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Categoría: Confesiones

A los doce el amor.

Cuando cumpli los doce años fui mujer, en esa edad descubri muchas cosas, mi cuerpo cambiaba rapidamente, mis pechitos se hincharon y mis pezones adquierieron una forma hinchadita y respingona, mi pubis se inundo de pelitos negros, si me miraba parecia el sexo de una mujer, pero era una niña auque mi primer periodo ya se hubiese producido.
Mi cuerpo tomo forma y en las caderas dos curvas pronunciadas anunciaban lo que no se podia ya esconder que bajo mi vstido o mis pantalones o mi uniforme del colegio habia una mujercita con todas las ganas de amar y ser amada pero de otra forma, con mas miedos y mas fantasias que un mujer adulta.
Aquellas tardes llegaba del colegio y a veces mi mama no estaba en casa, por eso se quedo con una vecina en que si al llegar del colegio no habia nadie en casa yo iria a la suya como asi hacia.
Los vecinos no tenian hijos el era un hombre de treinta y pocos años y ella era algo mas mayor, peroe ran muy cariñosos conmigo y tenian una gran amistad con mis padres.
No tardaron en pasar muchas tardes que mi vecina no estaba en casa, asi que mi vecino al que llamare Alfredo estaba conmigo a solas.
Todo comenzao una tarde como otra cualquiera, alli sentada en el sillon a su lado, Alfredo deslizo la mano bajo mi uniforme y me puso su mano en mi rodilla, la sentia grande y tibia.
Aquel contatcto me calmaba, me gustaba sentir alli aquella mano, el se percato que no me incomodaba y no tardo en empezar a subir su mano hacia mis piernas.
Al llegar al muslo sent un escalofrio intenso y me incomode, el me susurro al oido que era normal m miedo que era ya una mujercita muy atractiva que seria una mujer muy hermosa y algunas cosas mas.
Yo podria haber cortado aquello alli mismo pues el en ningun momento me obligo ni me coacciono para nada, es mas su modo de hablarme su confianza y su libertad me dejaban en una posicion muy embarazosa pues sinceramente me gustaba sentir sus caricias en mis piernas.
Aquello duro un par de dias, al tercero su mano se deslizo a un mas hacia arriba y me toco mis braguitas, alli si meinquiete bastante, nadie ma habia tocado alli, yo misma habia empezado a tocarme muy despacio y solo durante unos instantes en mi intimidad pero nada mas.
Ahora aquel hombre maduro me estaba tocando mi sexo por encima de mis braguitas y me incomode, al tiempo que senti miedo y vinieron a mi mente las numerosas hitorias de niñas violadas y forzadas y mil cosas peores que mi abuela repetia sin descanso cuando aparecia por casa.
Sin embargo cuando quise alejarme, alfredo me susurro algo al oido y me beso en m cuello, esos besos me calamron, eran besos calculados llenos de ternura y amor, nunca me habia sentido tan bien atendida y nunca ningun chico me habia prestado tanta atencion, me senti importante.
Me beso en los labios, sus labios buscaban los mios y yo trataba de aaprtar la cara sin brusquedad no sabia que hecer ni como reaccionar, el en cambio me respondio metiendo su lengua en mi boca, la senti caliente y suave, humeda, me quede alli quieta, aquello era nuevo, sus besos de lengua me paralizaron la sensacion era tan agardable que no dude en dejarme caer en el sillon reposar mi espalda en el respaldo, mientras no habi dejado de acariciarme mis braguitas y yo ya me sentia humeda en mi intimidad.
Al tiempo que pasabn los segundos o minutos pues el tiempo ya no tenia para mi importancia alguna, Alfredo me fue bajando las braguitas, hasta quitarmelas, yo sin darme cuenta me quite los zapatos ayudandome con los talones de mis pies ¿por que habia hehco eso? no lose pero fue una reaccion espontanea, fue como decir le a Alfredo que adelante que podia poseerme o hacer conmigo lo que desease.
Ahora sus dedos me acariciaban mi coñito de niña, notaba sus dedos entre mis labios, sus dedos suves y tibios jamas me forzaron se movian con una maestria que me hacian estremecer en unmar de sensaciones nuevas y placenteras inimaginables hacia solo una hora para mi.
Al tiempo que abria mis piernecitas para que sus caricias llegaran mas a mi, empeze a gemir y a respirar con sentimiento.
AHH AH AH AH AH AH
Cada vez con mas entimiento, sus dedos me tocaban me sentia humeda y notaba sus dedos resbalando en mi coñito y paseandose por mi entrada sin llegar a meterse dentro, llegando un punto que me quise morir de placer, abri los ojos, y el estaba mirando con una mirada dulce.
