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Categoría: Gays

Usado como la putita de mi mejor amigo

Cuando estaba en el cole fui un adolescente que maduro tarde. Cuando mi mejor amigo ya tenia una vergota gruesa y madura yo apenas tenia un poco de vello y la tenia como de 7 cm.



Yo siempre notaba como a el le gustaba demostrar lo grande que la tenia y buscaba cualquier excusa para desnudarse enfrente de mi y enseñármela. A mi me gustaba mucho vérsela y a menudo fantaseaba con tocársela y metérmela en mi boca y mamársela como degenerado, pero nunca me atrevía a decir nada.



Un fin de semana me quede a dormir a su casa para ir a una fiesta por la noche. Como ya íbamos tarde me dijo que nos bañáramos juntos para ahorrar tiempo y yo accedí.



Nos quitamos la ropa y su enorme verga estaba semi erecta. Yo no pude ocultar mi pequeña erección pero igual entré. Estando allí desnudos en la ducha nuestros cuerpos se tocaban y yo me excitaba mucho. El era mas alto que yo y tenia muy buen físico. Su culo era fuerte y velloso y sus piernas musculosas y morenas. En mis adentros ansiaba que me tomara por la fuerza y me usara como su mujercita.



Su pecho era ancho y con un poco de vello y estaba muy moreno pues el surfeaba. No pude evitar notar como me veía con curiosidad y me pregunto que si eso era todo lo que se me paraba. Yo le contesté que si y le devolví la pregunta.



El me dijo que cuando se le paraba era más del doble que la mía y yo me hice el que no le creía para ver si me enseñaba. Sin dudarlo comenzó a masturbarse y vi como su verga pulsante se iba llenando de sangre volviéndose enorme. Asombrado vi como le crecía a un tamaño de unos 18 centímetros. Yo nunca había visto un pene así, menos en el de un amigo de la infancia que hacia solo unos años la tenía igual a la mía.



Me encantaba sentir que el se sintiera mas grande y fuerte que yo e imaginaba como seria que el me dominara y me violara. Esto me éxito y se me paro mas (solo unos 8 cm).



Yo le dije con admiración que era mas del doble de larga y de grueso que la mía y para comprobar las pusimos juntas. Me éxito tanto ver mi pequeña verga a la par de la de mi amigo que no resistí pegarla a la suya. El contacto con aquella masa de carne ardiente me puso a mil. Me encantaba el contraste, su piel morena y su pubis cubierto de vello contrastaban con mi piel blanca y casi lampiña. Me sentía tan delicado a la par de aquel hombre. Nuestras vergas se veían como David y Goliat.



Le pregunté si le molestaba que la tocara y me dijo que no y comencé a frotársela, era mas excitación de la que jamas había sentido en mi vida y creo que para el también. Su manguera era grande y caliente y pulsaba en mis manos. El hizo lo mismo tomando mi verguita en su mano y sobándomela. Su mano la cubría entera y su calor me excitaba mucho. Como él ya estaba muy excitadome, me pregunto que si me atrevería a mamársela que el no contaría nada.



Sin decir nada me arrodille en la ducha ante él y lo contemplé en todo su esplendor. Era enorme, me sentía tan pequeño y sumiso de rodillas frente a el que mi pequeño pene casi explotaba de extinción. Podía ver como él me veía a los ojos con una mirada que nunca antes le había visto. Como quien ve a una esclava o una puta que esta apunto de complacerlo.



Primero tome con una mano sus dos enormes bolas. Su saco era tan grande que apenas cabía en mi mano. Las acaricie apretándolas suavemente y vi como el líquido preseminalse formaba en la punta de su glande. "pruébalo" me dijo ansioso de verme mamar. Obediente puse mi lengua sobre su glande lamiendo el salado líquido. Pase mi lengua por todo su contorno y pase mis labios a lo largo de sus 18 cm como había visto que lo hacían las mujeres en las pornos. Llegue a la base de su mástil y pase mi lenguita deseosa por su huevos. Luego me metí uno de ellos en su boca y el rió nerviosamente. Su textura me agradaba, eran grandes y peludos como siempre los había imaginado.



Después me concentré en tratar de tragármela. El adoptó una postura muy dominante y puso una mano en mi cabeza y comenzó a introducirme su pene lentamente en la boca como si se tratara de una vagina.



Se sentía muy bien pero era tan grande que sentía ganas de vomitar cuando llegaba a mi garganta y tan gruesa que las comisuras de mis labios se estiraban con un poco de dolor. Sentía sus caderas moverse cada vez mas rápido mientras me usaba para su propio placer. Sus manos sujetaban fuertemente mi cabello como si yo fuese a tratar de escapar.



