Vivo a destiempo del tiempo y en segundos ganados al reloj de mis horas muertas resumo mis ilusiones.
Vivo prendida de los deseos más deseosos y entre anhelos desorbitados los suspiros se me cierran en verdades.
Vivo soñando que despierto al amor, y en amores desfondados, los momentos se reducen a silencios, a dolores, a pesar de todo, se revierten en pesares.

Y pasa el tiempo y pasa la vida, mi cuerpo se acaricia de mensajes, mi alma se deja templar por la viveza de una distinta esperanza, pero mi corazón, mi corazón no cede, una lágrima y al segundo la sonrisa aflora, un nuevo llanto y al minuto me descubro sonriendo, sin saber cómo ni porqué mirando al cielo, estando, por nada, agradecida.

Pasa la vida, pasan los tiempos de las victorias y de las derrotas, y yo camino entera, camino firme, camino despierta, volcada en extraordinarios sueños de detalle que jamás contemplo como realidades detalladas. Las penas se me resumen, se transforman en ecos, pienso tu nombre y te veo adormecido entre las letras, te instalas en el cielo de mis deseos escondidos, nada tengo, todo me quitan, tratan con ello de decirme, nada poseees, no imagines, nada es para ti, no pretendas imposibles... pero nada consiguen, porque nada soy, nada escondo y nada pretendo... tan solo es mi pensamiento que se distrae imaginando tus lágrimas y por un instante una lluvia de amor en lejanía me empapa, quedo prendida de tus ojos, sin verte me vuelvo bella durmiente en tu mirada.

Yo no sé qué le pasa a mi alma, cuánto más me duelo, más elevadas palabras afloran, cuando más rebelde me muestro en el amor, cuantas más ganas tengo de olvidarte, más rezuma la ternura, más huele a libertad de sensaciones, me llenan, me arropan, me hacen vibrar, me envuelven, me abandonan en profundos sueños de pasión, calor, amor, deseo, todo se convierte en polvo de estrellas luminosas, todo se vuelve senda abierta de esperanza, mirando al infinito.

No sé qué le pasa a la vida... cuanto más vivo el destiempo de tu amor más desafiante se despierta mi alma, más desafíos me surgen distraidos entre las sábanas.

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Quise escribir hoy un cuento educativo, un cuento de enseñanza... y al empezar, las frases se rebelaron por dentro y ahora me veo cerrando este cuento con palabras unidas, con palabras de amor que, inevitablemente, por mi son amadas.

Siempre vivo a destiempo... el tiempo de mis palabras.