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Categoría: Maduras

Cogiendo experiencia

Es algo que me ocurrió en mi adolescencia, en aquella época la cual se disfrutar más que la actual. Os voy a relatar una experiencia que tuve con una mujer... Fue con la madre con la chica con la cual salía por aquella época.



 



Al principio nunca la mire como algo mas que como la madre de la chica con la cual salía, no la miraba como una mujer ardiente, se llamaba Rosa una mujer de unos 38 años de edad muy joven para ser madre para mi entender, sobre todo con una hija de 18 años la cual esta se llama Lidia. La joven madre tiene un buen cuerpo no significa que sea una mujer diez sino que simplemente se cuida, siempre le he visto muy bien vestida bien arreglada.



 



Nunca pensé que me había pasado a la cera de enfrente, empecé a salir con una chica la cual me gustaba un poco pero en verdad salí con ella con la idea de poder estrenarme, el poder hacer con ella todo lo que había visto que hacia las parejas. Las primeras semanas no pasaban de los besos, mas tardes los morreos y luego las caricias al principio por encima de la ropa. Ella se llamaba Lidia una chica de mi instituto rubia, muy bella y muy fina, con tantos deseos de experimentar como yo, su físico ganaba más en belleza que su línea o sea sus pechos no muy grandes y un trasero durito.



 



En su casa nos liamos varias veces, nos estimulamos uno a otro. Yo con mi mano por dentro de sus braguitas frotando su vulva y ella agarrando mi miembro masturbándome asta que ambos llegamos a corrernos un placer mutuo. Todo era normal asta que un día nos descubrió su madre.



 



Estábamos solo en el salón de su casa, ambos sentados en el sofá. A Lidia le había descubierto sus pechos y bajado las braguitas introduciendo ya mi rostro entre sus piernas chupando y absorbiendo su conchita haciéndole arrancar un par de gemidos. Ella me masturbaba asta que una vez que ella llego a su orgasmo, cambio de postura y quiso introducirse mi miembro en su boca yo al contrario de negarme le ayude a hacerlo bajándome los pantalones y calzoncillos dejándolos en mis tobillos, saque un paquete de pañuelos húmedo para limpiar mi miembro y eliminar el olor a orín que tuviera.



 



Lidia bajo su cabeza introduciéndose mi miembro dentro de su boca siguiendo mis indicaciones para no producirme dolor alguno, ella estaba pendiente de no rozar con sus dientes mi grande, de utilizar la lengua de la manera que le indique y de utilizar sus labios haciéndome gozar. Para ella era su primer sexo oral, pero nada mas pasar minutos su habilidad daba la sensación que iba a ser una gran mamadora, se estaba aplicando muy bien le indicaba como debía utilizar sus manos no solo para apoyarse sino que una mano podría agarrar mi miembro por la base o incluso coger mis testículos. Estábamos demasiados concentrados en el placer cuando se abrió la puerta de golpe apareciendo su madre quedándonos ambos petrificados, sin saber que hacer y menos reaccionar.



 



Su madre se dirigió hacia nosotros, levantándonos ambos a Lidia nada mas levantarse la falda se le quedo cogida por los dobles de la posición de sus ropas dejando a la vista su hermoso conejito, yo por mi parte nada mas levantarme como pude tape mi miembro. Sus gritos nos dejaron casi sordos nos dijo de todo, de no saber lo que estábamos hacíamos a irresponsables. Lidia quiso disculparse con nuestra actitud pero su madre le dio una bofetada tan fuerte que incluso me dolió a mi, para mas tarde mandarla a su habitación, -"no salgas asta que yo no suba, ahora le toca a este chico, el cual ya no volverás a verlo"- le dijo.



 



Nada mas desaparecer lidia por la puerta la madre se dirigió hacia mi pidiéndome explicaciones, comentando la responsabilidad que me dieron la cual yo les había defraudado, que nada mas ver a mis padres le diría lo que yo había echo con su hija, la cual según ella la había utilizado para mis oscuros deseos, siendo yo un degenerado y un pervertido e incluso insinuó que si no le había drogado para perder la virginidad conmigo.



 



Aunque insistí en que no habíamos echo nada, acercándose hacia mi me indico que retirara mis manos de mis partes pudorosas sino tenia nada que esconder pues si era verdad que no habíamos echo nada mi miembro no estaría en estado flácido, de esta manera podría averiguar si yo habría consumado el acto ya que podría dejar a su hija embarazada. La madre insistía más de una vez, sobre todo en que un chico de mi edad no debía de avergonzarse con lo pequeña que la tenemos a nuestra edad.



