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Categoría: Dominación

Los poderes de mi mente 2 (la madre de mi mejor amigo)

Todo esto de mis nuevos poderes me hacía estar en alerta todo el tiempo. Había follado como loco a mi profesora, y ahora sentía que no podía detenerme antes nada. A los 14 años, solo pensaba en el sexo, y mis poderes mentales me daban infinidad de posibilidades.

Como imaginarán, no fué la única vez que me follé a mi profesora. El mismo fin de semana la volví a visitar, y esa tarde la follé 3 veces. Durante los siguientes dos meses, la visité muy seguido, y en una semana la llegué a visitar todos los días. En una ocación, me la follé mientras su novio y sus padres veían la televisión, ya que les había ordenado no salir de la sala hasta que yo hubiese terminado.

Fueron dos meses fabulosos. Ya conocía de memoria el cuerpo de mi profe, y sabía como hacerla estallar de gozo. El problema era que yo me veía obligado a borrar de su mente todo recuerdo, así que nunca se enteró de nuestro "romance". Deseaba follarme a alguien que pudiera recordar lo sucedido, que se entregase a mi por voluntad propia. Entonces, elaboré un plan. Decidí llevarlo a la práctica con mi profe, pero pensé que ya era hora de probar con otro "juguete sexual". Pensé cuidadosamente, y me decidí por la madre de mi mejor amigo, Rita.

Tenía 38 años, era morocha, pelo rizado, pechos enormes y un culo delicioso. Le tenía muchos deseos, y el saber que podría concretarlos me ponía a mil. Decidí no perder tiempo, y la visité un día de semana por la mañana. Falté a la escuela, y ella estaría sola, pues su hijo, Sergio, estaría en clase, y su marido, trabajando.

Llegué, toqué timbre, y esperé. Tenía pensado dominarla mentalmente, pero de forma gradual. Era peligroso. Si me desconcentraba, podía perder el dominio sobre ella, y los resultados serían escandalosos. Pero mi exitación era mas fuerte que cualquier miedo, así que estaba decidido a todo. Entonces salió a atenderme. Estaba infernal. Como hacía calor, vestía una musculosa rosada, ajustada, como a mi me gustan, y una pantalón muy, muy delgado, casi transparente, y sandalias de taco, blancas. Al abrir, me saludó.

-¡Hola, Gabriel, que gusto! ¿Que pasó? ¿No fuiste hoy a la escuela?

Solo podía mirar sus pechos. Recuperé la compostura, y le ordené, mentalmente: "invítame a pasar".

-¡Qué maleducada he sido! Pasa, por favor.

Yo la seguí. Al caminar tras de ella, no podía apartar la vista de su culo. Encima, al ser casi transparente el pantalón, podía distinguir su tanguita. Ya no me podía contener, e hice algo arriesgado.

A medio camino, la tomé del brazo, la arrojé contra la pared, e intenté besarla. Mis labios llegaron a tocar los suyos, pero ella me empujó con violencia, mientras me gritaba:

-¡¿Te has vuelto loco?! ¡¿Qué diablos te pasa?!

-¿Cómo que qué me pasa? Usted quiere follar conmigo, por eso me invitó a pasar.

-¡Estás loco! ¡Ni siquiera sé por qué te hice pasar!

"Ahora es el momento", pensé, y le ordené con mi mente: "Rita, me has hecho pasar porque deseas que te folle. Pídeme que te folle".

Se notaba en su cara que estaba confundida, muy confundida, pero su rostro mostró mas sorpresa cuando ella misma me dijo:

-Gabriel quiero... quiero... que me folles...

-¿Qué dices?-dije, haciendome el idiota.

-Que.. que... me fo... me folles...-dijo titubeando.

"Pues te follaré bien follada", le dije. "Quítate la ropa".

Ella empezó a desvestirse tímidamente,y yo hice lo mismo.Tenía una cara de asombro increíble. Al estar los dos desnudos, le dije: "Rita, no tes asustes, esto lo estás haciendo porque yo te lo estoy ordenando".

-¡Es imposible!

-Claro que es posible. Fíjate: quiero que te sientas exitada, ahora mismo, ¡ya!

Su rostro cambió, sus mejillas se sonrojaron, sus pecho estaban erguidos... ¡estaba exitada!

-¿Cómo te sientes?

-No... no sé que me pasa... debo estar enferma...

-Nada de eso, estas bajo mi poder, ¡y vamos a follar como locos!

-¡No, eso no, por favor, no! Nunca le he sido infiel a mi marido, ¡No, por favor!

-Recuerda que yo te lo estoy ordenando, así que en lo que a ti respecta no le serás infiel a tu marido. Pero ya es suficiente charla, vamos a tu dormitorio.

