Me siento con la obligación de expresar por escrito un episodio que es valioso comentarlo. Nos invitaron a una finca de unas amistades a pasar el fin de semana, me llamo Liliana Brigitte y Luis mi esposo. Tengo 34 años de edad cabello negro, mi estatura 1.70 mts., ni gorda ni delgada.
Llegamos a la finca al medio dia y en el almuerzo conocimos a varias parejas que estaban de huéspedes. Todo el tiempo eran risas, cuentos picantes y tomando un licor exquisito de la zona. No se pudo salir a pasear por la lluvia y el frio que hacia afuera. Fuimos a las habitaciones que nos indicaron, al no existir luz eléctrica utilizamos velas prendidas para caminar por la estancia.
El baño queda al finalizar el corredor principal, todos estábamos contentos por el programa de mañana de montar a caballo para ir a la montana y comer carne asada. Nos acostamos como era nuestra costumbre con mi esposo totalmente desnudo, siento que la polla la tiene dura y procedo a besarle entre mis labios y lengua. Pone su mano en mi vagina estimulando mi clítoris y humedeciendo mi vagina totalmente. Le indico que voy al baño a orinar antes de darnos una buena culiada por el deseo que tengo como consecuencia de los tragos que tomamos. Me cubro con una batona larga y sin prender la vela, sigo el semi obscuro pasillo hasta llegar al bano en donde dejo salir toda mi orina. Al regresar abro la puerta de la habitación que nos habían asignado, me retiro la batona diciéndole a mi marido que estoy lista para una buena culiada, retiro las cobijas acercando mi boca a la verga flácida y luego se pone totalmente dura como me encanta, abro mis piernas para cabalgar sobre mi marido, agarro su verga muy dura metiéndole en mi vagina poco a poco y luego comienzo a mover mi cadera en círculos ante el jadeo que teníamos y en especial por mi excitación orgásmica que me ponía picarona por el lugar donde nos encontramos. Se queda quieto sintiendo como su leche entra a mi vagina mientras toma mis senos y los besa con placer. Al retirarme la leche de mi marido se riega por mis muslos y decido ponerme la batona para ir al baño nuevamente y limpiar mi vagina y piernas por la cantidad recibida. Salgo en la semi obscuridad caminando por el pasillo hasta llegar al baño en donde aseo mis muslos y vagina que la tengo caliente y excitada. Al salir una mano me toma del hombro diciéndome que es Luis (mi marido) dándome un buen susto, que le espere que entra al baño a orinar y regresamos juntos para darnos una culiadita y diciendo que me he demorado bastante en regresar a la habitación.
En la habitación nos acostamos cogiéndole su verga que la tenia empinada por el deseo, le pedi que se ponga sobre mi y meta su verga hasta lo mas profundo de mi vagina, me dice que mi chuchita se encuentra muy caliente y con bastante liquido en el interior por mi alta excitación, su mete y saca era feroz ante mi excitación que produjo un fuerte orgasmo que gemi de placer ante la salida de la leche en mi interior de mi marido. Nos separamos diciéndole que me gusto me haya eyaculado nuevamente en pocos instantes. Diciendo mi esposo que debo estar sonando porque es la primera vez que eyacula en la noche dentro de mi vagina. Le indique que es verdad que posiblemente el trago y mi sueño me hicieron pensar semejante situación. Le abrace tiernamente dándole besos y nos quedamos dormidos profundamente.
Nos despertamos muy tranquilos con la incomodad de cruzar el pasillos para ir al baño. En el comedor al desayunar y prepararnos al paseo matutino, pensaba quien sera la persona que nos dimos una buena culiada sin conocernos en ningún momento. Al regresar a nuestra casa me siento totalmente tranquila y feliz por la buena experiencia no consentida pero si realizada.