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A una doctora le dan su medicina

Un medico diagnostica a una paciente.

Rubén casi se cae al tropezar e intentar entrar a la obscura habitación desnudo, solo en interiores. La única señal de luz provenía de una pequeña ventana, la cual permitía pasar algunos rayos plateados de la luz de la luna. Se puso de pie e intentó encontrar desesperadamente a Sushita, su próximo festín, porque se la iba a comer en esa casa, la de su tía María. Sus ojos de repente brillaron cuando al fin pudo localizar una cama al otro extremo de la habitación, cerca de la pared.

Sushita estaba desnuda sobre esa cama. Rubén podía ver cuando jalaron la sabana un extremo en la parte de abajo. Cuando se acercó mas, pudo ver sus piernas bien abiertas. El joven y curvilíneo cuerpo brillaba con la poca luz que había. Con la cabeza descansando en la almohada, su mano izquierda colocada sobre el seno derecho, Rubén se excitó, se emocionó inmediatamente, porque ella se apretaba el seno mientras que con la otra mano, la izquierda, se restregaba la cuca. Cuando observó desde mas cerca, pudo ver los duros pezones que orgullosamente coronaban la punta de las jóvenes tetas.

-Sushita, ya me has hecho esperar demasiado tiempo -le susurró. Hubo una invitación en su voz como humedecida por tanta emoción, al ver aquello. Rubén estaba cautivado, trastornado al ver el bello cuerpo, el que había deseado mirar desnudo desde hacía ya años.

-No lo puedo creer -murmuró Rubén. –Ojala esto que estoy viendo no sea un sueño.

-Claro que no -le murmuró Sushita acostada sobre la cama. –No será un sueño porque ya te oí como gemías y gritabas cuando te estabas follando a mi tía María, y a mi me vas a hacer lo mismo que a ella.

-¿Oíste qué? ¿Me viste haciéndole el amor? -preguntó Rubén poniéndose ligeramente rojo por la vergüenza.

-Si, oí todo lo que le decías, los ruidos que hacían mientras te la tirabas -Sushita no se movía ni un centímetro mientras hablaba. –Me enteré de tus gemidos, cuando ella gritaba y esos ruidos tan sexys de algo que le chupabas y mamabas y que te tragabas. Creo que le estabas comiendo la cuca y las tetas.

-Pero a ti no te voy a dejar que grites- dijo Rubén y se montó sobre la cama. Sushita siguió sonriendo y lentamente puso las piernas derechas para cerrarlas. Sus ojos se abrieron ligeramente y miró derecho hacia él.

Rubén extendió la mano para tocar su seno izquierdo y le apretó el pezón, jalándoselo. Sushita temblaba y de repente se encogió, y quedó con las rodillas dobladas y las piernas pegadas a los senos, como si fuera una pelota, de espaldas a él. Rubén dejo que sus dedos siguieran todas las curvas de la muchacha desde el hombro hasta la cintura haciendo que ella se retorciera nerviosamente, con ansiedad, con desespero.

El continúo tocando su piel con sus dedos recorriendo sus hinchadas caderas, sus brillantes muslos que presionaban duro contra sus senos, su abdomen, sus curvas y los tobillos. Rubén se trepo mas sobre ella para ver desde mas cerca al joven cuerpo desnudo y la tiro del largo cabello, apartándolo, para dejar ver su brillante espalda. Luego suavemente presionó sus labios sobre la suave curvatura de su cuello, hasta que quedaron descansando sobre su hombro izquierdo.

Sushita se retorció enderezó un poco las piernas. Las manos de Rubén la agarraron por la cintura fuertemente para acercarla mas. Suchita dio un salto inmediatamente, como si rebotara y se dio la vuelta que dando frente a él para que viera toda su belleza.

Ambos sintieron al mismo tiempo como si una corriente eléctrica pasara por sus cuerpos cuando la teta izquierda de Sushita rozó descuidadamente el pecho de él al darse la vuelta.

