La droga del placer

Julián Velazco es comisario policial local, está casado con Elena con quien tiene una preciosa hija de 17 años, Abril.
Los Funes, Luis y Viviana, son médicos y coincidentemente tienen una hija única de 17 años, Luz.

Las chicas se han educado desde la primaria en el mismo Colegio y son tan parecidas físicamente que se las confunde, quizá Luz es un poquito más delicada de facciones.
Helena, es una típica descendiente de ingleses, rubia y corriente en todo y salvo su bellísima cara, no tiene atributos que sobresalgan del común.
Abril siempre está criticando la tendencia seductora de su padre con cuanta mujer se le cruza y Luz lo justificaba con conceptos muy sencillos.

-Es buen mozo y tu vieja es una insípida.

-Vos cuidate que un día de estos el viejo te da una apretadita

-No seas así, soy como una hija más para Julián!

-Si, pero no lo sos.la hija soy yo!

-Qué, estas celosa?

-No, celosa no, me da rabia que no te des cuenta de cómo te mira cuando estás en la pileta o cuando te hacés la loca bailando…

-Por favor Abril, vos no sabés de qué hablás

-Si que sé, yo te conozco bien, vos estás esperando al príncipe y ni la paja te haces…así me lo dijiste, no?

- Bueno, no me gusta, o no tengo necesidad de andar apretando con cualquier chico y rascándomela a toda hora como vos, yo no te critico pero me parece que somos bien diferentes…y tonta no soy, además tu papa es un caballero…y aparte. policía.

Ya estaba convenido que, como los médicos tenían un congreso en la ciudad de Córdoba, Abril se quedaría a dormir con Luz
Después de comer y mientras Julián esperaba una comunicación telefónica de la Regional, Elena y las chicas se acostaron y él se quedó en el living al aguardo con un whisky

Una hora después Julián llegó a su dormitorio y Elena ya dormía y cuando se acostó abrazándola desde atrás, la película y el alcohol le habían despertado el deseo. Elena sintió el mensaje

-Julián estoy muerta, dejame dormir un rato

Él no dijo nada, se levantó, se puso la bata y volvió al living que ya estaba a oscuras, pasó por el cuarto de las chicas y le dio un beso a Abril que ya estaba acostada, tocándole la cabeza a Luz que recién se sentaba en su cama.

Se sentó en un sillón del escritorio donde también había un televisor chico y siguió con el whisky mirando una película, lo despertó su propio sueño, se había quedado dormido sin darse cuenta…estaba como inquieto, alterado. Apagó las luces para volver al dormitorio. Se acostó y Helena roncaba como un ferroviario…se levantó otra vez.

Se sentó nuevamente en la computadora y empezó a leer un informe de casos de abuso sexual, no era su especialidad pero le interesó, quizá porque se había quedado con ganas.

Leyó sobre el uso del cloroformo y otras drogas que se usan con menores o mujeres asaltadas o secuestradas; seguía con el whisky pero el sueño no venía.
La palabra Sevorane le llamó la atención porque en la policía solían usarlo como anestésico y paralizante con los drogados que detenían. Se levantó y fue a su portafolio, encontró la cajita rápidamente y se sentó a leer los usos del nebulizador en que se presenta la droga…fue entonces cuando se le cruzó la idea.
Julián no era hombre de quedar insatisfecho y conformarse, Elena había frustrado su deseo pero no lo había apagado…además el alcohol lo había puesto en un estado de embriaguez en el cual no tenía demasiado control de límites

Entró cuidadosamente al cuarto de las chicas y cerrando la puerta, se sentó en la cama donde dormía Luz.
El cuarto estaba totalmente oscuro y el ruido del ventilador ahogaba otros, se inclinó sobre la cama de Abril y descargó el spray abundantemente como para inducirla a un largo sueño.
Luego, le pasó la mano por la pierna a Luz y no se movió, buscó la cara a tientas en la almohada y apretó generosamente el nebulizador sobre ella; Julián casi no veía nada, de modo que usaba las manos para reconocer las partes del cuerpo que tocaba.
Esperó un poco y pasó su mano por la cara de Luz, ella giró poniéndose casi boca arriba y Julián le acarició repetidamente las tetas.

