~~Aquella mañana no fueron las caricias de mi amante las que me despertaron. Ni su voz susurrando los buenos dias en mis oidos. Habia algo distinto en el ambiente, un calor que no habia estado ahi otras mañanas. Mis parpados me escocian ligeramente y a pesar de tener los ojos cerrados, lo que veian mis ojos no era la negritud que se supone normal sino como una especie de oscuridad incandescente, como si el color negro quisiera probar a convertirse en un rojo momentaneo. Abri primero un ojo, luego el otro y pude comprobar el por que de esas sensaciones: Un enorme circulo naranja, achatado por sus polos, se elevaba voluminoso en el cielo del amanecer. Una preciosa imagen la que me regalaba el sol aquel dia.
Aunque somnolienta, no pude volver a cerrar los ojos y me quede contemplando hipnotizada el despertar del dia, el como el sol se iba haciendo blanco, redondo, aunque algo mas pequeño, la luz entraba en la habitacion casi de modo violento, coloreandola y llenando de matices luminosos cada rincon, cada mueble, cada pliegue de las sabanas que nos envolvian a Carlo y a mi. Me preguntaba como era posible que el siguiera dormido con semejante luminosidad, cuando note una caricia suya en donde mi espalda se acaba y se vuelve curva. Sonrei, estaba despierto y me acariciaba, era lo primero que hacia siempre y me gustaba sentirme deseada de ese modo, como si fuera lo primero que pensaba nada mas despertarse. Sin embargo la caricia se hizo constante, rigida, permanente... me volvi para ver la causa de una caricia tan poco movil y comprobe que segui dormido, al menos su mente, pero no su sexo, que, rigido, habia estado presionando contra mi en lo que yo habia equivocado con su caricia.
Una sonrisa perversa se dibujo en mi rostro al decidir que desperdiciar aquella irrigacion sanguinea en su pene seria una pena, con un movimiento de mi brazo retire las sabanas que nos cubrian quedando los dos desnudos completamente bajo el sol cada vez mas blanco. Siempre me sorprende la dureza que puede alcanzar un pedazo de carne como ese, mis manos lo masajearon con la lentitud acostumbrada, retirando la piel del glande hacia atras ritmicamente, masturbandole a camara lenta, como a mi me gusta, deleitandome con cada movimiento.
Me arrodille ante el, dando la espalda al amplio ventanal que quedaba a la derecha de nuestra cama, de modo que mi trasero recibio directamente los rayos del sol... empece besando su vientre sin soltar su pene con una mano mientras con la otra acariciaba su pubis, segui besando sus muslos e ingles mientras el seguia dormido, lami sus piernas, segui bombeando en su pene con mi mano y de repente me di cuenta de que estaba inesperadamente excitadisima y que la temperatura de mi sexo era inusualmente alta cuando apenas habia empezado a hacer nada. Mire hacia atras y alli estaba el sol, calentandome, retandome. Algo, aun no se bien el que, se activo en mi mente. Recuerdo que a los pocos minutos estaba acariciando mi cuerpo mientras el sol lo inundaba con mis rayos, de frente a la ventana y de espaldas a Carlo y me sentia absolutamente excitada y caliente bajo la luz matutina. Mis dos manos se deslizaban por mi piel, el sol me bañaba obsceno y altivo desde el cielo... y otras dos manos, empezaron a subir desde mis rodillas apoyadas en el colchon hasta mi sexo; Carlo, al fin despierto acariciaba la cara interna de mis muslos con sus masculinas manos avidas de mi cuerpo.
Aquello sonaba a una deliciosa amenaza, se incorporo sobre sus rodillas detras de mi y volvi a notar su dureza contra mis nalgas, me deje hacer, sus manos subieron por mi vientre y atraparon mis pechos, sus besos conquistaron centimetro a centimetro todo mi cuello, sus muslos e ingles se apretaron lujuriosos contra mi culito que yo sacaba hacia atras para chocar con el, provocarle, incitarle, retarle... yo lleve mis manos hacia atras y capture su cabeza agarrandole de sus cabellos y obligandole suavemente a seguir besando mi cuello mi nuca mi barbilla, mis mejillas... me encantaba esa postura en la que el venia a mi desde atras, pero ademas no estabamos solos.
