Me hicieron un casting en un sofá
Mientras estuve de paseo en Hollywood, mi mente solo se concentraba en tratar de ver alguna persona famosa. Me puse a caminar por las calles, conversando un poco con algunas personas en algunos lugares y visitando las tiendas con vitrinas. Yo quería ver a alguien famoso y en verdad, la mayoría de las personas que veía parecían actores y actrices, pero no eran conocidos para mí, o tal vez no los reconocía.
Mis padres y yo estábamos de vacaciones en el estado de California. Es muy diferente al lugar en donde vivo en el oeste medio. Nuestro hotel era muy elegante, había tiendas interesantes y cafés que no teníamos allá en nuestra ciudad de origen, y la gente de aquí era encantadora.
Me sentí como ridícula y torpe sentada allí, sola, en uno de los cafés del boulevard, en la parte de afuera en donde hay mesas, pero yo de verdad solo quería ver a algún actor famoso de Hollywood. Estuve como una hora mirando gente. No sabría que hacer si de repente llegara Brad Pitt. A mis padres, por su parte, no les interesaba esto. Ellos habían decidido visitar un museo de cera.
Después de salir del café deje de mirar personas y me puse a caminar por algunos mercados. En uno de los puestos había unas bellezas de pulseras que podía comprar para llevármelas cuando regresara de viaje y regalarlas a mis amigas. Las observaba cuidadosamente para escoger una, cuando de repente tuve la sensación extraña de que alguien me observaba. Sentí un tipo parado a mi lado, así que me cambié a otro sitio, y seguí buscando la pulsera que mas me gustaba.
"¿Cuánto cuestan éstas?" -pregunté a la mujer del puesto.
"Cinco dólares cada una" -respondió. Miró de una forma rara sobre mi hombro y algo nerviosa. No le dí mucha importancia y comencé a buscar el dinero dentro de mi cartera. Antes de que sacara el dinero, el tipo detrás de mí extendió la mano y le pagó a la mujer las pulseras. Me dí la vuelta bastante asustada. El tipo no me dió miedo. Era un hombre maduro, ya entrado en años, pero no tan viejo, muy buen mozo y atractivo. Me sonrió, lo cual me hizo pensar que sólo estaba coqueteándome. Por un momento creí que era un famoso actor, porque yo estaba muy entusiasmada por conocer alguno.
"No se preocupe", dijo en forma muy informal. Tenía una bella sonrisa.
"Bueno, gracias" dije como una idiota. Mis padres me habían advertido que tuviera cuidado y no me metiera en problemas. Me imagino que éste sería un tipo al que no debía tenerle miedo, rico, que buscaba a alguna muchacha tonta. Lo miré de nuevo para ver si me era conocido por alguna película, pero no lo distinguía.
"No quería asustarla, señorita. Me llamo Pablo Rodríguez y trabajo para Platinum Casting" dijo, estrechándome la mano. Tenía unas manos bonitas.
"¿Platinum…?" dije. Al comienzo yo no tenía ni idea de lo que hablaba. Pensé que trataba de venderme algo e intenté seguir mi camino pero él seguía a mi lado; era muy insistente, porfiado.
"Casting" usted parece la persona ideal para darle un pequeño papel en una película que vamos a comenzar a filmar. Me gustaría hablar con usted un minuto si tiene tiempo" dijo rápidamente. Hablaba suavemente, y me sonreía mucho. Debí ponerme a la defensiva pero no lo hice. En lugar de eso me emocioné, pensando que iba a ser rica y famosa.
"Usted no es de aquí, ¿No?" dijo.
"No, de Iowa" contesté.
"Que bueno. Siempre estoy buscando nuevos talentos. No me gusta contratar actrices que ya están quemadas y tienen muchas mañas." Parecía que me estaba tomando el pelo, un chiste, y hasta me sentí algo ofendida, como que me estaba tomando del pelo. ¡Yo no iba a discutir con un tipo que quería darme la oportunidad para que me filmaran y saliera en una película!
"¿Ah, si?, ¿y cual es el papel?" -pregunté, tratando de mantener la calma.
"Es el de una mesonera. No es mucho, solo tiene que hablar, nada mas. Ese es su papel. Ya he entrevistado a dos actrices muy renombradas, pero a mi me gustaría conseguir una muchacha bien centrada para este papel," dijo.
Todo me parecía bueno.
"… pero me gustaría encontrar a una muchacha decidida a hacer de de todo".
"Eso sería…" dije tartamudeando.
