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el bus en la escursión.

Yo, resto recostado en la fría ventana ya más tibia por el calor que desprende mi cara. Viendo infinitos paisajes, rosadas marrones de todas las clases, en ellos reina el placido sol que hoy luce más que nunca, penetra en mis sensibles y claros ojos, haciéndolos llorar y poniéndolos rojos; cruzado de piernas, mis brazos tendidos, mi cintura caída, y mi cara enrojeciéndose, con mi mirada ya perdida hacia esos continuos y parecidos paisajes. Mientras mi pequeña pero inteligente mente, pensando en todo, en un el antes, en un después, en el ahora; creyendo en todo, basándose en esos monótonas montañas apreciadas y observadas por mi mirada. En todo esto preguntándome en un: ¿de verdad a valido la pena? Creyendo que ella ya poco quiere saber de mi. Mi corazón mi dice sigue luchando, pero mi mente dice que lo dije correr, que ya ahora son metas perdidas, incluso que salga de su vida como persona. En todo eso cae una lágrima por mi mejilla, que refleja el dolor de todo aquel momento, la impotencia de mi amor a seguir por ella o para ella, y momentos después levanto mi recostada mano y aparto la lágrima de mi cara, ya por debajo mis labios, cojo mi húmeda camiseta y seco mi desalado ojo derecho. Sigo pensando en todo aquello, pienso como serán mis 9 días sin ella de vacaciones, y solo se me ocurren palabras como solitarios, trágicos, y quizás inútiles para definirlos. Pasan unos minutos y mi mirada empieza a decaer, empieza a necesitar de mi mano para seguir en pie. En aquellos instantes cojo la cortina con mi mano, y me oculto entre ella, creando una bella y solitaria intimidad entre yo y el exterior; para aquel entonces aquel autobús, aquel cristal que aguantaba mi cabeza parecía distanciarnos todos por un momento del mundo, y tener o crear cada uno el suyo propio para tener su bien estar. Levanto la mirada después de 35 minutos decaída y me parece ver Laura 2 sitios más adelante, sola también y recostada por igual que yo, me froto los ojos creyendo totalmente falsa aquella sensación y los vuelvo a abrir, pero no, era verdad, y yo pienso, que estará imaginando en esos momentos, que estará pasando por su cabeza, que le inspirarán los paisajes que yo mismo observo en aquel momento, ¿pensará en un después al igual que yo? ¿Creerá en un echar al pasado atrás? ¿O sencillamente deseará desconectar por unos momentos de aquel mundo y pensar en cualquier otra cosa que le diera una sensación placentera? Y en aquel mismo momento ella gira la cabeza como para inicialmente cambiar de posición pero sorprendentemente levanta su quizás también perdida mirada y mira a mis ojos, yo decaigo y vuelvo a recostar mi cabeza como si nada extraño hubiera pasado. Y el nerviosismo y la incertidumbre finalizan por fin por momentos. Yo sigo pensando y soñando despierto, creo poder tenerla algún día entre mis manos, creo poder tener solo un paso entre su corazón y el mío, el amor que nos pueda unir; pero aquel pensar pronto finaliza, ya que era totalmente irreal, al menos hasta el momentos y durante al menos unos largos meses. Después de aquello finalmente pienso en aquellos últimos días entre ella y yo, la amistad, porqué ya nada más existía un ella y yo en mis sueños, no podía pedir nada más o eso creía. Recuerdo todos mis últimos sentimientos, mis ya pasadas emociones, y solo me hacen llegar a un pensar, y es que la pierdo, que de aquí un tiempo, cuando todo esto ya sea pasado lejano yo ya no seré nada para ella, ni tan solos un amigo con el que compartir los momentos y las penas, pero también las alegres naturalmente. Noto que la pierdo y no puedo, noto la que siento y ella no está, siento, noto, pienso…son tantas cosas juntas, son tantas pesadillas reales, es un sin vivir para mi, lo son todo, pero preferiría que no fueran nada. A continuación el autocar frena repentinamente, y parece que hemos llegado al lugar de nuestro destino, aparca en su correspondiente lugar y para el motor, la gente se levanto y empieza a impacientarse por salir al exterior, por creo yo volver a la realidad de siempre, abren el maletero cogen las bolsas y se alejan, yo bajo tranquilo y pensativa y marcho sin un claro camino que camino. O bus bello bus, tu que me has dado esos momentos, tu que has creado un estado de pensar de poder reflexionar, ojalá esto vuelva a poder repetirse ojalá algún día puede creer estar fuera de mi mundo, de mi espacio y poder pensar y pensar hasta nunca descansar. Quizás esto no vuelva a repetirse, quizás yo nunca jamás puede huir de mi mundo… en ese bus creí estar muerto, creí dominarlo todo, pude tener mi gran momento de gloria, pude tener un pequeño rato de lo que le llamaría yo. Buena vida, respetada por los demás en la que poder pensar opinar reflexionar y hasta declarar. O bus bello bus, tu cristal, tu ventana, mi huir, mi poder pensar. Gracias por darme ese privilegio que poco tiene, gracias por dejar por un momento poder morir y no sentir. Gracias de verdad, GRACIAS.
Datos del Relato
  • Categoría: Varios
  • Media: 5.22
  • Votos: 36
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Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
paola
invitado-paola 05-07-2004 00:00:00

Sabes mas que nada tienes o escribes como poesia es eso, y no lo que se tiene que escribir en esta seccion tu sabes que no es de poesia si no de erotico.... ten mas cuidado sale, aunque pues si esta bien lo que escribiste pero fijate bien sale....suerte a la proxima

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