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Categoría: Maduras

Una charla espiritual

Me encontraba en la Costa del Sol aprovechando un viaje de trabajo al que empalme el fin de semana, necesitaba un poco de descanso y relax. El hotel era el típico complejo turístico de cuatro estrellas con multitud de salas y mucho jubilado por aquello de la temporada baja de comienzos de primavera. Eran sobre las siete de la tarde cuando bajé con el propósito de dar un paseo por la playa y disfrutar del magnifico atardecer mediterráneo, en el hall encontré un grupo de personas que parecía esperar algo, mi mirada se cruzo con la de una señora bronceada, pelo casi gris y una figura bastante aceptable para sus mas de cincuenta años. Me acerque al tablón donde se anunciaban las actividades y reuniones que se llevaban a cabo, la única actividad que coincidía con la hora era una charla sobre filosofía hindú impartida por el alumno de un guru o algo por el estilo, me senté en uno de los sofás del hall, observando al personal que esperaba la apertura del salón, los típicos burgueses con la vida hecha, cuando dejas de tener problemas por llegar a fin de mes hay quien se preocupa por llenar el vacío de su vida material realizada con diarreas nueva era, ese era el perfil de los asistentes donde predominaban las señoras maduras y los jóvenes con gafas y cara de empajillados.



Entre en la charla y me trague la verborrea del estafador de turno sobre la realización personal y la armonía espiritual sentado al final y observando desde atrás a la señora que había llamado mi atención, el caso es que la señora, de vez en cuando, volvía la cara y me miraba y siempre que lo hacia era en el momento en que pensaba que tal seria follando la madura, empece a inquietarme, a ver si la señora iba a tener poderes paranormales o algo así ...jejeje.



No os aburro mas con la introducción, el caso es que al acabar la charla el embaucador desapareció en una limosina y se formo un corrillo donde la gente comentaba la charla, me acerque y participe en el disimulando mi profundo escepticismo y exhibiendo los pocos conocimientos del tema que poseo, al final estaba al lado de la señora, se llamaba Miranda, casada, estaba pasando unos días de descanso con su marido que iba y venia de su ciudad para cerrar asuntos de negocios, me pareció receptiva a la conversación y algo en su mirada me decía que a algo mas que la conversación pero cuando la invite a tomar una copa rehuso argumentando que detestaba el alcohol si bien a veces utilizaba substancias naturales para alterar su conciencia (bonita forma de definir un buen colocon). Le dije que en la habitación tenia una magnifica marihuana triposa y sorprendentemente acepto subir conmigo a fumarse unos canutos. El caso es que la yerba era una de las variedades de diseño llamada American Dream, fuerte y sabrosa y que al segundo porro ya estabamos charlando y riendo, sentados en la terraza con vistas al mar, como si nos conociéramos de toda la vida. En un momento dado cambio el rictus de su cara y me preocupe.



-Que te pasa Miranda?



-Nada que me pongo triste.



-Por que?



-Por mi marido, ¿que tipo de negocio puede estar cerrando un sabado por la tarde?



-Tu sabras



-Seguro que anda de putas con sus amigotes- me contesto soltando una lagrima.



Me levante y me puse tras su silloncito, le dije que estaba tensa, que no se agobiara y disfrutara el momento y comencé a hacerle un suave masaje en el cuello, ella echo su cabeza hacia atrás y pude ver el canalillo de sus bronceadas tetas burguesas adornado por un magnifico sujetador blanco con encajes, tenia lo ojos cerrados lo que me permitió un examen visual pleno, calcule una talla 90, algunas arrugas a la altura de sus ojos y una piel suave y tersa para su edad.



-Mmmmmmm¡ que bien lo haces –me dijo



-Si quieres te puedes tumbar en la cama y te lo hago por toda la espalda.



-No estaré abusando de ti?



-Eso es lo que yo quisiera que abusaras de mi.