"Yo se, muy bueno si lo hicieras. Quisiera preguntarte: ¿Podrías venir a mi hotel para que hagamos una audición como a las 6.00 p.m., si puedes?"
Me dió una tarjeta de presentación con una dirección de un hotel escrita en la parte de atrás. Me pareció autentica, no era falsa.
"Claro que si, no hay problema" dije. El corazón me latía aceleradamente, porque yo creía que iba a estar en la audición para una gran película."
"Muy bien.. entonces nos vemos allí, señorita… "Elsy".
"Le veo a las 6:00 Elsy," dijo guiñándome un ojo. Sentí como si caminase sobre una nube. En lugar de ver personas famosas, yo misma estaba a punto de convertirme en una de ellas. Me fuí corriendo a mi hotel. No encontré problemas, porque mis padres todavía no habían llegado. Me puse a pensar como haría para ensayar la audición si solo me quedaban dos horas. Parecía que yo le caía bien a Pablo, así que pensé que tenía aquí una buena oportunidad.
Me dí un baño y me puse unos shorts nuevos y una franela. Eran como las 4:30 y no podía estar tranquila en la habitación, así que me fui caminando hasta donde estaba el hotel de Pablo, llegue a su cuarto. Pensé en dejarles a mis padres una nota, pero me imaginaba como se pondrían de enojados cuando supieran que estaba con desconocidos, así que lo deje así y no escribí nada. No me preocupé en ningún momento si esta audición era verdad o mentira; tal vez no era un truco peligroso, pero este era mi sueño; tenia hambre de fama, estar en películas, ser rica y famosa.
Llegué como una hora mas temprano y toqué la puerta de la habitación. No respondieron, así que me senté en el pasillo a esperar. El corazón me latía, quería hacer una buena audición, pasar el examen. Me puse de pie rápidamente para saludarlo cuando de repente vi que venia por el pasillo:
"Hola, Elsy, llegaste temprano", me sonrió.
"Bueno, puedo esperar si lo desea." Yo iba a hacer cualquier cosa para no perder esta oportunidad.
"No, no tiene importancia. Podemos empezar ya si quieres", dijo mientras abría la puerta. Era una verdadera habitación. Yo ya me estaba imaginando fantasías en audiciones de películas. Nunca pensé que fuera raro -poco común- que una audición tuviera lugar en una habitación de un hotel, y a las 6:00 de la tarde.
"Claro, me gustaría estar de regreso antes de que oscurezca" dije. Yo sabía que mis padres se enojarían si tardaba demasiado tiempo. "Ah no, esto no nos llevará mucho tiempo" dijo. Se quitó el saco y se sentó en la mesa. Yo me senté al su lado; es difícil describir lo ansiosa que yo estaba.
"¿Tiene alguna experiencia actuando?" me preguntó, mirándome a los ojos.
"Bueno, he estado en obras de teatro en el colegio". Pensé cuidadosamente como responder, esperando no equivocarme.
"Está bien… ¿algo más?" preguntó.
"No, solo eso" dije, y ya me empecé a preocupar.
"Por algo se comienza. ¿Le gustaría leer este guión un poquito?. A usted le toca la parte de una mesonera llamada Elena". Me dijo ésto y me entregó un largo papel del guión. El corazón me latía alocadamente.
"Yo comienzo" -dijo. "¿Qué tiene hoy para comer?" me sonrió sin dejar de mirarme. Respiré profundamente y comencé:
"Hola, como están?. Tengo salmón a la parrilla con papas dulces… es muy bueno".
"¿Eso es todo? contestó.
"Disculpe, es que todavía no he cambiado el papel del menú, vine solamente para tomar su pedido porque la otra muchacha no está.", dije leyendo todo del guión.
Pablo no siguió leyendo su parte. Cerró el guión y se quedó mirándome en silencio. Yo estaba tan nerviosa porque no sabía si había metido la pata. O se dió cuenta que yo tenia talento, o que no servía para esto, una de dos.
"Perdone, es que estoy nerviosa", exclamé.
"Bueno Elsy, usted lo leyó muy bien, pero tengo que ser sincero con usted y decirle que ya hablé con el director esta mañana y sólo quiere contratar a profesionales".
El corazón parecía hundírseme en el pecho, y sentí como si estubiese perdiendo mi tiempo: "Entonces, ¿no me van a dar el papel?" -pregunté.
"Bueno, yo podría convencerlo para que cambie de opinión, pero me costaría mucho hacerlo", dijo. Sentí como si estubiese jugando conmigo o tomándome el pelo.
"Ah", dije tranquilamente, tratando de contener las lágrimas.
