~~Nombre: Pedro Lugar: Madrid Edad: 31 años Medidas: 185 cm, 80 kgs, ojos verdes, castaño claro. 15 cm de polla, siempre dispuesta. Estudios: visita a páginas sexuales de contenido amateur (p.ej. mateurtotal.com, marqueze) Experiencia: heterosexual, pareja y tríos, sexo oral, vaginal, anal. Máximo de orgasmos: provocados en una mujer: 6 en 12 horas y 5 recibidos en 12 horas. Media es 3 provocados y 2 recibidos en encuentros de una noche. Fantasías: varios escenarios. Sexo en probador de grandes almacenes con desconocida, sin intercambiar palabra. Sexo en playa nudista a la vista (y abierto a) de otros nudistas. Espectador en penetraciones múltiples de candidata oralmente, vaginalmente y analmente mientras me masturba deleitándose en cada envite. Observar la destreza masturbadora de la candidata mientras es pillada tarde en la oficina ante fotografías pornográficas. Y, por supuesto, sexo con candidata desconocida aprovechando una entrevista de trabajo. Abierto a otras sugerencias.
Puedes tomar este caso práctico y preparar un texto completo, o mandar unas líneas a mi atención que iremos complementando tú y yo cada vez.
Alternativamente, si tuvieras una fotografía, será bienvenida. Por mi parte, puedo enviarte tan solo una perspectiva de mi miembro en erección tras la lectura de tus textos, a tu interés.
Un cordial saludo y roce de labios en tu nuca,
Pedro, Jefe de Personal
La verdad es que aquello podía haber sido sacado de un relato erótico, ya veía que no iba a encontrar un trabajo serio con esta persona, pero quizás pudiese sacar otros beneficios.
Le mandé otro mensaje:
Estimado Pedro.
Me alegra mucho haber sido considerada como posible candidata en su empresa.
Es una lástima que nos separen tantos kilómetros, pero me parece fantástica la posibilidad abierta de realizar un ejercicio práctico simultáneo. Agradezco también poder ser la que inicie dicha narración.
Me gustaría estar en estos momentos en su despacho, lo imagino amplio, sin muchos adornos, una moqueta seria en el suelo, unos archivadores y un amplio escritorio con un ordenador, tras el escritorio, sentado en el sillón y llenando la estancia tu presencia.
Me haría sentar en una de las sillas situadas delante del escritorio. Yo iría con mi traje de dos piezas, chaqueta y faldita tableada, al sentarme cruzaría las piernas sabiendo que todo forma parte de la entrevista de trabajo.
Estoy seguro que le gustaría la visión que ofrezco, mis piernas son largas y torneadas por el ejercicio y el verano les ha dado un color muy exótico.
La entrevista la empieza usted Sr.
Espero sus preguntas
Aquello se había convertido en un relato erótico a dos manos. Esperaba con ansiedad el siguiente mensaje, este llegó aquella misma tarde, lo que me confirmó que Pedro también estaba animado con la idea.
Apreciada Sandra,
En primer lugar, permíteme agradecerte su interés al hacernos llegar tu candidatura. Si no tienes inconveniente, y visto que somos casi de la misma edad, te voy a tutear.
(Es agosto, el responsable de selección anda contrariado ya que ha tenido que posponer sus vacaciones para atender a esta entrevista. No obstante, la visión de la candidata, su atractivo, la clase con la que viste ese traje dos piezas dejando ver las piernas expuestas diluye su enfado incluso se permite una sonrisa para sí pensando que es la candidata más atractiva y con más clase que ha visto en los últimos meses)
Permíteme que te ofrezca un café, té, Sandra?
Agua, replica ella, por favor.
Discúlpame Sandra, voy a traértelo. Como sabes, el despacho está vacío al estar todo nuestro personal de vacaciones y mi secretaria no vuelve hasta septiembre.