-Sushita, simplemente eres bonita -Rubén murmuró débilmente. La proximidad de su sexy cuerpo desnudo hizo que el huevo se le pusiera duro, bien parado y erecto como por arte de magia. Con los labios temblando por la emoción, el no perdía de vista los jóvenes senos como si brincaran al respirar. Sus manos comenzaron a temblar como si le dolieran al sentir un cosquilleo, porque las sentía débiles, sensibles al querer tocar aquellos maravillosos senos. Pero en lugar de tocarlos, las extendió hasta la cuca primero y comenzó a acariciarle el suave bello pubico, el Monte de Venus. Sushita se mordía el labio inferior y él se dio cuenta que a ella le había encantado la forma como comenzó a acariciarla. El bajó la cabeza hasta que su cara quedo colocada entre las piernas de la muchacha.

Rubén se tragaba saliva al ver como le brillaba la cara a la chica, cuando comenzó a acariciar los suaves labios de la cuca a través del bello porque la tenia muy peluda.

Pronto le coqueteaba con los dedos de hacia arriba hacia abajo de aquella raja, lentamente, y veía como se retorcía aquella muchacha todo el tiempo. Su dedo se hundió dentro de la cuca y se sentía que le entraba suave, sin resistencia ni nada que estorbara. Con el dedo pulgar le acariciaba el clítoris mientras el otro exploraba la cavidad vaginal. Ella vio las sorprendentes llamas de lujuria que ardían en los ojos del amante, cuando el siguió acariciándole el pequeño punto crucial, el centro y núcleo de su excitación. Con el dedo pulgar siguió presionando duro mientras le restregaba el clítoris y le hundía el índice sacándolo y metiéndolo dentro de aquella cuca.

-Hola, doctora -Rubén le sonrió. -¿Qué siente cuando le examinan la cuca?

Shushita se estaba poniendo excitada cada vez mas, dándose cuenta de que Rubén ya no era un novato en el sexo. La sutil ola de temblor en los labios de la muchacha sugerían que ella estaba disfrutándolo. El continuo excitándola al tocarle uno de sus paraditos y animados, vivos pezones con la otra mano. No aguantó y se le escapo el aire por la boca cuando él le agarró el pezón entre el dedo pulgar y el índice apretándolo cada vez mas. Siguió así, jalándolo, apretando el pezón y luego lo soltaba y se le volvia a poner erecto, paradito.

-¡!Por favor, hazme eso otra vez, me gusta!! -Sushita lanzo un grito como rogando.

Pronto complació y ya le acariciaba ambos pezones con sus dedos durante un buen rato y miraba como ella respiraba con dificultad y gemía por la excitación. Sushita se dio cuenta que el joven hombre intentaba ser lo mas delicado posible con ella. Temblaba sintiendo como le lamían con la lengua el pezón y con el dedo se lo acariciaba a buena velocidad. Ella se retorcía y comenzó a gemir mas. Rubén accedió a complacer a esta chica, a sus tentaciones y le mordió bien duro el pezón, haciendo que se retorciera y gimiera mas aún.

Estos gemidos continuaron aun después de que le soltó el pezón de la teta y luego comenzó a navegar por todo su cuerpo rozando con sus labios su suave y brillante piel de algodón. Ella estaba pendiente de abrirle las piernas bien cuando se diera cuenta que los labios del muchacho ya estaban llegando hasta el monte peludo. Las intenciones del joven eran muy claras, porque le sacó el dedo de la cuca en el momento en que los labios ya rozaban el pelero de aquella totona.

Rubén comenzó acariciarle con la punta de la lengua la cuca, lamiéndole todos los pelos, en la parte de arriba hasta llegar al clítoris, luego hasta abajo hasta el final de los labios vaginales. Sintió que ella se excitaba mas y mas, porque ella sentía todo con mayor intensidad y gemía en voz alta incapaz de controlarse. Luego el llevo la lengua hasta abajo, hasta la joven cuca y se la metió adentro. El cuerpo de Sushita se sacudió, como golpeado por una fuerte corriente eléctrica: -¡Así, así, así me gusta -gemía como llorando.