Cuando se iba a venir comenzó a metérmela tanto que quise retirarme pero sus brazos fuertes retuvieron firmemente mi cabeza para que enorme órgano pudiera seguir penetrando mi boca a su antojo. De pronto sentí su semen caliente y salado comenzar a brotar y llenar mi boca y garganta.



Era tanto que logré apartar mi boca para no atragantarme pero el en su éxtasis continuo empujando su vergota contra mi cara para terminar de satisfacerse. La tomó en su mano y comenzó a bombeársela a manera de segur salpicándome en la cara. Era deliciosos! Sentía como sus chorros de semen golpeaban mi rostro mientras yo trataba de tragarlo todo..



Al final el calló agotado y riendo de placer frente a mi mientras la ducha seguía cayendo. Yo estaba lleno de su semen y su sabor aun estaba en todos los rincones de mi boca. Entonces me ordenó que se lo terminara de limpiar y yo pase me lengua por todo su miembro tragándome cada gota de su sabroso líquido. Nunca había probado el semen y jamás había visto tanta cantidad de él, pero su sabor me excitaba aun más.



Cuando hube acabado, su pene se había encogido pero aun así era mucho mas grande que el mío erecto.



Me sentía tan excitado de haberle hecho de puta a mi amigo.



Después de eso nos terminamos de vestir como si nada hubiera pasado, el no me mencionó nada ni yo tampoco pero a los dos nos brillaban los ojos al juntar las miradas. El me veía de una manera diferente. Como lujuriosa y eso me excitaba aun más a mi.



Fuimos a la fiesta y esta pasó sin eventualidades. Conocimos chicas y bailamos. Mi amigo en particular conoció una chica que le gustó mucho y se la pasó platicando con ella toda la noche. Yo me quedé con otros amigos simplemente pasándola bien y recordando lo que había sucedido hacía solo unas horas.



Cuando regresamos a su en su carro casa él me iba contando en el camino lo mucho que le había gustado la chica de la fiesta y las ganas que le habían dado de cogérsela. Yo le dije que tenia razón que era una chica muy rica y no lo culpaba por sentirse excitado. En sus pantalones podía ver como su bulto varonil comenzaba a ponerse tenso de nuevo y no pude aguantar las ganas de tocárselo. "De verdad que estas excitado" le dije "y eso de que ya te viniste una vez este día" dije haciendo alusión por primera vez al incidente de la ducha. El rió nerviosamente, aparentemente no quería abordar el tema directamente pero no me dijo que le quitara la mono del paquete.



Cuando llegamos nos desvestimos y nos acostamos a dormir en su cama como lo hacíamos desde pequeños, y que era bastante grande para los dos. El seguía fantaseando con la chica de la fiesta y yo añoraba que me hiciese todo lo que quería hacerle a ella. Yo estaba de espaldas a el cuando lo sentí acerárceme por detrás. Su calor era evidente y sentí la piel de su pecho contra mi espalda y su mástil dentro de su calzoncillo en la raja de mi culito.



"Porque no hacemos como que vos eras Katy" me dijo refiriéndose a la chica. "De por si era como de tu estatura y como casi no tenés vello se va a sentir igual"



"Está bien!" contesté exitadísimo y me pegue más a su cuerpo. Podía sentir como me envolvía con sus brazos y me besaba el cuello. Sus manos acariciaban mi pecho como si tuviera tetas y se frotaba rítmicamente contra mi trasero.



Entonces me dio vuelta con sus brazos y me besó en la boca. Era la primera vez que besaba a un hombre y la textura áspera de su barbilla me gustó mucho. Me acariciaba el cabello y el cuello, me besaba y me pasaba la lengua por os pezones como fuera una mujer. Yo lo aceptaba todo y acariciaba su cabeza mientras el succionaba mis pezones.



"Katy, mi amor" decía imaginándose a la chica. A mi no me importaba siempre y cuando me lo hiciera a mi, es más me excitaba mas "Que cogida te voy a dar!"



Luego de unos minutos de esto se subió sobre mi y comenzó a frotar su paquete sobre el mío a través de los calzoncillos. Podía sentir sus enormes y suaves huevos frotándose contra mi pene erecto a su máximo. Yo metí una mano entre nuestros cuerpos y tomé su garrote en mi mano. Estaba enorme como en la ducha y sus movimientos bruscos me decían que deseaba estar dentro de mi.



Su sudor me empezaba a empapar. Yo besaba su pecho y sus pezones así como su cuello y boca. Lo sentía tan grande, tan fuerte y pesado sobre mi cuerpo fino que me hacia sentir de verdad como si fuera una mujercita aguantando a semejante macho.



Por unos segundos el se detuvo y fue al baño de donde regresó con una botella de crema para la piel. Se hincó sobre mi y se quitó el calzoncillo revelando de nuevo su magnífico mástil y untándoselo abundantemente con la crema.



