Esos dos últimos días fueron los más lentos de mi vida, cuando el Viernes llegó, pasé por Ana a su casa y la deje en el Cine donde había quedado con el chico con el que salía y al cruzar la calle ahí estaba Ulises, esperando en su carro, me subí rápidamente y manejo directo a su casa en el camino platicamos normal como si nada, me preguntó si era de fiar el chico con el que se quedó su hermana y le dije que sí entonces dijo:
-perfecto así puedo concentrarme en tí-
Yo solo reí un poco.
Al llegar a su casa deje mis cosas en la sala y tomamos un poco de agua, sus papás nunca están y llegan muy noche así que no nos preocupamos y comenzamos a besarnos, sabíamos que teníamos mucho tiempo, subimos las escaleras tomados de la mano con una mirada de complicidad al llegar a su cuarto cerramos la puerta y nos seguimos besando sobre su cama poco a poco nos fuimos quedando sin ropa, nuestros besos eran largos comencé a besarle el cuello lentamente y bajar poco a poco besando todo su cuerpo hasta llegar a su pene erecto comencé haciendo círculos con el piercing que tengo en la lengua en la punta de su pene y después lo metí en mi boca para succionarlo de arriba hacia abajo, lo sentía hasta mi garganta ¡grr, grr!,, poco a poco comenzaba a brotar una pequeña lágrima en mis ojos, él me tomó por el cabello y empujaba su pene dentro de mi boca mientras gemía cada vez más fuerte ¡Ahhh, ahhh, tuvo que parar para no venirse me incorporé limpiando mis lágrimas y mi boca con una risa muy coqueta, el me jaló a la cama y se subió encima de mi para comenzar a besar mis pechos y succionar mis pezones, abrió mis piernas y bajo hasta mi sexo para succionar y lamer cada vez más rápido mientras yo me arqueaba lo más que podía para poder manejar todo ese placer ¡Mmmm, siii,! ¡ Ahhh, ahhhh!
Ya no podía más lo necesitaba dentro de mí, introdujo sus dedos mientras lamía cada parte de mi sexo y lo succionaba, entraban y salían dejándome en completo frenesí, hasta que se incorporó, se puso un condón y me miró, lo jalé hacía mí y mientras nos besamos empujé mis caderas hacia el para que me penetrara, comenzó a moverse más y más rápido mientras yo balanceaba mis caderas para sentir más de él, detuvo su ritmo para poder seguir disfrutando de todo ese momento, lo empujé hacia atrás y me senté sobre él, comencé a mover mis caderas en círculos mientras él lamia mis pezones y los mordía ligeramente poco a poco sentía como algo ardía dentro de mí y de pronto un chorro salió de mí mientras gritaba ¡ Ahhhh! mis piernas temblaban, ¡estábamos empapados!, me dejé caer sobre la cama y el tomo mis piernas contra su pecho las abrazaba mientras me embestía cada vez más rápido hasta que terminó y se dejó caer junto a mí.
Nos besamos y estoy ansiosa de volverlo a repetir.