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Categoría: Maduras

Una vieja en la carretera

Venía de vuelta de una cena de negocios, por la carretera, rumbo a mi ciudad. La música era genial, una luna preciosa alumbraba la carretera, mientras conducía a toda velocidad a mi ciudad. La cena había sido muy provechosa, laboralmente hablando, aunque la esposa de mi cliente, realmente me dejo enfermo de caliente. Era una mujer fabulosa, alta, rubia, y muy sensual. Su marido, un viejo de 68 años que seguramente ya no le hacía ningún daño. Me di cuenta como ella me coqueteaba, pero no se dio ninguna oportunidad para conversar con ella a solas. Era realmente una lastima, ya que seguro ella quería conmigo y de seguro hubiese terminado en una muy buena cacha.



 



Sin darme cuenta, me venia agarrando la verga que ya me llegaba a molestar de lo gruesa y dura que estaba dentro de mi pantalón.



 



De repente, ante mi, aparece una mujer de pelo negro y largo, haciendo dedo en la carretera. No lo pensé dos veces y me detuve al instante, aunque por la velocidad que traía, quede bastante lejos de ella, y tuve que echar marcha atrás para subirla a mi auto.



 



Al abrirse la puerta, me di cuenta que era una mujer muy mayor, sobre 60 años, delgada y digamos que no muy agraciada de cara. Por un segundo pensé en no llevarla, pero cuando me pregunto si la podía llevar unos kilómetros mas allá, no me di ni cuenta y diciendo que si, se subió



 



Por un momento pensé que no debía haberme detenido, pero ya era tarde, la anciana mujer se encontraba a mi lado. No le di mas vuelta al asunto y pensé que por último, sería una buena acción, que me serviría para ganar puntos arriba, además solo serían unos cuantos kilómetros, es decir muy poco rato.



 



 



Le pregunté que hacía en la carretera, en un lugar tan alejado sin nada de civilización. Ella me comento que había ido a ver a una señora amiga que estaba muy enferma, y que ella vivía hace años en una casa, cerca de la carretera. Por lo que me pude enterar, se llamaba Aurelia, vivía sola y era viuda hace 8 años.



 



Mis pensamientos se guiaron a imaginar como esta mujer podía vivir en un lugar tan alejado, completamente sola. Pero también empecé a pensar (ayudado por los bajativos que me había tomado), que era solo yo y ella, no tenía nadie que me esperara en casa, y mi verga pedía a grito ser enterrada en algún húmedo sitio, y como dice el refrán, "de noche todos los gatos son negros", haciendo el cuento corto …… me calenté con la vieja.



 



Utilizando mi don del habla, comencé a realizar una agradable conversación, como para hacer menos tensa la situación y trata de tener algo con la vieja.



 



Y ud. hace dedo siempre



Si , los buses , aparte de ser muy caros, es difícil que le paren a una en la carretera



Pero no tiene miedo que le pasé algo



¿Que me va pasar?



No se, si se topa con algún hombre depravado, que le haga algo en el camino



Ja ja ja , las cosas que dice …… no nunca me ha tocado algo asi



Pero no piensa que le puede pasar



La verdad soy muy confiada, y a demás que alguien se fije en esta vieja ,es muy difícil, por no decir imposible….. vaya bajando la velocidad, que por acá me bajo.



 



 



EL trayecto no había sido suficiente para llevar acabo mis planes y la señora ya se bajaba del auto, dándome las gracias por el aventón.



 



Mi oportunidad había pasado, la distancia fue muy corta, para utilizar mi don. A si que ingeniosamente antes de marcharme, me devolví hasta donde estaba la señora y le pregunté donde quedaba su casa. Me dijo que por ese camino de tierra, pero que no me preocupara, que solo eran como dos cuadras.



 



Sin pensarlo, le dije que quería que me devolviera el favor, que aun me quedaba mucho por recorrer y que estaba muerto de sed, y que si fuese posible que ella me diera un vaso de agua. Ella , muy ingenua, me dijo que no había ningún problema. A si que la hice subir y me introduje por el camino de tierra, hasta que en la oscuridad, a poco andar, apareció una pequeña casa.



 



Un par de perros flacos y chicos salieron ladrando a nuestro encuentro, los que después de una orden de la vieja, dejaron de ladrar.



 



La señora me dijo que la esperara, que entraba y salía inmediatamente con un vaso de agua, Me baje del auto y encendí un cigarrillo. Vi como la señora no prendía las luces, en cambio, una leve luminosidad salió de la casa. Por la ubicación donde estábamos me di cuenta que la electricidad hasta ese lugar no llegaría y que seguramente eran velas eran velas. A los pocos minutos la señora sale con un vaso de agua. Le ofrecí un cigarro, pero me lo rechazo diciendo que nunca en su vida había fumado



 



Seguí haciéndome el simpático por un rato, alabando el paisaje donde vivía, la soledad de la noche hasta de la luna hable, pero la vieja no se daba cuenta de mis intenciones o me seguía en mis conversaciones, a si que me era muy difícil llegar hasta donde yo quería.



