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Categoría: Incestos

Confesiones de Laura. Mi perverso amante 10

Han pasado ya meses desde el encuentro con mi hermano y mi tío, mi tío y yo seguimos como siempre amándonos más, cogiendo mucho y adentrándonos en nuestros juegos eróticos, sometiéndome a sus deseos y perversiones, mi cuerpo y mi mente se han desarrollado de manera increíble, adaptándome cada vez más a sus exigencias, creo que ya muy pronto podré usar el collar atándome a él y siendo su sumisa, ojalá llegue pronto ese momento, el cual ansió mucho.

Gracias a las enseñanzas de mi tío me he convertido en toda una experta manipuladora así he podido lograr cierta independencia en casa, logrando así tener más tiempo para mis encuentros con mi tío, hemos estado gloriosos fines de semana juntos entregados a nuestros placeres sexuales, me encanta mi libertad, aunque el ambiente tenso y triste en casa empaña un poco mi felicidad, con mi mami he tenido más acercamiento, nos estamos llevando bien y trato de apoyarla en todo momento, pues sé que está sufriendo, aunque claro está también he sacado provecho de esta alianza con mi madre, jeje lo canija no se me quita.

Por lo pronto yo sigo sometiendo a mi hermano a mis deseos ejerciendo como buena aprendiz domino sobre él, he logrado ya que salga con Mary cumpliendo así mi promesa con ella, mi tío se ha comprado una moto y andamos  como locos por toda la ciudad en ella después de su trabajo, en mi casa tal como me lo advirtió mi tío, han sucedido cambios, ha surgido un distanciamiento entre mis padres, mi madre ha llorado a veces y sospecho se refugia en el alcohol cuando se encuentra sola, mi papa se ausenta cada vez de casa, esto me ha entristecido mucho, para mi suerte mi tío está conmigo apoyándome, dándome ánimos, compañía, amor y claro está mucho sexo del cual me he vuelto adicta.

El juego de incluir a terceros se ha hecho realidad, recuerdo una ocasión que estaba sola en el departamento del tío esperándolo, de repente llego en compañía de un amigo, yo estaba vestida con un micro vestido que apenas tapaba la parte baja de mi culo, con medias y liguero tal como a él le gusta que me vista, bien puta para él para exhibirme, lo recibí con una sonrisa a él y a su amigo, traían una botella de vino la cual dispusieron a la mesa junto con algo de comida, botana, refrescos, esto me desanimo pues yo tenía ganas de coger con mi tío y se veía que el amigo se la pasaría un buen rato con nosotros, pero al ver la hermosa sonrisa de mi tío me alegro un poco el momento.

Empezamos a comer y tomar, el amigo de mi tío no me quitaba la vista de encima, me miraba con deseo y lujuria, esto me incomodo un poco, no dejaba de decirle a mi tío lo hermosa que yo era, a medida que pasaba el tiempo el vino fue relajando el ambiente, en una de esas el señor fue al baño, yo aproveche para estirarme sobre la mesa y besar a mi tío, nos besamos apasionadamente. 

—Tío no sabía que vendrías con compañía ¿quieres que me cambie?

—Para nada cariño, te ves hermosa así, estás divina mi niña hermosa

—¿no te molesta tío que tu amigo me vea así?

—No mi niña linda, me encanta que vean la hermosa mujer que tengo

—bueno tío, gracias, pero ya dile que se vaya, estoy muy caliente y tengo ganas de coger contigo toda la noche —el solo me sonrió.

Seguimos besándonos, de pronto llego el señor y se puso detrás de mí admirando mis nalgas

—pero que buena está tu novia, que hermoso cuerpo tiene —le oí decir, mi tío me sujeto de fuerte de las manos.

—es toda tuya —le dijo a él, yo mire a mi tío confundida, el señor empezó a acariciar mis nalgas, yo miraba suplicante a mi tío quien empezó a besarme sujetando más fuerte mis manos inmovilizándome

—pero que hermoso culo tiene, voy a disfrutar mucho con él —dijo el señor desde atrás, sentí como tomo mi pantaleta y la empezó a romper, dejando mi culo al descubierto, tomo con sus manos mis nalgas, las abrió estirándolas al máximo, lamiéndome el culo, besando y mordiendo mis nalgas.

—No tío por favor no lo dejes —suplique a mi tío.

—anda mi amor dale el culo quiero ver cómo te culea, vas a ver que nos la vamos a pasar muy bien, afloja el culito amor.

Noté que el señor puso su verga en la entrada de mi culo, mi tío no dejaba de sonreírme al ver mi cara de dolor pues el señor me clavo la verga de una sola estocada hasta el fondo, haciéndome doler, el tío me beso apasionadamente, el señor me tomo de la cintura y me jalo hacia él, levantándome en el aire con su verga clavada en mi culo me llevo a la cama, se sentó en ella y empezó a moverse furiosamente, mientras mi tío me fue desnudando con besos y caricias yo ya estaba gozando de esa cogida salvaje que me estaban dando, me moví como mariposa clavada por un alfiler.