 



Yo cortado no sabía que hacer, ni cuando retire mis manos, me sentí muerto de vergüenza. Pero nada mas descubrirme soltó un comentario -"Coño"-, se quedo petrificada con su mirada fija en mis partes bajas, me sentía avergonzado pues mi miembro no había perdido del todo su erección un poco morcillona pero con su cabezota hinchada.



 



Hizo un raro gesto pues como un resorte su brazo lo dirigió hacia mi agarrándola con la mano y exclamando -"si ya habíamos consumado, si era así con tal dimensiones le he tenido que hacer un daño horrible"-. Yo murmuraba -"que todavía no habíamos echo nada, que seguíamos siendo virgen y tan siquiera lo habíamos intentado todavía, aunque entre nosotros solo hay amor".



 



Seguía con mi miembro en su mano bien sujeto, en vez de soltarla cada vez que me hablaba no se daba que producía como un vaivén el cual me iba produciendo poco a poco que mi miembro recuperara la erección. Ella por sus gesto se dio cuenta de lo que había producido que sus gestos lo cual se quedo callada fijándose de nuevo en mi miembro, lo cual me di cuenta de lo nerviosa que estaba pues sus manos le empezaron a sudar, su tono de voz en un principio irritable lo fue suavizando y en otro tono.



 



Mi mirada fue subiendo fijándome en ella, aunque ya he comentado que simplemente la miraba con ojos de ser la madre de mi chica no como una mujer hermosa. Ese día vestía una falda azul marino, con una blusa blanca lo cual se le notaba su sujetador del mismo color y sin aros pues empezó a notarse como sus pezones estaban duros, medias y zapatos de tacón. Me di cuenta que su otra mano la cual antes cada vez que hablaba la movía acorde a su manera de hablar, ahora la tenía pegada a su cuerpo frotándose su cintura con la palma de la mano.



 



De nuevo la madre se dirigió a mi -"con este artefacto de tal dimensiones sabrás como utilizarlo al menos... No"-, con mi rostro bajado sin querer mirarla a la cara, moví la cabeza negativamente dándole a entender que no. Le explique -"que era tan virgen como su hija, que aquello que sabia era por películas y lo demás por dejarme llevar por el amor"-, la mujer me miraba exclamando -"que sabréis vosotros de amor, solo pensáis a vuestra edad en la lujuria"-, pero su mano no la apartaba de mi miembro. En ese momento olí su olor era embriagador, su perfume era exquisito como una droga. Volvía a comentarme -"que debía de buscarme una mujer con experiencia, que todo chico antes de desflorar a una chica".



 



No puedo explicar por que lo hice, sentí la necesidad de acercarme a ella, de sentir sus labios. Como un autómata me deje llevar dirigiéndome hacia sus ella hacia sus labios quería sentirlo. Ella sin soltar mi miembro, con su otra mano la pego a mi pecho sintiendo sus uñas clavarse en mi cuerpo solo me decía -"que haces, que pretendes, detente, no sigas"- pero creo que ella sentía la misma necesidad que yo, poco a poco mi cuerpo se pegaba aun mas al suyo para posar mis labios en los suyo, los primeros besos por mi parte eran inocentes los sucesivos se mezclaban con pasión, entonces ocurrió lo inevitable sentí su lengua en mi interior en busca de la mía, asta capturarla y juguetear con ella.



 



Parecía como si algo me hubiera poseído, no podía controlarme. En mi cabeza me decía "que era la madre de mi chica, que me detuviera", pero pensaba que si ya que la había besado y se dejaba, que no tenía nada que perder. Coloque una de mis manos sobre su pecho por encima de la camisa agarrándolo completamente, sintiendo por primera vez un pecho de mujer, lo notaba grande con un pezón muy duro. Empecé torpemente a buscar la apertura de la camisa, encontrando los botones que en un principio me obstaculizaba mas por mis nervios, ella me empezó a ayudar desabrochándose botón por botón asta dejarse la camisa abierta y dejando a mi vista sus pechos cubierto por su sujetador.



