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Categoría: Maduras

Yolanda y Carlos, compañeros de trabajo Parte 1

En la vida podría haberme imaginado que ese chico que conocí hace unos años que llamaba Carlitos, podría hacer que me olvidara de mis hijos y mi marido, con la noche de sexo que me regalo, aún hoy que ya ha pasado tiempo, pienso en esa noche cuando estoy con mi marido...



Hola!! Me llamo Yolanda, tengo 52 años y dos hijos preciosos de 18 y 14 años, estoy felizmente casada, trabajo de contable en una empresa, donde también trabajaba Carlos, aunque actualmente ya no. Realmente Carlos y yo hablabamos pero no eramos ni mucho menos amigos, simplemente compañeros de hola qué tal....



Jamás me hubiera imaginadocomo un chico tan tímido o que en las apariencias fuera tampoco sexual, fuera todo pasión y fuerza y que me puediera hacer disfrutar de esa manera.



Era un viernes 18 de Diciembre, todo en la oficina estaba en calma, no estabamos trabajando a un nivel alto y el ambién era claramente relajado. Ibamos a comer a un conocido sitio de Madrid y estabamos conversando sobre ello, sobre quiénes ibamos a ir, cuanto tiempo nos ibamos a quedar, que si luego ibamos a ir a bailar y a tomar algo... Lo típico de las cenas de Navidad.



Ahí estaba Carlos, en ese momento tenía 25 años pelo de media melena peinado para atras, fuerte pero sin que se le notara ya que llevava la ropa holgada co una camisa azul de cuadros preciosa, pantalones vaqueros, que a lo largo del día me fuí dando cuenta de que le quedaban muy bien y botas marrones de la marca Timberland... Estuvimos hablando un poco, le estuve contando que tenía el día libre ya que mi marido se había largado hasta el domingo al pueblo para estar con su familia y que sí que luego me quedaría a tomar copas para que despidieramos el año bien, hasta ahí la verdad todo normal.



Llegaron las 3, y los alrededor de 25 compañeros que somos, fuimos pillando taxis para ir al sitio en cuestión, la verdad una pasada de sitio, aún sigo volviendo con mi familia ya que comímos fenomenal, los camareros muy atentos y además, me trae buenos recuerdos.



Por cierto yo soy una mujer que suele vestir elegante y de perfume caro, me encanta estar sensual por que siempre me han gustado que los hombres me miren. Ese día no iba a ser menos, llevava unos botines marrones claritos, unos pantalones blanco vaqueros y una camisa de leopardo de saten, una bufanda blanca y un abrigo también marron clarito. Aparte llevava mis pulseras de oro pequeñas a juego con mi reloj viceroy y mis anillos. Los pendientes eran de perlas blancosaba a Carlos pero no lo supe hasta la noche.



Nos toco en la mesa sentados al lado, no había problema era un chico tan simpatico, capaz de hacer reir a cualquiera y muy agradable, pasamos un rato bastante divertido durante la comida, criticamos a los compañeros que no habían podido venir, hablamos mal de nuestros jefes y las botellas de vino lo único que hacían eran llegar para vaciarse.



Me quede con Carlos hablando de todo mientras nos tomabamos todos una copa, y me fije que me miraba de una manera que me gustaba, como si sintiera que me estuviera devorando con la mirada, yo sonreía y el bajaba la mirada a mi boca, era casa insintivo. Notaba que le daba un poco de verguenza por si me daba cuenta pero a mi me gustaba y yo creo que a el el vinito que llevaba le hacía mirar sin problemas. Hablando de todo un poco salio el tema de que aprovechara la juventud que luego ya las épocas en la vida son distintas, y te afeas con el tiempo y el mirandome de arriba abajo despacio me dijo que en mi caso no, que me veia cada vez más guapa y que tenia una elegancia que ni por asomo tenían las de su edad. Eso me encanto por que parecia que era una mirada excitada, una mirada que me gustaba.



Seguimos hablando y de repente note como su pierna se acerco a la mia por debajo de la mesa, me lo penso durante unos segundos pero hice como si no lo notara, no se como deciros pero esa situación me excitaba, ya que mientras seguiamos hablando con los demás, por debajo teniamos las piernas juntas, las rodillas casi parecia que se querian acariciar solas, era algo muy excitante pero sin decir nada, pensaba a veces que era sin querer pero su sonrisa a veces le delataba y esto aunque era peligroso para mi, me encantaba, ya que nunca había hecho algo parecido. 



Me levante y fuí al baño, entre,me lave la cara y me mire en el espejo y solte todo el aire, no sabía ni como y me sentia rara, tenía ganas de..... Entre al vater, me desabroche el cinturon y me baje los pantalones, me mire mis braguitas, eran preciosas, trasnparentes negras, noto que estaban un poco mojadas al quitarmelas, me las baje y me sente en la taza, mientras hacía aguas menores toque mis bragas por dentro y efectivamente estaban un poco mojadas, sin poder evitarlo me chupe el la uña de mi dedo( que por cierto son uñas a la francesa) y senti mi coño entrar en mi, menudo cabron ese niñato, como lo había hecho....



Continuara....


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