MIRA MI AMOR, LAMELA ES TUYA.
al tiempo que se bajo su pantaln y calzon y vi su polla, habia visto la de mi papa y era casi igual, pero Alfredo la tenia recta del todo, me cogio un dedo de mi mano y se lo metio en su boca, me lo chupo y me lo lamio.
ASI HAZMELO IGUAL AMI
Me incline hacia su polla y la lami, era de un sabor dulce y salado, me impresiono la respiracion de Alfredo como se hizo mas profunda cuando yo empeze a lamer aquella polla.
Alfredo se fue estirando en el sillon y me cogio de la cinturita, me puso en el clasico 69, ahora me sentia avergonzada, sabia que el tenia en su cara mi coñito y lo estaba viendo todo de mi, mis intimidad quedaba en su boca y senti un gran reparo, no me dio tiempo a decir nada, su lengua entro en mi vagina al tiempo que me animaba a seguir chupando aquel falo que ahora parecia mas grande.
seguir lamiendo su falo, pero su lengua era lo mejor que ma habia pasad nunca, me la recorria de arriba abajo, me la metia dentro de mi y la sacaba para volverla a meter dentro de nuevo.
me queria morir de plcer, dios mio que placer.
Casi no acertaba a seguir lamiendo aquella polla ¿para que? si yo estaba en una nube de placer, no me imaginaba que podia sentir tanto placer en aquellos dias de mi infancia.
Alfredo seguio con mi coñito, yo estaba al borde del llanto de puro placer y una sacudidas me bajaron por mi vientre hacia abajo, era un orgasmo.
El se percato y dejo de lamerme, me giro y se puso encima de mi, yo quede debajo de el, el en medio de mis piernas, me beso en la boca de nuevo.
Me puso su polla en mi vagina y mientras s ela agaraba con una mano me la empezo a pasear entre mis labios vaginales de mujercita.
La queria para mi, de veras, la queria dentro de mi.
HAZMELO YA SOY MAYOR.
Le susurre al oido balbuceando y medio temblando.
MI NIÑA TE LO HRIA PERO AUN NO AUN NO.
Note como su punta se clavo en mi rajita, la senti entrar en mi vagina, el me susurro que l pusiera los pies en su espalda y asi lo hice.
La posicion era mas favorable y su falo se clavo un poco mas en mi, hasta que note una punzada de dolor y me queje, el se retiro pero su punta no salio de mi y alli me dio varias veces, no llego a penetrarme del todo, solo me metia su punta redonda dentro y la sacabalo suficiente para que yo la notase, dios si la notaba su punta me produjo un orgasmo bestial, aquel movimiento me volvio loca y por un segundo desee con todo mi cuerpo que Alfredo terminase la faea y me rompiese del todo, pero el no lo hizo es mas cuando me corri el se retiro pues sabia que yo estaria muy sensible.
Alfredo me junto la spiernas y puso su polla en medio de ellas, alli se balanceo unas cuatas veces yo ntaba su polla dura y ardiente entre mis piernas y como me frotaba mi clitoris, fue el climax total.
El se corrio, yo tenia la falda del uniforme puesa y note un latigazo de semen en mi vientre lo demas fue a para a mi camisa blanca escolar.
Nos quedamos quietos, yo estaba al punto del llanto, estaba tan satisfecha como asustada.
Alfrdo me explico un monton de cosas, me fui calmado, me explico que si me hubiera penetrado del todo hubiera sido un compromiso para los dos, que quiza el se arrepentriria de forzarme, yo le bese pues en ningun momento me senti forzada.
Siguieron otras tardes hasta que cumpli los trece entonces mi madre me dio llaves de casa y ya no podiamos vernos con la misma libertad.
Sin embargo Alfreo no me penetro del todo jamas, guardando yo mi flor hasta que yo quise perderla, ahora tengo 19 y pienso que Alfredo me hizo un favor, pues bastaba con decir yo no y el hubiera parado en cualquier momento pero esque yo no queira parar, es mas un par de veces le susurre que me desvirgase del todo y el siempre supo mantenerse firme.
Hay muchos taus en cuanto a las "niñas" os puedo asegurar que con doce años o incluso antes se uede disfrutar del sexo, siempre y cuando la otra persona adulta sepa lo que tiene en sus manos, un juguetito fragil al que hay que cuidar y mimar.
Esos doce años fueron para i maravillosos, y a veces pienso lo que le hubiera pasad a Alfredo si nos hubieran descubierto, y desde luego el no se lo hubiera merecido para nada.
Fui yo quien ncesitaba de Alfredo y Alfredo de mi, fuimos dos personas amandose, y mi maestro yo su alumna.
Un besito a todos.
Alba.
Datos del Relato
  • Autor: alba
  • Código: 20568
  • Fecha: 24-12-2008
  • Categoría: Confesiones
  • Media: 5.34
  • Votos: 41
  • Envios: 1
  • Lecturas: 3138
  • Valoración:
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