"Pero yo quiero emplearla a usted, Elsy. No sé si vale la pena que yo haga un esfuerzo tratando de convencer al director para que le haga unas tomas", dijo.
"Pero yo si quiero, me gustaría, no lo voy a defraudar" dije tartamudeando, tratando de no llorar. Pablo suspiró y se inclinó hacia atrás en su silla. Ojalá me tuviera lástima.
¿De verdad quiere hacer esto? ¿Le gusta?" preguntó.
"Si, haría lo que fuera", dije sin pensarlo.
"¿Cualquier cosa?" dijo, sonriéndome morboso.
"Bueno, casi… " dije torpemente cruzando mis piernas. Ya estaba nerviosa por lo que me acababa de decir.
"Creo que tú misma tendrás que preguntarte si lo quieres hacer o no, que no sea algo obligado" dijo en un tono como dándome una advertencia.
El corazón me latía. Seguramente esta sería mi única oportunidad de ser famosa. Decirle a Pablo que yo estaba decidida a hacer de todo sería dejar a un lado mi dignidad. Era una decisión muy difícil para mí. Él me sonrió, dándole risa mi ansiedad. Yo normalmente no haría nada estúpido, pero ya no me podía inhibir, no tenía frenos, no pensaba nada, porque sólo deseaba la fama.
"Dígame, se trata de una mamada?, ¿nada más tengo que hacer eso? -exclamé.
"Claro, algo así. Solamente si desea hacerlo", dijo.
Me tenía justo en donde quería, en la palma de su mano. Tragué saliva, nunca le había mamado el huevo a nadie. Todo lo que sabía de eso era lo que había oído a mis amigas que contaban chistes sobre eso en el colegio. Yo sabía que no debía morder el pene, y tratar de usar la lengua. No podía creer que yo fuera a hacer esto, y Pablo se quedó mirando cuando me levanté de la silla y me puse de rodillas frente a él. Esperé a que se bajara el cierre del pantalón, pero no lo hizo.
"Vamos, siga, ¿lo quiere hacer o no?" –me regañó. No necesitaba que me dieran más ánimo, yo quería este papel de mamadora de huevo, así que le desabotoné los pantalones y bajé la cremallera yo misma, le restregué entre las piernas levantando la vista para ver si en realidad me iba a dejar hacerlo. El hombre me miró de una manera impaciente, así que metí la mano dentro de los interiores y se lo agarré para sacarlo. Lo tenía grande, pero todavía flácido. Lo sostuve en mi mano, y tragué saliva cuando sentí que se le estaba parando, teniendo una erección.
"Tómese su tiempo", dijo poniéndome una mano en la cabeza y pasándome los dedos por el cabello.
"Ojalá todo esto valiera la pena" -pensé. Me incliné sobre sus piernas y cerré mis labios alrededor del blando pene. Aumentó rápidamente de tamaño dentro de mi boca y se lo comencé a mamar suavemente, bien alrededor hasta que se puso muy duro. Yo me movía hacia arriba y hacia abajo, mamándoselo mientras oía como gemía el tipo.
Yo estaba como hipnotizada manteniendo un ritmo constante, fijo; ésto era mas rico de lo que pensaba. Aparentemente él sentía más placer que yo. Siguió creciendo el pene entre mis labios hasta que me los estiró dejándomelos bien separados. Yo gageaba –gag, gag, glub, club, ga,ga, ga!! Y tuve que detenerme un par de veces cuando trataba de ahogarme. Me puse a restregarlo con la mano mientras trataba de respirar. Me encantó como se sentía, era duro pero en cierta forma, blando. Le hice la paja hacia arriba y hacia abajo.
"Dígame si de verdad ¿Quiere hacer esta parte mamando huevo en la película?" gimió.
Yo tragué y cerré los labios alrededor del huevo otra vez. Le daba con la lengua alrededor, metiéndomelo completamente, profundo dentro de la boca. Era tibio y sabía salado; parecía embriagada, una borracha. Él comenzó a agarrarme por el cabello, lastimándome, me dolía, pero yo lo sentía muy delicioso. Supongo que ésto valdría la pena si yo me iba a transformar en una actriz.
Seguí así unos minutos más, subiendo y bajando, entrando y saliendo de la boca. Luego colocó su mano detrás de mi cabeza y me empezó a presionar, a apretar la cabeza bien duro hacia adentro, metiéndome la cabeza dentro de sus piernas de manera que el huevo se clavara hasta la parte de atrás de mi boca. Me tenía bien controlada con sus apretados movimientos, dándole duro a mi cabeza metiéndome y sacándome el huevo de la boca, pa'tras y pa'lante.