Muchas veces ambos habiamos fantaseado con hacer un trio, yo se que el se muere de ganas por que yo disfrute con dos hombres a la vez para mi solita, pero aquella mañana nuestro partenaire era mejor que otro hombre, era etereo pero omnipresente, no habia modo de escapar de el y acariciaba sin piedad cada poro de nuestra piel, se introducia por cada recondito rincon de nuestros cuerpos suavemente y elevaba la temperatura de ambos a cada minuto. Me sentia entre dos amantes, por detras, mi Carlo, de frente, el Sol, poderoso y radiante... Mi amante incandescente hacia crecer mis pezones que solo la lengua de mi amante corporeo podia rebajar su temperatura a cambio de volverme loca con sus succiones y mordiscos. Mi amante de hidrogeno y helio resbalaba por mi vientre y bañaba de gotitas perladas de sudor mi piel, mientras mi amante fisico las esparcia con sus manos y las besaba alli donde llegaba su boca deseosa de mi. Mi amante solar calentaba mis negros y abundantes cabellos que mi amante humano esparcia por sus hombros y apartaba sabiamente para derretir cada lado de mi cuello con sus besos.
Mi amante iridiscente hacia hervir mis flujos vaginales que ya goteaban por mis muslos mientras mi amante de piel y carne introducia dos dedos en mi sexo que resbalaban hacia mi interior y se retorcian explorando mi intimidad y arrancando gemidos de mi garganta, al abrir la boca, la luz me penetraba en ella, podia notar como mi lengua se calentaba con ella y mi saliva se secaba hasta que la boca de mi Carlo me hacia un trasvase de fluido que yo agradecia mordiendo su carnoso labio inferior queriendo quedarme con el como si fuera mio, solo mio.
Carlo acomodo su pene entre mis nalgas y lo ensalivo para frotarlo contra mi esfinter, me eche algo mas hacia delante para facilitar el frotamiento de mi culito mientras que el otro frotamiento el de sus dedos en mi vagina me empezaba a sacar de mi, ni siquiera note llegar el orgasmo, sencillamente estallo y en la cuspide de el abri los ojos y mire directamente al Sol, testigo participe y causante de mi placer, aunque mis ojos me dolieron quise que e sol me penetrar por mi boca abierta y mis ojos expectantes, queria tener su calor dentro de mi... tambien en mis otros orificios corporales, por eso cuando me recupere me di la vuelta y empece a masturbar a mi amante de musculos y huesos mientras el amante de calor se ensañaba con mis nalgas castigandolas con un baño de luz que podria quemar mi piel blanquita si duraba mucho tiempo.
Puse el pene de Carlo al Sol, note como se encendia entre el Sol y mis manos, su piel caliente entro en mi boca para apagarse, pero se encendio aun mas, nunca me habia gustado tanto su polla dentro de mi boca como aquella vez, porque estaba ardiendo por el Sol, que como buen amante bisexual, tambien calentaba a mi chico. Con el culito hacia el Sol, abri con mis manos mis nalgas y mi sexo para notar como la luz me penetraba, note el calor de inmediato en mis labios mayores y menores, hasta mi clitoris se calento como si un radiador estuviera a centimetros de el, me estaba volviendo loca con aquella carne ardiendo entre mis labios y mi sexo y mi culito penetrados eteramente por el Sol incansable, la penetracion se hacia casi fisica cuando mis flujos deslizaban por mis ingles y notaba que ardia en lo mas interior de mi.
Use mis manos para masturbarme ferozmente, tanto que si no hubiera sido por lo mojada que estaba me hubiera hecho daño y cuando note un orgasmo violento y brutal venir poco a poco Carlo introdujo en dedo ensalivado en mi culito, mentalmente pense que el Sol se habia dignado a bajar de su cetro astral para sodomizarme, para premiar mi lealtad y mi adoracion hacia el, me aferre a esa surrealista idea para alcanzar un orgasmo tan delirante que mordi el pene de Carlo en su base (ya que estaba todo dentro de mi) no pude gritar con la boca llena pero mis gemidos fueron de una violencia que ni yo conocia y un orgasmo que senti en mi ano, mi coñito y mi boca, inundo furibundo todo mi cuerpo y perdi por interminables segundos la nocion de la realidad. En esos momentos de inconsciencia, una perturbadora imagen vino a mi mente. Un Apolo que irradiaba luz, cuya piel era de la textura naranja y oleica con la que vemos el Sol en las fotos de los telescopios, me agarraba por las muñecas y me penetraba desde atras embistiendome con violencia y sodomizandome mientras gritaba desgarrada de placer. Despues el Apolo adquirio la cara de Carlo: Mis dos amantes mezclados y fundidos en uno solo para mi disfrute.
