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Bajo la lluvia

El pronóstico para el día de hoy era todo un día cubierto de lluvias amenazando con descargar litros y litros de agua y es lo que estaba sucediendo en estos momentos, una gran cantidad de agua descendiendo de las nubes y adornando el suelo con numerosos charcos de lluvia, la gente anda apresurada para resguardarse o entrar en lo más pronto posible a sus casas por lo que no hay ningun alma en la calle, solo una, Ken, quien estaba andando muy tranquilo bajo el intenso aguacero, todo era un cielo completamente gris y negro, con numerosos truenos y relampagos, afortunadamente su estado de ánimo no era como lo que estaba viviendo, estaba feliz, como un niño pequeño tranquilo disfrutando y viviendo como las gotas de lluvia chocaban contra su brazo desnudo,él estaba loco por estos días de lluvia, el olor a tierra mojada, el sentimiendo de soledad, no estaba haciendo nada importante, de hecho, acababa de estar con Daisuke y ya volvía para casa, sabía que iba a llover y no se trajo paraguas, queria que la lluvia lo sorprendiera.



Se sentó en el cesped del parque de la ciudad, solo, sin nadie, y sintió como todo él se convertía en agua, era para él la mejor sensación



-¿Qué hace un chico guapo como tú en un lugar como este? -. Dijo una voz familiar detrás de Ken



Este último se dió la vuelta y comprobó que aquella voz venía de Takeru, estaba dando un paseo con su coche, o es lo que parecía, acababa de pasar un buen rato con Hikari y ya regresaba a casa



-Eso mismo podría decir yo de tí



-Te he visto solito y me he dicho, pues voy a hablar con él ya que el tonto de Daisuke le ha dejado solo



-He sido yo quien ha querido estar aqui en este precisamente momento



-¿Y porqué? si se puede saber



-Nada importante, me gustan estos días



-¿No tienes paraguas?



-No lo necesito -. Volvió a mirar a la lluvia, sientiendose libre de estar ahí y no parecia querer moverse



-mm ven, acercate -. Cuando Takeru el vió en esas fachas se le vino a la mente una idea



-No, prefiero estar aquí, dsfrutando -. Intuía lo que queria y rechazó la oferta



-Vas a disfrutar más de otras cosas



Ken lo que queria era tranquilidad, relajacion y silencio y por desgracia ahora no tenia ninguna de las dos cosas, levantanose fué hasta Takeru yendo al grano



-Si lo que que quieres es que te la coma en este hermoso dia que es en el que yo me siento muy agusto, olvidalo, no me vas a convencer



-¿Y porqué no? es que te he visto ahí, solito, y ahora te veo aqui mirandome, con tus cabellos mojados, y me das esa mirada tan sexy



-No te doy ninguna mirada, es la de siempre



-Es verdad que te gusta recibir, sobre todo que te llenen de agua en la cara, o de otras cosas



-Sí, tienes razón, me gusta recibir, de todo tipo, agua, semen, orina, no me importa, sobre todo si es este tipo de agua, lo otro lo consigo con esfuerzo, esto es gratis, esto es lo que más me da vida.



-Vale, ahora si me pusiste cachondo, ven aquí



-Lamentablemente hoy no tengo ganas de tocar y de chupar nada, es mi momento favorito



-Es una pena porque en estos dias es cuando más apetece



A decir verdad Takeru tenia razón, Ken empezó a replantearselo



-Dame una razón para hacerlo



-Quiero que me hagas una mamada aqui en mi coche, que me la comas con tus dientecitos, que me mires mientras me haces explotar, esto te gustaria más que nada, el olor de la lluvia impregnandose por tus fosas nasales mientras tu boca se llena de lo que quieres, sustancia líquida, salimos los dos ganando



Ken se le quedó mirando y de repente sus manos se apretaron, parecia como si tuieran vida propia al saber que delante de él tenia una buena oportunidad para hacer una mamada a su otro amante.



No dijo nada más, se subió al coche ahora deseoso de vivir plenamente ambas cosas



- ¿Te gusta? -. Le dijo tocandose el gran bulto del pantalón



-Es una entre muchas, no es nada interesante



-Dame tu mano -. Ken obedeció y las dos manos tocaron el gran bulto



-La sientes enorme ¿a que si?



-Mmm sí -. A decir verdad, Ken estaba mas consciente de la lluvia que de querer hacerle una mamada



-Tu provocaste esto



-Lo dudo.



-Mientras hablaba contigo me he ido tocando, ¿no te da morbo que me toqué para ti?



-Está bien -. Contestó Ken sin mucho entusiasmo



Takeru se desabrochó el cinturon y el botón



-Comemela, que se haga mas dura en tu boca



-¿Si lo hago me dejarás en paz y me dejarás disfrutar de la lluvia que es lo único que me apetece hoy?



-A una cara bonita como la tuya no le puedo negar nada, comemela y disfruta, eso sí, quiero que me mires en todo momento



-Preferiría mirar la lluviaa, hoy no siento ganas



-Claro que sientes ganas, no te apetece ese calorcito rico? ese calor que hace que tus mejillas se pongan rojas, ademas una vez que empiezas a chupar no quieres parar -. Takeru le iba hablando con voz dulce pero decidida, queria que sus deseos fueran escuchados



-Mira, en realidad estoy hambriento y quiero llevarme algo a la boca asi que sin problemas, voy a ello



-Así me gusta, y quiero que sepas que me vuelve loco con la ropa que hoy llevas puesta, esa camisa roja con esos pezones marcados por la lluvia me ponen mucho, sobre todo porque dejas ver que eres un chico inocente y puro y eso es lo que mas morbo me da de ti



-Ajah



-Y luego esos pantalones azul marino todo mojados al igual que tu cabello



-MMM...



