Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Relato
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Relato
Categoría: Varios

Acabando en su boca

~~Me encontraba
 saliendo del trabajo, azotado por el calor del verano bonaerense,
 que me golpeaba sin aviso al girar la puerta de cristal del edificio,
 cuando tan repentinamente como con el choque del aire sofocante, los
 recuerdos de la mas erótica etapa de mi vida, acudieron a mi
 mente, pasando frente a mis ojos al verla. Un
 porte de sensual madurez y provocativa voluptuosidad, se escondía
 tras un vestir de digno recato, que no ocultaba su ardiente fogosidad.
 Magali era una mujer tan erótica, que era imposible evitar
 la lujuria al verla, sus vasto busto evidenciándose bajo el
 abultado saquito ejecutivo y la amplia camisa de seda, y el obsceno
 e intrigante bulto que formaba la falda en su trasero, escondiendo
 su caliente culo, conformaban un conjunto de irresistible atractivo
 carnal. La
 deje pasar frente a mi sin verme y alejarse unos metros para saborear
 su figura, deleitar mi vista con unas robustas pantorrillas que anunciaban
 muslos mucho mas adultos de los que recordaba y me lance tras el apetecible
 trasero que se meneaba inconsciente de la atracción que provocaba
 en mi.

 "Magali." Llame.

 "Jorge." Respondió Ella cuando volteo.
 Su
 sonrisa era la misma, salvo que ahora había perdido inocencia.
 La breve conversación que luego tuvimos se dio en forma lánguida
 y como con una pereza exasperante, como en esos sueños donde
 uno se encuentra impedido de correr.

 "No sabes cuanto me alegra verte, y que estés aun mas
 hermosa de lo que recuerdo." Solté absolutamente sincero.

 "Jorge." Repitió Ella. "Me case. " Dijo
 mostrando un anillo en su mano.

 "También tuviste dos hijos, esas noticias siempre llegan."
 Respondí.

 "Perdóname, no quise decir. " Se avergonzó.

 "Lo se Magali, es que nosotros fuimos tanto, y nos prometimos
 tanto.
 Recordas la ultima promesa?" Aventure.

 "Si la recuerdo Jorge, pero no se, paso tanto tiempo, no soy
 la misma Magali, estoy gorda y los compromisos. "

 "Estas mucho mas apetecible que la ultima vez Magali. Moriría
 por tenerte."

 "Jorge, es tan repentino, tan fuerte verte después de
 tantos años, no se que decir. "

 "No digas nada, solo cumplamos nuestra promesa."

 "Esta bien." Dijo con una sonrisa leve.

 "Llamemos un taxi." Dije a la vez que levantaba una mano
 haciendo senias a uno que pasaba.
 En
 el viaje hablamos poco, Ella hablo de sus hijos, yo de mi trabajo.
 Ya en la habitación de hotel, me pidió unos minutos
 para ir al tocador, y luego de un largo rato apareció ante
 mi y fui a su encuentro. Se encontraba muy seria y pálida,
 le pregunte si se encontraba bien, y me confeso que no estaba a gusto
 con su cuerpo, y esta vez no intente convencerla que me atraía
 mucho mas su actual físico, me limite a callarla cruzando con
 un dedo sus labios y besándolos larga y profundamente mientras
 acariciaba sus castaños cabellos, que escapaban entre mis dedos
 lloviendo sobre sus hombros que ansiaba descubrir. Le quite el saquito
 arrojándolo al suelo, la tome de sus manos y suavemente la
 incite a voltear cruzando sus brazos sobre su cabeza, y abrazándola
 con suavidad disfrutando cada sutil contacto de su cuerpo con el mío,
 sobre todo sus senos, que no cedían terreno ante la presión
 de mis brazos y su fantástico trasero, que comenzaba a sentir
 el sustancioso volumen de mi pene que se erguía con vigor ante
 tanta belleza.

 "Hay Jorge. " Suspiro Magali cerrando sus ojos.