Rubén sintió que el huevo se le empezaba a poner sensible. Hundió su cara entre sus piernas y su boca conquistó el hueco de la cuca. La retorcida lengua se desplazo a través de los hinchados labios de la cuca. Pronto desesperó porque comenzó a besarle los labios de la cuca frenéticamente. Sus dedos también se unieron al acto abriéndole los labios vaginales para permitirle a la lengua meterse por todo alrededor.

Rubén no se detenía, cuando sacudía la lengua adelante y hacia atrás, de lado a lado de la mojada cuca hasta que sintió que ella se aproximaba al orgasmo. Rápidamente le dio mas duro a la lengua sobre la cuca. Sushita arqueaba la espalda y se sacudía con aquella lengua entre la cuca y hasta el punto en que solo su cabeza y los pies tocaban la cama. Sus dedos estaban metidos, clavados, acariciándole el cabello a Rubén, presionándole mas la cabeza para que se metiera mas aún dentro de la cuca. De repente Rubén sintió que los jugos de la muchacha comenzaron a bajarle por su lengua cuando ella colapsó, doblándose y luego se puso flácida respirando con dificultad. Los dedos de ella estaban arañando la cama luego de algunas otras suaves sacudidas que le recorrieron el cuerpo.

-¡Ay, Rubén!! –gritó al alcanzar el maravilloso clímax.

La lengua de Rubén daba vueltas sacándole algunas gotas de sus jugos antes de que retirarla de aquella inundada, mojada cuca.

Rápidamente se montó sobre ella, apretó el tembloroso cuerpo de la muchacha contra la cama sin ninguna dificultad. Intercambiaron algunas miradas y sonrisas durante un tiempo dejando que su respiración bajara de ritmo un poco. A Rubén le atrajeron inmediatamente los labios rosados y se inclinó hacia delante obligando a su lengua a meterse dentro de la boca de la chica. Ella sintió que le había regresado la picazón en la cuca, de nuevo le estaba pinchando, y esta vez debido a que el huevo le causaba dolor, tensión en la panocha al presionar contra el hueco de la cuca. Solo se tomo una décima de segundo para darse cuenta de que ese pedazo de carne era demasiado grande para ella.

–Rubén, es demasiado grande! -dijo ella con una sugerencia y verdadero temor en sus ojos.

-Eso es exactamente lo que sentía tu tía -Rubén le sonrió.

Sintió los suaves labios de la cuca contra su agrandado huevo. Los dedos de Sushita buscaban y le agarraban el huevo para guiar la punta de la cabeza y colocarla entre los labios vaginales. Rubén inmediatamente bajó un poco el huevo, como desesperado, y sintió cuando la cabeza del machete encontró la entrada en medio de los labios separados, abiertos. Sus manos buscaron y la agarraron por la cintura antes de que el inflamado huevo se metiera otra pulgada mas dentro de ella. Suchita gemía en voz alta cuando sintió este monstruo de huevo que se abría paso por la fuerza entre su raja.

-Ay, Dios mio!! -Suchita gritó por la agonía.

Rubén no pudo evitar una sonrisa cruel.

Sus ojos de nuevo se encontraron y se quedaron paralizados mirándose el uno al otro. Rubén continuó moviendo las caderas hacia delante y hacia atrás sin tomar en cuenta los quejidos y gritos. Pronto se dio cuenta de que todo el huevo entero y enorme ya estaba penetrando dentro de la mojada cuca. Los gritos y sollozos suaves de agonía cesaron cuando comenzó a disfrutar la profunda penetración. Rubén siguió moviendo la cadera sin parar sabiendo muy bien que su huevo se estaba hundiendo mas y mas adentro con cada empuje. Sushita estaba ya poniéndose mas mojada cuando la panocha, el túnel, comenzó a expandirse para dejar que el huevo se ensamblara, acoplara dentro del hueco.

-Ya está casi adentro -Rubén anunció con mucho orgullo.