El tío así clavada como estaba, me mamo la cuquita, haciéndome delirar de placer empecé a gritar como loca y chorrear desde el fondo de mi puchita, un orgasmo le sucedía al otro, el colmo del placer es cuando el señor me jalo y se recostó en la cama lanzando estocadas firmes en mi culo, el tío se acomodó entre mis piernas, metió salvajemente su verga en mi concha, en ese momento todo se volvió jadeos y gritos de placer, ambos cogiéndome duro, sincronizándose para darme verga en mis dos agujeros, mientras uno hacia movimiento hacia afuera el otro lo hacia dentro, uff que cogida me estaban dando, ambos maduros sabían coger bien y hacerme gozar como nunca, aplicando toda su experiencia sexual, me tenían loca de placer, no sé cuántas veces me corrí, pero fue abundante, el olor a sexo termino de incendiarme, luego se turnaron para cogerme los dos alternadamente me cogieron por mucho rato, perdí la noción del tiempo y de la de la conciencia, solo sentía que me cogían por el culo por la panocha, hasta llevarme a casi desmallarme de tanto placer, terminaron bañándome  la cara y mis pechos de semen, entre gemidos y aullidos de excitación.

Quede derrumbada en la cama, con mi cuerpo tembloroso de tantos orgasmos, acalambrada, dolorida y toda mojada, ellos se tumbaron a mi lado, acariciando y besando mi cuerpo, cuando recuperamos las fuerzas el señor se despidió de nosotros, me beso tiernamente en los labios y nos dio las gracias por haberle regalado una noche maravillosa, se fue con una gran sonrisa en su rostro, yo mire a mi tío sonriendo, él me sonrió, me tomo en sus brazos, me llevo a la cama, nos acostamos besándonos y acariciándonos hasta quedar dormidos.

Después de esa vez, hemos tenido encuentros sexuales con otros hombres y parejas, cierta tarde fuimos de compras, el sigue comprándome ropa muy sexy, le encanta la lencería, me compra cada vez ropa más atrevida, le encanta verme como su puta, ademes de ropa le gusta comprarme juguetitos sexuales, sogas, látigos, paletas para azotar, mmm que divertido, consoladores, vibradores, mmm ahora que lo pienso los consoladores cada vez los escoge más grandes y gruesos, además se compró una cámara de video que se conecta a la tv, así que me hace videos, vestida de puta, haciéndole striptease, haciendo diferentes posturas para coger, me encanta verme en la tv siendo ensartada por mis dos huequitos o mamando verga a él le complace verme actuar como toda una actriz porno.

Cierta tarde mi tío me llevo a visitar a una pareja de unos 40 años, nos fuimos en su moto, por la forma que me hizo vestir pensé que esa visita no era social si no sexual, llevaba puesto un corset que solo me cubría la cintura con liguero y medias todo en rojo, zapatillas altas y un micro vestido muy ajustado, el brassiere y las pantaletas fueron eliminados en el último momento, así que durante todo el camino seguramente fue un espectáculo para todos aquellos hombres que pudieron verme, mis pezones duros se dibujaban por la traslucida tela de mi vestido entallado al cuerpo, en algunas ocasiones tuve que abrir las piernas para ajustarme al movimiento de la moto, así que pienso que mi intimidad fue expuesta varias veces lo cual me llega a excitar bastante.

Llegamos a una casa bastante grande, al entrar nos recibió la señora, vestida con un traje de sirvienta, pintada exageradamente como puta callejera, con un corset que se le veía demasiado apretado, levantando sus pechos al aire y haciéndole ver una cintura muy estrecha, medias de maya con ligueros, zapatillas altas, al igual que yo no traía brassiere ni pantaletas, el vestido apenas cubría sus partes íntimas, con un lindo cuerpo de madura, tetas grandes, nalgas redondas, grandes, firmes, piernas bien torneadas, un rostro que de no ser por el maquillaje se veía lindo y bien perfilado, hermosa la mujer, callada y sumisa nos llevó hacia la sala donde nos hizo sentar, ella toco una puerta al fondo de la sala y de inmediato se arrodillo a un costado de la puerta del cual salió un señor vestido con un hermoso traje sastre.

El señor extendió la mano, la mujer la tomo con reverencia besándola, le indico que se pusiera de pie, la mando por unas bebidas y que se pusiera su collar, ella desapareció de nuestra vista, el señor se dirigió a nosotros saludándonos efusivamente, nos hizo sentar yo solo observaba todo, mi tío y el conversaban animadamente, la mujer llego con una bandeja, dispuso en la mesa una botella de vino, copas, refrescos y algo de comida, de inmediato nos sirvió vino a todos, al estar llenando mi copa la mire a los ojos y ella de inmediato desvió la mirada, seguramente era un mandato de su amo, ellos siguieron platicando, la mujer en postura de perrita se recargaba en el regazo de su amo,  quien sujetaba la cadena de su collar, atenta a cualquier mandato de su amo.

—ponte de pie zorra —le dijo el señor, ella de inmediato se puso de pie.

—quítate el vestido —ella desato el cintillo de su delantal se lo quito dejándolo caer al suelo, fue deslizando su vestido hacia abajo muy lentamente, eternizando el momento mostrando su cuerpo lentamente, dejo el vestido en el suelo, de dos pasos salió de él, mi tío y yo no le quitábamos la mirada de encima, yo tratando de aprender de ella pues se ve que su amo la tenía bien amaestrada, su hermoso cuerpo quedo expuesto ante nosotros, no pude evitar turbarme ante su belleza.

—ofrécete perra, deja que te toquen —ordenó el señor ella se acercó a nosotros quedando de pie, mi tío y yo nos pusimos de pie, el de inmediato llevo sus manos hacia sus pechos me ordeno tocarla, yo con temor lleve mis manos a sus pechos acariciándola levemente, mi tío pellizco sus pezones, colocándose detrás de ella dejándome el frente a mí, yo la acaricie suavemente viajando mis manos por su espalda a sus nalgas, mi tío la abrazo desde atrás atrapando con una mano un pecho y la otra acariciando su concha.