(Me levanto y me dirijo a una pequeña estancia que hace las veces de cocina para traerte un botellín y un vaso de cristal impoluto)
Sandra se queda un momento sola y aprovecha para estudiar en mayor detalle su despacho. se fija con detenimiento en el mobiliario, discreto pero elegante. y acogedor en cierta manera. La apariencia de su entrevistador le inquieta de cierta forma: es serio, pero atractivo; formal, pero agradable. Fugazmente tiene un pensamiento erótico con él, pero rápidamente recompone su compostura: está en una entrevista, no lo vaya a olvidar, y necesita la máxima concentración.
(Vuelvo con tu bebida; al entrar por la puerta, analizo tu perfil por la espalda, el talle ceñido, tu pelo, parte de tu mejilla. Me acerco de pie a tu lado, me agacho y te sirvo el agua. Nuestros rostros quedan a centímetros y, por primera vez, percibo el olor de tu piel, el aroma fresco y cálido a la vez. No puedo evitar experimentar un instante de excitación. Pero la controlo inmediatamente. no puedo dar una mala impresión de la compañía)
Retomando la palabra, comienzo a releer tu cv:
Sandra, veo que tienes los estudios y experiencias que necesitamos en nuestra organización cuéntame más sobre.
(Y empieza la que parecía ser una entrevista más, una serie sucesiva de preguntas relativas a tus aspiraciones, responsabilidades, logros. así durante unos 25 minutos en los que, cada vez que apartas tu mirada para pensar la respuesta, miro con rapidez alguna parte de tu cuerpo. Haces como que no te percatas, pero en mitad de una respuesta dices:
Se nota el calor en este mes. (mientras, estiras tu espalda, provocando el que tus senos destaquen bajo el tejido de la chaqueta. Mis ojos bajan como resortes ante la llamada, y, cuando vuelvo a dirigirlos a los tuyos, veo que ya me estaban esperando. había sido sorprendido).
Te gusta?, preguntas divertida.
El qué?, respondo
Mirarme.
Me quedo por un instante callado, un segundo eterno
Hazlo, te digo. Hazlo, Sandra.
Levantas tus manos y desabotonas los dos cierres de la chaqueta con una mano, mientras la otra la posas en tu rodilla. Descruzas las piernas y las sitúas en paralelo. noto como mis ojos empiezan a explorarte, cada vez más confiados, mientras noto el calor centrarse en mi entrepierna.
Me levanto desde detrás de la mesa, y me siento en el borde del escritorio más cercano a ti. Vuelvo a respirar tu aroma, y me sitúo tras tu silla.. . Por detrás, libero el clip que sujeta tu pelo y pongo mis manos en tus hombros. Desciendo por tus antebrazos, subo por tus costados, y abro tu chaqueta. A través de la discreta camiseta de tirantes se empiezan a adivinar tus pezones, tal vez anticipando la caricia. jadeas suavemente. . mmm. . tan suavemente. .
Desciendo a tu nuca, apenas la rozo con mis labios, y, ahora sí, respiro tu olor, tu esencia, ese aroma, esa mezcla de mujer, perfume y calor que me aviva.
. . un leve pellizco con los labios en tu nuca, arriba y abajo hasta situarme detrás del lóbulo de tu oreja, mientras mis manos empiezan rozando, casi imperceptiblemente las copas de tu sujetador. . . rodeo tus pechos con mis manos mientras buscas mi boca, mientras busco tu lengua.
. . y amaso tus pechos, los mimo, los acaricio, los aprieto con dulzura, los agarro como exhibiéndolos a un espectador anónimo, ofreciéndolos.
. . tu chaqueta cae al suelo, te incorporas, estamos frente a frente, devorándonos el alma por la boca, mientras aprendo tus tetas con una mano, mientras recorro tu espalda con la otra, desde la nuca hasta la apertura de tus glúteos, el culo que miré por primera vez apenas hacía media hora. . . te aprietas contra mí mientras gimes en mi boca. notas mi sexo contra el tuyo. duro, palpitando, caliente.
. . tu camiseta cae al suelo también, me quitas la corbata, los botones, la camisa.
