Con Pablo, nos criamos juntos.Le llevo solamente 6 meses de edad, practicamente somos hermanos de leche, pues cuando mi madre tuvo que operarse de prolapso, debió estar internada unos días , Carmen,su madre, me cuidó ese tiempo y habiendo tenido recientemente familia,le daba el pecho a Pablo y tambien a mi.
El padre de Pablo, don Carmelo,tiene una fábrica de pastas en Villa del Parque.
Los fines de semana se incrementa mucho el traba-jo y es cuando necesita que Pablo vaya los Sábados para elaborar mercadería para el Domingo.
Un Viernes a la noche, se murió Tony, el perri_
to que tenían hace mucho tiempo. Como ellos estarían el Sabado muy ocupados, me pidierón que les hiciera la tarea de enterrarlo en el jardín del fondo de su casa.

El Sábado despues de almorzar fuí a la casa de Pablo para cumplir el encargo. Me recibió Carmen y me llevó donde estan guardadas las herramientas.
Mientras caminaba trás de Carmen, miraba las bondades de su figura. A mis 20 años todas las mujeres me llamaban la atención, pero realmente la madre de Pablo era una mujer fenomenal. Tenía
41 años, pero unas carnes firmes donde se destacaban las nalgas y unos pechos que no podían pasar desapercibidos en ningun lado. El pelo obscuro le caía en pequeñas ondas
apenas llegandole a los hombros y un caminar suave, que parecía que se deslizara por el piso.
No pude dejar de pensar en don Carmelo,le lle_
vaba unos cuantos años a Carmen y parecía más el
padre que el marido.

Con la pala y la bolsa donde estaban los restos de Tony, fuí al fondo y bajo el sol de Enero con un calor agobiante, me dedique a hacer el pozo que necesitaba.
Terminé mi tarea bastante agotado pues el terreno a pesar de haber llovido el día anterior estaba muy compacto. Las zapatillas y mis piernas embarradas.

-Te pusiste a la miseria -me dijo Carmen.
-No es nada .-le contesté- llego a casa y me
baño.
-No te vás a ir así.-me dijo.-Te doy un toallón
y te das un baño acá
.
Cuando terminé de bañarme, me cubrí con el toallóny fuí a buscar mi ropa que Carmen había llevado para limpiarla un poco.
Se había recostado en su dormitorio y al pasar frente a la puerta me dijo:
- Dani. Te preparé un vaso de jugo con hielo.
Entré al dormitorio medio en penumbras y sobre la mesa de noche, había una bandeja con vasos.
Me senté en la orilla de la cama junto a Carmen
y el toallón se abrió al sentarme, pero hice como que no lo notaba.
Ella estaba con una pierna flexionada ,que hacía
que su vestido dejara ver parte de sus muslos.
-Me estaba acordando- dijo- de cuando te tuve
que dar el pecho de bebé.
-A pasado mucho tiempo- le contesté.
-Ya lo créo- y agregó- estás hecho un hombre.
- Pero vos Carmen, seguís siendo joven y atractiva como siempre- y como sin darme cuenta, dejé mi mano sobre su rodilla.
Me miró profundo a los ojos y murmuró:
-¿ en verdad ,te parezco atractiva ?.
- Muchísimo - afirmé.
Se quedó en silencio. Yo tambien.
Mi mano seguía en su rodilla. Y muy lentamente
acariciaba su piel en círculos suaves.
- A veces, siento que el tiempo pasa demasiado
rápido- y agregó, como meditando- Carmelo no me requiere como mujer y eso me pone triste.
- Don Carmelo es un tonto,si no te valora-dije.
- No seas atrevido.- y me golpeó levemente en el
brazo.-y dejo su mano sobre mi brazo.
Nuevamente el silencio se hizo entre ambos.
Mi mano sobre su rodilla seguía leves caricias
casi inocentes. Poco a poco empecé a acariciar su pierna en la parte interna.
-Dani! Que estás haciendo- dijo en voz baja.
- Nada. Solo te estoy acariciando.-contesté.
- Me estás poniendo nerviosa. Si alguien se enterara de esto.-dejó sin terminar la frase.
- Yo nunca diría nada. Esta conversación es entre vos y yo -la calmé, y mi mano yá acariciaba francamente su entrepierna.
-Me estás exitando-dijo- eres muy atrevido.
Ya mi mano había llegado a su pubis y le acariciaba por sobre la trusa.
Ella empezó a respirarar agitada y cerró los
ojos echando la cabeza hacia atras.
-Se suave conmigo. Por favor- murmuraba .
El vestido que tenía,se abotonaba en el frente.
Lo desprendí por completo y lo abri de ambos lados.No tenía corpiño.
Tiré mi toallón de lado y me ubiqué entre sus piernas . Besaba sus pechos hermosos y firmes, con pezones duros como aceitunas. Bajé por su vientre, lamiendo cada centimetro de su piel.
- Me estás volviendo loca -se quejaba- haceme
tuya.Haceme lo que quieras.
Lentamente fui bajando su trusa y sumerjí mi boca en su vajina. Recorrí la humedad de sus jugos y lamí su clitoris y su vulva.
Carmen gemía y se revolcaba tirando de las sábanas .
- Maldito. Me estas volviendo loca-gritaba-Por
favor,quiero tenerte dentro.Ponémela. Llenáme.
-Te voy a cojer como nunca te han cojido-le aseguré a su oído.
Mi miembro estaba en una erección colosal. Lentamente con sus jugos lubricando la vajina, fuí
metiendoselo . Gritaba y se retorcía de placer.
Embestía con su vientre mi organo y sus uñas se clavaban en mi espalda.
Para mi estar con esta hermosa mujer,era el paroximio total. Estaba por acabar y no podía retenerme más.
-Acabo, hijo de puta.Acabo. Dios mío.-
gemía -Aha.
- Yo tambien. Acabamos juntos- grité- Acabá que
te lleno, perra.
.
Esa tarde con Carmen, la madre de mi amigo Pa_
blo, fue la mas maravillosa de mis encamadas.
Repetimos otras veces y siempre gozamos como no
muchos pueden hacerlo, ya que lo prohibido y lo
ansiádo por ambos, lo hace incomparable.

Dani