Amigos, una vez más les escribo para compartir mis relatos y continúo con la historia de Gaby.

Pues bien, después de esa primera sesión a gusto con Gaby, me fui enterando de más detalles de su vida, es de Veracruz, pasa de los 50 años, se vino al D.F. hace más de 10, tiene 3 hijos y además de cocinar y vender ropa, últimamente se ha dedicado a servir en casas particulares de clase alta como doméstica.

En la siguiente sesión y como les anticipé, Gaby resultó muy temperamental y su gusto por la verga se fue refinando e incrementando, ya que en esta segunda vez, llegamos al Hotel, nos bañamos por turnos, empezamos el calentamiento con un buen masaje que me quiso dar como atención al que le di la primera vez, luego de ello le pedí se recostara en la cama desnuda y boca abajo y una vez que ya la tenia bien caliente con mis masajes a sus nalguitas y vagina, conforme se la acariciaba me acerqué a su oído y le pregunté que si sabía lo que eran los juguetes sexuales y que si los había probado, a lo que me contestó que no los desconocía del todo pero ni había visto uno en su vida y menos lo había probado, sin dejar de manosearle su ya jugosa cuevita le pregunté si me dejaba hacer la prueba con ella de uno de esos juguetes y aunque se quedó callada unos segundos, me contestó que me estaba agarrando mucha confianza y dado que la habíamos pasado tan bien la vez pasada confiaría en mí, entonces le pedí que se relajara y cerrara los ojos, bajé aún más la intensidad de la luz del cuarto y continué con el masaje aunque le añadía al aceite normal uno con lubricante y de efecto térmico (calienta la piel y tiene un rico aroma), seguí masturbándola con una mano y con la otra saqué el vibrador, y lo uní al masaje de mis manos (aún apagado), empezando a rozarle con su longitud (8 pulgadas, de material suave en forma de verga), el canalillo de las nalgas, acercándolo poco a poco a su cuevita, la cual estaba más que húmeda y como que temblaba (yo creo que entre la emoción y el suspenso), así que procedí a encender el vibrador y comencé nuevamente el camino por el canalillo de sus nalguitas, las cuales no solo lo recibieron con agrado sino que hasta fue reparando la grupa para ofrecerme mejor acceso.

Con esa aceptación tácita, le acerqué la verga plástica a su coñito y lo empecé a frotar suave pero firmemente, Gaby comenzó a elevar el volumen de sus suspiros y jadeos, al oír esto seguí con la frotación pero me fui volteando en la cama de forma que mi verga se la puse en su cara como en un 69 de lado y automáticamente Gaby la tomo con sus manos y empezó a mamarla con verdadero gusto y un ritmo, suave y pausado pero hasta el fondo y alternando con besos y chupetones a mis huevos. Así que con el vibrador a un poco más de velocidad lo empecé a meter en la vagina de Gaby eso si muy bien lubricado, y como les decía que Gaby tiene perrito, vi claramente como su vagina como funda se estaba adaptando al tamaño y grosor de la verga sintética y entre sus jadeos y la mamada que me seguía dando, aquello ya era un concierto bien cachondo, le quité mi verga de su boca para metérsela, y ya entonces Gaby llevaría dos orgasmos por lo menos y su cuevita estaba perfectamente lubricada y pedía más.

Le quité el vibrador y pasé a la tradicional posición de orillita de cama con las patitas al hombro y a coger sabroso, la verdad es que comparado a la primera vez, con creces Gaby estaba respondiendo a este tratamiento y además de empinarla boca abajo, misionero, ella cabalgando y en la silla del tocador, yo medí en el reloj que ya llevábamos más de 40 minutos lime y lime y si bien no se venía tan seguido, si la tenía en un nivel constante de exitasión, ya que no dejaba de pedir más verga y al mismo tiempo de alabar la forma en que me la estaba cogiendo, repitiéndome que nunca se la habían cogido así, fue cuando aproveché el momento y le dije, ya vez Gaby tu ex-amante lejos de poder criticarte por vieja, lo que le faltó fue habilidad para despertar la cachondez que ya traías adentro y más bien se perdió de una mujer bien caliente y a toda madre.

Finalmente en esta segunda vez me la cogí dos veces, creo que fácilmente ella se vino más de 10 veces, ya que me dijo después que hasta las piernas le temblaban al día siguiente.

Sigo pensando como abordar el tema de incluir a su hija en alguna próxima sesión ya que la Doctora que me dice Gaby revisó a su hija le confirmó que lo que necesita es "hombre" y para que estamos los caballeros sino para servir a las damitas...

Espero que ese episodio se pueda dar más adelante y si es así seguro se los comparto.

Saludos y señoras, acérquense a su madurito cumplidor.

Saludos.