Después de un rato de explorarla mi tío me ordeno quitarme el vestido, así lo hice adoptando la misma postura de ella, quedando igualmente expuesta, el señor se dirigió hacia a mí, empezó a explorar mi cuerpo con sus manos, pellizco y azoto mis pechos observando mis reacciones, creo quedo complacido conmigo, me tomo de la cintura haciéndome inclinar hacia adelante, observo mi cuerpo y zas, comenzó a darme nalgadas una tras otra yo sentí las carnes de mis nalgas vibrar y arder, mi tío estaba dándole el mismo tratamiento a la mujer en nalgas y pechos alternadamente, cuando terminaron de  darnos nalgadas, el señor se puso de pie a un lado de su mujer, ella de inmediato se arrodillo él la tomo del collar.

—camina perra, vamos al cuarto de castigos —ella comenzó a caminar en 4 patas a un lado de su amo, nosotros solo los seguimos.

La habitación estaba repleta de artefactos para juegos sexuales, la pared lucia grilletes, argollas, látigos, una cruz de madera con grilletes, jaulas, etc. Muy parecida a una mazmorra de la época de inquisición, iluminada por antorchas un escalofrió recorrió mi espina dorsal, haciendo que mi piel se pusiera chinita, llegamos a una mesa de centro con unas correas de cuero, el señor se puso a un lado y le ordeno a su mujer se subiera, ella se subió así en 4 patas en esa postura se colocó el señor la sujeto con las correas, se paseó lentamente por la habitación tomando algunos objetos en su camino, un látigo llamo mi atención, se situó detrás de ella haciendo sonar su látigo, un estremecimiento me recorrió el cuerpo, con maestría le dio varios azotes en la espalda muslos y nalgas, vi claramente como moderaba en algunos sitios los latigazos, en otros sitios arreciaba los azotes, el tío y yo no perdíamos detalle alguno.

Pude ver cómo le escurría la concha,  como su piel se iba tornando rojiza por los azotes, un gemido escapo sin querer de la garganta de la mujer, el señor se detuvo, le dio unas bofetadas en el rostro y le dio a mamar su verga, ella recibía la verga mamándola vorazmente, el señor se la saco de la boca varias veces dejándola con la boca abierta ansiosa de verga, tomo su verga con sus manos, la azotaba con ella sus labios y el rostro, luego se la metía toda hasta la garganta hasta casi ahogarla, ella empezó a babear y en ocasiones casi vomitaba, prácticamente el señor se la estaba cogiendo por la boca, de pronto se la saco de la boca, le puso un correa con una bola en la boca, siguió azotándola después de ese tratamiento, le dijo a mi tío cógetela por donde quieras, mi tio se puso detrás de ella con la verga en la mano y de una estocada se la clavo hasta el fondo en el culo, la mujer nada más curvo la cintura con una mueca de dolor en la cara, se la cogió por unos minutos mientras el señor la azotaba por todos lados después de unos minutos le dijo a mi tío que se retirara.

La desató, ella inmediatamente se inclinó a besarle las manos

—gracias mi señor —la escuche decir tímidamente.

—prepara a la zorrita esta para que podamos cogérnosla nosotros —le ordeno.

Era mi turno, voltee a ver a mi tío, el me contesto con su hermosa sonrisa haciendo movimientos con la cara para que me acercara a ella, obedecí sin chistar, me acerque a ella, hizo que me pusiera recostara en la mesa, de inmediato me ato los pies y las manos, camino lentamente contoneando su cuerpo alrededor de mí, observándome lascivamente, como perra buscando su presa, esperando la orden de su amo, en cuanto el señor le dijo ahora cógetela enséñale a ser una puta perfecta.

De inmediato se abalanzo sobre mi cuerpo, como perra hambrienta, besando, lamiendo, acariciando, hurgando en mis interiores era un volcán en erupción, yo sentía cada beso, cada lamida, cada caricia, cada mordida que ella sabiamente aplicaba a mi cuerpo, tenía ante mí a una experta sexual pues sabia tocarme como si fuera un instrumento sexual, gemidos de placer surcaron de mi garganta, sssshhh ordeno callarme con un dedo en la boca, de inmediato la obedecí, comprendí que vendría un castigo al momento de ver que el señor le pasaba unas velas y un encendedor, ella las tomo eligió una vela delgada de color rojo y la encendió, un aroma a incienso invadió el ambiente la coloco en una esquina por sobre mi cabeza, se puso de pie encima mío con las piernas a los lados y se sentó en mi vientre abriendo mis piernas al máximo, acomodo sus nalgas justo en mi conchita, sentí mi clítoris respingar al contacto de su culo.

Luego se inclinó encima de mi apoderándose de mi pechos, besando, lamiendo, mamando y succionando ávidamente, dejándolos todos ensalivados con los pezones erectos, luego los azoto con su mano abierta por un rato hasta que se tornaron rojizos, con sus uñas rasgo ligeramente mis pechos observando mi reacción, casi la tumbo al arquear mi cuerpo fuertemente, ella se dio cuenta que mis pechos estaban ya muy sensibles, tomo la vela la paso lentamente frente a mi cara para que la viera yo, la vi dirigirla hasta cierta altura de mis pechos, ¡aahhhhh!!!  Dejo caer la cera caliente en un pezón, alternando la distancia entre la piel y la vela, yo la veía hacerlo comprendiendo que a más altura menos caliente la cera llegaba a mi piel, a menos distancia la cera llegaba más caliente a mi piel, termino de darme el baño de cera en el pecho y siguió con el otro, a cada gota de cera contactando mi piel, mi cuerpo reacciono agitadamente, esto es una tortura exquisita.

