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Categoría: Maduras

Una modelo diferente...

Tal vez mi relato no sea muy diferente a los demás ..... se trata de un joven que tiene un encuentro con una mujer mayor. Supongo que la única diferencia es que este tiene fotos para comprobar que el relato es verídico ........



 



Una tarde que me encontraba navegando en internet, conocí una mujer, llamada Cecilia, 43 años, casada, de mi misma ciudad.



 



Comencé a platicar con ella cerca de una hora, tiempo suficiente para decirme que era casada, no satisfecha por su marido y que andaba en busca de una aventura con alguien mas joven que ella, ardiente y yo cumplía al 100% sus requisitos.



 



Nos bastaron uno cuantos correos, para ponernos de acuerdo donde juntarnos e ir a un motel a cumplir todo lo que nos habíamos prometido por el chat.



 



Llegó el día establecido para la cita. Eran cerca de las 20:30 hrs , recién había oscurecido, cuando estacioné el auto en el lugar indicado.



 



Prendí un cigarrillo, y me puse a esperar que Cecilia se acercara a mi auto. No sabía nada de ella, solo su edad y alguna características físicas sin importancia. Su altura 1.58 , el color de su pelo y no recordaba que otras cosas mas, salvo el tamaño de sus pechos , que eran mi mayor debilidad.



 



Era invierno y hacía un poco de frío. Me estaba empezando a imaginar que ella no llegaría a nuestro encuentro, cuando de improvisto para un taxi detrás de mi auto. Una mujer cubierta con un abrigo largo, se baja de este y queda mirando mi auto con atención. El taxi se marchó y ella seguía a la espera , Me dí vuelta y le hice una señal para que se acercara. Ella abrió la puerta del auto, y entró.



 



Me encontré con una mujer de pelo largo, rostro muy simpático, 43 años, que se sorprendió al verme ya que no pensaba que yo era tan joven. ( 27 años ). Yo la salude muy amablemente y le pregunté si continuabamos nuestro recorrido. Entre risas lo penso un poco, ya que me dijo que era de la misma edad que su hijo, pero al fin accedió y nos fuimos rumbo al motel. Entramos a la habitación y ella se sacó su abrigo.



 



LA verdad siempre me han gustado las mujeres rellenitas, pero ella se pasaba del limite. Era obesa, con un estómago muy pronunciado, pero como ya estabamos ahí, debía al menos recuperar la plata del motel.



 



Al principio se comporto un poco tímida, pero luego de una par de tragos, se terminó sacándose todo y dándome un trabajo oral estupendo.



 



Yo por mi parte me dedique casi al 100% en sus tetas, cosa que a ella era lo que mas le gustaba y con ese tremendo par que tenía no me fue muy difícil complacerla.



 



Las cuatro horas de sexo que tuvimos fueron relativamente bien y me fui bastante contento, pero con la idea de no volver a llamarla mas.



 



Al otro día comencé a recibir correos de ella, y como soy un caballero se los respondí, dejando abierta la posibilidad para un nuevo encuentro, pero no en un tiempo muy cercano.



 



Pasó cerca de un mes y los correos de ella seguían llegando, hasta que un día me decidí a contestarle directamente y decirle que lo que había pasado había estado muy bueno, pero que a mi me gustaba que fueran un poco mas guarras en la cama y que ella era muy reservada.



 



Me contestó que si yo salía nuevamente con ella, estaría dispuesta hacer lo que yo quisiera............ ¡ Todo lo que yo quisiera!



 



La idea me anduvo calentando un poco y decidí ver hasta donde sería capaz.



 



Le pregunté si me dejaría tomarle fotos mientras lo hacíamos y me dijo que, si, siempre y cuando no se mostrara su cara.



 



La idea de poder tomarle fotos, me llevó a concretar una cita inmediatamente para la noche siguiente.



 



Tomé mi cámara digital y me dirigí nuevamente al lugar de la cita. A los pocos minutos, llegó ella y subiéndose a mi auto, partimos al motel mas cercano.



 



Bebimos unos tragos, fumamos un poco y comenzamos a tocarnos. Ella rápidamente se apoderó de mi verga y comenzó a chupármela por largo tiempo. Comencé a desnudarla y ella me desnudó a mi. Aparecieron sus tremendas tetas y le dije que metiera mi verga entre esas dos monumentales pedazos de carne.



 



Al mismo tiempo sacaba la cámara del bolsillo de mi chaqueta y tomaba mis primeras fotos .........



La sensación de estar tomando esas fotos , mas la cara de éxtasis de ella me llevaron a colocarme muy caliente y a pedirle que me diera mas y mas ..........



 



Le pedí que se tocara los pezones con mi verga ... y así lo hizo .....



Continuó dándome un buen trabajo de sexo oral, hasta que me di cuneta que si seguía así, terminaría por acabar en su boca , cosa que no era malo, pero yo tenía pensado hacer muchas cosas mas, a si que le pedí que se acostara de espalda ...............



 



Le abrí sus piernas .......... admire su vagina ..... grande ... húmeda ... a la espera de sentir mis caricias, como ella me lo decía.....me pedía que la tocara... más yo, manteniendo el control de la situación , le dije que se abriera sus labios vaginales y me mostrara por donde quería sentir mi lengua .......



 



Ella sin dudarlo, abrió sus piernas. Con su redonda mano y cortitos dedos, se abrió los labios , preguntándome si me gustaba lo que veía .....


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
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