Sushita sonrió dando a entender que el tenia la razón, y presionó mas contra el cuerpo del amoroso compañero. Sus labios se encontraron en un beso y pronto quedaron consumidos en un torrente de salvaje pasión y lujuria. Rubén con mucha destreza se metió dentro de la boca el labio inferior de ella y le mordió los pétalos ligeramente. Los brazos de Sushita lo sostenían pegado a su boca al apretarlo presionando en la parte de atrás de la cabeza.
Las manos de Rubén se metieron, se introdujeron entre sus desnudos senos y comenzaron a acariciar sus bellas curvas. Siguieron moviéndose, tirando, mientras mantenían sus bocas todo el tiempo pegadas una a la otra. La goteante cuca muy cuidadosa y completamente se apretó contra el tembloroso huevo cuando se abrazaron con delirio subiendo y bajando mientras movían las caderas. Sushita intentó subir las caderas obligándolo a que se le metiera mas colocando las piernas detrás de la cintura para tenerlo bien agarrado. De hecho, el beso se interrumpió y se quedaron mirando a los ojos de nuevo. La cara de Sushita ya no estaba pálida por la agonía que le produjo el huevo dentro de la concha.

-¿Como se siente, doctora? -Preguntó Rubén con un guiñándole un ojo. Sus manos se colocaron sobre los senos para apretárselos muy suavemente. Con los pulgares le acariciaba los pezones.

-Me siento como en el paraíso, Sushita -murmuró modestamente, con sumisión y humildad.

-Yo también -Rubén admitió, diciéndole la verdad.

-No pares! -Ella le rogó. –Ya no nos queda mucho tiempo.

-¿Y qué? -Dijo Rubén sonriendo con impaciencia.

-Ya, hazlo! -Sushita le dio la orden.

-¿Hacer qué? -Preguntó Rubén con una sonrisa juguetona y pícara.

-Ay Dios mio! -Sushita se dio un golpe en la frente con la mano.

Ruben comenzó a reírse y pronto Sushita también.

-Ay, cójeme, follame ya mismo!! -Susurró ella al oído del amigo.

-Bueno, si -Dijo Rubén con una risa nerviosa. –Ya te cojo. Pero no sin antes de terminar esta parte.

Sushita no pudo evitar la sorpresa que le produjo cuando él saltó sobre sus senos de nuevo. Sus manos y boca formaron una coalición letal para acariciar sus jóvenes pelotas con un súbito estallido de lujuria y deseo. El sostuvo un seno firmemente mientras que el otro se lo metía en la boca. Su lengua le fustigaba, le azotaba el otro pezón ya duro y le rozaba por todo alrededor de la aureola. Le chupó cada teta con mayor vigor y deseo como si estuviera hambriento, ma que la primera vez y gemía mucho sobre la carne de aquellas tetas.

-Ruben, Rubén … tranquilo, no seas brusco. –Sushita se retorcía con dificultad al sentir sus dientes que dejaban unas marcas sobre los senos. A ella le dolía a pesar de que sus pezones lucían como si les fueran a explotar dentro de la boca. Sus brazos rápidamente lo agarraron por las axilas y lo atraparon fuertemente jalándolo por la espalda, mientras sus tensas piernas mantenían la cintura del joven fuertemente apretado contra su cuca. Rubén lentamente soltó los pezones que tenía atrapados entre sus dientes levantando la cabeza. Luego miró como se sacudía el cuerpo de la muchacha al sentir que le apretaba de nuevo el pezón.

Sus ojos recorrieron el tembloroso cuerpo que se encogía de placer y su cara mojada por el sudor mostraba algunas señales de dolor por el placer producido. Ella estaba gimiendo en voz alta y se oía como si estaba pidiendo auxilio. El breve interludio o descanso al interrumpir lo que le hacía en sus senos había ayudado a que su huevo se hinchara dentro de ella y luego comenzó a metérselo mas profundo.

-¡Follame, cógeme -fue todo lo que ella pudo gemir, murmurando con fuerza debajo del fuerte joven.

Las manos de él masajeaban fuertemente sus senos. Sintió unas señales de espasmo, como convulsiones, en los músculos de la muchacha cuando le siguió bombeando la cuca. Todavía quería acariciarle mas y lentamente la aflojó, ya le maltrataba menos los pezones aunque la chica empujaba mas rápido y mas duro sobre el cuerpo del muchacho para sentir el huevo mejor dentro de la cuca. Las caderas del hombre se levantaron y lentamente comenzó a sacar el huevo de las profundidades de aquella panocha. Descanso cuando se dio cuenta de que solo la cabeza se había quedado enganchada, metida dentro de su cajita en forma de túnel.

