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Pepe y yo

Mi amigo pepe y yo habíamos convivido desde muy chicos todo tipo de aventuras, desde juegos inocentes hasta actividades de alto riesgo, nos gustaba la acción y el deporte, eso lo hacíamos con mucha frecuencia, por ello desarrollamos un físico agradable y una mejor condición física. Pepe era alto de cuerpo regular, atractivo, muy atractivo sobre todo tenía unos labios carnosos que invitaban a la fantasía. Disfrutábamos de las fiestas y compartíamos a las chicas, en más de una ocasión nos dimos buenos encerrones con varias de ellas, era sensacional. En uno de esos encerrones mientras disfrutábamos del buen vino y del placer del amor carnal con todo frenesí, mis ojos sin saber porque se clavaron como un dardo en la verga de Pepe, muchas veces habíamos jugado a medirnos nuestras respectivas vergas para ver quien la tenía más grande y casi siempre quedábamos empatados. Conocía muy bien el cuerpo de Pepe, tenía un lunar interesante en el glande que parecía un pequeño ciclope que miraba retadoramente a quien se le ponía enfrente, por ello esa tarde me sorprendí al ver su verga como si no la conociera, como si fuera la primera vez, estaba parada de una manera que no podía quitar mi mirada de ella, incluso una de las chicas hizo el comentario que si le seguía viento el pito a mi amigo de esa forma lo aniquilaría, nos reímos con gusto. Sin embargo esa imagen me acompaño varios días, mi mente no quería recordar la historia de mi niñez y lo que después había hecho, quería olvidarlo, pero esa imagen me empujaba al pasado, no quería verme ni pensar lo que había vivido, recordar el haber sido abusado de pequeño, sentir un pene en mi intimidad que me humillaba, que rosaba mi esfínter, que lo estimulaba, pero que me causaba miedo. Fueron varias veces pero no hubo penetración total solo dolor. Me sentí sucio los primeros días y nunca se lo conté a nadie, era mi secreto, pero había desarrollado un sentimiento de culpa por mi debilidad, que poco después busque castigarme introduciéndome objetos en el ano para causarme dolor, primero fueron instrumentos pequeños luego poco a poco fueron de mayor alcance, pero ya no era dolor sino placer, pero lo negaba, tenía que negarlo, no podía ser. Fueron varios años que había sodomizado mi cuerpo, hasta que un día decidí abandonar esos hábitos y me mostré al mundo como un heterosexual de éxito con mis amigas y amigos, pensé que había superado esa etapa de mi vida, pero esa noche la verga de Pepe despertó el deseo reprimido, pensaba en los dildos en mi ano y los comparaba con la verga de pepe y nada que ver, mi mente comenzó a recrear una historia de placer y de juego, mi boca comenzó a salivar y mi excitación se hizo notoria para ellas, pero no para pepe que se cogía con elegancia a la chica más pudorosa de la oficina, aquella que presumía de rectitud, que consideraba sucio el placer carnal, pero al verla aullar como una perra en celo con la verga de pepe en el culo, sentí envidia y mi mente cambio el cuerpo de la chica por el mío, eso me llevó a dar un gran suspiro de placer y decisión.
Fueron varios días de pensar de darle vueltas en mi cabeza, el sueño me había abandonado, me sentía terriblemente inquieto y no podía continuar es ese estado de exaltación.
La tarde de un viernes después del trabajo varios compañeros y chicas decidieron tomar unas copas, nos fuimos a un bar llamado “ casualmente” El gran debut. Bebimos como de costumbre, reímos como locos. Poco a poco avanzada la noche se fueron despidiendo y nos fuimos quedando solos pepe y yo. Ya era de madrugada y estábamos algo ebrios, no lleve coche ese día. Salimos del bar y abordamos su vehículo, Pepe me dijo que estaba cansado que le daba flojera llevarme a mi casa y me pidio que me quedara en la suya como muchas otras veces. Llegamos como pudimos pues pepe ya se estaba durmiendo, subimos a su habitación entre empujones y risas. La habitación era grande tenía aparte de la cama un bue sofá, en ese mueble se dejo caer como un fardo, yo me quite el saco, desanude la corbata desabotone la camisa y me la quite. Vi a Pepe luchar queriéndose quitar el saco, y mientras mas lo intentaba más se enredaba, se veía divertido. Me acerque para ayudarlo, le pedí que se pusiera de pie, lo intentaba pero se volvía a caer, era una situación bastante chusca, por fin se puso tambaleante, lo tome del brazo y como pude le quite el saco, la corbata y la camisa, pepe se volvió a caer en el sofá, aproveche para quitarme zapatos y pantalones que salieron con todo y calzones, quedando en pelotas, sin pensar jalé a pepe del cinturón para