhhhhh!
Al terminar su orgasmo se acostó desfallecida en el sillón, mi verga quedo parada completamente mojada, hasta en mis piernas había liquido de Lulú. Ely inmediatamente se sentó en la verga de frente a mí y me besó también. Su orgasmo ya estaba en puerta. Después de unas cuantas metidas Ely parecía aullar del orgasmo tan fuerte que tenía.
- Sí, así Cali
- Así, más duro, más duro. -- me decía. Métela toda, toda. Métela duro.
Ely hizo su espalda hacia atrás para comenzar a mover muy rápido su cadera con mi verga dentro. En eso sentí a Lulú que me besaba nuevamente. Estire mi brazo buscando el sexo de Lulú, ella abrió sus piernas para darme acceso total, lo acaricie suavemente y busque meterle un dedo. Todo esto fue demasiado para mi, sentí que era el momento que tendría mi eyaculación.
-Me vengo!! - Grité. Ely prácticamente pegó un brinco para salirse de mi verga, al momento que mi verga arrojó un chorro de espermas que se estrellaron en el abdomen de Ely. Ely tomó mi verga y la masturbó muy fuerte y rápido, salió otro chorro hacia arriba que cayó sobre la mano de Ely y mi verga. Repentinamente, Lulú retiró la mano de Ely de mi verga y se agachó para metérsela en la boca. Esto hizo que mi siguiente chorro fuera de gran cantidad y siguiera arrojando semen por un gran rato. Lulú comía los más que podía y su cara tenía una expresión de estarlos saboreando realmente. Cuando terminé, Lulú continúo pegada a la verga por unos segundos. Ely tomó del cabello a Lulú y levantó su cabeza, haciendo que esta se flexionara para atrás completamente. Con su lengua Ely recogió el semen que salía de la boca de Lulú, culminando con un gran beso en su boca. Lulú correspondió al beso que fue largo e intenso.

Yo estaba respirando profundamente, descansando y pensando lo cabrona que era Ely. Estaba seguro que esto salió como lo había planeado. En ese momento, pensé que la experiencia pasada con Alba y Mario, pudo ser idea exclusiva de Ely. Quizá algún día lo llegue yo a saber. Me incorporé, solamente dije: - Discúlpenme! Me retiré como apenado, pero por dentro estaba muy feliz de lo que había pasado. Quise dejarlas solas para que hablaran sobre el asunto. Me quede escondido para escuchar lo que decían.
L: Que pena Ely! Que pena tengo! Que vergüenza!
E: No te preocupes.
L: Como no me voy a preocupar! ¿Qué no te das cuenta?!
E: No hicimos nada malo.
L: Como no! Me tire a tu marido aquí! Enfrente de ti!
E: No fue tu culpa, quizás fue mía.
L: No Ely, fue culpa mía. No debí dejar que esto pasara.
E: No te preocupes, ya paso y ni modo.
L: Pero tu marido Ely, que va a decir!
E: No te preocupes, yo arreglaré eso. Cali comprenderá que paso aquí y jamás dirá nada a alguien, es un caballero.
L: Eso me tranquiliza, pero…..
E: Nada olvídalo, reprocha algo si es que tu no lo disfrutaste.
L: Bueno…. Sí lo disfru…
E: Ya ves, no puede haber algo malo en eso. – escuche que ambas sonrieron.
E: A menos que hayas extrañado el tamaño! – dijo riéndose.
L: De eso ni me acordé – respondió riendo abiertamente.
E: ¿Ya ves? Mira que cara tan contenta tienes!
L: Gracias Ely, tengo que agradecerte de verdad. – se escucho el tronido de un beso.
E: ¿Qué? Mira! Estabas arrepentida y ahora me agradeces!

Ambas rieron muy fuerte. Me retiré a mi recamara, sabiendo que Ely tenía el control de la situación. Minutos después, vi por la ventana que Lulú se despedía. Me quede pensativo, descartaba que Lulú estuviera de acuerdo con anticipación. Una mujer como Lulú, fuerte y segura, resistente al asedio de tantos hombres, cayó en la trampa de Ely. No hay duda que para una mujer cabrona hay otra más cabrona! Sonreí recordando todo.

Ya en la recamara, después que Lulú se marchó, Ely me preguntó:
- ¿Qué te pareció la sorpresa mi amor?
- Eres una cabrona! – le respondí. – A ver que otro día me tienes otra sorpresita así!
- También tu eres un cabrón! – me dijo aventándome una almohada.

Los dos sonreímos. También sonreí días después cuando Ely me envió la cuenta de las compras a Lulú, recordé otra vez esa noche. La sonrisa se me quitó al ver la cuenta, era una cantidad considerable. En unos segundos volvió en mí la sonrisa, pensé: Si valió la pena!

Han pasado cuatro meses y no he tenido otra sorpresa. Espero que Ely no me haya hecho a un lado en sus ideas calenturientas.
Datos del Relato
  • Categoría: Parejas
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