Ella sonrio con los ojos cerrados, se incorporó, se puso de espaldas y se quito su amplia camisa blanca, sus hombros bronceados estaban sorteados de pecas. Me gusto la vista, busque en mi neceser el tarro de crema y cuando lo saque ella ya estaba tumbada boca abajo en la cama, me quite mi camisa quedando en camiseta y comencé a frotar y masajear su espalda, sin solicitar su aprobación desabroche su sujetador y baje hasta donde las espalda pierde su nombre su pantalón, no puso objeción alguna, le trabaje duro y sensual durante casi diez minutos y cuando culmine la faena le pedí que se diera la vuelta, se lo penso y lo hizo, se puso boca arriba con los ojos cerrados, baje un poco la parte delantera de su pantalón (lo máximo que pude sin alarmarla) y comencé a masajear su cuello, los alrededores de sus pechos y su vientre, sorprendentemente duro y liso para su edad, seguía con los ojos cerrados, encendí un porro de maría que tenia preparado y continúe el masaje con una sola mano, ella seguía con los ojos cerrados, de vez en cuando ponía el porro en sus labios, ella aspiraba, se relajaba y yo seguía fumando, cuando creí llegado el momento aparte un poco el suje y deje descubiertos sus pezones abultados, marroncetes y enhiestos, acerque mis labios y lamí su puntita, ella se tenso, gimió suave y volvió a relajarse, todo con los ojos cerrados y una tenue sonrisa, comencé a chupar suave y rico una de sus tetas mientras acariciaba y masajeaba la otra, no es que fueran un prodigio de tersura pero he sobado tetas mas jóvenes y mas blandiblu. Me empeñe en las caricias durante unos minutos hasta que ella comenzó a acariciar mi cabello y a apretar mi cabeza contra su pecho demandando caricias mas contundentes, seguí mamándole rico mientras mi otra mano bajo por su vientre hasta llega a su sexo, no había pelo pero si bastante humedad, estaba bien mojadita, suspiro profundo cuando sintió mis dedos deslizándose por su rajita suavemente, explorando hasta encontrar su perlita que acaricie suave con la yema del dedo, al principio, aumentando el ritmo de la frotación conforme aumentaban el ritmo de sus suspiros y gemidos, deje de mamar y acerque mi boca a sus labios, la acepto y nos fundimos en un beso profundo, ella me abrazaba y apretaba mientras yo seguía masturbándola, alternado las caricias en su clítoris con las entradas y salidas de mis dedos en su coñito. Como pude me despoje de los pantalones y los slips, tome su mano y la coloque en mi polla, cuando la tuvo en sus manos comenzó a gemir mas de seguido, frote bien rico su clítoris y pude sentir como se descargaba, abrió los ojos sonriente, me miro y musito:



-Gracias¡



Nos desnudamos completamente, ella me pajeaba lindo, le dije que se relajara y disfrutara, que aprovechara la ocasión, que hay hombres cuyo mayor placer es dar placer a las mujeres. Tumbada boca arriba, con las piernas abiertas y dispuesta, bese la parte interna de sus muslos mientras abría los labios de su coño depilado y le pasaba la lengua por la perlita, tomo mi cabeza y la hundió en su entrepierna, me embriague con el aroma de su sexo y comencé a lamerle toda la rajita entreteniéndome especialmente en su perlita, lamía rico su clítoris a la par que le metía un dedo por el coño, pronto fueron dos y después tres, apretó mi rostro de nuevo mi cara en su coño, se estiro y pude sentir otra vez su descarga abundante en mis dedos, me incorpore y puede ver su coñito pelado y brillante por su juguito.



Me tumbe en la cama junto a ella, levante su pierna y entendió mis intenciones, follarla tranqui de lado, se la clave suave y lento y cuando estuve todo dentro comencé un suave movimiento de follada pero sin mete y saca, dejándole la polla bien clavada, le tome su rico pezón y le di un suave tironcito que mantuve, de forma que cada vez que le daba vaivén se estiraba un poco mas, le gustaba y comenzó a gemir mas de seguido, me gusto la apretura de su coño en mi polla, algo no muy habitual en las mujeres maduras que han parido varias veces, ella gimió, sentí el juguito de su coño calentito lubricando mi verga y aumente el ritmo de mi movimiento entrado a saco en el mete y saca, entre gemidos me pidió que no me corriera dentro que aun estaba en condiciones de ser madre y en sus días fértiles, le pregunte donde iba a querer mi corrida, me dijo que donde yo quisiera, le dije que en su cara y en sus tetas, me dijo que nunca se lo habían hecho y le conteste que ya era hora, la conversación llevada entre gemidos y mete y saca pareció excitarle bastante, sentí el calor húmedo de su corrida en mi polla, espere que disfrutara del gusto de tener mi polla bien dura en su coño tras su orgasmo, le pedí que se sentara al borde de la cama y comencé a masturbarme delante de su cara.



-Ahora vas a mamar polla preciosa-



Cerro los ojos y abrió la boca.



-Eres una buena mamapollas¡



Se la metió entera y acrecentó el ritmo de su mamada, parecía que le gustaban las obscenidades, asi fui subiendo el tono de mis frases



-Eso es putita mama verga bien rico, chupas polla mejor que todas las guarras a las que se folla el cabron de tu marido



Con los ojos cerrados y masturbándose mamaba cono una autentica zorra.