Sushita miró perpleja y rogó: -¿Porqué? ¿Por qué terminaste tan rápido y me lo sacaste?

-No quiero echarte todo el semen adentro -Rubén dijo con una sonrisa.

-Por favor, Rubén!! -ella gritó en medio de la desesperación. –No te detengas, no me lo saques, quiero tu leche adentro!!

El continuo dándole y comenzó a bombearla sacándolo y metiéndolo de la empapada cuca. Su huevo se hundó de nuevo dentro de la profunda cuca y pronto se la estaba cogiendo con todo lo que tenía.

Sushita estaba retorciéndose y gimiendo cuando la polla comenzó a bombearla con una sorprendente velocidad. Rubén bajo su pecho e hizo que este rozara contra los senos de la muchacha para sentir sus duros pezones pinchándolo como aguijones.
Mientras movía su cintura lo mas rápido que podía, Sushita igualmente hacía su trabajo a la misma velocidad, y seguía dándole a su cintura para poder recibir bien sus poderosas metidas.

El gritó en voz alta con cada una de sus rápidas metidas golpeando, llegando hasta lo mas profundo de la chica haciendo que ella se pusiera extremadamente tensa, como tiesa. Sushita pudo sentir otro orgasmo que la rompía, la desbarataba cuando el huevo daba duro dentro de ella sin ninguna compasión. Trato de darle mas duro levantando la cintura para separarse del cuerpo de la muchacha y luego bajar con fuerza sobre ese hueco cuando se dio cuenta que él mismo estaba a punto de explotar.

Siguió gritando mas alto que nunca cuando le vació la espesa carga de tibia leche dentro de la salvaje y feroz cuca. La apretada y mojada cuca se ciñó fuertemente alrededor del palo y le vació toda la leche, haciendo que fluyera un semen como río dentro de ella.

-Así, así, Rubén!! Así, ay, qué ricoooo!!!!!!!

El cuerpo de Sushita se puso duro y luego como rígido. Los músculos de la hedionda cuca que agarraban al muchacho se apretaron mas alrededor de él, bien duro. Rubén gimió mas todavía enviándole otra porción de semen haciéndola gritar. El se sacudía después de cada chorro que le eyaculaba mientras ella convulsionaba. Suavemente le abrió sus piernas para dejárselas caer sobre la cama. Luego el cayó desmayado descansando todo el cuerpo sobre ella. Se sentía como desanimado, deprimido después de vaciar toda su energía y comenzó a inhalar aire profundamente. Había hecho algo sin precedentes en su vida y también algo que siempre había deseado.

Luego de algunos momentos de respirar con dificultad, la miró y le sonrió. Se sonrieron el uno al otro cuando se recuperaron de tanta excitación y se encajaron en un abrazo. Rubén acariciaba el cabello de Shushita suavemente y luego le colocó un beso en la frente. Era la forma de agradecerle que lo hiciera sentir tan bien.

-Siempre pensé que eras un hombre maravilloso en la cama. –Sushita le dijo admirada. –Se que habías estado soñando con esto y yo también estoy feliz.

-No lo creo -Rubén dijo tomando aire.

-Yo solo quería tocar tus sexys tetas para ver como eran pero nunca pensé que lo fuéramos a hacer. De todos modos me diste el festín de mi vida. Te voy a extrañar, linda. Nunca olvidaré todo esto.

-Pronto me iré de viaje y no estaré mas en este lugar -dijo Sushita con un tono triste. Ella agarró sus manos y las arrastró hasta sus sudorosos senos. –Diviértete mas antes de que me vaya.

Rubén no pudo disimular su emoción y de nuevo la complació al seguirle haciendo el amor. Comenzaron todo de nuevo, desde cero.

