Había llegado a visitar a mi suegra que se encontraba muy enferma, salí del trabajo dos horas antes de lo acostumbrado, para aprovechar el tiempo y dedicárselos a ella; sin avisar llegue hasta su casa, toque el timbre y salio mi cuñada la menor, nos saludamos y pase adelante, lo primero que hice fue decirle que estaba muy bonita porque se había cortado el pelo y se le quedaba muy bien, seguidamente pregunte por su mamá contestándome que se había sentido mal y mi suegro y mi otra cuñada la habían llevado con el medico.

Era una mujer muy atractiva de 28 años con dos hijos, era una mujer que a cualquiera llamaba la atención tanto por su cuerpo como por su linda carita; a mi me gustaba mucho, pero por el vinculo familiar nunca había podido decírselo, esa tarde ella tenia algo que hizo que me atreviera a repetirle lo hermosa que estaba y que se la podían robar y uno de esos podía ser yo; ella se reía y lo tomaba en broma, no sentamos a platicar en la antesala tomando refrescos, cada vez que ella se paraba yo la seguía con la mirada y ella se dio cuenta diciéndome cuidado cuñado que casi me comes con la mirada, me sentí avergonzado pero al ver que ella sonrió al decírmelo, volví a tomar aire y le dije que como no quería que me la comiera con la mirada si tenia muy bonito cuerpo y había que aprovechar la oportunidad.

Ella seguía ríendose y provocando mi nerviosismo, que era muy evidente porque tartamudeaba al hablar, le dije que eso era lo que me provocaba por tanta belleza y su caminado tan sensual, fue algo que a ella le halago mucho y se sonrojaba.

Tuve que tomar valor para decirle que siempre me había gustado y por su parecido con mi esposa habían veces que me imaginaba que era con ella con la que estaba, respondiendo de inmediato que no me lo creía y que ya no le dijera más mentiras; no son mentiras le dije, como estábamos sentados en el mismo sillón, me acerque a ella, le tome la mano y se la acaricie suavemente, ella la quitó, pero dejo caer mi mano en su rodilla, allí la deje y le empece a hacer caricias con la yema de los dedos, llevaba puesta una falda de lona que le llegaba hasta las rodillas pero cuando se sentaba se las dejaba descubiertas, eran blancas y muy suaves.

Seguía diciéndole cosas que a ella le gustaban oír, como la comparación con su hermana, del cuerpo que tenia muy bien cuidado y de lo linda que era, ella parecía irse de este mundo por momentos y olvidarse con quien estaba, era algo muy evidente y lo que yo aproveche para acercarme unos centímetros más a ella, ella no se dio cuenta y quede casi pegado a ella, le decía que su cutis era muy terso y su piel como la de un bebe mientras le acariciaba la rodilla, con la otra mano le toque la mejilla, la barbilla y el mentón, sintiéndole la suavidad de su piel, se la subía al pelo, el que despedía un delicioso aroma a champú de hierbas, mientras que a mano que tenia en la rodilla se la había subido subido un poco hacia el muslo, ella no se movía solo se dejaba hacer lo que yo le estaba haciendo y oía con mucha atención lo que le decía.

La tenia casi hipnotizada, mientras le hablaba me fui acercando a su cara y le di un suave pero ligero beso, para saber su reacción, algo que acepto y se dejo hacer, volví a repetir el beso solo que ahora con más tiempo, le bese la mejilla y luego el pabellón de la oreja, mientras que mi mano estaba posicionada una en la otra parte de su cara y la otra en su pierna.

Seguí besándola con más confianza, le besaba la mejilla, le llegaba a la mandíbula y ella lo estaba gozando, aprovechando esa recepción de mi cuñadita, apresurado baje mi mano a su muslo y empece a hacerle caricias de adentro para afuera, mi objetivo era buscarle llegar hasta la chocha, yo ya tenia la verga bien parada y por lo tanto buscaba como acercarme a ella y poder ponerme encima; sin ningún problema después de besarle la barbilla hubo algo que la volvió loca e hizo un movimiento hacia mi sin quererlo, y quedo su boca justamente a escasos milímetros de la mía, sin sentirlo le pegue mis labios a los suyos, sintiendo su boca carnosa y húmeda, nos besamos ella dejo que metiera mi lengua en su boca y allí me la recibió, las entrelazamos y pude bajar mi mano hasta su entrepierna, tocándole su chocha sintiéndole su vellos y el sudor en medio de sus piernas, ella ya estaba excitada y respondiendo a mis besos y caricias; me deje caer un poco sobre ella quedando ambos de lado, mi mano buscando entrarle en su calzoncito y nuestras bocas llenas de pasión, le metí una dedo para buscarle los labios vaginales, que ya estaban húmedos y ella preparada para lo que viniera.

La recosté en el sillón, la acomode y le baje muy despacio el calzoncito, le desabroche la blusa y le tome la mano para que me agarrara la verga, me asombre cuando me la tomo,estaba complaciendome y dispuesta a todo lo que yo quisiera hacer con ella, la estire un poco más para que quedara casi acostada, ella reaccionó rápido y se dejo llevar, subió la cintura para que pudiera quitarle el calzoncito, ella me acariciaba la verga y no dejabamos de besarnos, me desabroche el pantalón me lo baje y a la vez el calzoncillo, había quedado mi verga a la vista de mi cuñada, se quedo viéndola y me la volvió a agarrar con las dos manos, me tomó con una mano del cuello y con la otra de la cintura, separo las piernas y dirigió mi verga hacia su vagina, húmeda y lista para ser penetrada, nos acomodamos y le empece a embestir, le fui dando despacio y ella subía la cintura para recibirla, se empezó a mover y hacia que yo se la metiera toda, estaba disfrutando conmigo que era su cuñado y no le importaba, yo estaba muy caliente y no me podía aguantar, cuando sentí que ella se empezó a mover más rápido, gemía y se estiraba, emitió un grito fuerte y largo, estaba llegando al orgasmo.

Cuando me dijo que me viniera con ella, se empezó a mover más rápido y a apretarme la verga con su chocha, hizo que me viniera con ella, no dejo que le sacara la verga y me pedía que le acabara adentro, no me soltó hasta que pasaron varios minutos, sintió como mi verga se fue aguadando, me volvió a besar y me dijo que hacia años no gozaba de esa forma, se había sentido plena y no le importaba fallarle a su hermana si ella había gozado de una forma descomunal, nos quedamos acostados, ella tomo unos pañuelos desechables que estaban allí cerca, me limpio la verga, se limpio ella, diciéndome que había sido fenomenal hacer el amor conmigo, nos vestimos, paso un buen rato y llegaron mis suegros, platicamos y como si nada mi cuñada se porto de lo mejor, me hizo sentir estupendamente.

Desde esa fecha llego más seguido a visitar a mi suegra para poder ver a mi linda cuñada, tener un par de encuentros y poder buscar la forma de estar solos.