-Ahora vas a tragar leche de hombre putita, te vas a alimentar con pura leche de cabron



Por sus gemidos intuí que estaba corriéndose, se la clave hasta la garganta y me corrí como un bendito, ella se agitaba y sus dedos se perdían en el interior de su coño, con los ojos cerrados paso la lengua por la punta de mi polla, la leche que no pudo tragar se deslizaba por la comisura de sus labios, le pase la punta de la polla por sus pezones, le pedí que se los embadurnara con el semen que se derramaba en sus labios y que me diera de mamar mi leche en sus tetas, con los ojos cerrados lo hizo.



Nos tumbamos en la cama, acariciándonos, sin hablar, se incorporo y le pregunte que a donde iba y me dijo que a limpiarse.



-De eso nada, una zorra chupapollas como tu como tiene que estar es bien embarrada, la leche de cabron es buena para la piel



Cerro los ojos, sonrío y siguió tumbada, con su mano en mi polla arrugada y pasando la yema del dedo por la punta de mi capullo suavemente mientras yo descaradamente le apretaba, pellizcaba y tiraba de sus pezones



-Me da la impresión que no sabias lo puta que eres



-No, no lo sabia



-Quiero que me lo digas



-¿Qué quieres que te diga?



-Que eres una puta



-No...no...no



-Sabes que eres una zorra calentona y puta, venga reconócelo –le decía aumentando la presión de mis pellizcos en sus pezones que parecían que iban a reventar de duros



-Lo reconozco.....soy....una........puta



-Una zorra calentona mamapollas



-Ssssiiiii¡ Una puta chupapollaaaaassss



-Muy bien puta –le dije mientras hurgaba con mi dedo en la entrada de su culo. Gimió de gustito y dolor.



-Por favor déjame atrás nunca me han tocado



-Pos no solo te voy a tocar sino que te voy a encular viva –le conteste imperativo mientras mi dedo iba entrando en su maduro culito virgen.



De nuevo cerro los ojos, sonrío y relajo su esfínter para dejarme hacerle lo que quisiera.



-Bien puta, creo que ya estoy recuperado, ahora vas a mamar polla, que sientas crecer en tu boca de zorra la verga que va a romper tu culo de putita. Invertimos nuestra posición y comenzó a chupármela ávida, le ordene que se masturbara mientras yo le lamía el ojo del culo, gemía como no había gemido hasta el momento, totalmente desatada y decidida, embadurne con crema mis dedos y comencé a encularla con ellos, primero uno y después dos, sin atender a sus contracciones ni grititos de dolor que rápidamente tornaban a gemidos de placer.



Cuando tuve mi polla punto le ordene que se pusiera en cuatro al borde de la cama y que se abriera las nalgas, yo de pie le pasaba la punta de la polla por todo el surco de su culo hasta que apunte y se la metí sin contemplaciones, con menos dificultad de lo esperado le metí el capullo y ya que estaba dentro pase de tonterías y seguí clavándosela mientras ella gemía y me decía que parara que la iba a partir, que la estaba destrozando.



-Una puta como tu tiene que ser enculada así cielo, serás mi puta y te voy a partir tu culo de zorra.



-Aaaaaaghhhh¡



Se la clave hasta las pelotas, me quede quieto, le ordene que se masturbara duro, que se frotara el clítoris con ganas y ella obedeció, la tome de los pezones tirándole de ellos y comencé el bamboleo de la enculada, al principio se quejaba



-Ay¡ Ay¡ mmmmmmmmmmm¡



Pronto estabamos inmersos en una enculada salvaje, su culo ardía en mi polla, me encantaba verlo bien abierto tragándose toda mi verga hasta la raíz, era el segundo polvo, mi corrida tardo un poco mas, casi veinte minutos estuve enculandola sin compasión mientras ella se masturbaba y se corría como una perra hasta que le llene las entrañas de pura leche de hombre, caí sobre ella y ella en la cama, derrengada y casi desmayada, sollozando y gimiendo apretando mi polla ya casi flácida en su esfínter. Flop. MI polla salió de su culo. Le abrí las nalgas, su culo abierto derramaba mi leche y un hilillo de sangre salía de sus profundidades, observe mi polla con restos de leche y sangre y milagrosamente limpia teniendo en cuenta de donde acababa de salir. Le ordene que me limpiara con la lengua, nuevamente cerro los ojos y sonrío mientras me dejaba el capullo bien brillante con su saliva de zorra. Me tumbe en la cama, encendí un porro, ella busco el móvil en su bolso.



-Cariño? Que tal? Mira cielo no es necesario que vengas mañana por mi, no hace falta que te des la paliza con el coche, mañana iré de excursión con unas amigas y tomare el ultimo tren para casa.



Sin duda había dado descubierto una buena puta.


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
  • Media: 10
  • Votos: 1
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  • Lecturas: 1733
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