FIN


Traducido por Marcos Urbina
Traduttore_traidore

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CUENTO ORIGINAL EN INGLÉS:

Doctor Gets a Prescription Ch. 07
Tags: Sujitha gets her turn with her neighbor
Ruban literally stumbled as he stepped inside the dark room with just his brief on. The only sign of any light came through the small window, letting in some silver rays of the moonlight through. He stood and tried hard to search for Sujitha, his next feast in Prema's house. His eyes suddenly brightened after he finally located the bed at the far of the room, close to the wall.

Sujitha was nude on the bed. Ruban could see the bed sheet pushed to the bottom end of the cot. As he inched closer, he could see her legs spread very wide. Her young curvy body was glowing in the little light. With her head resting on the pillow, her left hand was on her right breast. Ruban was thrilled at once. She was squeezing her right breast while her right hand was rubbing her crotch. From a closer view, he could see her hard nipples proudly crowned on the top of her young breasts.

"You kept me waiting for very long," Sujitha whispered. There was an invitation in her voice that was soaked in arousal. Ruban was captivated watching her lovely body, the one he had longed to watch for several years.

"I can't believe," Ruban murmured. "I hope it isn't one of those dreams."

"I am sure it is not," Sujitha hissed on the bed. "Not after I heard your loud sex with Aunt Prema."

"You heard?" Ruban asked with a gentle blush.

"Yes, I heard everything," Sujitha wasn't moving an inch as she spoke. "I heard your groans, her screams and those sexy quick slurping noises."

"But, I won't let you scream," Ruban said and crawled onto the bed. Sujitha kept smiling and slowly straightened her legs. Her eyes gently opened and looked straight into him.

Ruban reached out to her left breast and tweaked her nipple. Sujitha trembled and suddenly shrunk herself rolling into a ball. Ruban let his fingers trail through her curves from the shoulder to waist making her squirm uneasily. He continued feeling her skin by running his fingers over the swell of her hips, her shiny thighs pressing hard against her breasts, her abdomen, her calves and her ankles. Ruban crawled further closing in on her young naked body and pushed her long hair to unveil her shining back. He then gently pressed his lips against her curve on the neck and pushed his lips further till it rested on her left shoulder.

Sujitha squirmed again and her body straightened a little. Ruban's hands gripped her waist and pulled her close to him. Sujitha sprung at once and turned on her back revealing her frontal beauties to him. They felt a simultaneous current passing through their bodies as Sujitha's left breast inadvertently brushed his chest as she turned.

"Sujitha chechi, you are simply beautiful," Ruban muttered helplessly. The proximity of her sexy naked body had hardened his dick magically. With lips fluttering in excitement, he watched her young breasts heave as she breathed. His hands began aching to feel those marvelous breasts. But, began by reaching out to her crotch first and started stroking her tender public hair. Sujitha was biting her lower lips and he knew that she loved the way he had begun. His face lowered further until it reached between her legs.

Ruban gulped a load of saliva as he looked at her brightening face while his finger teased the soft pussy lips through the hair. Soon, he was stroking up and down slowly while his eyes kept watching her squirm all the time. His finger plunged in without feeling any real resistance. His thumb was stroking her clit while his finger kept exploring her cavity. She watched the amazing flames of lust burning in his eyes as he kept teasing her little nub. While his thumb pressed hard as he rubbed, his finger dove in and out of her pussy.

"Hello doctor," Ruban smirked. "How do you feel about your pussy getting examined?"

Sujitha was getting excited all the time, realizing that Ruban wasn't a novice in sex anymore. The subtle flutter on her lips suggested that she was enjoying it. He kept arousing her by reaching out to one of her perky nipples with his other hand which had hardened long back. She couldn't resist a gasp that escaped her mouth as he held the nipple with his forefinger and thumb to squeeze it once. He followed it by tugging back the nipple and freeing it at once letting it to spring back.

"Please do it again," Sujitha squealed with an appeal.

He promptly obliged her by teasing both her nipples with his fingers for a while and watched her gasp and moan in excitement. Sujitha realized that the young man was trying to be as gentle with her as he could. She shivered feeling him flick his tongue over her nipple while his finger began working in a good speed. She squirmed and began to moan. Ruban succumbed to his temptations as he bit hard on her nipple making her squirm and moan.