Estaba gozando en pleno con la lluvia de será en mi cuerpo, pero cuando la sentí pararse y dirigirse a mi cuquita, temblé de solo imaginar lo que vendría, una oleada de placer y temor invadió mi cuerpo, no sabía si podría soportar ese castigo, de inmediato pensé en la palabra rojo, pero no la dije, deje que todo esto continuara pues debía aprender de la experiencia, voltee a ver a mi tío, le dedique una sonrisa vi al señor que me veía complacido, con una mueca atrape mi labio inferior y lo mordí, ella coloco su cara entre mis piernas mirándome fijamente, coloco su mano apoyada en mi estómago y girando la mano dejo caer más cera, al mismo tiempo paso su lengua por mi concha, mmm sabe mamar cucas muy bien eso debo reconocerlo, siempre atenta a la vela bañando mi cuerpo me dio una súper mamada, que ríos de jugos mojaron la mesa, introdujo dos dedos dentro de mí frotándome por dentro mientras bañaba de cera mi concha por varios minutos, la mezcla de placer y dolor casi me llevan al desmallo quedando mi cuerpo inerte.

Ese fue el momento en que ella se paró de nuevo, me abofeteo la cara varias veces y besándome me trajo de nuevo a la conciencia, yo respiraba agitadamente sentía mojado todo mi cuerpo, sudor, saliva, mi jugos hacían de mí un manantial de flujos  sexuales, ella de nuevo se colocó entre mis piernas abriéndolas de nuevo al máximo dándome la espalda, apago la vela que tenía, la vi tomarse las nalgas con las dos manos abriéndolas al máximo me dejo ver su hermoso culo, lentamente se fue sentando hasta hacer contacto con mi clítoris el cual se inflamo al contacto de su culo ardiente, se retiró un momento, abrió sus nalgas con dos dedo mientras con su dedos abrió mi labios vaginales dejando expuesto mi clítoris, luego soltó sus nalgas atrapando con su ano clítoris iniciando un suave meneo en él, veía ondular su cuerpo armónicamente que visión celestial, pero lo que sentí en mi interior fue más placentero.

Sentí claramente como hundió tres dedos dentro de mí, dedos agiles invadiendo mi cocha, hizo presión con sus dedos dentro de mi frotándome por dentro empujando mi clítoris dentro de su culo que estaba durísimo, hasta sentí que la penetre, con su ano mordiéndome el sexo me llevo a la cumbre del placer, sin más empecé a chorrearme nuevamente, moviendo mi cuerpo tratando de cogérmela, estoy a punto del orgasmo, ella lo sabía muy bien, justo antes de correrme algo llamo la atención, ella tomo la vela más gruesa que tenía, la vi encenderla y dirigirla hacia mi pucha, sentí entrar la vela en mi cuca, la fue metiendo lentamente mi coño, sentí el calor del fuego, sentí miedo sentí placer pues no dejaba de moverla en mi interior, no dejaba de morder con su ano mi clítoris, miedo, placer, dolor se apoderaron de mi hasta llevarme a tener un orgasmo brutal, tan intenso que sentí morirme en ese momento, quede desfallecida nuevamente.

De nuevo a base de bofetadas y besos me trajo al mundo de nuevo, sus labios besaron mis labios su lengua hurgo en mi boca sus besos profundos me inquietaron de nuevo, ella estaba colocada por atrás de mi cabeza, así nos besamos por uso minutos luego beso mi cuello yo bese el suyo poco a poco me fue ofreciendo sus pechos mientras tomaba los míos, así besando mi cuerpo me entrego el suyo, hasta quedar nuestras bocas labio a labio en nuestros sexos, era la primera vez que tenía una vagina en mi boca sus jugos mojando mi labios, mi naturaleza ardiente afloro en mí, me dedique a mamar esa coquita con todo mi ser, fue el momento en que los hombres entraron en acción el señor se colocó detrás de su mujer ensartándole la verga yo sentí a mi tío ensartándome su verga, así quedamos ella me mamaba mi puchita y el tío me cogía, yo mamándole su cuca y el señor cogiéndosela, era una locura total ser mamada cogida, mamar y ver como esa verga entraba en su cuca me volvió loca de morbo, como pude lamí la unión de esa verga  su sexo, en ocasiones lamia los huevos del señor, saco varias veces la verga y me la dio a mamar, todo era delirante.

Cambiaron de posiciones ahora tenía la verga de mi tío a mi alcance la mame desesperada saboreando los jugos de nuestra nueva amante en su verga, sabía riquísima la deje mojada y lista para penetrarla, de inmediato vi como de un envió se la cogió hasta el fondo mientras mi cuquita era invadida por la verga del señor, gemidos, gritos y aullidos de placer inundaron el ambiente, ellos se alternaban de vez en cuando no solo de mujer si no de agujeros también una veces nos cogían por la el coño otras por el culo, nosotras seguíamos mamando verga o coño según se presentara la oportunidad, nos cogieron por mucho tiempo volviéndonos locas de placer, dejándonos doloridas y aturdidas de tanto sexo, hasta que nos terminaron echando su leche en nuestras bocas, nos hicieron mamar sus vergas hasta dejarlas limpias quede derrumbada ,atada a la mesa, ella recostada a un lado de mí, ellos tumbados en el sillón, todos jadeantes y sudorosos, yo empapada de mis jugos, en los jugos de ella y en sudor.