Dejó caer su bata para quedar desnudo frente a Luz que parecía dormir profundamente, siguió manoseándola mientras con la otra mano se tocaba la pija; no había reacción a sus caricias y eso lo animó y se la pasó por la boca entreabierta. Terminó de sacarle la ropa. Volvió hacia arriba y le pasó la verga por las tetas y la besó varias veces en la boca, Luz no daba muestras de estar consciente, pero se movía cada vez que Julián la tocaba

La acomodó y empezó a pasarle la pija por la concha…teniendo la impresión de que Luz sentía algo se le arrimó al oído

-Te gusta nena?

-Hum…

Fue la respuesta y las piernas se le aflojaron , ahora era evidente que Luz estaba consciente de lo que estaba sucediendo y accedía sumisa.

Cuando Julián la penetró, Luz se estremeció un poco como si le hubiese dolido, el ir y venir húmedo de aquella penetración facilitó todo, los cuerpos se juntaron y empezó la dura batalla de aquella importante verga con la juvenil conchita de la chica.
Julián la montaba con firmeza, sin piedad y Luz ya sin el efecto de la droga gozaba y abría las piernas desmesuradamente para luego envolver su cintura y presionar los talones en sus nalgas; todo era en silencio salvo sus respiraciones entrecortadas y los gemidos contenidos para no despertar a Abril y eso le daba mayor fantasía a ese formidable asalto nocturno

-Tuviste alguna vez un hombre como yo, yegüita?

El borrón blancuzco que era la cara de la chica hizo un movimiento negativo y el fuerte apretón de las piernas a la cintura para hacer entrar más a su asaltante nocturno le dio la respuesta; Luz llegó al orgasmo con gusto y evidentemente desesperada por tenerlo.

Cuando Julián advirtió eso, sacó la pija de la concha para ponérsela en el culo y presionando reciamente entre los gemidos ahogados de la chica, lentamente, la sodomizó hasta que su pelvis se estrelló contra las nalgas y estimulando al clítoris con el pulgar, la culeó profundamente entre los suspiros, gruñidos y quejas de la chiquita a la parecía satisfacer ese sexo salvaje por la forma en que proyectaba su cuerpo al encuentro de la verga y cuando él sintió los primeros tirones en los riñones que preanunciaban la eyaculación, sacó la verga para sentarse sobre el pecho de la muchachita.

Tomando la verga chorreante de los jugos vaginales e intestinales, la apoyó contra la boca gimiente que se abrió avariciosa para cobijarla y en tanto la chupaba fervorosamente, masturbaba expertamente con las manos la pija enorme. Y Luz chupó y chupó hasta que Julián acabó y su líquido sació todo el ardor de la jovencita que inmediatamente se dio vuelta como abochornada.

-No tengas vergüenza nenita…pronto lo repetiremos… me voy que está amaneciendo…

Julián la beso en la espalda y se fue…Luz quedó como muerta

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-Buen día!

-Hola Julián - respondió Luz -

-Como durmieron?

-Al principio mal, mucho calor

-Si, - acotó Abril - pero después que cambiamos de cama y te fuiste a la de la ventana te quedaste como un tronco…

Julián dejó caer la taza de café…y su hija fue la que habló.

-Cuidado papá, te ensucias el uniforme -Abril reía socarronamente…-¿Qué pasó viejo, dormiste mal anoche?, yo dormí como una santa y hasta tuve un sueño fantástico…

El diario local lo puso en primera plana. “FATAL ACCIDENTE, Inexplicablemente, comisario estrella su automóvil camino a la sierra”