Her moans weren't stopping even after he let off her nipple and sailed through her body brushing his lips against her silky skin all the way. She expectantly began spreading her legs wide as she knew that his lips were destined to reach her mound. His intentions were made clear as he pulled out his finger out of her pussy as his lips approached her crotch.

Ruban started flicking the tip of his tongue against her pussy, licking through the hair, across the top of her clitoris, down through the cleft of her pussy lips. He felt her intensity building up as she moaned aloud unable to control herself. He drove his tongue down at her young cunt and slipped it inside.

Sujithas' body shook as if hit by an electrical shock. "Yes! Yes!! Yes!!!" she whimpered.

Ruban felt his dick beginning to ache. He buried his face between her legs and his mouth conquered the whole of her mound. His wiggling tongue ran amok over her swelling pussy lips. He was soon in a rage as he began kissing and licking her pussy lips in frenzy. His fingers soon joined the act by spreading her lips open allowing his tongue go about lashing all over.

Ruban wasn't relenting as he wagged his tongue around her wet pussy until he felt her approaching to an orgasm. He quickened his tongue on her pussy. Sujitha arched and quivered with just her head and feet touching the bed. Her fingers were struck in Ruban's hair pushing his head against her mound. Suddenly he felt her juices flowing over his tongue as she slumped and went limp gasping for breath. Her fingers clawed the bed after a few gentle shivers rippled through her.

"Oh Ruban!" She called out his name reaching a wonderful climax. Ruban's tongue lapped a few drops of her juices before he pulled out his tongue from her soggy pussy.

Swiftly moving on top of her, he pinned her quivering body against the bed with ease. They kept exchanging a few glances and some smiles for a while letting their breathing slow down a bit. Ruban was immediately attracted to her pinky lips and he leaned forward forcing his tongue inside her mouth. She felt the itch on her crotch resume once again, this time because of his straining dick pressing hard against her. It took just a split second for her to realize that his meat was just too big for her. "Ruban, it is so big," She said with a hint of genuine fear in her eyes.

"That's exactly what your aunt felt too," Ruban smirked.

He felt her soft cunt lips against his enlarged dick. Sujitha's fingers searched and gripped his dick and guided the tip of its head between her pussy lips. Ruban immediately came down a bit heavily on her and felt his head making its way through the parting lips. His hands reached out and gripped her waist before he humped yet again to let another inch move inside her. Sujitha groaned aloud feeling his monstrous dick ripping through her slit.

"Oh God!" Sujitha screamed in agony. Ruban couldn't conceal a cruel grin.

Their eyes met again and got locked at once. Ruban resumed rocking his hips back and forth disregarding her squeals. Soon, he realized that the whole of his huge dick had managed to penetrate into her wet pussy. Sujitha's gentle whimpers of agony died down as she began enjoying his deep penetration inside her. Ruban kept going rocking his waist relentlessly knowing very well that his dick was diving deeper and deeper with every hump. Sujitha was beginning to get thoroughly wet inside as her sheath kept expanding to let his dick rig through her hole.

"It is in almost," Ruban proclaimed proudly. Sujitha smiled in agreement and pulled him towards her body. Their lips met to kiss and soon got consumed in a whirlwind of wild lust and passion. Ruban skillfully pulled her lower lips inside his mouth and chewed the petals gently. Sujitha's arms held him tight against her mouth by clenching the back of his head. Ruban's hands crept towards her naked breasts and began caressing her curves.

They began rolling while keeping their mouths intact against each other. Her dripping cunt smartly clenched his throbbing dick as they hugged deliriously going up and down as they rolled. Sujitha managed to raise her legs and send them wrapping around his waist. She was forcing him to go deeper inside her by locking her feet behind his waist. They eventually broke the kiss and stared into each other's eyes yet again. Sujitha's face wasn't looking pale in agony any longer.

"How do you feel, Doctor?" Ruban asked with a wink. His hands cupped her breasts to squeeze them very gently. His thumbs were tapping on her nipples.

"I am in heaven," Sujitha murmured meekly.

"Me too," Ruban admitted, and truly.

"Don't stop," Sujitha pleaded. "We don't have enough time left."

"So?" Ruban smirked irritably.