-¿No te interesa el tema verdad?



-Quiero finalizar, quiero mi lluvia y nada mas



-Vaya por dios, nos salió insistente, anda, toma y vete rápido de aquí -. Takeru se la mostro y Ken se puso en posición para comersela, se apartó su cabello poniendoselos en su oreja, la olió y tanteó el terreno y empezó a chupar poquito a poco



Despues de dejarla mojada empezó a estimular con la mano de arriba abajo centrandose únicamente en el glande con movimientos de espiral con la mano y a su vez con la boca, como si estuviera absorviendo helado, a ese ritmo su cabeza se iba moviendo de arriba a abajo



-Así... menudo experto señorito... así... y ahora mírame, dame tu mirada



Mientras absorvía, chupaba y ordeñaba le miró a los ojos, de forma perversa, sabía lo que hacía y ahora le gustaba estar ahí



-Puedo describir perfectamente lo que me haces de manera sensual y erótica todo lo que me estás haciendo



-iggphmmmmgg -.Al tenerla Takeru tan grande apenas le daba tiempo a hablar a Ken pero lo que quería decir era que lo intentara, él seguía chupandola sin parar



- Me gusta ese sonido, el sonido del silencio contrastado con el silencio de tus manos trabajandome, esa mirada tan inocente que me ofreces, que pareces que no tuvieras ni idea de lo que estás haciendo, pero lo sabes y no dejas de hacerlo -. Inspiró un poco porque Ken estaba haciendo un buen trabajo, le acarició los cabellos mojados y siguió con su discurso, o intentandolo.



-Me gusta lo concentrado que te pones, todo gira en este momento entre mi polla y tú, estais solos los dos, me encanta que lo adores, es tu manjar favorito, me fascina que lo mires como si fuera la primera vez.



-Eg dggcisoohhgg



-Claro que es delicioso, y... ohhh... si... esas caricias que me gustan.. adelante sí, está fragil, totalmente grafil, dios... esos besos suaves desde mi base hasta mi punta, mmmmmm



Ken ya se estaba poniendo las pilas y ya no iba a parar, las caricias suaves y lo besos aun mas suaven tuvieron sus efectos



-Sí... sí, mira como las primeras gotas escurren, lo has provocado tú



-No me arrepiento, es la antesala de mi premio



-Veo que ahora te gusta



-Me atrae el olor, el olor a mojado con el olor a humedad, el olor tan delicioso, el olor de una polla rica, y ahora no dejo de admirar como caen hasta tus bolas, me encanta que se pierdan y no verlas más



-Pero puedes provocar más con tu lengua perversa



Takeru le adivinó las intenciones a Ken, este último desesperado y como loco lamió de nuevo la punta y tambien las bolas con la unica intención de querer mucho más, Takeru cerraba los ojos y sujetaba el pelo de Ken con fuerza cada vez que su cuerpo se volvía cada vez más tenso por el placer sexual.



-¿Qué sientes ahora? ¿todavia sientes ganas de irte de aquí?



-Estoy sediento, en verdad necesito esto



-Tu mirada lo dice todo, puedes seguir pero ahora no seas tan gentil y sé un animal queriendo comer



-Entonces... gracias por la comida -. Contestó Ken medio bromeando aunque lo que ahora su boca lo que queria es tragar y no hablar



Se la llevó a la boca totalmente, incluida las bolas, y jugo con su lengua y con sus dientes, absorviendo y apretando, ya ninguno de los dos hacía contacto visual, Ken estaba concentrado y Takeru observaba como su propio miembro se marcaba en las mejillas de Ken, como queriendose escapar, y a su vez, queriendose correr y es que estaba apunto, asi que se la quitó de la boca y Ken se quedo mirando ambas cosas, a él y la polla de Takeru, seguidamente abrió su boca para recibir la corrida que amenazaba con salirse del miembro de Takeru



-Que bueno es que sin nisiquiera dandote la orden precisa abres tu solo la boca, se nota que las abierto varias veces



-Soy un gatito que quiere su leche



-¿Quieres que explote?



-Con mi mirada todo basta



-Ah... Rayos



Explotó, el semen azotó por la cara de Ken y este cerró los ojos sientiendo algo viscoso y caliente escurrirse en su rostro, estaba deamasiado cargado pero a Ken le gsutaba así.



Casi todo el semen calló en su boca y el lo fué derramando para que cayera por su ropa completamente mojada, aparte de la ropa que por cierto a la que tenía un gran cariño, se le fue cayendo por la comisura de los labios por el cuello y mentón y descuidadamente los recogía con sus dedos y los chupaba, para no desperdiciar nada.



Era tan sexy la imagen que Takeru se corrió una segunda vez hasta dejarle limpio por dentro



-¿Satisfecho?



-No lo sabes tu bien



-Listo para otra mamada pero ahora yo a ti? mira que tenemos todo el tiempo del mundo



-No va a ser posible porque yo quiero regresar a casa con la humedad de la lluvia y no de semen, mis padres deben seguir creyendo que soy un caballero



-Qué degenerado eres



-Tal vez sea eso, hasta luego -. Se despidió saliendose del coche con una sonrisa traviesa y anduvo derecho a casa limpiandose el poco semen que le quedaba en las manos y en la boca con el agua de lluvia, al regresar a su casa se comportó como si no hubiera roto un plato.


Datos del Relato
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