Con mi segundo novio aprendí a chupar lentamente, en cada encuentro me perfeccionaba más, al principio fue solo la cabecita, luego el me cogía de la cabeza y me hacía metérmelo más cada vez; claro que él, antes de eso, me hacía unas sopas fenomenales, sus labios y su lengua tenían un poder de succión que me hacían derretirme, estremecerme hasta quedar completamente satisfecha.
Cada vez lo introducía más y me fui acostumbrando, aunque por momentos lo sentía ya en mi garganta y quería vomitar, es que quería introducirlo todo y me causaba repulsión, no por no me gustara sino porque me causaba atoro, como que me quitaba la respiración, pero después de un tiempo se lo engullía todo rápidamente y lo volvía a sacar, me hacía lagrimear los ojos y se me salían los mocos pero me acostumbré y se me hizo normal.
Un día después de haberme chupado mis tetas, mi concha y penetrarme dándome mucho placer, sacó su pene de mi vagina y me pidió que lo chupara; anteriormente, unas 2 veces se vino en mi boca y escupí su semen, esta vez me pidió que me lo tragara, - es que cuando lo sacas de tu boca me quitas placer- me dijo, - te voy a ayudar deteniendo tu cabeza cuando me venga, agregó.
Se recostó sobre la cabecera de la cama y me puse manos a la obra, o mejor boca a la obra, fui chupando suave, y poco a poco iba acelerando, por momentos me lo introducía todo hasta hacerme arquear, eran los instantes en que él se sentía mejor, al fin llegó el momento en que se estremeció, me agarró de la cabeza y empujó su pinga hasta mi garganta,retrocedí para recibirlo en mi boca, esta quedó llena de su leche, que me pareció con sabor a ensalada de frutas que me lo tragué de un solo envío; quedé con su pinga en mi boca para recibir lo que siguiera viniendo y tragármelo.
Fico, mi novio, quedó muy complacido, yo también por haberle dado gusto, desde ese día cada vez que nos veíamos para hacer el amor y yo estaba en días fértiles, ya no compramos preservativos, se lo chupaba hasta que se vaciara y me tragaba su semen, me llegó a gustar de tal manera que con solo pensar en eso me excitaba, esperaba pronto volver a tenerlo dentro de mi boca y pasar ese caliente sabor a frutas por mi garganta.
Un día domingo, ya en Trujillo, fui a visitarlo por la mañana como a las 9:30, Fico vivía con su hermana, los 2 estaban en la Universidad, lo encontré solo viendo su programa político en la tele, en la sala de su casa, me hizo pasar y me senté a su lado, él estaba concentrado en su programa, cuando lo abracé, noté que su pene se erectaba, se bajó el cierre de sus pantalones y sacó su pinga para que lo mamara, me incliné a chupar mientras el veía la tele, chupé y chupé y nada que se venía, cuando creo el sentía la sensación de vaciarse me lo sacaba de la boca y me hacía chupar sus bolas, adopté muchas posiciones para no cansarme y seguía chupando, me gustaba pero quería que si viniera ya porque estaba cansada, al final cuando terminó el programa, se concentró en lo que yo hacía y se corrió llenando mi boca de semen que tragué enseguida.
Ese fue mi récord mamando, pongamos que fue desde las diez, el programa terminaba más de las once, tranquilo chupé su pene una hora, ese día me dolía la quijada para masticar, me alimenté despacio.
hola chica