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Categoría: Confesiones

Un viaje maravilloso

Tendría de edad a lo sumo 24 años, trabajaba hasta las 4 de la tarde, y siempre salía hacia la Universidad y como llegaba temprano antes de clases, siempre me tomaba un café y refaccionaba algo, para aguantar hasta las 8:30 de la noche que salía. En la cafetería siempre veía a una chica de mi edad, nunca entablamos plática ella en una mesa del centro, yo siempre en una esquina pegada a los ventales. Durante todo el semestre nos vimos a diario, no indagué que estudiaba, y con los días sólo intercambiabamos un buenas tardes. La chica era alta, rubia de ojos claros, delgada de cuerpo atractivo, era de senos chicos, redondos y se los veía sexi porque siempre usaba ropa con escote generoso. Pasó el tiempo y en la fábrica teníamos la necesidad de comprar un vehículo tipo pánel pero pequeño, por lo que un día llegué a la agencia de autos marca Fiat, y en la compra del vehículo me dieron un cupón el cual llené con mis datos y lo deposité en una urna. Como dos o tres semanas despúes por la mañana un conocido me llamó por teléfono informandome que en uno de los diarios de mayor circulación del país había un listado de numeros ganadores de un sorteo y que aparecía mi nombre, pero me avisaba para verlo porque podría tratarse de un homónimo. Vi el periódico y efectivamente aparecía mi nombre y solicitaban comunicarse con la agencia de vehículos para mayor información del premio y fué cuando recordé lo del cupón. El asunto es que una semana después yo estaba en el aereopuerto para viajar a Italia, que era el premio ganado y una cantidad de dinero para gastos. Como había que hacer trasbordo en Miami, para dirijirnos a Holanda, estaba viendo una revista cuando una voz femenina me pidió permiso para pasar a sentarse a la butaca que le correspondía junto a la ventanilla, nos vimos de frente y nos saludamos con un hola, y empezamos a charlar, era la chica que solia ver en la universidad, y precisamente llevamos el mismo destino ella era de Italia, lamentablemente cuando llegaramos a Holanda el traslado hacia Italia era un transporte diferente. Me comentó que ella trabajaba para una firma con sede en San Salvador y que iba de vacaciones para visitar a su familia. Todo fué muy agradable era evidente que desde que nos veíanos en la cafetería de la Universidad nos gustábamos. Durante el largo viaje nos dimos un beso apasionado, ya cuando estábamos sobre el oceano, y ya de noche y cubiertos con los cobertores nos dispusimos a dormir un rato, pero estábamos los dos nerviosos y no podíamos dormir, era un silencio total en el avión, toda la gente dormía, ella se recostó sobre mis hombros y nos dimos otro beso, corrió su mano dentro de mi cobertor y empezó a acariciarme el pene sobre la ropa, este rapidamente se paró, baje mi zipper, y la verga salió, ella empezó a acariciarme, me dijo que era inmenso y grueso y que le recordaba al pene de un novio que ella tuvo en el Salvador, poco a poco se inclinó sobre mi y verificando el sueño de los pasajeros mas cerca a nosotros, se inclinó y empezó a chuparlo y mamarlo hasta que me hizo correrme, tragandose con deleite mi leche. Al llegar a Holando me dijo que vivia en la provinvia de Como, en la región de Lombardía en un pueblecito hermoso llamado Bellagio, traducido es Bello Lago. Ya estando en Italia me informé bién de como llegar y me fuí al lugar, efectivamente el lugar era hermoso, me acomodé en un Hotel, que aún recuerdo su nombre, Hotel Du Lac, le llamé por teléfono y quince minutos después estaba a mi lado, empezamos a besarnos como locos y al cabo de unos minutos estábamos en un delicioso 69, nos corrimos de lo lindo, le hice el comentario que siempre había deseado lamer sus senos, desde que la veía con su ropa escotada,los devoré casi salvajemente, y luego penetré su hermosa conchita depilada, hasta el fondo, entraba y salía fuertemente, ella cerraba los ojos, sus labios rojos en cuanto los relamía con su lengua, los mordisqueba, empezó a brotar más líquido de su vagina, sin querer la verga de lo lubricada que estaba se salía, y cada vez que la volvía a meter al tope gemía de placer, estaba supercaliente y no tardó mucho en correrse y yo en llenarla de semen caliente y espeso. estuve tres día en el lugar paseando con ella por las estrechas callejuelas, y edificios mediavales, caminando tomados de la mano, veiamos los amaneceres y atardeceres cuando los pescadores se iban y regresaban con la pesca del día, conocí a su familia, en el hotel sólo estuve una noche, ellos mismos me pidieron irme a su casa y dormiamos juntos, ella les dijo que desde hacía mucho tiempo éramos pareja por lo que su familia nos tomó como marido y mujer. Yo regresé antes que ella, la visitaba a menudo en San Salvador, hasta que el ex-novio vergudo, que ella me había dicho no era ex-novio, sino que su pareja en ese País, estaba por enterarse de sus salidas cuando llegaba y con cierta sospecha siempre quería acompañarla, por lo que terminabamos cogiendo en sanitarios de restaurantes, a los cuales él la acompañaba cuando yo llegaba y siempre se las ingeniaba para desaparecerse quince minutos en los que como loco la follaba, por lo que decidi ya no visitarla más, pero si duró esa relación casi 4 años.
Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
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