Ella como pudo me desato yo me fui arrastrando hasta quedar recostada en el cuerpo de mi tío, el me recibió entre sus brazos y nos besamos como solemos hacerlo reconfortándonos mutuamente, ella hizo lo mismo con su señor, pero a diferencia mía le beso las mandos agradeciéndole el placer que la ha brindado, agradeciéndole ser su amo y se recostó en su regazo, como si fuera una perrita de verdad, el solo se limitó a tomar la cadena y acariciarla como a una perra, después de un rato le ordeno traernos algo de beber, felicitándome por ser una buena aprendiz de sumisa, felicito a mi tío por ser un buen amo, protector y buen maestro, pues se notaba que me estaba enseñando muy bien, después de un tiempo, ya repuestos todos nos invitaron a cenar y a quedarnos en su casa, durante la cena pudimos platicar ella y yo, su nombre es Carmen, platicamos con ellos un buen rato de todo lo concerniente a su estilo de vida, tienen ya más de una década siendo amo y sumisa, nos platicaron que este estilo de vida los ha unido más como pareja reforzando así su amor y entrega del uno para el otro, nos permitieron hacer preguntas, disipando nuestras dudas, en fin fue una velada maravillosa de la cual aprendí muchas cosas nuevas, sobre todo la disfrute bastante aun somos buenos amigos, a veces el señor me pide prestada a mi tío, para acompañarlos a eventos sociales y clubes de BDSM, al señor le gusta exhibirnos a las dos como sus putas, nos compra ropas iguales para esas ocasiones, ellos fueron mis padrinos otorgándome el collar que tanto ansié con mi tío convirtiéndome así en su sumisa haciendo nuestra relación más fuerte.

En casa el distanciamiento entre nuestros padres ha tenido efectos devastadores, mi hermano se ha vuelto más encerrar en sí mismo, mi mama se refugia en el alcohol y sus penas, la he escuchado llorar en su habitación hasta altas horas de la madrugada, esta situación me duele claro está, he visto a mi madre marchitarse poco a poco, ya no es la misma mujer, se nota bastante llegando al punto de preocuparme mucho, si no fuera por mi tío ya me habría vuelto loca o no sé qué, a veces me desespera no poder hacer nada por mi familia, como quisiera que todo volviera a ser como antes en mi familia, pero todo se está desmoronando irremediablemente.

Gracias a dios está mi hermoso tío conmigo, nuestra relación va cada vez mejor, él me apoya y protege en la medida de sus posibilidades, pero sobre todo me da mucho amor y cariño ¿Qué lindo verdad? Nos mantenemos siempre ocupados, paseando en moto, visitando a nuestros amigos o de plano teniendo encerronas sexuales los fines de semana, solos o acompañados, pero siempre juntos, eso es lo más importante.

Un día a media mañana tocaron a la puerta en el departamento de mi tío, la voz de mi madre me helo la sangre.

—¿Raúl estas ahí? —Salte de la cama a esconderme en el closet.

—si Gloria aquí estoy, dame un minuto para vestirme, ya te abro —contesto mi tío.

Ni tiempo nos dio a recoger nada, en la mesa estaban nuestros juguetes sexuales mis medias y ropa interior estaban en el suelo a plena vista, afortunadamente esas prendas aun no me las conoce mi mami, pensé para mis adentros, ya instalada en mi escondite y mi tío vestido abrió la puerta.

—buenos días ¿cómo estas Gloria?

—bien ¿y tú? —Contesto mi madre.

—pasa cuñada ¿qué milagro te trae por acá?

—pues nada hoy terminé temprano en el trabajo y pensé en visitarte, ¿podemos platicar?

—si claro, siéntate ¿gustas un refresco o algo de almorzar?

—solo un refresco, gracias.

Mi tío fue al refrigerador mientras mi madre se sentó, observando todo lo que había en la mesa, ¡madres pensé yo! viendo que mi madre observaba atentamente todo el departamento.

Mi tío llego le ofreció un vaso, lo lleno de licor y se sentó frente a ella, con una bolsa en la mano recogiendo los “juguetitos” dejándolos en el suelo a un lado, mi madre ni se inmuto soltó una ligera carcajada viendo la sonrisa apenada de mi tío.

—jajaja tu nunca cambiaras ¿verdad?

—Ni hablar cuñada, que te puedo decir “árbol que crece torcido…”

—jamás su tronco endereza —término de decir mi madre. Luego un silencio sepulcral inundo el ambiente, mi tío no dejaba de dibujar esa hermosa sonrisa totalmente apenado, mi madre lo miro y le devolvió la sonrisa.

—amo esa sonrisa tuya —le oí decir, sin dar crédito a lo que escuche— nunca deje de amarla —termino rematando.

¿Qué está pasando? me pregunte en silencio, un mar de dudas y celos inundo mi alma, pero fue más mi curiosidad que las ganas de salir corriendo a enfrentar a mi madre lo que me mantuvo escondida, totalmente paralizada.

—ufff —resoplo mi madre— aún recuerdo esos días en que fuimos novios ¿los recuerdas tú?

