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Categoría: Incestos

Domingos familiares (II)

No era tan fácil para ninguno de los dos , asumir lo que había pasado. Les ayudaba ,sin embargo, la magnitud de la realidad del hecho,

Para él ,era tranquilizador el observar que ella se comportaba en el grupo como si nada hubiese sucedido y en el almuerzo del domingo, rieron como siempre y él se sintió un poco incómodo, pero complacido, cuando notó que ella mostraba una disimulada dificultad para caminar .

Seni, por su parte, asumió su realidad con valentía. Esa tarde se sentía terriblemente abierta , separada en su intimidad, percibiendo su cavidad en forma permanente. Se sentía mujer y hembra , mujer pecadora y hembra feliz y plena .

Ella tenia claro que había luchado , pero que había luchado poco y que al final se había entregado plenamente

No hablaron en los días siguientes, pero ella deseaba hacerlo porque era su intención asumir plenamente su relación. No quería que lo vivido quedara como un accidente que hubiese que sepultar en la mas profundo de la mente.

Fue la noche del viernes siguiente que Seni lo llamó por teléfono y tuvieron una conversación de hermanos, distendida , alegre y chispeante , como siempre , pero ninguno de los dos quiso hablar de lo sucedido . Solamente al final, ella le pidió que pasara el domingo por su oficina, pues quería que le ayudara con un problema de computación y a esa hora podrían trabajar tranquilos y luego irse juntos al tradicional almuerzo familiar de los domingos .

Ese domingo llovía copiosamente, de modo que cuando él entró en la oficina de Seni, no le llamó la atención que ella aún permaneciera sumida en su amplio abrigo negro . Al mirarla le invadió el recuerdo de los sucedido y se sintió encendido. Ahora veía a Seni de manera diferente y asumía plenamente su pasión por ella . Se acercó con seguridad y la besó en la boca, Ella respondió al beso como si lo hubiese estado esperando y el deseo se apodero de ellos de inmediato.

Luego que sus lenguas se reconocieron , Seni se alejó unos pasos para que el pudiera verla completa y se quitó el abrigo. Estaba completamente desnuda. Él se quedó clavado en suelo ,como en la tarde de su infancia, porque la veía en todo su esplendor y ella quería ser vista de ese modo. Él se desnudó con rapidez, mientras ella arreglaba coquetamente su largo cabello y al instante estaban el uno frente al otro mirándose arrobados.

Él la miró con calma y le encontró perturbadoramente bella . Se le aparecía como el fruto más hermoso y el más prohibido y en esa unión de cualidades se sentía cerca de lo completo. Cada pedazo de su piel , cada parte de su relieve le parecía un desafío y quería vencerlos todos.

Ella lo miraba embelesada, porque era el primer hombre que veía desnudo, pues la semana anterior no lo había visto, sino únicamente lo había sentido y se dio cuenta que era ese el cuerpo que mas había deseado en su sueños de mujer ardiente y secreta.

Fijó sus ojos en el miembro que la apuntaba agitándose levemente en el aire y se estremeció al recordar como la había desgarrado y ese recuerdo la estaba haciendo latir en forma rítmica y profunda. Se inclinó , y lo tomó entre sus manos apreciando con cuidadosa pasión sus dimensiones terroríficas y luego se arrodilló para besarlo y acariciarlo entre su pechos. Se abrazó a las piernas del hombre para acariciarse el rostro con esa masa de carne endurecida y quemante apretándolo entre su barbilla. En seguida se puso de pie, separó las piernas y se lo puso en la entrada de su sexo quemante y líquido.

Estaba ofrecida.

Para él no fue problema tomarla por las nalgas y penetrarla lentamente hasta tocar su fondo, manteniéndola adosada a él mientras ella lo abrazaba con sus piernas. La extendió sobre la mesa y comenzó a destruirla.

Entró y salió de ella con violencia, porque quería marcarla como suya y la hizo gritar y le complació oír sus gritos en el silencio del recinto , sus quejidos roncos en cada embestida .

Ella se sentía complacida de oírse gritar porque no solamente quería ser penetrada, sino que deseaba que él le dejara huellas en el cuerpo y en la mente porque de algún modo quería que solamente ella supiera a quién pertenecía , porque exteriormente seguiría siendo la difícil mujer inalcanzable que todos conocían...

Como obedeciendo a esos deseos no expresados en palabras él la llevó contra la pared y buscando todos los ángulos posibles la penetró hasta sentir dolor y le mordió los pechos hasta que las marcas se hicieron evidentes y rodaron luego hasta el suelo y allí sobre la alfombra los demonios los llenaron de orgasmos prolongados ,rotundos, y dolorosos.

Cuando cesaron las palpitaciones y los besos se pusieron de pie y al contemplarse se vieron los rostros casi deformados por el placer brutal , los labios separados y abiertos de la mujer y los líquidos manando de su fuente. Entonces comenzaron a incitarse, como para exprimir lo que quedaba en la copa de la lujuria y adoptaron posiciones casi grotescas y se dijeron palabras vulgares que ninguno de los dos jamás había pronunciado .

Eso encendió particularmente a Seni, porque ella era la más cuidadosa en el lenguaje diario . Pero ahora quería sentirse, no solamente penetrada y poseída, sino también profanada . Quería explorar este otro mundo sin que le quedara ningún rincón por conocer y estar en el con su hombre, su amante , su macho y su dueño y quería ser para el su instrumento servil, para que saciara todos sus apetitos y así se los estaba diciendo ahora con esos latidos con que su tubo quemante mordía el mudo grosor con que él la estaba destruyendo y sumiéndola casi en el inconsciente del placer.

Habían estado mas de una hora en ese paraíso y cuando se hizo plenamente consciente, ella le pidió que se adelantara y que en el almuerzo se encontrarían .

Seni llegó cuando estaban terminando de tomar el aperitivo Entró gloriosa en la sala y se despojó del abrigo negro . El se estremeció, pero nadie pudo notar ni un detalle de la turbación de ambos al mirarse , porque la violencia de su sexo era el gran secreto de los dos .

Para ella, en ese momento, era un liquido secreto que seguía manando de su fuente , empapando las pequeñas bragas blancas, dibujando pequeños ríos bajo su liguero y entrando silenciosamente en sus medias.

Era el gran secreto de Seni durante el almuerzo reparador.

JOTATE

Datos del Relato
  • Categoría: Incestos
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