 



Me acordé de la botella de vino que me había regalado mi cliente, de su colección personal, no era como para gastarla con una mujer así, pero como no había ningún lugar donde comprar, me atreví a decirle que si atrevería a tomarse un vasito conmigo. Al principio no quería, pero después acepto y le serví en el mismo vaso en que me había traído el agua. Ella lo encontró muy bueno … ( era que no ) …. Mientras yo tomaba de la misma botella.



 



Me dijo que fuera mejor que me fuera, por que aun me quedaba mucha distancia para llegar a mi casa y que con el vino, me daría sueños y podía tener un accidente.



 



La verdad me queda mucho por recorrer , pero con el vino no me baja el sueño, si no la pasión



Ja ja ja , las cosas que dice joven … entonces váyase a su casa y la descarga con si señora



Con mi señora no , prefiero variar



Ja ja ja , las cosas que dice



Es que uno se aburre con la misma mujer siempre , y ustedes con el mismo hombre ¿o no?



Yo no, nunca le fui infiel a mi difunto marido



O que fome ….. pero supongo que ahora viuda después de tanto tiempo, habra algo por ahí o me equivoco



Se equivoca, el unico hombre en mi vida, fue mi marido



No le puedo creer , solo el en toda su vida



Si pues, como debe ser



Uff , no sabe lo que se ha perdido entonces



Ja , las cosas que dice



Pero es verdad , la vida es una sola y hay que disfrutarla



Si pero siempre dentro de lo correcto



 



Ella estaba apoyada contra el auto y yo a su lado, Vestía una falda muy larga, una blusa y una especie de chal en sus hombros. Me puse delante de ella , y dejando la botella sobre el techo, me fui contra ella y le metí la mano entre sus piernas, acariciando su sexo. Ella se asustó mucho, no esperaba que yo hiciera eso tan repentinamente.



 



Que hace !!!!!



Quiero que no divirtamos una ratito, ¿te parece?



¡ Como se le ocurre ¡ , sáqueme la mano de ahí ¡Soy una mujer decente ¡



Pero nadie dice lo contrario …. Solo quiero que nos divirtamos un ratito … anda no seas mala, lo vamos a pasar bien



Ya suélteme !!!!!! , como se le ocurre… quiteme la mano!!!!



Mmmmm esta cosa esta caliente …. ( mientras con gran esfuerzo, iba tratando de levantarle la falda) …….Ya po Aurlelita , di que si



No haga eso !! , soy una mujer decente … déjeme , por favor !!!



 



Logre llegar hasta el final de su falda y mi mano se fue directo a su sexo. Sin compasión le corrí los calzones y comencé a acariciarle directamente el saxo, sin que ninguna tela se interpusiera. Mientras ella seguía forcejeando mi mano no dejo de acariciarle la concha.



 



Sus fuerzas se le fueron acabando y ya no oponía tanta resistencia. Sus palabras eran las que decían que no, pero su concha comenzaba a mojarse y sus palabras eran cada vez mas suaves. Con mi otra mano le tome una de las suyas y la lleve a mi pantalón. Le hice que me tomara la verga, se resistió un poco, pero a las finales la agarró muy suavemente. Cuando yo le soltaba la mano, ella me la soltaba. Le volvía a tomar la mano y se la colocaba entre ellas, hasta que a la tercera, ya no retiró la mano y le dejó ahí sosteniéndola suavemente.



 



La situación se tranquilizó, ya no forcejeaba por salirse y disimuladamente me tocaba el pene, muy suavemente, mientras yo no paraba de tocarle su sexo.



 



Reconoce que te esta gustando



Por que no se va mejor, joven, en su casa tiene una mujer mucho mas joven que yo



Vamos, reconócelo que te gusta sentir mi mano ahí …. ¿Te quedas callada? … eso significa que si



Bueno … la verdad me esta gustando



Y a mi también que me toque, pero áselo mas fuerte …. Así … así … que rica se siente tu mano ahí



No puedo creer que este haciendo esto



Solo déjate llevar … mira que mojadita estas. ……



 



 



Me solté los pantalones y este cayó hasta mis rodillas. Le levante la falda lo más que pude y busque la entrada de su sexo, para metérselo. Ella estaba muy nerviosa, eran muchos años que una verga no entraba por ese agujero, pero de tanto sobárselo con mis dedos, ya se había lubricado. Le metí solo la punta y ella se estremeció completa, luego cuando mi verga se fue abriendo camino ella comenzó a quejarse que le provocaba dolor, por lo que la penetración fue lenta, tampoco soy un animal y quería que ella también disfrutara.