"¡Así nena!" gemía, y yo ya estaba azul por lo difícil de la respiración. Me tuvo mamando así por un buen rato, luego me agarró por el cabello y me empujó fuertemente la cabeza hacia atrás. Se sacó su cosa de mi boca y me dejó respirar nuevamente. Bueno, yo creía que aquí terminaba todo, y que no iba a ir mas allá que una mamada de huevo. Pero el tipo me empujó la cabeza de nuevo hacia delante sobre sus piernas, y seguí mamándoselo como un animal hambriento, resegándole las piernas, gimiendo. Echaba las caderas hacia delante al mismo tiempo que me empujaba la cabeza hacia abajo para obligarme a gagear con este huevo metido en la boca hasta lo profundo. Era algo muy humillante, pero yo le seguía pasando la lengua alrededor y se lo mamaba lo mejor que podía.
El huevo palpitaba dentro de mi boca mientras yo me lo metía desesperadamente más adentro de la garganta. Gracias a Dios que no llegaba tan adentro. Seguí mamando y se aprovechó de mí hasta que sentí cuando comenzó a eyacular. El chorro de semen se disparó directamente a mi garganta y él me mantuvo la cabeza debajo, de manera que no tenía oportunidad de evitar aquel semen. Todo cayó dentro de mi estómago vacío. Era algo muy espeso, tosco. Definitivamente, creo que yo sí quería este papel en la película mamando huevo.
"Ah, así," gemía. Me dio la oportunidad para respirar otra vez. Me limpié los labios, muy juguetona, traviesa y retozona. De todos modos estaba excitada por esta experiencia que acababa de tener. Pablo se subió el cierre y aparentemente se olvidó de mi. Me puse de pie tratando de recuperar mi dignidad.
"Eso estuvo muy bueno, todavía no tiene que irse, ¿no?. ¿Quiere quedarse un rato mas?" -me preguntó.
"Claro" contesté. Yo quería saber más sobre ésta película, y mi líbido podía más que yo. Era una muchacha normal que buscaba una oportunidad para sentirse realizada. Pablo me sonrió y se levantó junto conmigo. Parecía que yo le gustaba mucho a este hombre mayor.
"¿Tiene hambre la niña?" , me preguntó mientras me ponía los brazos alrededor de la cintura.
"No, de verdad, no" -contesté. "Pero me gustaría un refresco".
Yo quería tomar algo para pasar el semen y que se me quitara el mal sabor de la boca y del estómago. Coloqué mis brazos alrededor de su cuello y dejé que me besara en la mejilla. No me besó en los labios. El corazón me latía aceleradamente y por primera vez y me dí cuenta que yo tenía la cuca mojada. Me soltó y me dió unas palmaditas en la cabeza como si yo fuera su mascota.
"Voy por el pasillo a buscar una Coca Cola, ¿ok?" -dijo.
"Claro" -contesté, y me senté sobre la cama.
La cabeza me daba vueltas por tanta emoción. Respiré profundamente y me acosté de espaldas. Sentía como si estuviera sobre una nube. Pablo parecía muy sincero y yo le caía bien, por lo que supongo me pondría en la película. No me importó que ya fuesen las 7:00 de la noche, mis padres se estarían preguntando si había tenido algún problema en la calle. Pienso que se alegrarían mucho si supieran que su hija iba a ser una actriz famosa.
Pablo regresó a la habitación con mi refresco y se sentó a mi lado. Me pasaba la mano por la espalda muy amorosamente mientras yo tomaba algunos sorbos de Coca Cola. Esto me ayudaba a pasar la leche que me había quedado en la boca.
"Entonces, ¿me van a dar el papel?" pregunté sintiéndome ya muy segura y confidente.
"Bueno verás, no puedo garantizarte nada, pero hay una posibilidad de un 90 por ciento" -dijo.
Yo quería una seguridad, que me garantizaran algo. Se dió cuenta que yo estaba algo molesta e intentó subirme los ánimos. Dejó de restregarme la espalda. Mis ojos lo miraron, yo confiaba en él. Luego me metió las manos entre las piernas, tratando de agarrarme la cuca. Yo no queria perder el control, volverme loca con éste amigo, pero no podía aguantarme. Estaba lejos del lugar en donde vivía y no me perjudicaría porque nadie me conocía aquí. Abrí las piernas dejándole que me agarrara mi sexo. Me apretó y restregó la cuca sobre los shorts. Dejé caer la Coca Cola en el suelo en el momento en que chillé, como gruñendo, quejándome de placer.
.continuará