—Si aún los recuerdo “cuñada” —contesto mi tío, enfatizando la palabra “cuñada”— fueron lindos momentos los que pasamos juntos, pero eso ya quedo en el pasado —de nuevo un gran silencio.

Después de varios tragos mi madre rompió el silencio.

—perdón “cuñado” si aún me guardas rencor por haberme casado con tu hermano, no pude soportar la presión de mis padres que prácticamente me obligaron a casarme con él, pues según ellos él era lo mejor para mí.

—entiendo que hayan preferido el dinero y la estabilidad social que él te brindaba en ese aspecto yo fui menos que el, un don nadie soñador —dijo mi tío con cierta rabia y dolor.

—no te lastimes más, no fue tu culpa lo que paso, la culpa fue mía por no saber hablar y defender nuestro amor —dijo mi madre dolida también— nunca dejare de culparme, ni de perderte perdón, a pesar de tantos años siempre te he amado, eres y serás siempre el amor de mi vida, puedes perdonarme de una buena vez te lo pido por favor —mi tío quedo en silencio un momento, le dirigió una mirada a mi madre intensa, sonrió nuevamente.

—claro que te perdono, creo que al final tus padres tuvieron razón y mi hermano te dio una gran vida, lástima que al final la falta de amor en tu casa está por terminar tu matrimonio, me duele ver que tu familia está sufriendo y no debería de ser así, ahora el que te pide perdón soy yo, si acaso soy yo la causa de su separación.

—no digas eso, mi marido hace tiempo que se apartó de mí, creo que ya encontró el amor en otra mujer —dijo mi madre— yo solo estoy aquí para hacer las paces contigo esperando solamente que no me guardes rencor, no espero nada mas de ti, solo tu perdón y si se puede una buena amistad, sé que ya has hecho tu vida aparte, sé que seguramente tienes tus quereres y yo ya no cuento más así en tu vida, además ya no soy la mujer que tu amaste, además de estar vieja y acabada, los años no pasan en balde, mi belleza se acabó.

—no digas eso aun sigues siendo hermosa, aun puedes encontrar el amor y si no es así tienes a tus hermosos hijos que son toda una bendición —dijo mi tío en tono conciliador.

—tienes razón, mis hijos son mi gran amor, me dedicare a ellos en cuerpo y alma, además eso de que aún sigo siendo hermosa no te lo creo, lo dices solo por levantarme el ánimo, tu eres así siempre tan adulador y buena gente, quien podría fijarse en mí, si ya estoy fofa y aguada, mi belleza se marchito hace tiempo…

—ponte de pie —le ordeno mi tío, mi madre de inmediato se puso de pie.

La tomó de los brazos y la condujo al centro del departamento, camino rodeándola sin dejar de mirarla, mi madre de pie sin moverse soporto el escrutinio de mi tío, llevaba puesto el uniforme del trabajo, medias falda por sobre la rodilla, haciendo conjunto con el saco, una blusa blanca completaba el atuendo, mi tío se paró frente a ella.

—pues para mi sigues siendo una mujer muy sensual, sigues conservando tu belleza, tu cuerpo aun es firme, seguramente habrá muchos hombres en tu trabajo que aun te ven con deseo —estas palabras hicieron temblar a mi madre, yo observe a mi madre, debo reconocer que el cuerpo de mi madre es muy sensual, sus grandes pechos, su breve cintura, sus grandes caderas, con unas piernas bien torneadas enfundadas en sus medias y sus zapatillas la hacían ver realmente sexy.

Mi tío con voz autoritaria le ordeno

—quítate el saco —mi madre desabrocho el saco dejándolo caer al suelo bajando la cabeza, bajo la blusa blanca se destacaron sus grandes pechos, note que sus pezones estaban erguidos, una corriente eléctrica recorrió mi cuerpo, nunca había visto a mi madre así, sumisa dejándose ver por mi tío, obedeciendo sus órdenes, visiblemente excitada, mi tío se acercó a ella, lo vi desabrocharle la blusa a mi madre abriéndola a tirones dejando expuestos los senos de mi madre solo cubiertos por el sostén, mi tío termino de quitarle la blusa dejándola caer al suelo, acerco su cuerpo a mi madre, con una hábil maniobra desabrocho el botón de su falda desabrocho el zíper, la falda de mi madre se deslizo por sus piernas hasta llegar al suelo, quedando mi madre en ropa interior, mi mirada la recorría de pies a cabeza, detallando sus formas, mi corazón latía a mil por hora, mi vagina empezó a contraerse enviando oleadas de placer a todo mi cuerpo ahí estaba yo observando semidesnuda a mi madre excitándome.

Mi tío tomo un antifaz para tapar los ojos de mi madre segándola, ella no opuso resistencia alguna, al contrario como una rutina aprendida puso sus manos atrás para ser atada, mi tío no tardo en atarla, camino hacia a mí, con voz firme y autoritaria lanzo una pregunta al aire.

—¿si estas dispuesta a tener una sesión de sexo da un paso adelante? —me dijo mirándome de frente, mi madre sin saber de qué se trataba dio un paso adelante saliendo de la falda, yo me descalce y salí del closet sin hacer el menor ruido, mi tío me tomo de la mano yo con mis zapatillas en la mano lo seguí, me guio hasta estar en frente de mi madre, le ordeno que lo esperara así un momento, que ya volvía, mi madre obedeció la orden sin replicar nada, ambos nos dirigimos a la puerta y salimos tras 20 minutos regresamos a su departamento, me sorprendió ver a mi madre que no se había movido de su lugar tal como la dejamos, yo me quede en la puerta mi tío fue hasta mi madre, la tomo de la barbilla y le beso.

