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Categoría: Maduras

UN TRIO EN EL VAPOR

No se como pero convencí a mi esposo para realizar un trío, quería sentir a dos hombres para mi sola, quería deseaba ser penetrada seguidamente, ahora el problema que tenia era con quien, no sabíamos con quien hacerlo, nuestro entorno social es muy chapado a la antigua y no coincidimos con nadie. MI esposo me dijo: Si es lo que deseas búscalo pero con mucha discreción.



No se me ocurrió otra cosa que buscarlo en la Internet, cree una cuenta de correo y puse un anuncio, a la hora ya tenia 10 correos y al final del día eran como 200, había todo tipo de correos, desde bromistas hasta bisexuales que querían con mi esposo, bueno eso lo descartamos, así como también descartamos los correos con nombre de mujer, también los que no daban mucha información, como: “me apunto”, yo quiero” y cosas así.



Una vez leídos los correos, nos quedamos con 5, uno de ellos decía:



“es real? Si lo es responder a este correo”.



Así lo hice, le respondí dándole información nuestra, como también solicitándole mas datos acerca de él, como su edad, rasgos físicos. Su nombre era GUILLERMO y su nick era gmov33@hotmail.com.



Tres nos respondieron, entre ellos GUILLERMO, nos mando una foto de cuerpo entero en un baño de hotel, con el pene bien erecto. Con solo verlo me estaba calentando… mmmm.



El fue a quien elegimos.



Después de una cita frustrada, por fin nos encontramos como habíamos quedado, en un baño Turco, esos donde hay ambientes privados y puedes hacer lo que quieras. En los correos que intercambiamos nos pusimos de acuerdo en lo que nos gustaba y lo que no, como también nuestras fantasías.



Al llegar al establecimiento junto a mi marido, el corazón me latía a mil, la respiración se me entrecortaba, me daba miedo de no ser de su agrado. Él, Guillermo llevaba varios minutos esperándonos, leía una revista en la sala de espera. Se paro y vino a nuestro encuentro, pregunto: PATY?, (es mi nombre)



Le asentí con la cabeza y presente a mi marido y pasamos a los vestidores. Era un manojo de nervios, nos pusimos trajes de baño y entramos al privado, el ambiente demoro en calentar y para relajarnos empezamos a conversar amenamente, como quien no quiere la cosa.



Estaba sentada frente a mi marido y a Guillermo, entre los dos me desnudaban con la mirada lo poco que llevaba. Guillermo se dio cuenta que estaba algo tensionada por el encuentro, se ofreció a darme unos masajes. Se coloco detrás de mí y empezó a darme suaves masajes desde las sienes, pasando por mis oídos hasta el cuello, para ese momento ya me estaba que derretía al ritmo de sus manos, mi entrepierna ya pedía atención y deseaba ser poseída.



Para seguir con sus masajes, desabrocho mi brasier y mis senos quedaron al aire. Mi marido que hasta ese momento estaba viendo impávido viendo lo que pasaba, se lanzo a mi pecho a mamar y estrujar mis tetas. Para cuando Guillermo termino con mi espalda me había quitado el Bikini y mi marido jugaba con mis vellos.



mi marido y guillermo se sentaron uno a cada lado mío, magullándome las tetitas eran como dos niños a mi merced. Succionaban mis tetitas, con una mano los estrujaban y con la otra jugaban con mis nalgas y mi vello púbico, turnándose y avanzando en sus exploraciones, haciendo me gemir y pedir mas y mas.



Guillermo se paro frente a mi para bajar la temperatura del privado, lo tome de la cintura y no lo deje ir, le baje el traje de baño que llevaba y su pene hinchado golpeo mi mejilla y mi nariz, tenia una erección que no podía disimular y para mi sorpresa era algo mas grande y gorda a la de mi marido (18.5 cm).



Ya en mi poder la empecé a lamer desde la punta hasta la base y las bolas, se estremecía cuando metía una de ellas en mi boca, se la chupaba y mamaba alternado con la de mi marido que se nos unió.



No pude mas y le pedí a Guillermo que me poseyera, así lo hizo, me hecho en los asientos, yo no solté mi ya conocida golosina. Guillermo empezó a jugar son sus manos en mi vientre, el monte de Venus , mis pliegues, acercaba un dedo a mi clítoris, y luego se alejaba, jalaba mis vellos y volvía a provocarme.



GUILLERMOOOOO, ya!, le decía, y el me contestaba: “paciencia, paciencia” mientras jugaba con mi clítoris, lo presionaba, daba vueltas en círculos y metía un dedo en mi humedad, luego de dos, para de repente volver al monte de Venus a jalar mis vellos.



En eso, cuando creía que volvería a jugar y meter sus dedos, siento su glande, hinchado, caliente y latiente entrando en mi ser, se sentía caliente y extraño llenando mi interior por su gran tamaño, que se abría paso a paso, cuando siento mi primer orgasmo visible que lo moja completo y lo ayuda a entrar totalmente, GUILLERMO espera un momento y disfruta de mi orgasmo.



Antes de relajarme empieza con su bombeo, despacio, casi lo saca y lo vuelve a meter ese pedazo de carne poquito a poco, va acelerando sus embestidas, siento como se golpean nuestros cuerpos y sus bolas entre mis nalgas.



Empezó a tensarse, se agarro más fuerte de mis piernas, hasta dejarme marcas, y descargo su lechita en mi interior, siento sus latidos y espasmos dentro DE mí. Se separa de mi, le hago señas a MI MARIDO para que termine, se pone en lugar de GUILLERMO y de un solo tirón me la mete, como lo tenia avanzado y estaba ya mojada, se vino rápido y me lleno de su lechita hasta rebasar por los costados.



GUILLERMO nos miraba con Lujuria y veía como su pene se encogía chorreando de mis flujos y los suyos, me incorporo Y jalo a Guillermo y empiezo a lamerle su verga hasta dejarlo limpio.



Nos recostamos a disfrutar del baño, nos duchamos y tendidos en las toallas , veo como Guillermo, mejor dicho su pene se hinchaba ante mis ojos. Me incorporo, me arrodillo a su lado y empiezo a engullirlo, ya lubricado con la mamada que le di, me subo sobre el y empiezo a ensartarla poquito a poco en mi panocita , para que entrara sin problemas, me moví de arriba abajo hasta alcanzar un orgasmo, Me desprendo de mi ensarte y le pido a mi marido un oral, esa fue mi fantasía y la de el. Se tomo mis jugos, una vez saciado su placer, me pone en posición perrito y me empieza a meter, hasta terminar, me llena toda nuevamente. Cambio de consorte y le ofrezco a Guillermo esa pose, este no se amilana y me la empuja de un solo viaje llegándome hasta el fondo lo hacia tan fuerte y rápido que terminamos ahí, yo con dos orgasmos seguidos…


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
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