Cuando abri los ojos, la polla de Carlo, que no se habia corrido, estaba centimetros de mi cara, bañada por el Sol, el se masturbaba lentamente y yo fije la vista en sus nalgas y en el agujerito que alli se escondia y que parecia q al Sol le costaba encontrar. Le mire y le sorprendi con solo 8 rotundas palabras. Se quedo de piedra antes tan peregrina peticion, pero no opuso resistencia, se tumbo boca abajo y me dejo poner la almohada bajo su vientre para que s culito estuviera elevado, me coloque a horcajadas sobre el de modo de mi sexo frotaba con su nuca o su columna vertebral y abri sus nalgas haciendo que el Sol entrara entre ellas, me agache y empece a morderle los gluteos, lamerlos, besarlos, arañarlos y acercandome cada vez mas a su agujerito. ?l frotaba su pene contra el colchon, pero asi el Sol no podia acariciarselo, se lo saque y lo puse e vertical en angulo de 180 ? grados con su vientre de modo que su culo y su pene estaban a mi vista... y a la de nuestro amante estelar. Lamia con fruicion su esfinter y de vez en cuando arañaba la piel de su sexo para torturarle. Me encanto notar como el Sol hacia subir la temperatura de su piel y de su musculado culito, tambien la de su esfinter cada vez mas dilatado, lo abri al maximo, vi como la luz lo penetraba y la imagen del Apolo anaranjado irradiando energia, enculando a Carlo me excito a tope de nuevo tanto que empece a frotarme contra su espalda con mi pubis y mis pechos pense .
Su pene estaba al rojo vivo, su glande denotaba por su intenso color rosaceo purpura, la cantidad de sangre que le erectaba le dedique estirandome para poder llegar unos leng?etazos pero pare al ver que estaba proyectando sombra con mi cuerpo sobre su culito: No, no, no, no, el Sol se lo tenia que follar bien follado, ja, ja, ja, ja. Le introduje un dedo y empece a sacarlo y meterlo ritmicamente cada vez mas rapido, y quise pensar que mi dedo era un trozo de Sol, un rayo de Sol que a modo de pene profundizaba en el recto de mi chico. Se puso tan cachondo que me suplico que le dejara follarme y no tuvo que insistir mucho, la verdad. Eso si, nos colocamos de modo que el Sol siguiera siendo protagonista, el se tumbo boca arriba y yo me deje caer sobre su mastil erecto, de espaldas a el pero de frente siempre a mi Apolo llameante.
Su pene me lleno mientras mi sexo se llenaba tambien de luz ardiente, me agarro de los pechos dejando los pezones rodeados por sus dedos y empujados hacia fuera para que recibieran mejor la caricia solar que los hacia arder entre las manos de mi chico, mi boca fue penetrada de nuevo por el Sol, mis ojos llenados de luz, mi cabello abrasado, mi ombligo tambien, mis muslos, mis piernas... toda yo me bañaba en luz ardiente, fogosa, llameante, luminosa, blanca, radiante... Me senti doblemente penetrada y aun recuerdo aquella como mi primera doble penetracion, de carne y luz, de sexo y fuego, de musculo y energia... y Carlo empezo a correrse salvajemente dentro de mi sexo y me corri... me corri, me corri, y me volvi a correr y el Apolo llameante volvio a aparecer en mi mente follandome sin piedad y eyaculando semen incandescente y protuberancias solares, llamaradas seminales dentro de mi y sobre mis tetas mi piel mi boca, en mi culo y en mi coño en mis ingles y en mis cabellos, en mi cara en mi frente en mi nuca, toda yo llena de esperma solar la luz era semen luminoso que me baño entera y crei sumergirme en la eyaculacion de mis dos amantes... y cai rendida antes el orgasmo mas esoterico que jamas tuve.
Desayunando se lo explique a Carlo. ?l lo entendio y alucino conmigo, el verano siguiente tome el sol mas que nunca, me puse morena como nunca y solo ver el Sol me excitaba, me calentaba y mis hormonas se volvian locas. Fue mi primer trio, que no el ultimo, pero si el mas especial, lo repetimos y una vez Carlo me pidio un trio menos luminoso pero semejante, aunque con un ente femenino: La Luna.
Pero eso, es otra historia, si quereis, algun dia la compartiremos.