"Hoy si vas a ver la cogida que te voy a dar putita!" me dijo sabiendo que a mi me podía tratar así sin que pusiera objeción.



Me arrancó mi calzoncillo y me dijo que me pusiera de cuatro patas. Yo lo hice y el se dejó caer sobre mi besando mi espalda y pasando sus manos con rema por todo mi lampiño cuerpo. Se detuvo un momento en mi verguita y la metió junto con mis huevos con una sola de sus manos. Pasaba sus manos por mi pecho como si acariciase unas tetas y yo estaba exitadísimo. Su poya, mientras tanto, reposaba en medio de mis nalgas como un monstruo listo para entrar en acción.



"Vas a ser mi putita hoy, cabrona!" Entonces colocó el glande de su órgano pulsante a la entrada de mi culito. Paso primero unas veces su dedo por el como para abrir un poco de campo. Yo tenía un poco de miedo pero muchas ganas de que me penetrara como tanto había fantaseado Con los ojos cerrados esperé lo que venía.



Al principio se tuvo que ayudar con las manos para introducir su gruesa cabeza. E dolor fue inmenso y di un pequeño pujido de dolor. A el esto pareció exitarlo y me preguntó "Te duele ha putita? Es grande verdad?" yo asentí con la cabeza pero el quería que le contestara y dando un empujoncito más a su poyota la introdujo un poco "Ha? Te duele?" yo le conteste que si y el me dijo que me preparara que no me había metido ni la punta.



Después de eso comenzó a balancearse lentamente entrando y saliendo poco a poco y sentí como mi ano se iba relajando, sin embargo no dejaba de apretar los ojos pues su enorme palo me causaba aun un poco de dolor.



Sus manos me sujetaban firmemente por las caderas y me decía lo apretadita y rica que estaba. Gracias a la abundante crema y sus empujoncitos graduales, logró empalarme hasta la mitad de sabroso falo.



"Que sentís? Me pregunto, pro el tono familiar de su voz sabía que se dirigía a mi y no a Katy.



"Me gusta, pero es muy grande" le contesté.



"Queréis que te lo meta todo?" me preguntó



"Si por favor seguí" le dije



Con eso sentí como me comenzó a jalar por las caderas con sus fuertes brazos hundiéndose lentamente en mi ano. Tras lo que pareció una eternidad sentí la suave caricia de sus vellos en mis nalgas junto con el calor de su par de enormes bolas.



Esteban dio un gemido de placer al sentir su poya por completo en mi interior y me dijo: "Ahora si mi amor vas a ver como te lleno enteriza de mi leche!" de nuevo me había convertido en Kati, su mujercita.



Comenzó a bombearme con tal fuerza que me salieron lágrimas de los ojos, pero a la vez sentía un placer indescriptible que nunca antes había imaginado. Sacaba su poya hasta la mitad de su longitud y luego volvía a clavarme en ella con sus manos en mi cintura. Sus manos acariciaban mis nalgas y me tomaba por el cabello para dominarme y me decía:



"Toma putita, ves lo que es un hombre de verdad, que rico es cogerte zorrita, que rico es hacerte mi puta!"



Sus embestidas se volvieron más y más rápidas hasta que la fin sentí como me comenzaba a llenar de su sabrosa esencia cálida. Su semen fue un alivio pues lubrico todo mi culo haciéndome sentir aun más placer.



Cuando hubo terminado de evacuar se desplomó a mi lado y yo me acosté sobre su pecho acariciando su vello, El tiernamente acariciaba mi cabello y me decía lo mucho que le había gustado cogerme.



Yo pensaba que el se iba a dormir agotado de la follada que me acababa de dar, pero para mi sorpresa me dijo que ahora me tocaba a mi, por haberme portado como tan buena putita.



Me quito las sábanas de encima dejándome desnudo. Mi pequeña erección aun se notaba y el se acercó a ella y la introdujo entera sin ningún problema en su boca, incluso se la metió con todo y sus huevos. Mi poya bailaba dentro de su boca tibia y húmeda y el la hacía moverse con su lengua. Me succionó tan deliciosamente que al fin me vine en el mayor orgasmo que había tenido en mi vida. Las pocas gotas de semen que podía producir en ese entonces cayeron en su boca y el las tragó sin problema. Después me besó en la boca y me abrazó con sus musculosos brazos. Me sentía como toda una putia que había satisfecho a su macho. Me quede un rato jugueteando con sus bolas peludas hasta quedarnos quedamos dormidos.



De allí en adelante todo siguió normal. Ante el mundo éramos los mejores amigos, teníamos novias y salíamos a fiestas. Pero cuando me quedaba en su casa a dormir volvía ser cualquier chica que el quisiera que fuera y o complacía como la mejor de las putas.


Datos del Relato
  • Categoría: Gays
  • Media: 5.2
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