 



Mi vista en esa prenda interior y sobre todo por la belleza de su cuerpo, se fijo en como la miraba, mi vista se quedo detenida en su pechos. Me pregunto -"te gusta lo que estas mirando, un cuerpo este ya entrado en la madures"-, nada mirarla le respondí -"que si, era lo mas hermoso que había admirado". Sentí como se perturbaba y acercándose hacia mí me coloco su mano sobre mi cuello acercándome hacia ella dándome un beso muy tierno y lleno de pasión.



 



Mi mano la coloque sobre su pecho encima del sujetador al principio acariciándolos, para ir recorriendo su cuerpo hacia la apertura de este abriéndolo, sus pechos ya libres cayeron sobre mis manos cociéndolos fuertemente, pellizcándole el pezón y posando la mano sobre el haciendo sobresalir su pezón entre mis dedos. Soltando ella de nuevo un quejido de placer, correspondiéndome con su frotamiento sobre mi miembro y sentía ella como se le humedecía la mano por mi liquido preseminal, mordiéndome mis labios dejándose llevar por la pasión.



 



 



Deje de besar sus labios bajando mi cabeza hacia sus pechos quería chuparlos, sentirlos no son los pechos de su hija Lidia los cuales eran pequeños. Una vez llegue a ellos los chupe con énfasis asta me atreví a mordisquearles los pezones mientras que una de mis manos acariciaba el otro, ella sujetaba mi nuca fuertemente contra ella.



 



Mientras mi otra mano fue bajando por su espalda transmitiéndome el calor corporal que desprendía hasta llegar a su cadera y luego lentamente baje hacia sus nalgas por encima de su falda. Busque como introducir mi mano, pellizcando la falda y tirando de ella hacia arriba lo conseguí sorprendiéndome al colocar mi mano sobre su muslo y tocar sus medias pues era de ligas, esto me excito aun más. Una vez mis manos sobre sus nalgas encima de sus braguitas empecé a acariciarle intruso por la apertura de la comilla introduje varios dedos tocando sus labios vaginales muy humedecidos por la excitación e incluso a llegar a tocar su vulva, lo cual le produjo como si fuera un orgasmo pues empezó a jadear, gritos entrecortados e incluso asustándose pues podría escucharla su hija y era una situación muy embarazosa.



 



Coloco su mano de nuevo sobre mi cabeza empujándome hacia abajo, recorriendo su cuerpo obedecí sin saber en un principio lo que quería e incluso soltó por primera vez mi miembro, bese su hombrigo asta quedar mi rostro a la altura de su entrepierna la cual ella se levanto la falda con una mano mientras con la otra dirigió mi cabeza hacia sus braguitas a la altura de su vagina. Ante la postura aproveche para quitarme completamente mis pantalones y calzoncillos, luego coloque ambas manos sobre sus muslos acariciándolos subiendo hacia sus nalgas para bajarla hacia su empeine, sentía sus miedos toda nerviosa sus bragas húmedas por su excitación y con un olor el cual pegue boca a ella emperezando a pasar mi lengua torpe para ella misma apartar las braguitas a un lado y chupar ya directamente sobre su rosada vagina, tenia poco vello bien recortado. Poco a poco mis manos volvieron a subir para esta vez sujetar sus bragas y bajárselas hasta quitárselas completamente.



 



Le empecé a frotar dos dedos sobre su vulva, obteniendo como cada vez estaba mas húmeda e introduce un dedo lentamente dentro de su vagina, mientras dirigí mi mirada hacia ella que estaba con los ojos cerrados con una mano sujetándose la falda mientras la otra estaba acariciándose los pechos y pellizcándose los pezones. Solo decía -"sigue, uuummm!!!... Sigue no pares"-, yo estaba muy caliente. Por lo que introduje dos dedos dentro de su vagina entrando y saliendo muy lentamente y le chupaba su clítoris. Poco a poco mi otra mano le tocaba su culo pasándole mis dedos por la apertura de su anito, lo cual seguía al no ver negativa por su parte.



 



Me hizo levantar de nuevo para una vez de pie me empujo hacia atrás cayendo sobre el asiento del sofá, colocándose ella sobre mi sentándose sobre mi miembro empezando a resfregarce contra mi, sentía como se estremecía. Le intente detener diciéndole -"espera deberíamos ponernos algo"-, lo cual levantándose ella un poco me contesto -"no te preocupes toma la píldora, no creo que dures mucho mas"-, cogiendo mi miembro y colocándoselo en la entrada de su vagina empezó a frotársela unos minutos, para mas tarde se dejo caer introduciéndosela de una vez asta sentir ella mis huevos. Sintiendo sus dientes sobre mi brazo por evitar gritar.