. . semidesnudos de pie, quito todos los papeles de la mesa, los envío al suelo de una barrida con una mano, mientras con la otra te levanto y te tumbo sobre la mesa.
. . saco tus pechos por encima del sujetador, qué pezones más hermosos.
. . desciendo mis labios por tu cuello, te beso en el canal, me lanzo a besar tus senos, me detengo en los pezones, los miro, los pellizco, los saboreo, los lamo, los degusto, los muerdo, los trago todo, saben a fruta, a miel, a hierbabuena, a sal.
. .mientras con la otra mano alcanzo tu monte de venus.
((Querida Sandrita, retomaré tu monte de venus a tu vuelta. ))
Estaba totalmente calada al terminar de leer su mensaje, en ese mismo instante le respondí:
Cuando llamo me sorprende no oír una voz femenina, al entrar en la oficina veo que no hay nadie en ningún escritorio ni despacho. Me llamas desde un despacho lejano, ando a a través del silencio que reina en la oficina. Entro en tu despacho, es bastante más grande que el que tengo, un amplio ventanal aunque no puedo apreciar las vistas porque tienes echadas las cortinas, pienso que es por el sol. En el despacho apenas hay muebles, un amplio escritorio con una carpeta y una pequeña pantalla ordenador, detrás del escritorio estás tu, me agradas a primera vista.
Me indicas que me siente en la silla que hay frente a tu escritorio mientras solícito me ofreces un café, prefiero agua y te levantas para traerme un vaso. Mientras vas a por el me comentas que estamos solos en la oficina ya que tu secretaria está de vacaciones y el resto de personal tiene jornada de mañana.
Empiezas a realizarme unas preguntas mientras observo tu porte, medirás más de 1,85, constitución atlética, pelo claro, pero lo que me encanta son esos ojos verdes con los que me recorres.
Me he dado cuenta de cómo me miras, se que te ha gustado lo que has visto y me agrada saberlo, me siento más confiada en la entrevista.
Veo que tu también te sientes confiado, te sabes apuesto y estás en tu terreno. Te sorprendo varias veces mirando mis piernas y mis pechos, en una de esas veces me sonrío pícaramente. Parece que eso te da píe a iniciar lo que estamos deseando.
Te levantas de tu escritorio y te acercas a mi, sigues hablando sobre la política de la empresa, el ambiente de trabajo etc mientras te sitúas detrás de mi, tus manos se apoyan en mis hombros y tu boca se acerca lentamente a mi oreja mientras me recuerdas en un susurro lo que se espera de mi en la empresa.
Agradezco que tus labios dejen de hablar y comiencen a besarme el cuello, tus manos me acarician los brazos y yo dejo caer mi cabeza hacia atrás disfrutando de las caricias.
Tus manos se acercan a mis pechos rozándolos primero a través de mi traje, enseguida encuentran sitio entre la tela para llegar a mi sujetador. El contacto tan íntimo me acelera y ronroneo de placer.
Sabes como hacer disfrutar a una mujer, te llevas tu tiempo, busco tu boca y nos fundimos en un beso increíble. Tus manos me liberan de mi chaqueta y me incorporo.
Nuestros cuerpos se unen besándose lujuriosamente. Con una mano sujetas con firmeza uno de mis pechos mientras recorres con la otra mis caderas. Noto tu pene firme y orgulloso contra mi vientre.
De pronto te giras y con uno de tus brazos despejas el escritorio de papeles mientras sigues sujetándome. Me encanta percibir la fuerza de tu cuerpo. Me levantas con facilidad y me tiendes en el escritorio, liberas uno de mis pechos con la mano y comienzas a recorrer tu lengua por mi pezón, es una sensación deliciosa.
Tu mano se acerca a mi muslo, va subiendo y con ella mi temperatura, cuando alcanza mi entrepierna estoy en pleno climax. Me acaricias suavemente a través de la tela, noto la humedad cuando tu mano va deslizando la tela de mi tanga a través de mis piernas.
Tus labios abandonan mis pechos para recorrer mis muslos, subes lentamente mientras acaricio mis pechos deseosa de más placer.