—recuerdas que hace mucho tiempo teníamos una fantasía pendiente, por realizar, recuerdas que ansiabas tanto hacer el amor con una mujer, pues bien “cuñada” al fin se te va a hacer, he traído a mi novia, entre los dos vamos a cogerte y disfrutar de ti como nunca nadie lo ha hecho, juntos vamos a sacar a la puta que llevas dentro, la puta que siempre fuiste y quisiste ser.

Mi tío me ordeno acercarme a mi madre, camine hacia ella haciendo notar mi presencia con el sonido de mis zapatos, al quedar frente a ella, la vi temblar.

—vamos mi amor, enséñale a esta puta lo que se perdió, todos estos años, cógetela como más te plazca es toda tuya —me relamí los labios sonriéndole a mi tío, me abalance sobre mis madre tomando sus pechos con mis manos, besando suavemente sus labios, mi tío se puso detrás de ella quitándole el sostén luego se agacho, para quitarle la pantaleta, llevándola hasta el suelo, besándole las nalgas por un rato, luego subió por su espalda para besar y morder los hombros de mi madre, en esos momentos yo metía mi lengua en la boca de mi madre, ella me correspondió apasionadamente, intuí su excitación así que quise comprobarlo, lleve mis manos hundiendo un dedo en su pucha, mi madre ya estaba escurriendo, fue así que me di cuenta de donde saque lo puta, sentir el sexo ardiente de mi madre, sentir su humedad termino por incendiar todos mis sentidos.

Me aparte de ellos mi tío desde atrás tomo sus pechos estrujándolos salvajemente, mi madre soltó gemidos de placer, tome el cabello de mi madre y la jale sobre la mesa dejando su culo en pompa, mi tío le desato las manos solo por un momento luego la ato a la mesa, tome un látigo, con cierto miedo comencé a azotar la espalda de mi madre, mi tío me ordeno darle más fuerte, asa lo hice, de su espalda pase a sus nalgas, antes probé darle nalgadas con mis propias manos, escuchar jadear a mi madre me motivo más, cuando su piel se tornó rojiza, me dedique a acariciarla comprobando lo sensible que había quedado su piel, me quite el brassiere y la pantaleta, deje el látigo, tome el vibrador y el consolador más grueso que teníamos.

—muy bien amor mío sigue así déjala caliente y lista para mi verga —tome de los pelos a mi madre restregándole su rostro en mi cuquita, mi madre correspondió sacando la lengua, me la estuvo mamando un rato.

Considere oportuno cambiar de sexo, le hable a mi tío moviendo los labios sin emitir ningún sonido

—que  te mame le verga —le pedí, mi tío se acercó con su verga en la mano, jalando de los cabellos de mi madre comencé a alternar las mamadas de mi madre de ratos mi coño, de ratos la verga de mi tío, vi satisfecha como mi tío metió hasta el fondo la verga en la boca de mi mama gozando de esa mamada, lo deje así disfrutando, me coloque atrás de mi madre, pude comprobar que su cuquita estaba chorreando a mares, olfatee el olor del sexo de mi madre, con dos dedos abrí su cueva para admirar los interiores, vi brotar los jugos de mi madre, decidí probarlos mmm están ricos, ávidamente comencé a lamer y mamar su conchita por varios minutos, mientras mi madre se tragaba la verga de mi tío con muchas ganas, deje de mamarle la concha quería ver a mi tío cogérsela por la boca, que excitante visión ver a mi madre tragando verga hasta el fondo, con los ojos llorosos y salivando a más poder.

Oí jadear a mi tío, entendí que estaba por correrse que le vaciara el semen en la boca, mi madre algo trago como pudo, luego vi escurrir semen de su boca, aproveche para comer ese semen besando a mi madre, limpie los restos de semen de sus labios y barbilla.

—llévala a la cama —le pedí a mi tío, juntos la desatamos y a jalones la llevamos a la cama, tumbándole en el centro de ella, la atamos de pies y manos, completamente abierta, elevando su cuerpo con varias almohadas, accione el vibrador el cuerpo de mi madre reacciono al escuchar ese ruido, moviéndose agitadamente, comencé a estimular su clítoris abriendo con dos dedos su puchita, mi madre dio un respingo de placer, mi tío miraba expectante mis maniobras, puse la punta del  consolador en la cueva húmeda de mi madre lo hundí un poco, pero en el último momento me arrepentí, vi la cara de desesperación de mi madre cuando lo saque, esa sensación de dominio me causo un gran placer, mi madre alzaba su vagina pidiendo ser penetrada ansiosamente, la deje varios minutos así.

Cuando su cuerpo perdió tensión y se relajó un poco, inicie mi ataque hundiendo tres dedos hasta él tome moviéndolos enérgicamente, el cuerpo de mi madre se tensó nuevamente, luego comenzó a girar sus caderas al compás de mis penetraciones, de inmediato mojo mis manos, aproveche esta lubricación saque mi mano y juntando los cuatro de mi mano se los incruste poco a poco haciendo movimientos de entrada y salida, no lo podía creer de a poco vi que casi toda mi mano entraba en su pucha, de un movimiento firme y lento logre introducir toda mi mano, un aullido surgió de la garganta de mi madre al sentir mi mano en su interior, deje de mover mi mano para que se acostumbrara al dolor, cuando dejo de quejarse, moví mi mano lentamente acariciándola suavemente por dentro, poco a poco conseguí cogérmela con la mano aumentando el rimo de la cogida, hasta llevarla a tener varios orgasmos, vi desfallecer a mi madre de tanto placer, su cuerpo quedo inerte.

