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EL TERCER BESO

El coche se había detenido casi de improviso, la luz tenue de los faros alumbraba la carretera comarcal como si de una vela se tratara, el calor y la humedad eran insoportables y ella estaba allí quieta, mirando su móvil sin cobertura.
A lo lejos se divisaba unas leves luces, la mujer no pensó en lo lejos que pudieran estar, si no en como llegar allí, con los tacones que llevaba puestos hoy le iba a ser imposible casi andar doscientos metros sin torcerse un tobillo, pensó en que cuando entro en la tienda de calzados no iba a sufrir ningún inconveniente de ese tipo, ella solo se acercaba a casa de una amiga a tener una reunión y poder cenar aquella noche, sin mas complicaciones, pero todo empezaba a ir cuesta arriba cuando de repente el automóvil empezó a cabecear como falto de fuerza en su corazón.

Él rodaba por la carretera con rapidez, su moto trazaba las curvas de una manera sublime, la noche había caído ya hacia rato y le hubiera gustado estar un poco antes en su lugar de destino, quizás tuviera que hacer noche en algún sitio cercano, probaría en el siguiente pueblo, podría ser que tuviera alguna pensión en la que alojarse.

En la siguiente curva su cuerpo se tenso, vio las luces del coche aparcado justo en el momento en que su mente estaba pensando en una confortable ducha de agua caliente, corrigió la trazada y abrió el gas para que la máquina se enderezara de nuevo sin perder el equilibrio, pero encontró otro obstáculo en el camino, esta vez la sorpresa fue todavía mayor y tuvo que virar varias veces mientras frenaba y aceleraba para no irse al suelo directamente, oyó un grito que se alejaba mientras acababa de dominar la moto. Cuando logro pararla miro hacia atrás y vio una figura corriendo torpemente hacia él, el reflejo de los faros del automóvil le impedían ver su rostro, se paro después de un tramo de breve y rápida carrera. Se levanto la visera del casco al mismo tiempo que con la otra mano le hizo una señal a la mujer para que se acercara, esta se bamboleo ligeramente y comenzó a andar de nuevo hacia él.

El saludo fue escueto, noto que la mujer caminaba torpemente, aquellos zapatos que usaba no eran los adecuados para este tipo de terreno y observo que uno de ellos se hallaba en bastante mal estado, después de mirarla comprobó que la mujer le estaba hablando pero él seguía absorto y ensimismado en aquellos ojos que le miraban suplicantes. Bajo el cabestrillo de la moto y sin casi mediar palabra se acerco hacia el coche, la mujer quedo detrás, y él pudo comprobar que la temperatura del motor era inusualmente perceptible incluso sin haber levantado el capo, con un tremendo esfuerzo de sus huesos maltrechos por la larga jornada en la moto empujo el coche hacia un lado de la carretera, haciéndolo apartar prudentemente de ella, apago las luces y quito el contacto quedándose con las llaves en la mano, después de cerrarlo se dirigió otra vez hacia la figura que esperaban. El breve relato de ella y la dirección a la que se dirigía estaba en su camino, y desde luego él no iba a dejarla tirada allí, extrajo un casco y se lo puso delicadamente mientras no dejaba de mirar sus ojos.

Al llegar a la casa después de unos veinte minutos de marcha por la carretera sinuosa y rápida la moto se paro enfrente justo de la puerta de su amiga, ella bajo y rápidamente se quito el casco, estaba con los ojos vidriosos por la velocidad, se sentía excitada por la experiencia, sus muslos fríos por el aire contrarrestaban con la calidez y humedad de su sexo, el pelo alborotado le caía hacia atrás como si acabara de salir de un baño turco. Lo miro y comprobó que él observaba sus movimientos. Le dijo que podría ser que su amiga tuviera una habitación que ofrecerle para que pasara allá la noche, él asintió con la cabeza y bajo de la máquina que todavía ronroneaba sutilmente. La puerta se abrió y apareció una mujer gritando el nombre de ella y corriendo a abrazarla, tras una breve conversación las dos mujeres se giraron y lo invitaron a entrar en la casa. En el salón dejo que su cuerpo cayese pesadamente en el sillón, mientras ellas se dirigían hacia una parte de la casa, se reían nerviosamente y hablaban entre ellas. Al volver traían una bandeja cada una.