"Do it!" Sujitha ordered.

"Do what?" Ruban asked with a mischievous smile.

"Oh God!" Sujitha slammed her forehead. Ruban began laughing and soon Sujitha joined him.

"OK...FUCK ME," Sujitha whispered into his ears.

"That's it," Ruban giggled. "I will. But not before completing my quota."

Sujitha wasn't kept in surprise for long as he jumped on her breasts yet again. His hand and mouth formed a lethal coalition to tease her young globes with a sudden spurt of lust. He held one breast firmly while he took the other inside his mouth. His tongue lashed out at her hard nipples and brushed all around her dark areola. He sucked each one of her breasts with more vigor and hunger than before and moaned heavily on her flesh.

"Ruban...Ruban...be gentle," Sujitha squirmed and screamed feeling his teeth making a few impressions on her breasts. She was in slight pain although her nipples looked like exploding inside his mouth. Her arms rushed through his armpits to clasp his back while her tense legs held his waist very strongly against her crotch. Ruban slowly left her nipples off his teeth lifting his head slowly from her. He watched her body jerk feeling the nipple tug back.

His eyes surveyed her writhing body and her perspiring face showing some signs of pleasurable pain. She was moaning aloud sounding as though she was crying for some help. The brief interlude on her breasts had helped his dick swell inside her and he began forcing it deep again.

"Fuck me..Fuck me," was all she could pant, mustering some strength underneath the strong young man.

His hands strongly massaged her breasts. He felt signs of spasm in her muscles as he kept pounding her pussy. He was in a mood to tease her yet again. He slowly loosened his tight leash on her although she gave harder and quicker thrusts against him. His hips raised and slowly began pulling out his dick from the depth of her pussy. He paused once he knew that it was just the head that remained clenched by her sheath.

Sujitha looked perplexed and pleaded, "Why? Why so soon??"

"I don't want to impregnate you," Ruban said with a grin.

"Please Ruban," She yelled in desperation. "Don't stop, I want you to cum inside."

He resumed with a bang and started pumping in and out of her soggy pussy. His dick plunged yet again inside the depth of her cunt and soon he was fucking for all her worth. Sujitha was writhing and moaning as dick went about pounding her in amazing speed. Ruban lowered his chest and let it brush against her breasts and feeling her hardened nipples pricking against him. While he motioned his waist as fast as he could, Sujitha was equal to the task as she kept thrusting her waist to take all his thunderous strokes.

He grunted loudly with each of his quick thrusts hitting her depths making her extremely tensed up. Sujitha could feel another orgasm ripping through as his dick bore deep into her mercilessly. Her tried slamming her hard with his waist lifted off her realizing that he was about to explode. He kept groaning louder than ever before as he emptied thick loads of warm cum deep inside her savaged pussy. Her tight wet pussy clenched his dick and milked letting his cum flow like a stream inside.

"Oh Yes! Ruban!! Oh Yes!!"

Sujitha's body stiffened and got rigid. Her gripping muscles tightened around to hold him hard. Ruban groaned yet again sending another load of come making her shriek. He shook after each shoot that ejaculated out of him while she convulsed.

He gently split her legs to let them fall on the bed. He collapsed on her pressing the whole of his body weight against her. He felt deflated after drying out his energy and began inhaling deeply. He had done something unprecedented and something he had always desired. After a few moments of hard gasping, he looked up and smirked at her. They smiled at each other after recuperating from the excitement and got inside a cuddle. Ruban stroked Sujitha's hair gently and planted a kiss on her forehead. It was his way of acknowledging his fulfillment.

"I always thought you must be a wonderful man to have on the bed," Sujitha admired. "I know you have been dreaming about this. I am very happy now."

"I still don't believe this," Ruban spoke as he gasped. "I always wanted to feel your sexy breasts and never thought it would really happen. But, you have given me a feast of my life. I am going to miss you chechi. I can't forget this throughout my life."


"I will be leaving this place very soon," Sujitha said in a saddening tone. She dragged and placed his hands on her sweating breasts. "Have some more fun before you leave."

Ruban couldn't conceal his excitement as he obliged immediately. They began all over again.
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