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Categoría: Incestos

CADA VEZ QUE NOS MIRAMOS

"La hermana de mi novia y yo teníamos una historia que vivir"

 

Creo que los detalles no importan cuando se habla de atracción animal.

Y es que lo que siento cada vez que pasa por delante de mi no tiene que ver con su físico. Es algo que va más allá y me tienta a perder el control. Quiero mucho a mi novia el sexo además es magnífico, pero su hermana, desde la primera vez que la ví, supe que me iba a dar problemas.

Aquel día era otro cualquiera pero las casualidades convergieron y ella y yo nos quedamos solos en casa de sus padres. Simplemente baje a desayunar como siempre y mientras disfrutaba del olor de la cafetera ella bajo a las escaleras a hacer lo propio. Llevaba su pijama de invierno, pero dada mi afición por observarla no podía evitar imaginarla desnuda bajo la ropa. Cada vez que había visto un solo centimetro de su piel me esforzé por congelar ese momento y por aquel entonces en mi menta la veia desfilar como un angel perverso ante mí mostrando su poder sobre mí, como cada vez, volviéndome loco.

Le pregunté por sus que haceres, los dos somos universitarios y en épocas de examenes siempre es un tema al que recurrir, y aquel día despistado surgió mi ingenio.

  -Sigues con el glosario de anatomía? debe ser un coñazo.

  -Si tío. Además con lo que llevo aislada estudiando ver fotos de cuerpos desnudos solo despierta mi lado sociable me dan ganas de tener gente cerca.

  -Jaja, debe desesperar eso de estar sola viendo fotos de penes verdad?

  -De verdad que bruto eres solo te da por pensar en pollas. A ver si al final vas a ser gay y nos tienes a todas engañadas.

  -Si fuera gay no tendrías que tener cuidado de entrar sin llamar cuando estamos a solas tu hermana y yo no?

  -Si bueno...

  -Tampoco andaría mirándo como paseas ese cuerpo por ahi e imaginándote desnuda.

En ese momento me vi a mi mismo sin entender como me atreví a decirle eso, a saber como se ofendía o que le decía a su hermana. Pero no pude controlarlo fue lo primero que pensé.

  -Cuñado vamos a tener un problema si te pones a tirarme los trastos con lo cachonda que ando ultimamente. El cabrón de X (su novio) lleva "ocupado" como una semana con sus rollos y a mi nadie me atiende.

Ella no se había dado cuenta pero yo desde mi comentario anterior esta mudo, acojonado por ver que decía y mirándola fijamente. Tras quedarse ella igual esperando una broma absurda de las que suelo soltar o cualquier respuesta simplemente nos quedamos los dos en la cocina como tontos mirandonos a la cara.

En estas que estamos con cara de tontos y empieza a quemarse el cafe y a salir humo.

  - Mierda!. Exclamé mientras me lanzaba a apagar el fogón a lavez que ella y nos vimos chocandonos a medio camino y volviendo a encontrar nuestras miradas ahora con esa pizca de contacto fisíco que a ella le faltaba para encenderse en deseo.

A partir de ahi no hubo una sola palabra más. Ella misma apago el fuego me estampó contra la pared, pegó su cuerpo al mío y empezo a besarme como si fuera la primera vez que sentía esa necesidad insaciable de sexo.

Yo llevaba un rato dejándome llevar por la situación cuando la levante por las nalgas me la lleve al sofá le arranque el pijama y la senté desnuda ante mí con las piernas abiertas. Maravillado con la estampa que tantas veces habia pasado por mi cabeza me entregué a su coño como un adicto. Sin previo aviso hundí mi lengua en su sexo que rezumaba humedad. Poco aguanto ella que me agarró del pelo me obligo a besarla y en ese momento no dude en clavarle mi polla hasta el fondo. Su gemido me encendío tanto que no espera a empezar a bombear hasta alcanzar enseguida un ritmo frenético con el que quedaríamos hipnotizados durante un lapso de tiempo  minúsculo y eterno a la vez que culminó en un climax explosivo que la hizo correrse mientras gritabamos como monos. Sobra decir que el calentón que yo mismo llevaba encima sumado a la imagen que estaba viviendo bastaron para descargar en ella la mayor corrida que recuerdo haber visto salir de mi.

No se si fueron 5 o 50 minutos, solo recuerdo que ahi mismo y sin decir nada nos abrazamos como si no existiera nadie mas en el mundo. Pero poco duró, yo quería mas y ella también. Comencé a acariciar todo su cuerpo mientras la llenaba de besos, lametones y mordidas. Ella ardiente como una fiera tomó la iniciativa y agarro mi falo de nuevo listo para su cometido y lo trago con gusto y ganas. Me las apañé para acostarme boca arriba y mientras ella hacía de mí el ser mas complacido del universo tragándo hasta el fondo una y otra vez de nuevo comence a comermela entra, desdel el clitorias hasta su ano sus espamos me hicieron ver a mi diosa del sexo explotar una y otra vez en espamos acompañados de gemido qeuu acbaron de nuevo en un orgasmo mútuo que nunca olvidaremos.

No hizo falta hablarlo sabíamos que lo que habia pasado nunca volvería a pasar y jamás debía ser contado. Bastaría con el recuerdo cada vez que se cruzaran nuestras miradas en el futuro.

Datos del Relato
  • Categoría: Incestos
  • Media: 8.5
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