Aquel café hizo que casi todo volviera a la normalidad, entonces miro a las dos mujeres que durante toda aquella ceremonia no habían dicho ni una frase, lo miraban y observaban sus movimientos como el que observa a una presa justo antes de abalanzarse hacia ella. Él sonrió por sus pensamientos y ellas sin ni tan siquiera imaginárselos le devolvieron el saludo y empezaron a preguntarle cuál era el destino al que se dirigía. Se miraron entre sí y comenzaron a hablar, después de un breve intercambio de palabras la dueña de la casa abandono el salón despidiéndose de ellos hasta mañana.

Ella lo tomo por el brazo y lo condujo al piso de arriba, su caminar ya era firme, pero su estatura había disminuido en varios centímetros, entraron en una habitación y ella indago dentro de un armario extrayendo una toalla, se la tendió y le indico en dirección al baño, el agarro la toalla y tiro el casco encima de la cama, arranco con su mano la pequeña goma que ataba su pelo y la media melena cayo por detrás de su nuca, se desembarazo de la pesada chaqueta dejándola en la silla que había a los pies de la inmensa cama, y se dirigió hacia la puerta que ella le había mostrado.

Con toda la ropa y calzado en el suelo el agua de la ducha caía sobre la piel del hombre, ella seguía allí, todavía excitada. Sus manos tocaron sus muslos que ya habían recobrado el calor y se dirigieron hacia el interior de estos, cerro los ojos notando sus dedos y las suaves caricias que estos le proporcionaban, el sonido del agua se introdujeron en su cerebro y se dirigió hacia la puerta entreabierta, observo dentro y miro con descaro la figura de espaldas cubierta de agua y jabón que apoyada en la pared gozaba del pequeño masaje que le proporcionaba la fuerza del chorro que de la ducha emanaba. Ella se desabrocho el vestido, sus pezones estaban duros todavía por el efecto de sus propias caricias, entro en la ducha silenciosamente y poso las manos en la espalda del hombre, este giro momentáneamente la cabeza pero volvió a la posición dejando que aquellas manos resbalaran por su espalda. Ella noto como su piel sensible se mojaba con el rápido goteo de la ducha, después de unos breves instantes el se giro y se le quedo mirando, observo el cuerpo de ella y su vista se alzo clavándole la mirada en sus pupilas, sus manos se deslizaron suavemente por la mejilla de esta y acabaron enmarañándose en el pelo, el primer contacto de sus labios fue dulce, casi una premonición, sus lenguas se enzarzaron como si en una lucha se tratara, el agua recorría sus cuerpos haciendo que la piel de ambos brillasen. Ella tomo la iniciativa, empezó a besarle el vientre y noto rápidamente como el pene de el le golpeaba en sus pechos, lo agarro fuertemente con la mano y con un rápido movimiento extrajo la piel sobrante de el, su lengua acaricio el borde y se lo introdujo rápidamente en su boca haciendo que este rozara el interior de sus mejillas. El sonido del agua apago el gemido que de él surgió. Ella volvió a subir sin dejar de besar su cuerpo, le beso el pecho mordiéndole los pezones con suavidad, su mano, todavía con el miembro en la mano no dejaba de moverse.