Tal como lo había hecho mi amiga conmigo la reanime dándole bofetadas en el rostro, mi tío observo todo atentamente, pendiente siempre de nosotras, retiramos las almohadas de debajo del cuerpo de mi madre y la dejamos descansar un poco, pero solo un poco, ni bien se había recuperado le indique a mi tío que se la cogiera por el culo, ladeando el cuerpo de mi madre él se colocó detrás de ella, abrió el culo de mi madre son sus dedos y le mando toda la verga hasta el fondo, sin piedad de una sola estocada se la clavo completamente, deje que se la cogiera a sus anchas, disfrutando el espectáculo de ver a mi madre clavada por la verga de mi tío, espere a escuchar sus jadeos, en ese momento hice que mi tío girara sus cuerpos un poco hasta que mi madre quedo encima de él recibiendo los embates de esa verga en el culo.

Abrí las piernas de mi madre lo más que pude, como puede me acomode entre las piernas de ambos, abrí mis culo con dos dedos, con los dedos de mi otra mano descubrí el clítoris de mi madre, me senté en él y deje cerrarse mis nalgas alrededor de él, sentir ese botoncito en mi culo es riquísimo, el movimiento de la cogida de mi tío lo sentí a través del cuerpo de mi madre así que empecé a rotar mis nalgas al rimo de esa cogida, mi madre al sentir el calor de mi culo también hizo movimientos de cogerme, yo sentí el picoteo en mi culo, el placer es bestial, mi tío, mi madre y yo aumentamos el ritmo de la cogida, todo se volvió jadeos, mi madre como podía movía frenéticamente su cuerpo, culeándole de lo más rico, los gritos de mi tío anunciaron la llegada de su orgasmo, corriéndose en el culo de mi madre, mi madre al sentir la corrida de mi tío en su culo, exploto en un fuerte orgasmo, llevándome a mí a tener mi propio orgasmo, me derrumbe a un lado de ellos, mi tío haciéndose hacia un lado deposito a mi madre en medo de los dos, caímos rendidos los tres, estábamos realmente exhaustos y jadeantes tratando de recuperar el aliento.

Después de un rato ya descansada me vestí, mi madre aún permanecía atada en la cama, junto a mi tío fingí salir del departamento volviendo a ocultarme en el closet silenciosamente, mi tío de inmediato desato a mi madre y le descubrió los ojos, mi madre visiblemente contenta se vistió, beso a mi tío y sin más se comenzó a caminar, al llegar a la puerta le dio las gracias a mi tío diciéndole que hace mucho soñaba con este momento, que le hacía mucha falta sentir de nuevo esta pasión salvaje de sexo, nuevamente se despidió de mi tío con un beso y sin decir más se retiró a casa.

Ese día comprendí y conocí muchas cosas sobre mi madre, me vi reflejada en ella, somos algo parecidas físicamente, compartimos muchas cosa incluyendo el hecho de que mi tío, es el gran amor de nuestras vidas, jamás volvimos a estar los tres juntos, no porque me desagradara la situación, sino porque ya no hubo oportunidad, una tarde llegue a mi casa, encontré a mi madre en un mar de llanto, pensé que era por culpa de mi papi, como pude la calme, fue entonces que me dijo «mija, tu tío sufrió un accidente muy grave en su moto, lamentablemente murió al instante…» no pude escuchar más, el dolor que sentí en ese momento fue tan intenso que caí desmayada al instante, todo mi mundo se cayó rompiéndose en mil pedazos, no sé ni cómo tuve las fuerzas para asistir a su entierro, fueron los días más dolorosos de mi existencia, creí volverme loca de dolor, perdí la voluntad de vivir casi muero de tristeza, pera una noche soñé con él, con su hermosa sonrisa, me hablo, me dijo “nena tienes que ser fuerte, recuerda yo siempre estaré contigo cuidándote y amándote, no estás sola, me tienes a mí y a tu familia, tienes que seguir adelante, recuerda tu promesa, tienes que cumplirla te amo mi nena linda”, me sonrió y su figura se fue perdiendo en una luz intensa.

Desperté de mi sueño completamente agitada, fue tan real el sueño que sentí su presencia, sentí que estaba a un lado mío, lo busque por todos lados pero no estaba ahí, esa noche no pude dormir más, recordándole, cuando al fin pude dormir me sentí aliviada, retome mi vida, con el paso del tiempo termine mi carrera conocí a mi novio Rene quien en un futuro será mi marido, mi madre y yo nos volvimos más unidas apoyándonos en todo, con amor rescatamos nuestra familia junto con mi hermano, llenamos de amor nuestras vidas, amor que nos unió en un fuerte lazo de sangre, y nos llevó a límites insospechados, llenos de pasión y sexo, pues encontramos en el amor filial un refugio lleno de felicidad, un alivio a nuestra soledad, mi madre y yo como almas gemelas, compartimos todo hasta el gran amor de nuestras vidas, ese fue el legado de mi perverso tío, mi gran maestro.

Fin

Datos del Relato
  • Categoría: Incestos
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