Caminando hacia diferentes destinos, en medio del bullicio de la ciudad, un hombre y una mujer por unos segundos cruzan sus miradas...Algo comienza por los ojos y termina en un acompasado latir en lo más recóndito de sus entrañas. Aquel hombre gira para ver el sinuoso caminar que deja insinuar una sugerente invitación con olor a perfume de deseo atroz. Durante un instante, una mirada suplicante la hace detenerse y voltear, unos pocos metros los separan y un impulso los acerca para sus manos estrechar, es cuando en ambos surge una visión que conduce a una incontenible pasión donde anidan deseos, ansias y un sinfin de sensaciones de cuerpos desnudos; sólo el calor sofoca los labios en cada beso y en cada beso ambas almas se desvanecen en un solo palpitar...Un absurdo y repentino tropiezo los desgarra de su común visión y lentamente dejan de estrecharse las manos y parten hacia diferentes destinos...