 



Note en su rostro como disfrutaba e incluso de dolor, apenas pudo contener todos los gemidos, se mordía los labios mientras subía recorriéndolo para volver a bajar tallando su orificio sobre mi miembro. Me dolía de la dureza que me mostraba, mis manos una sobre su cintura y la otra posada sobre su pecho, le susurre al oído -"me voy a correr"-, pero ella solo acelero sus movimientos alcanzando los dos un orgasmo al cabo de aproximadamente 25 minutos, lo cual ella casi se desmaya mas por los movimientos de subir y bajar su cabeza, creyendo incluso que todo había acabado se levanto un poco echando su cuerpo sobre el respaldar dejando sus pechos sobre mis labios.



 



A mi por mi parte era una sensación nueva algo nuevo para mi, sentía como mis líquidos fluía por dentro de ella, pero en vez de detenerme y con la mitad de mi miembro introducido en su vagina, colocando ambas manos sobre su cintura y haciendo fuerza con mis pies sobre el suelo levante mi cuerpo volviendo a introducir mi miembro dentro de ella, notando ella que esto no se había acabado y ante su sorpresa como no había perdido mi dureza. Comenzó a besarme de nuevo con tanta pasión como al principio, me metía la lengua dentro de mi boca yo le correspondí.



 



Empecé a acariciar su culo cada vez con mas ganas poco a poco le fui introduciendo un dedo por el, ella torcía su brazo hacia atrás para retirar mi mano de su trasero pero sin mucha condición. Después de diez minutos de vaivén sobre nuestros cuerpos se puso en pie como pudo sacándola de su interior para sin dejar que yo me levantara, se arrodilló frente a mi y agarrando mi miembro con una mano y con su mirada en mis ojos empezó a chuparla, pasándole la lengua por toda la cabeza, bajando hacia mis testículos e introduciéndolos para luego meterse toda mi verga en su boca asta que me vine dentro de su garganta, fue algo fenomenal tuve que aguantar mucho por no gritar de placer, a ella le costo tragar tanta cantidad de semen.



 



Una vez finalizado se levanto cogio sus bragas y se las puso mientras me miraba me comento -"hubiera deseado que me la metieras por el culo, pero entonces no podría haber tragado ese dulce manjar tan delicioso, vístete anda"-, mientras recogía mis ropas y me las colocaba, la miraba pero ya de otra manera, la miraba como una mujer la cual es realmente hermosa y ardiente, la cual era la culpable de hacerme un hombre.



 



Cuando me estaba colocando mis pantalones y calzoncillos subiéndolos por mis piernas, mi miembro volvió a surgir por mis pensamientos no estaba erecta del todo pero la sentí palpitar. Rosa nada mas verla se estremeció y humedeciéndose los labios pasándose la lengua por ellos me comento -"cuanto siento no haberte conocido antes, cuando estaba soltera y sin hijos"-, se había puesto las bragas, ajustado las medias y la falda y colocado la blusa con su sujetador esta muy bella.



 



Me acerque de nuevo a ella comenzando a besarla, ella me separo un poco con su brazo para decirme –"espera esto lo arreglo en un momento", arrodillándose delante mía y cociéndomela de nuevo con la mano se la metió en la boca, comenzando a chupar y succionar, con la mala fortuna que sonó el móvil, que después de sonar varias veces se tuvo que levantar para responder.



 



"Mierda es mi marido, salido de trabajar y ya viene hacia aquí"- dijo después de responder al móvil, Rosa toda nerviosa se dirigió hacia a mi primero para pedirme disculpa por dejarme en tal situación y segundo para acompañarme hacia la puerta para despedirse, antes de irme me pidió que por favor de lo ocurrido ni una sola palabra a nadie, y respecto a que no debía de seguir viendo a su hija que lo olvidará, aunque eso si con protección.



 



Al día siguiente encontrándonos Lidia y yo en el instituto nada mas verme corrió, echándose en mis brazos disculpándose por lo que la madre me hubiera echo o dicho, pero sorprendida pues después de haberme ido yo le comento su madre que tubo una charla conmigo razonando, lo cual acabamos estando de acuerdo en algunos puntos por lo que seguiríamos viéndonos. Bueno aquí acaba mi historia espero que haya sido tan satisfactoria como para mi relatarla, ya con el tiempo os contare mas hazañas mías.


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
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