El primer beso en mi coño es una delicia, luego vas deslizando tu lengua por mis labios, lentamente, recorriendo todo su contorno, abríendo con dulzura mis labios para llegar más profundamente.
Espero que sigas Pedro.
A la mañana siguiente tenía su mensaje en mi correo:
((Sandra, mi querida Sandra, si fueras consciente de la erección que me has provocado, aquí, en la oficina. qué deseo de mostrarte la consecuencia de tus palabras, de que conozcas mi despacho de cerca, el escritorio. ))
Tú estás ahí, encima de la mesa, desnuda, rendida, entregada mientras me como tu coñito expuesto. (. a conciencia lo depilaste en previsión y bienvenida de los designios de la vida, y jamás esperarías que tu entrevistador fuera a dar cuenta de tu sexo. ) . . me retiro levemente y miro, observo, me deleito aprendiéndome tu coño abierto, hinchado, cálido, mientras lo entreabro más con mis dedos. me cerco a respirarlo, a emborracharme de él. . . mi lengua recorre tus labios, la entrada a tu cueva de placer, primero uno, después el otro, arriba, abajo, arriba, abajo, arriba, abajo, arriba, deteniéndome en tu clítoris, erecto, orgulloso, hinchado, que me llama para que lo succione, lo lama, lo chupe, lo saboree, lo mordisquee, lo beba, lo trague, cada vez más rápido. Lo aprisiono en mis labios mientras muevo mi lengua más y más deprisa, horadándote la vagina, saboreando tus flujos, bebiendo la miel que produces.
. .con una mano te sigo masturbando el clítoris mientras desciendo la lengua entre tus labios, penetrando tu vulva, dentro, fuera, dentro hasta tu vientre, cada vez más dentro, y desciendo más y más. . . levanto tus piernas con la otra mano, buscando tu otro agujero, aquél que invita a que el amor se convierta en sexo, puro, duro, implacable. . . hago círculos con mi lengua en la entrada de tu ano, y noto como se dilata, lo comienzo a penetrar, forzándolo, probándolo, follandolo con mi lengua, cada vez más dentro, mientras te masturbo con una mano y la otra amasa tus pezones macizos. . . retomo el camino a tu clítoris, entreteniéndome en la entrada de tu coño, que vuelvo a penetrar con mi lengua, una, dos, tres, mil veces, hasta que noto que quieres explotar en mi boca, explotar en mí. . . recojo tu clítoris de vuelta, lo vuelvo a succionar, si pudiera lo engulliría todo, más rápido, más, más, más. . . introduzco uno de mis dedos en tu coño, dos, el índice y el medio y no puedes contenerte mucho más. introduzco el meñique en tu ano, el anular, y te sientes doblemente penetrada, no, follada, mientras cuatro dedos perforan sin piedad tus agujeros de placer. chupo más y más rápido tu clítoris, tus jugos, mientras mi mano libre pellizca tus pezones. . . cierras los ojos, vas a explotar. échamelo en la boca, te digo, correte en mi boca, mi putita, correte hasta que yo te diga, dame tu coño, dame tu culo, zorra, dame tu corrida ahora mismo, te voy a follar hasta el final, te voy a follar hasta que me implores que pare. . . . con tus manos aprietas mi cabeza contra tu coño hirviente, vas a explotar, vamos, damelo, Sandra, pajéate y dame tu corrida, dámela ahora mismo, según estás, dámelo todo, todo para mí.
ahora, AHORA LO QUIERO!!!
Besos y lamidas en tu coñito chorreante.
Este Pedro era un artista, empezaba a lamentar no haber tenido una entrevista real con él. Le mandé otro mensaje.
Querido Pedro, me encanta saber que te gusta lo que hacemos, es una pena estar en la oficina y no poder disfrutar tranquilamente de nuestros relatos.
Espero llegar a casa para leer con más tranquilidad todo lo que estamos haciendo.