Ella obedeció, y al llegar la acosté en la cama, y yo me acosté sobre ella. Mi erección estaba al tope. Comencé a tocarla y besarla por todos los rincones. ¡Qué cuerpo mas maravilloso tenía! Ella no participaba, solo murmuraba: "No, por favor, no, por favor". En lugar de molestarme, eso me exitó mucho mas. Era la primera vez que iba a poseer a una mujer sin que ésta estuviera de acuerdo,estando ella conciente hasta cierto punto, a diferencia de mi profesora, así es que era algo novedoso y excitante para mi.

Yo seguía chupando sus pechos, su cuello, sus labios, le daba vueltas y le acariciaba sus nalgas, y su murmullo era cada vez mas imperceptible. La puse boca arriba e intenté abrirle las piernas. Ella se resistía, pero no quise forzarla. Quería divertirme primero, así es que bajé me cabeza hasta su pelvis y empecé a besarla suavemente, primero en su ombligo, luego bajé a su pelvis y aun mas, al inicio de esa raja maravillosa que se insinuaba en medio de esa mata de pelos. Ella gimió levemente, pero se dejó hacer. Poco a poco iba venciendo su resistencia, seguía pasando mi lengua por aquella mata de pelos, por su ombligo, los costados, lo poco que estaba al descubierto del inicio de su ingle, y poco a poco, en la parte interna de los muslos. Ella ya no decía nada, ahora empezaba a gemir mas fuerte, su respiración era acelerada. Estaba logrando lo que había soñado todo ese día: estaba querantando su fuerza de voluntad sin necesidad de usar mis poderes de forma total.

Estaba super húmeda, su olor a hembra en celo inundaba todo el cuarto. Mi lengua se fué abriendo paso en sus labios. Ella gemía mas y mas, gritaba, gozaba. Yo seguía chupando sin cesar, como loco, es cueva.

En un momento levanté la vista y le dije: "Te gusta, ¿verdad?" Ella no contestó nada, solo siguió gimiendo, y... ¡me tomó la cabeza con sus manos y la apretó contra su sexo! Continué un poco mas, y noté que su clítoris estaba erecto, desafiandome. Y yo lo complací: Lo rodeé con mi boca, y poco a poco lo succionaba y le daba suaves mordiscos y golpecitos con la lengua. Fue el acabose. Ella estaba como poseída, revolcandose de gusto. Prácticamente me tenía prisionero entre sus piernas, así que hice que aflojara un poco la presión.

Decidido a que se entregara por voluntad propia, hice mi jugadas mas peligrosa: me acosté sobre ella, abrí sus piernas, apoyé la punta de mi mientro en su entrada, y en ese punto, anulé por completo mi control sobre ella, y esperé. Deseaba ver su reacción. Y fué lo máximo: Sentir el contacto de sus labios vaginales calentitos y húmedos me llevó al paroxismo, pero no la penetré. Ella se extrañó, pues subió su cabeza, y me miró con deseo, con lujuria, con pasión.

-Pídemelo-, le dije

-Fóllame de una vez, desgraciado, ¡a eso viniste,¿no?!

-Así es, y no será la única vez.

Empujé, y entró hasta la mitad. Emitió un gemido de placer. La quité, embestí con furia, y la envié hasta el fondo. Su coño era delicioso. Mis embestidas eran cada vez mas fuertes. ¡Qué delicia! Mis movimientos se hicieron cada vez mas potentes, sus pechos bailaban al ritmo de la follada y nos moviamos como desesperados. Mientras, nos dejabamos de besarnos en la boca, ella respondía a mis besos, ya sin pudor o verguenza alguna, yo me la follaba penetrandola con fuerza, intentaba que alcanzara el maximo placer. Entonces sentí como la leche subía por mi poya, la rodeé con mis brazos, y al embestir ella saltó como una palanca. Entonces, empecé a correrme en su interior, y ella alcanzó el orgasmo mas bestial de su vida.

-¡¡AAAAhhhhhhhhhhhhhhh!! ¡¡Mmmmmmmmm...!! ¡¡Ahhhh!!

Acabamos al mismo tiempo, exhaustos, así nos dormimos. El esfuerzo había sido titánico. Al despertar, luego de una hora, ella aun seguía algo confundida, pero nunca en su vida había sentido semejante placer. Mirandome, me besó los labios, y me dijo:

-"Volverás a visitarme, ¿no es verdad?"-, mientras me guiñaba un ojo.

Lo hice varias veces. Durante un tiempo alterné entre visitar a mi profe, y a la madre de mi mejor amigo. Eran experiencias fabulosas.

Pero al poco tiempo, conseguí mas "juguetes". En la próxima les siguo contando.

(¿Quieres que te hipnotice y luego publique nuestra experincia aquí? Si quieres gozar de verdad, escríbeme y déjame tu mail en eld_33 arroba yahoo punto com punto ar)
Datos del Relato
  • Categoría: Dominación
  • Media: 4.73
  • Votos: 63
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