 



Poco a poco su sexo se fue acostumbrando a mi verga y nuestros movimientos se fueron acelerando. La vieja comenzó a disfrutar, mientras yo en mi calentura, me daba igual un poco de risa, de cómo podía ser tan caliente para estar pisándome una vieja así.



 



Para que vamos andar con mentiras, su culo no era nada del otro mundo, sus carnes flácidas, largo y plano, pero de noche, todos los gatos son negros. Le desabroché la blusa y le saque las tetas al aire. Eran larga y caídas, con un pezón muy grande. Sin asco le chupe esas tetas, mientras no dejaba de penetrarla. La vieja apenas se movía y disfrutaba como ese joven se quitaba las ganas con ella.



 



Me senté en el capo del auto y le pedí que me chupara la verga, pero se resistía hacerlo, me dijo que nunca lo había hecho. Por mas que la animé, y le tomaba la cabeza en dirección a ella, no quiso, a si que me baje, la di vuelta y con las manos en el capo, en 90 grados, le levante la falda, dejándole todo el culo expuesto y aferrándome de sus caderas, se la metí hasta el fondo y mientras me la follaba, comencé a hurguetear la entrada de su culo. Ella me pedía que le sacara el dedo de ahí, pero yo hacía caso omiso a sus peticiones. Le escupí el culo para dejárselo bien mojado y hacer mi siguiente movimiento. Fue en ese momento que la vieja acabó, aunque no como me gusta a mi con grandes gemidos o gritos, pero si un gran silencio y luego una exhalación profunda me confirmo la llegada de su orgasmo.



 



Ya había logrado meterle un dedo en el culo, pero ella estaba muy estrecha. Le saque la verga y se la puse en la entrada del culo, me costo mucho meterla, solamente la punta , pero ella se quejaba demasiado, le dolía , a si que volví a enterrársela en la concha.



 



Parado detrás de ella, con una dureza increíble fuí bombeándola una y otra vez, mientras ella ya entregada a las calenturas de este joven, se mantenía en la misma posición y esperaba que yo acabara.



 



Mi orgasmo se demoró mucho en llegar, estaba duro como palo , y podría haber estado una media hora mas por lo menos dándole así a la vieja. Ella me dijo que ya le estaba doliendo y que por favor acabara. Pero le dije que no acabaría luego, que estaba muy duro, a no ser que ella me permitiera hacerlo en su boca.



 



Debe haber realmente sintiendo dolor, por que me dijo que si. Me salí de ella y me senté en el auto. La vieja se levantó y se estiro un poco. Debe haber estado un poco adolorida de estar tanto rato en esa posición. Yo esperaba su boca, pero empezó con cosas de que no le gustaba. Le dije que era un trato y que los tratos se cumplen o que si no, se la metería por el culo.



 



La vieja aceptó y corriendo su largo pelo negro, hacia un lado, se llevo mi verga a la boca y comenzó a chupármela.



Se notaba que era una novata en ese tema, pero dándole instrucciones, logro mejorar un poco. Le pedía que con la punta de su lengua me sobara la punta del pene, luego que la frotara por sus mejillas … que la metiera hasta ele fondo, que me tocara con sus manos, y a todo lo que yo decía ella seguía las instrucciones. Me dijo que ya no me demorara mas, que le dolía mucho la espalda y me tuve que obligar a acabar.



 



Le dije que se la metiera a su boca y que no la sacara, y que me la chupara lo mas fuerte posible. Ella como una geicha, siguió mis instrucciones y mi orgasmo no demoró en llegar. Comenzó a brotar mi leche caliente de a borbotones, cayendo los dos primeros completamente dentro de la boca de la vieja y los otros , sobre su cara.



 



El primero no pudo evitarlo y se lo tragó completamente , le segundo los escupió y ya los otros quedaron en su cara y ojos, causándole un ataque de risa.



 



Ya botada mi calentura, me ordene, un poco ( mis pantalones en mis pies, quedaron llenos de tierra ), me despedí de la vieja, como todo un caballero que soy, me subí al auto y me marche.



 



Mientras manejaba rumbo a mi casa , satisfecho , me cuestionaba cual sería mi limite de calentura, si lo hice con esta vieja …. ¿ que mas me quedaría? ….. meses después, lo averigüé.



 



 



Gracias por leer este relato, agradeceré su valoración y comentarios.


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
  • Media: 9.25
  • Votos: 4
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