 "Mi belleza. Tanto tiempo esperándote. " Dije
 a mi turno.
 Suavemente
 me dispuse a desabrochar en forma descendente los botones de su camisa,
 sintiendo el contacto de la interminable curva de sus senos rozar
 mis muñeca sobre la seda, mientras dos latidos en mi cuerpo
 evidenciaban mi excitación, el de mi corazón ansioso
 por amar a la mujer que nunca dejo de poblar mis sueños y fantasías,
 y el de mi pene, ávido de invadir las majestuosas formas que
 esta mujer presentaba ante si. Magali, conciente, de mi lujuria, movía
 sus caderas muy sutilmente acompañando el ritmo de las involuntarias
 palpitaciones de mi miembro al tiempo que desabotonaba sus mangas
 dejando así caer su camisa deslizándose lentamente sobre
 su espalda para detenerse donde nuestros cuerpos mas deseaban el contacto
 y donde la curvatura de su espalda se acentuaba, dando paso al inicio
 de las mas encantadoras formas que prenda alguna pudiera cubrir. Lentamente
 comencé a descender besando su espalda tomando la prenda que
 desafiando las leyes físicas se había negado a continuar
 su descenso y haciéndola aun lado, para detener mis ojos maravillándome
 del erotismo de la escena al encontrar con mis labios el cierre que
 verticalmente descendía desde la parte baja de la espalda,
 hasta el medio mismo de las imponentes nalgas de Magali, que a medida
 que con mi boca descendía abriendo el cierre, aparecían
 ante mi unidas por una semitransparente bombacha que tensa como el
 brasier que sostenía sus senos, demarcaba surcos en toda su
 piel enrojeciéndola y haciéndose mas pronunciada hacia
 el infinito paréntesis de sus caderas, donde la falda de tela
 azul ocultaba aun el regalo a mi vista. Mientras
 observaba nuestros cuerpos en el reflejo de un espejo que tenia enfrente,
 tome la falda y no sin algún esfuerzo, la deslice hacia sus
 pies liberando sus caderas de la opresión infame del genero
 que impidió apreciar su inalcanzable grandeza. Indescriptible,
 indecible y serena perfección en las formas femeninas vieron
 la luz ante mis ojos al descubrir ese conjunto en prudente voluptuosidad
 de piernas, muslos, caderas, pelvis, abdomen, cintura, senos y glúteos,
 complementadas con el resto de su inmaculada piel armonizando en un
 maravilloso cuerpo increíblemente femenino, coronado por la
 mas hermosa sonrisa que vi en mi vida y que me recordó el amor
 que sentía por esta mujer. Con
 el corazón audiblemente palpitante y sin poder pronunciar palabra,
 tome de la mano a mi preciosa mujer y la bese, agradeciendo al cielo
 haberme enviado un ángel como Magali. Y cuando para mi la situación
 ya no podía mejorar, mi dulce amante se deshizo de mis labios
 y mirándome a los ojos se deslizo hacia abajo y hurgando entre
 mis piernas desabotono cinturón y mi pantalón, que cayo
 pesado a mis pies y mientras con celeridad quitaba mis zapatos y medias,
 Magali se colgaba de mi ropa interior descubriendo mi excitada verga
 tomándola pronto entre sus labios a la vez que comenzaba a
 acariciar mis bolas. Menos
 de medio minuto le tomo obtener mi orgasmo a mi fantástica
 hembra, tomar sus cabellos, decirle que la amaba y regar su garganta
 con mi liquido fue todo uno, mientras Ella se aferraba a mis genitales
 hundiendo mi pene en su boca el semen brotaba inacabable, inundando
 su boca, explotando entre sus labios, derramándole a sus pechos
 y volviendo a empezar, el ciclo de placer continuo siete, ocho, tal
 vez mas veces, mi pene exploto en un orgasmo fabuloso, producto de
 tanta lujuria contenida, Magali recibió orgullosa la erupción
 en su boca, trago cuanto pudo y esparció el resto en la infinita
 vastedad de la piel de sus senos, con sus manos recogió el
 sobrante de su cuello y de su barbilla y lo bebió ante mi observándome
 mientras recuperaba la compostura luego de tan intensas sensaciones.
 Al
 cabo de unos instantes, Magali se incorporo, y luego de un dulce beso
 anuncio:

 "Ahora me siento mejor, y tengo para vos una sorpresa."
 Sonriente.
 Y
 aunque sabia a que se refería Magali, me sorprendió
 de todas formas cuando me confeso que desde que nos separamos, y aun
 con su actual esposo, no volvió a practicar el sexo anal, y
 termino diciendo:

 "Así que esa puertita que hace mucho abriste, siguió
 siendo tuya y hasta hoy es solamente tuya y como te dije aquella vez
 que nos separamos, mi cola es tuya y siempre va a ser tuya, podes
 tenerla siempre, es para vos." En tono tan dulce que casi me
 derrite.
 Abrazándola
 y tomando ambas nalgas intentando en vano abarcarlas con mis manos,
 la volví a besar y cuando termine el largo beso, le dijo al
 oído que quería poseerla ya.
 Ella
 sonrió, y tomándome del pene como solía hacer
 en nuestros tiempos como pareja, me condujo hacia la cama a sus espaldas,
 se recostó en ella y volteo su mirada invitándome a
 tomarla por detrás. Subí de rodillas y contemple su
 belleza, su culo estaba tan respingon que quedaba en pompa sin necesidad
 de poner nada bajo su pelvis como acostumbraba con otras chicas, agradecido
 por tanta entrega solo pensé en decirle que no tenia ningún
 lubricante a mano, así que intentaría hacerlo suavemente
 y despacio, pero Magali volvió a sorprenderme con sus palabras:

 "Jorge, es en verdad suave y despacio como quedes tomarme?"
 Pregunto casi riendo, burlona, sarcástica y a la vez lasciva.
 Sin
 saber muy bien como responder a tal pregunta, pero queriendo ser sincero
 con
 la mujer que mas ame en mi vida. Dije:

 "Magali, ahora siento que te amo como nunca ame a nadie, y no
 se si mi impulso sexual se condice con eso, tense un culo tan provocativo
 que solo puedo calificarlo de indecente, creo que la única
 forma de canalizar tanto deseo que me provoca tu culo, es sodomizarte
 como nunca lo hice con nadie salvo con vos. Y si eso significa con
 pasión? Así es como quiero hacerlo, si significa con
 lujuria? Así es como quiero hacerlo, si significa que quizás
 te provoque dolor? Así es, para que mentirte si ya lo sabes?"
 Dije con algo de sentimiento de culpa. Pero Ella parecía obstinada
 en dejarme sin palabras, así que soltó un discurso que
 por lo que recuerdo fue así:

 "Jorge, vos sabes que soy una mujer que entiende lo que es la
 lujuria, y tengo una mente lasciva y hasta quizás perversa,
 cuando te vi se despertaron en mi sentimientos que creía muertos
 para siempre y ahora los siento vivos en mi, se que te amo y aunque
 hallamos estado separados mucho tiempo, ahora estamos juntos, y quiero
 darte todo, quiero darte todo el placer que este a mi alcance, y si
 para dártelo tengo que someterme al sufrimiento, me someto,
 si al sodomizarme mi dolor te provoca placer, adelante, lo acepto.
 Descarga la pasión, descarga toda la lujuria, se que mi culo
 te provoca y si deseas lastimármelo, adelante, rompemelo, voy
 a recibir con pasión tu penetración, te entrego mi culo
 para que me sodomices a gusto, es tuyo para que hagas lo que quieras,
 sodomizame con furia, poséeme con violencia, descargare en
 mi, rompeme el culo mi amor." Termino lasciva mientras tomaba
 ambas nalgazas con sus manos y las abría mostrándome
 incitante el pequeño esfínter rosado, absolutamente
 conciente de la calentura que me estaba produciendo escucharla decir
 esas palabras.
 Fuera
 de mi autocontrol, fui testigo de como me ubique sobre Magali, y Ella
 tomaba mi pene dirigiéndolo al medio de sus nalgas, abriéndolas
 y aunque mi pene se encontraba seco sin la mas mínima lubricación,
 al rozar su ano
 ubicadondose
 muy profundo entre sus nalgas, se encontró empapado en jugos
 vaginales que embebían su esfínter y las paredes de
 sus nalgas y que Magalí involuntariamente segregaba dada su
 excitación al encontrarse tendida ante mi con mi falo en la
 puerta de su vicioso ano, embestí con mis caderas sin lograr
 penetración, pero ubicando mejor mi pene apretado en medio
 de las altas nalgas, Magali aun sostenia mi pene esta vez bien en
 contacto con su esfinter asi que embestí de nuevo logrando
 introducirme un poco, Magali gimió un poco pero resistió
 estoica el embate, solté un suspiro profundo por la excitación
 y Ella tomo mis genitales con su mano empujando de ellas, jalando
 mi pene hacia su ano, con una tercera embestida, ayude un poco y mi
 pene siguió su camino en medio de las grandes nalgas de Magali,
 Ella comenzó a sollozar del dolor sin poder contenerse pero
 cuando pudo hablar dijo:

 "Rompemelo Jorge, es tuyo, rompemelo sin remordimientos, quiero
 sentir que me deceas, demostramelo, quiero sentirte abriéndome,
 domíname y rompedme bien el culo Jorge, rompemelo!." Con
 voz muy baja y entrecortada.
 Embestí
 fuertemente y mi pene se introdujo hasta la mitad y sentí un
 terrible y paralizante dolor cuando Magali se aferro con fiereza a
 mis bolas, lastimándome, pero no me importo y embestí
 de nuevo esta vez con mas fuerza y el pene entro casi todo, entonces
 Magali soltó mis huevos y volvió a abrir su culo tomando
 con fuerza ambas nalgas y separándolas y me pidió:

 "Dale Jorge, someteme, mi culo es tuyo, sodomizame, quiero sentir
 tu verga invadiéndome, dámela Jorge, someteme a tu deseo.
 Rompeme el culo Jorge, rompelo! Someteme! Quiero sentir tus bolas
 golpeandome las nalgas! Soy tuya, Jorge, soy tuya, cojeme, Jorge,
 coje mi culo!!!" Incitándome provocadora en susurros.
 Entonces
 embestí con todas mis fuerzas su culo y mi pija se clavo hasta
 las bolas en su ano, arrancando un grito de Magali seguido de un fuerte
 llanto, me excito muchísimo porque no había soltado
 sus nalgas, y se aferro con mucha fuerza a ellas y no sin esfuerzo
 las separo todo lo que pudo entre si para esperar el apoyo de mis
 bolas al hundir profundamente mi verga, entonces comencé a
 bombear salvajemente con las piernas abiertas y extendidas, saltando
 sobre Ella que lloraba a gritos y se hacia eco mis embates rítmicamente
 soltando su llanto y gritos de dolor con cada feroz embestida pero
 sosteniendo su culo en alto, ofreciéndomelo con las nalgas
 abiertas ampliamente por sus manos, pidiéndome que le rompa
 el culo y me descargue sin miramientos. Y así llegue al brutal
 orgasmo, que dejo mucha leche en su culo y se repitió varias
 veces mientras yo caía una y otra vez clavando mi estaca en
 el precioso culo que Magali, mi reina anal, me ofrecía, dándome
 múltiples orgasmos uno mas intenso que el otro, a la vez que
 con cada uno debía incrementar la violencia para alcanzarlo,
 dejando así exhausta a mi amante anal, que sollozante de dolor,
 placer, alegría y nostalgia, caía rendida bajo mi dominio,
 sometida a mi placer, recibiendo las incesantes y agresivas incursiones
 de mi beligerante miembro, que incansablemente se introducía
 en su condescendiente conducto anal.
 Y
 asi complete mi salvaje sodomizacion a Magali, que entre gruesas lagrimas
 y sollozantes palabras interrumpidas por desgarradores gritos, aun
 sin poder calmarse, volvió a confesarme su amor, a agradecerme
 haberla hecho sentir deseada nuevamente, y con mi pene en sus manos
 y sus ojos llenos de lagrimas, fijos en los míos dijo:

Datos del Relato
  • Categoría: Varios
  • Media: 0
  • Votos: 0
  • Envios: 0
  • Lecturas: 998
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 3.135.216.174

0 comentarios. Página 1 de 0
Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Relatos: 37.829
»Autores Activos: 2.203
»Total Comentarios: 11.826
»Total Votos: 511.798
»Total Envios 21.937
»Total Lecturas 93.972.345