desabrocharlo, le dije que se quitara la ropa para descansar, pero solo emitió un bramido; yo estaba cansado quería dormir, pero tampoco quería dejar a pepe es ese lugar pues la madrugada estaba fría. Desabroche los pantalones y los jale con fuerza quedando Pepe desnudo, me sorprendió que no trajera ropa interior. Lo vi sentado en el sofá y sentí un escalofrío que recorrió todo mi cuerpo especialmente mi parte intima, ver la verga de Pepe me excitó, ese lunar que me veía, me atraía con una fuerza que quebrantaba mi voluntad. Pepe era mi amigo, y pensaba que no sería correcto pero estaba allí a la merced de mis delirios, me acerque lentamente temblando de miedo, Pepe estaba con las piernas abiertas y su verga colgaba con libertad, di media vuelta caminé hacía la ventana y la abrí necesitaba aire fresco, mi mente estaba confusa, respire profundamente tratando de despejar mi mente. Regresé junto a Pepe y en silencio como en un acto de sumisión, me arrodille y acerque mi cabeza a la verga de pepe, la olí, y su olor enervaba mas mis sentidos, la tome delicadamente en mis manos tratando de no despertarlo, la recorrí con mi mirada, muy de cerca, la pase por todo mi rostro cerrando los ojos para sentir su textura y suavidad, ese juego provocó que la verga de pepe se pusiera un poco dura, estaba extasiado con la delicia carnal en mis manos, venciendo todo temor abrí mi boca y por fin sentí el sabor de esa verga, no tenía la experiencia de cómo mamar, pero no importaba aprendería en la práctica, pase mi lengua por la cabeza y poco a poco la introduje casi toda en mi boca, Pepe comenzó a moverse al sentir el placer que debía provocarle la mamada que le estaba dando, de pronto levanto la cabeza, quede como petrificado, mis ojos se abrieron enormemente al ver los ojos de Pepe que miraba mi boca llena de su deliciosa verga, escuche que balbuceaba con voz entrecortada y ronca - ¿porqué me estás mamando la verga? Para ese entonces ya estaba dura y gorda, eso me tenía mas que caliente.- era una locura lo que estaba haciendo- pero lo estaba disfrutando, era algo espontaneo, ya que lo había imaginado pero no de esta forma y en tampoco tiempo. Yo seguía mamando esa suculenta verga que pronto empezó a dar señales de placer al salir las primeras gotas del liquido preseminal, era tal mi excitación que lo recibí gustosamente por primera vez, me encanto su textura y sabor. Pepe intentó levantarse, me veía con sus ojos vidriosos confundido y ebrio, contra mi voluntad deje de comerme su verga y me puse de pie, sin decir palabras lo ayude a levantarse, caminamos torpemente hasta la cama, al llegar por la inercia de nuestra torpeza caímos juntos sobre el mullido colchón, lo puse cómodo y me acosté a su lado. Su verga permanecía erguida y no sabía si continuar con mi aprendizaje mamatorio o disponerme a dormir con mis ganas y deleites no cumplidos. Pepe se acomodó del lado donde yo estaba e instintivamente me abrazó quedando mis nalgas justo frente a su verga. Era una buena oportunidad de llenarme de ella, tome la iniciativa de iniciar un movimiento de cadera tratando de apoderarme con mis nalgas de su verga, por un momento el siguió el movimiento seductor, estaba yo muy excitado que mi verga también quería explotar, pensé en mis adentros que la metiera ya, que lo estaba esperando, y solo sentía pequeños empujones, su liquido seminal mojo mi ano como la primera vez en mi infancia, pero ahora no había miedo sino un deseo descomunal de ser traspasado, medido con ese falo lindamente circuncidado. De pronto la verga de pepe comenzó a debilitarse y con ello mis esperanzas de mi primera vez de manera formal y con plena conciencia de mi mismo.
Datos del Relato
  • Categoría: Gays
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4 comentarios. Página 1 de 1
Uaemip
invitado-Uaemip 06-07-2012 00:00:00

Es mi fantasía, queisiera mamar una verga y ser culeado por algún amigo borracho. ¿No hay segunda parte de este cuento?

chavo rockero
invitado-chavo rockero 27-12-2011 00:00:00

Me encanto el final... todos hubieran esperado lo que siempre sucede, pero creo que esa amistad no se daño.

Paul
invitado-Paul 28-06-2011 00:00:00

Cuanto deseo poder llenarme de valor y poder llevarme una polla a la boca como tú, La verdad que a medida que ibas contanto como mamabas la polla de pepe hasta yo la iba saboreando, del deseo que tengo de sentir una así en toda mi garganta.

Karr Kerr
invitado-Karr Kerr 21-06-2011 00:00:00

Gracias por el relato, se que el escritor disfruto escribirlo, pero creo y estoy seguro que lo disfruto más en la experiencia

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