Sentía el huevo muy sensible y sexy -me hubiera tardado todo el día en este asunto y todavía lo tendría parado, duro. Ella siguió con su movimiento, mamando huevo -agarraba mi palo, lo apretaba con sus pequeños dedos. Mis bolas ya estaban como encendidas, incendiadas de placer -yo solo le repetía: "Eso, que sabroso, divino, ah, qué rico mamas, m" También le decía que la amaba, que yo estaba enamorado de ella. Miré hacia sus piernas y cuca entre estas y de repente sentí que a iba a acabar. Pero no quería tener aquel orgasmo divino dentro de su boca -quería sentir lo apretado de su virgen cuca sacándome la leche de mi palo. Así que retiré el huevo de la boca y ella se quedó mirándome, con una señal en su cara como si me preguntara algo. "Acuéstate" le di esta orden y ella obedeció, emparejándose de espalda completamente con aquel lazo blanco virgen bien abierto.
Me quité los zapatos con los pies y me desvestí totalmente mientras ella miraba hacia arriba observando lo que yo hacía. Luego le separé las piernas un poco y me arrodillé en el medio. Ver aquel cuerpo puro, virgen, me volvió loco y lleno de deseo. Era muy fascinante, sugestiva, entre las piernas, coño, demasiado sensual y erótica, no tengo palabras para expresarlo, no puedo enunciar lo bonita que era, ya me la quería coger, follar aquella vagina caliente y sexy y sentir sus muslos pegando contra los míos.
Le toqué la cuca con mi huevo y ella se arqueó hacia atrás de repente, tomando aire. Estaba mojada, bien buena, me di cuenta, y descansé la punta del pene sobre la húmeda abertura. Oía que decía débilmente:
"No" que salía de sus labios y comencé a metérselo suavemente dentro de la vulva: "Aaay, oh, m, uh, uh…"
Sus ojos estaban cerrados y gozaba como una sonrisa en su boca. Mi huevo de repente se puso mas grande y duro, mas parado, todavía se sentía muy sexy, coño, casi explotando de un deseo hambriento de cuca -su mano me acariciaba entre las piernas, lo que hacía que yo me excitara mas por lo cual no me pude aguantar, así que se lo metí mas adentro -ingresando dentro de aquella caliente y resbaloso paraíso privado, dentro de aquel espacio vaginal buscando llenar de placer aquel huevo insatisfecho, duro como piedra, deseoso de cucaracha.
De repente ella se arqueó mas y se echo hacia atrás y subió las piernas llevándolas hacia atrás, las abrió bien, lo mas que pudo: "Agarrame el culo" le ordené con voz desesperada. Ella colocó las manos alrededor de mi espalda y las desplazó hasta mis nalgas y sentí algo tibio, erótico, como brillo en mis nalgas cuando me acarició la ardiente piel con la punta de sus dedos. Al mismo tiempo, una ola de sensaciones eróticas se desplazó desde mis piernas hacia arriba, comenzando por las bolas y terminado en mi abdomen. Mi mente estaba destruida, dominada por este paraíso, por este éxtasis. Mi respiración se volvió mas difícil y sentí como me llegaba el orgasmo. De repente pensé:
"Dios mío, no tengo ninguna clase de protección!"
Pero me olvidé de eso -el placer era demasiado grande- nada podría evitar aquello, ni detenerme para lograr toda mi satisfacción, y cuando mi cuerpo apretó el huevo hinchado contra la cuca, sentí que medía el doble de su tamaño y en aquel sublime momento antes de la eyaculación, mis oídos me estallaban y los ojos se me salían, la respiración se detuvo luego de tomar mucho aire. Luego: "Uh, ay, ah" yo gemía incoherentemente.
Mi huevo salió disparado hacia adelante y entró a través de toda la vagina hasta la base del pene -rompiendo la piel del glande al echarse para atrás bajo tal presión, todo el tiempo hacia adentro dejando al descubierto la parte mas sensible de mi polla, rozando contra la resbalosa y sexy cuca, en medio de mucha fricción, buenos restregones dentro de aquella maravillosa panocha.
Jenny dejó escapar un grito muy fuerte de dolor y placer a la vez y me hundió sus afiladas uñas en mis nalgas haciéndome vociferar en medio de mis gemidos y ruidos por aquel placer que yo sentía. Miré hacia abajo, su cuerpo, una vez mas y aquello que vi, su jóvenes vírgenes tetas y sexo entre sus piernas, sus muslos, intensificaron mis sentimientos de deseos por cojerme, follarme aquella cuca virgen e inocente y sentir mi tembloroso y hambriento huevo deseoso de aventura, en medio de aquel roce dentro de la carne resbalosa, apretada y caliente de su panocha.
Las contracciones musculares intensas adentro de mi culo enviaban choques de éxtasis desde mis rodillas hasta mis muslos y centro de mis piernas, en mis bolas y luego hasta la punta de mi pene, el cual comenzó a explotar dentro del espacio interior, muy caliente de la vagina, de Jenny.
Sacudía, agitaba mi culo peludo y excitado, hacia arriba y hacia abajo rápidamente con amplios movimientos de esfuerzo, ánimo y osadía, hasta que sentí una última y violenta necesidad: lo hundí, presionando lo mas adentro posible -yo sentía bien, completamente su feminidad, la caliente vagina, la cuca, como me agarraba, apretaba, el calenturiento huevo.
Ella colocó sus piernas alrededor de mi espalda y apretó fuertemente como si esto ayudara a que se lo metiera mas hondo. Algo hizo explotar mi mente, y fue pensar que mi peludo y musculoso culo hacia los movimiento necesarios para que mi polla de diera duro por su cuca virgen y pura, por lo que la punta de mi polla, parecida a la de un animal hambriento, se sacudía salvajemente taladrando y todando todo dentro de la profunda y delicada, acariciadora carne vaginal y húmeda de Jenny.
El semen explotó, saliendo -reventando su inocente útero y haciéndome producir un estático y desesperado "Aay, ah!!" por cada disparo de leche caliente e intenté con los músculos de mi culo presionar mas adentro todavía con cada contracción, mas adentro, mas, mi polla loca quería mas de mas aquella caliente cuca, no estaba satisfecho, y me parecía que estaba sintiendo, tocando, la abertura del cuello del útero el cual recibía la esperma proveniente de mis excitadas bolas.
Cuando el último chorro de leche salió, yo gemi suavemente:
"ah, oh, ay" al sentír aquel embriaguez, aquel letargo cuando my polla por fin quedó plenamente satisfecha, orgullosa.
Continuará.