El orgasmo sacudió mi cuerpo como un calambre, mi espada se arqueo al notar las primeras sacudidas de ese maravilloso placer que llegaba desde mi entrepiernas y de la que tu lengua era la fuente. Tu notabas cada sacudida y la acompañabas con nuevos lengüetazos y penetraciones con tus dedos en mis agujeros. Estaba tan calada que entraban con relativa facilidad, pero ahora al tener este orgasmo y apretar todo mi cuerpo sentía tus dedos mucho más. Cuando mi cuerpo se relajó un poco me note totalmente calada, no sabía si había gritado pero no me importaba, tu me habías dicho que no había nadie en las oficinas. Me incorporé buscando tu boca, sentada sobre el escritorio mi lengua se introducía en tu boca mientras me apretabas los pechos. Mis manos buscaron tu cinturón y los botones de tu pantalón. Con rapidez fui quitándote los pantalones mientras mordisqueaba tu cuello, al bajar los pantalones note contra mi vientre el calor de tu miembro aun atrapado en tu calzoncillo. Retirándome un poco para poder ver mejor esa maravilla fui bajando poco a poco la última prenda que tapaba tu cuerpo. Al hacerlo tu polla saltó como una trampa dejando ver todo su volumen, estaba hinchada, orgullosa, mirando hacia mi. Me bajé del escritorio para estar más cómoda y te giré acomodándote donde antes estaba mi trasero. Acerque la silla donde había realizado la entrevista y sentada en ella abarque con mi mano el volumen de tu polla. La sentía latir bajo la presión de mis dedos. Mi boca se fue acercando a tu polla, la notaba seca esperando el placer de saborear esa maravilla. Mi lengua recorrió toda su cabeza, humedeciéndola y saboreándo el liquido que ya empezaba a salir de su punta. Con la mano recorría toda su envergadura, de arriba abajo mientras oía suaves murmullos de placer por tu parte. Mi boca se abre para meter esa polla, poco a poco suavemente va entrando, la tienes bien gorda pero quiero tenerla toda en mi boca. La saco de nuevo, solo he tenido la mitad en mi boca, mi mano ahora humedecida por mi saliva pasa por tu polla mucho más suavemente. Mi lengua recorre todo el tronco descendiendo hasta tus huevos, paso mi lengua por ellos, abro la boca para tenerlos dentro, juego con mi lengua en e interior de mi boca, deseando que todo su jugo sea para mi. Sigo masturbándote mientras mi boca vuelve al ataque, se abre tragando más polla, cada vez más. Con la otra mano acaricio tus muslos. Mis movimientos se hacen más rápidos, quiero sentir como explotas en mi cara, quiero saber que sientes el máximo goce con mis caricias. Mi cabeza sube y baja más rápido, saco la polla y la sacudo delante de mi cara, golpeándola contra mi lengua, más rápido. Te miro con lujuria mientas observo tu cara de placer Correte cariño sonríes cuando oyes mi voz, yo me vuelvo a meter la polla en mi boca, empieza a dolerme la mandíbula pero quiero tenerla bien adentro.
Pedro, cariño, dime que sientes, quiero saber si te vas a correr conmigo.
Al poco tiempo recibí su mensaje, quizás teníamos que habernos conectado al MSN, pero no lo pensamos.
