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Categoría: Incestos

Mi Cuñadita Yani - Parte Final

Historia dedicada a Plastilina, autora de relatos eróticos que tiene tiempo desaparecida...


Pasamos ese fin de semana sin ninguna situación fuera de lo que ahora era una relación “normal” entre nosotros, salvo el Domingo, último día en el cual podríamos desatar nuestras más intensas pasiones…Ya en la noche, encontrándonos ambos retozando en la cama totalmente desnudos, Yani me manifiesta que desea hacer algo especial, pues se nos acabaría muy pronto la libertad. Me pide que acostado, distendiera mis brazos y piernas, que cerrara mis ojos y no la tocara, a lo cual accedí…poco a poco, siento la húmeda lengua de Yani por distintas partes de mi cuerpo, tan solo oía leves sonidos emitidos por ella y que a la vez, hacía que mi excitación fuera en aumento…sentí cuando sus labios saborearon mi pene como si se tratara de un chupete, eso sí, muy brevemente, porque entonces Yani se coloca encima mío, de frente a mi cara colocando su vagina en mi rostro…sentía ese suave aroma a hembra…tan característico de ella y la humedad de su intimidad me invitaba a comenzar a saborear ese néctar exquisito, que brotaba de unos cada vez más hinchados labios…mi lengua al hacer contacto con su clítoris, producía un efecto estremecedor en Yani, que si bien se contenía en pronunciar frases, sus gemidos y sus movimientos pélvicos hacia mi rostro a la vez que sentía que la parte interna de sus muslos me aprisionaban y que sentía toda mi cara cubierta de sus jugos, me comenzaban a indicar que su excitación íba en aumento…entonces y para mi sorpresa, Yani conservando su posición encima de mi cara, se voltea, mantiene su vagina igualmente frente a mi pero adopta la típica posición del 69…mutuamente nos saboreamos los líquidos productos de nuestra excitación…sentía cómo su boca succionaba con fuerza mi pene a la vez que con sus manos apretaba fuertemente el mismo y hacía movimientos de arriba hacia abajo…tan grande era nuestra excitación, que de vez en cuando, ambos tratábamos de separarnos, pero cada vez que sucedía, no lo permitíamos…comencé a penetrarle por su ano rosadito un dedo…situación que se facilitaba dada la cantidad de lubricante que producía su vagina…poco a poco, sentía como su esfínter se relajaba cada vez más y más…permitiéndo incluso que le penetrara hasta dos dedos…Yani gemía entre una mezcla de dolor pero con mucho placer…esa sensación era nueva para ella, pues, se sorprendió de la misma cuando le penetré el dedo…Ahora, Yani ní siquiera me lamía el pene, tan solo se quedó quieta, dejando que le lamiera suavemente el clítoris y le introduciera el dedo por el ano…Cada vez su excitación era mayor, emitía suspiros, pronunciaba frases cortas… “Ayyy…ayyy…papi…ahhhh…así…dale….ricooooo….” en fin, era algo que no se esperaba, me decía: ¡Manuel…pero que divino!!!! ¡dame más!!!... Visto esto, hago que cambiemos de posición, le digo que conserve la postura de inclinada en sus rodillas hacia delante y yo, ahora que tenía la excitación a millón, desde atrás comienzo a separarle las nalgas y con el pene en total y completa erección, lo humedezco pasándolo por su vagina y empiezo a penetrarla por el ano…muy suavemente, pues, aún cuando Yani lo tenía ya bastante relajado, era la primera vez que la penetraban por detrás…Efectivamente, sentía como la contracción de su esfínter anal apretaba mi pene… Cada vez que suavemente lo introducía más, Yani emitía un grito de dolor y placer… a la vez que veía cómo apretaba sus puños y que tomando una almohada, la mordía conteniendo sus gritos…por mi parte, la sensación de mi pene dentro de su ano era que lo sentía placenteramente tíbio y muy excitante…Cada vez que Yani contraía su esfínter y sentía como una especie de dolor pero acompañado de placer… Tomé a Yani por sus nalgas, las acariciaba…la penetraba hasta el fondo y ella gritaba…me inclino sobre su espalda y la tomo por sus senos, apretándola hacia mí…ambos estábamos completamente sudados, nuestros cuerpos brillaban de la humedad…nuestra respiración se hacía cada vez más y más fuerte, gemíamos…la bombeaba cada vez con mayor rapidez y más fuerza…sentía cómo Yani ya casí no podía aguantar a la vez que de repente y sin poder contenerme, eyaculo un chorro de semen dentro de su ano, simultáneamente cuando Yani estalla en un orgasmo que la hizo gritar para inmediatamente desfallecer sobre la cama, sujeta por mí bordeando con una mano alrededor de sus senos y con la otra, su vientre… no tenía fuerzas para siquiera moverme, sentía como mi garganta estaba tan seca que casí no permitía el flujo de aire, sin embargo, no dejé de hacerle pequeños movimientos de vaiven que se reducían paulatinamente cuando mi pene dejaba de mantenerse erecto …fue cuando me retiré y me dejé caer a su lado…Yani aún yacía boca abajo con su cara hacia mí…no tenía fuerzas para nada, su lengua mojaba sus labios y sus ojitos eran más el tiempo en que permanecían cerrados y tan solo apenas los abría, me veía y me daba una pequeña sonrisa…Así estuvimos no sé cuanto tiempo, pues, ambos quedamos totalmente rendidos hasta que despertamos al día siguiente…nuevo amanecer y a partir de allí, un secreto que Yani y yo aún mantenemos…

Fin.
Datos del Relato
  • Autor: El Messmo
  • Código: 9380
  • Fecha: 05-06-2004
  • Categoría: Incestos
  • Media: 5.21
  • Votos: 39
  • Envios: 7
  • Lecturas: 4267
  • Valoración:
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