El segundo beso fue pasional, ahora si sus lenguas dieron rienda suelta a la excitación. Él le agarro las manos y las elevo por encima, cogió una pequeña toalla y mirándola a los ojos fue atándole las muñecas, la toalla mojada era como unas esposas aprisionándole, la elevo un poco mas haciendo que ella casi se pusiera de puntillas y coloco sus manos por encima del soporte de la ducha, rápidamente apago el agua que todavía caía por ella, y con el mismo movimiento le levanto una rodilla, haciendo que su pie reposara en un borde de la bañera. Su boca busco su cuello, paseo sus labios por él bajando lentamente hacia sus pechos, ya no había sonido que amortiguara sus gemidos y cuando noto la lengua de el en su pezón, sus dientes pasearse por la corola y estirar de el no pudo reprimir un alarido de placer, su respiración se hizo rápida y entrecortada, y con su mirada le rogaba que buscara su clítoris para hacer aquel momento mas largo. Él lo hizo así busco entre la pequeña mata de pelo que lo ocultaba, su lengua se introdujo entre los pliegues de su sexo y noto el suave roce de su piel interior, apretó su lengua contra la delicada hendidura y comprobó la excitación en la que ella se encontraba, su clítoris estaba completamente hinchado y él absorbió con su boca el contorno, ella grito de placer una vez mas y el acicalado por sus gemidos imprimió mayor presión en su tarea, casi en el momento de mayor placer el diestramente introdujo sus dedos en la vagina, la locura por un momento se adueño de su cuerpo y empezó a forcejear para soltarse sin conseguirlo, miro hacia abajo y vio el cuerpo de él moviéndose al compás que las embestidas de ella mandaba. De golpe todo paro, dejo de sentir sus dedos y su boca, ella cerro los ojos deseando que le introdujera su polla hasta lo más hondo de su cuerpo, él la volvió a mirar y observo su rostro otra vez suplicante, sus manos volvieron a acariciarla y bajando por la espalda de ella hizo que se abriera un poco mas. Ella noto la punta apoyada justo en su vagina, miro fijamente hacia abajo y noto como después de un lento movimiento el roce de la piel estaba en su interior, levanto su mirada y dejo que su garganta exclamara algo, gimió y volvió a notar como aquel pedazo de carne dura volvía a salir de ella y volvía a entrar, levanto la otra pierna y la puso por detrás de la cintura de el, la siguiente vez el roce y la profundidad se hicieron mas evidentes y el movimiento empezó a ser mas acelerado. Sus pezones se pusieron todavía mas duros, hasta el punto del dolor, noto la humedad de su sexo y como él la besaba en el cuello a la vez que con sus manos agarraban con desesperación sus pechos, entonces sus sentidos se embotaron de tanta sensibilidad, su coño dejo de fluir líquidos y toda su piel se erizo en unos segundos, le dijo algo al oído de el, y el movimiento fue incluso mas rápido pero en algún modo mucho mas sensible. Ella abrió los ojos y vio que él estaba a punto de correrse, su rostro lo delataba, y entonces es cuando realmente grito de placer, todo su vello se impregno en sus propios líquidos y su cuerpo se estremeció durante unos segundos sintiendo que la piel se le desgarraba, lo miro y él hizo lo propio, aquello excito al hombre y entreabrió la boca.

El tercer beso fue como si los dos cuerpos se unieran sin quereser separar jamás, ella noto el liquido que le golpeaba en su interior, mezclándose con ella, haciendo que las acometidas de el fueran más lentas. Sus lenguas volvieron a jugar entre ellas haciendo el momento de placer más intenso.
Datos del Relato
  • Categoría: Fantasías
  • Media: 6.25
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Comentarios


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2 comentarios. Página 1 de 1
ARIS
invitado-ARIS 08-11-2009 00:00:00

Una forma sublime de contar lo inevitable... felicidades

SERENA
invitado-SERENA 28-02-2009 00:00:00

BUENO: LA VERDAD QUE TIENES ESTILO Y DEL BUENO, ADEMAS MUY LITERATO, LO UNICO QUE NO ME GUSTO FUERON LOS BELLOS PUBICOS DE ELLA, YA NO SE USAN, TE FELICITO

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