((Sandra, mi amor, entro en la oficina, veo tu correo y de manera instantánea mi polla se ha levantado para ti, está dura, grande, mirándote insolente, con deseo de conquistarte, de atravesarte, de marcarte como su territorio. he pensado en ir a pajearme al baño, pero prefiero guardar mi semen para más adelante, para regalártelo todo, abundante, cálido, sabroso. ))
. . miro hacia abajo, y veo tu boca pujando por acaparar toda la extensión de mi polla, sabes que voy a explotar, notas las pulsiones en mi miembro que anticipan el néctar que bañará tu boca, tus labios, tu lengua impaciente, tu dulce cara. . . sigue, te ruego, te suplico, te imploro, sigue, mi Sandra, sigue mamando, chupando, sorbiendo todo lo que te doy con toda la lujuria que cada vez se impacienta más y más. . . cuando estoy a punto de explotar, separo tu cabeza con mis manos, sé que tienes sed, que tienes hambre de esperma, pero quiero clavarte mi verga en el fondo de tus entrañas, quiero que te sientas conquistada, tomada, follada sin poder resistir los envites de mi cuerpo. . . te incorporo y te doy la vuelta, estás de pie contra la pared, con tus pechos aprisionados entre mis manos, mientras con la otra masturbo tu nuevamente hambriento clítoris. mueves tus manos rápidamente, no puedes aguantarlo más, me buscas, me encuentras, me agarras mi miembro, y lo diriges con habilidad a la entrada de tu coño, húmedo, derretido, que parece absorberme el capullo. . . empujo hacia delante, empujas hacia atrás, y de inmediato, desaparezco en tu cueva, en tu feminidad, en tu locura que ya sientes como animal. . . te levanto una pierna sobre el escritorio, quiero ver tu coño expuesto, taladrado , perforado, mientras miro tu ano expuesto. . . . follame, me pides, casi sollozas que no pare. Uno de mis dedos juega con tu ano mientras el vaivén dentro fuera se hace más rápido, más frenético. . . encuentro sobre el escritorio mi pluma mont blanc, la que tantas veces empleé para aburridas reuniones, y, la acerco a tu boca. lo chupas, lo lames, y lo introduzco en mi boca, me encanta tu sabor, la textura de tu saliva. . . mientras te follo, dentro fuera dentro fuera, acerco la pluma a la entrada de tu ano, ya húmedo de nuestro sudor y tus jugos, y lo empiezo a deslizar dentro de ti, quiero que te sientas completamente poseída, una verga en tu coño, mi pluma en tu gruta anal, entrando y saliendo, cada vez más y más rápido, más y más profundo. . . noto que las rodillas empiezan a temblarte, no quiero que lo pierdas, así que te separo de la pared sin sacar de ti tus fuentes de placer, y te pongo contra la mesa, de cintura para arriba sobre el escritorio. . . veo tus ojos cerrados, tu boca abierta, gimes, gimes, casi suena como una queja, una súplica, y entonces sé que estás gozando como debes. . . te sigo follando, dentro fuera, clávamelo dentro, clávamelo hondo, me pides, más, más, más, más, más. . pareciera que llevaras esperando una vida a este momento, más, más, más, más, apenas puedes coordinar tu propia respiración, jadeando como una perra en celo, como una yegua encabritada expuesta a mi deseo. . . siento mi polla tan dura, tan grande, tan gorda, que quiero que la veas, que la disfrutes más. . . te giro sobre la mesa, boca arriba, mientras tus manos me comienzan a pajear, toda la extensión de mi miembro enhiesto, desde los huevos hasta el capullo, que ya tienes la certeza que te pertenece, a dos manos, rápido, con experiencia, con confianza de saber hacer bien una buena paja, mientras me miras y me provocas, mientras la miras y te relames. . . la vuelves a introducir en tu delicioso coño y la sacudida eléctrica es inmediata, te aferras a mi cuello, me clavas la lengua hasta la garganta, noto que vas a correrte, noto que me lo vas a volver a dar. . . me muerdes los labios, la lengua, el canto de mi mano, mis dedos. . . no te la voy a sacar hasta que te corras, Sandra, vamos mi puta, dame tu corrida otra vez, que tengo sed de ti, que quiero verte gozar, explotar, damelo, vamos, damelo, damelo, damelo, mas, mas, mas, mas, mas. . . dame tu corrida, Sandra, dame el agua de tu coño, quiero sentirlo.
((Sandra, mi amor, quiero que te vayas ahora mismo al baño, y te hagas una paja, que te folles bien follada como te penetro yo a ti. quiero que jamás olvides este día))
Besos largos, profundos, hambrientos.
Ese mensaje era demasiado, imprimí todos los relatos y decidí aprovechar el consolador que llevaba en el bolso por ordenes de mi Amo , hacía tiempo que no recibía mensajes de él y la verdad es que no lo echaba de menos para nada. No me gustaba como iba creciéndose en sus peticiones. El calentón de varios días hizo que mi orgasmo fuese muy intenso, las hojas se cayeron por el suelo mientras me regalaba de placer.
Después le mande el último mensaje:
((He imprimido todos tus mensajes, me he cerrado en el despacho y he empezado a tocarme, suavemtente, incrementando el ritmo a medida iba subiendo el tono del relato,. . Me he corrido presa de una escitación increible, cada vez me gusta más este despacho))
Tus manos me levantan y me llevan hacia la pared tras el escritorio. Siento tu cuerpo tras de mi mientras mi cara se apoya en la pared.
Tus manos vuelven a recorrer mis nalgas, que bien me tocas, yo muevo mi culo hacia ti, ofreciéndote una visión lo más lujuriosa posible. Noto el contacto de tu polla húmeda entre mis cachetes, golpeas la entrada de mi ano con suaves movimientos de tu polla y lo diriges lentamente hacia mi coño Juegas con tu polla en mi abertura durante un instante, de arriba abajo, yo no puedo más y lo sujeto con mi mano introduciéndolo con deleite. Estoy tan húmeda que entra con total facilidad a pesar de su tamaño. Te empiezas a mover mientras sujetas mis tetas con tus manos y buscas mi cuello con tu boca. Estoy siendo poseída por ti, es maravillosa la sensación de ser penetrada por detrás, Con suma facilidad me giras un poco y levantas una de mis piernas poniéndola sobre el escritorio. Mi coño está aun más abierto con esta postura, entra mucho más y noto como tus cojones golpean con tus vaivenes. Noto como me tocas el ano con uno de tus dedos, me estas llevando a la locura. Me pasas una pluma y la chupo deseando que sea tu polla, más tarde la siento entrar en mi ano, húmeda y dura. Es tal el placer que estoy sintiendo que mis piernas apenas pueden sujetarme, como si estuviésemos conectados me vuelves a levantar y recuestas mi cuerpo en el escritorio dejando mis piernas sobre tus hombros. Los movimientos de tu cintura con esta postura hacen que entre mucho más la polla, gimo de placer al sentirla cada vez más dentro. Me corro con tus envites y vuelves a moverme, esta vez te cojo la polla con mis dos manos, quiero que te corras. No entiendo que aguantes tanto dándome este placer y no te corras conmigo. Me vuelves a levantar y me introduces la polla en mi coño, una oleada de placer me recorre el cuerpo y te beso con locura, tu boca, tu cuello, tus pezones. Noto que voy a correrme de nuevo pero quiero que esta vez lo hagamos juntos. Me muevo yo ahora y me pongo recostada en el escritorio ofreciéndote mi culo, sujeto tu polla con mi mano y la oriento a mi agujerito. Se que esto te va a encantar, lo tengo estrechito para ti. Noto como la presión de tu polla va abriendo poco a poco mi culo. Al principio cuesta que entre, duele un poco, pero estamos tan lubricados y yo tan deseosa de placer que te pido que empujes más. Poco a poco va entrando, estoy empapada por el sudor. Cuando la noto dentro me muevo lentamente mientras me sujetas con tus manos mi culo. Con una de tus manos me vas masturbando el clítoris y con la otra me acaricias la espalda, estoy en la gloria. Voy acelerando mis movimientos, te pido que te corras, quiero sentir tu semen recorrer mi esfínter. Noto como también aceleras los movimientos, se acompasan perfectamente, entrando y saliendo, estoy a punto de tener un nuevo orgasmo. Tengo que apoyarme en la mesa para no caerme del placer. Justo entonces es cuando noto como te tensas y siento recorre tu semen caliente por mi interior, me golpea bien dentro y me corro contigo. Me recorre el cuerpo una sensación de placidez increíble. Ha sido magnifico. Estamos un rato parados con tu polla en mi coño, sintiendo los latidos de nuestros cuerpos juntos.