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Categoría: Maduras

Un largo y calido viaje a al U.

Jhon, un amigo de mi infancia, hizo un viaje a la costa caribe por tierra, estaba de excursión con su madre. Ella es profesora de un colegio femenino en Pereira y obviamente viajaba con sus alumnas, que ya estaban prontas a graduarse de la secundaria. Ellas habían organizado este viaje era para festejar y celebrar su pronta partida del colegio. El viaje duraría una semana y estarían en barias playas de la costa norte de Colombia.



Unos días después todos estábamos ansiosos por su llegada, él siempre había sido muy osado con las mujeres y por lo general nos contaba con detalles todo lo que hacia con sus conquistas, así que después de semejante viaje, todos sabíamos lo que pasaría. O al menos nos llenábamos de suposiciones al pensar en tal viaje.



Después del saludo y los detalles, empezamos a preguntarle sobre el viaje y sobre sus hazañas que de por si, fueron varias, la mas interesante fue en el viaje de ida, que es la que nos interesa, en ella, el nos comentaba de manera burlona y satírica como se había conquistado a una de las excursionista y como por la noche, mientras todo el bus dormía, después del jugueteo y de unos cuantos besos apasionados habían pasado a planos mayores, mientras él le metía el dedo y le acariciaba los pezones, ella lo masturbaba con sus manos, para después hacerle el sexo oral....llegando por ultimo al éxtasis total, colmado por pequeños gemidos, que, como murmullos apenas incomodaban a los demás pasajeros.



Yo me quede estupefacto....



Y solo me imaginaba una y otra vez en esa escena.



Soñaba con conocer a una chica en un bus y hacerle el amor hasta que gritara de placer una y otra vez.



Años después, yo ya había ingresado a la universidad. Era domingo y me disponía a viajar a Manizales, era invierno y por esa época las carreteras se encontraban bloqueadas por los derrumbes, el viaje que por lo general se demora hora y media por la nueva carretera no se podía realizar, pero debía viajar, tenia clases el lunes a primera hora en la mañana. La opción era rodear las montañas por el paso antiguo, aunque el trayecto fuera mas largo y curvo. El viaje normal se vería aumentado en otras dos horas mas.



Compre el tiquete y me dirigí al bus, al subirme, busque un buen puesto, lo primero que vi fue una hermosa rubia, de tez blanca y ojos claros, algo mayor pero bastante simpática, diagonal a ella había todavía un puesto libre, el cual y sin pensarlo dos veces accedí a ocuparlo. Desde allí, podía observarla y detallarla claramente, llevaba una blusa escotada y unos jeans apretados, sus senos se veían firmes, altamente deseables y sus piernas largas......la hacían mas provocativa. La ansiaba.



El bus no se lleno, así que mi puesto del lado quedo desocupado y con tal fortuna que el de ella también, de salida no podía quitar mi mirada de ella, voltio su cara y me vio, yo sostuve mi mirada pero ella se sintió un poco incomoda. Durante un buen rato la observe, ella se sentía curiosa por aquel observador, de vez en cuando echaba una mirada temerosa pero al ver mi persistencia, volteaba y soltaba una sonrisa curiosa, un poco coqueta y tímida.



Ella, saco de su bolso unas galletas wafer, cada mordisco era una invitación a morderle los labios, ella observaba mi reacción y cada vez lo hacia con mas ánimos y mas deseo, me seducía con sus mordiscos, luego de un rato, me miro fijamente y me ofreció un poco de aquel manjar, yo estaba tan excitado y sorprendido, que no recuerdo cual era el sabor de las galletas. Luego me pido que me sentara a su lado.



Me pregunto que por que le observaba tanto y si nos conocíamos, a la cual yo dije que no pero que la verdad me había parecido una mujer cautivante y muy atractiva.



Hablamos un rato, ella me contó un poco de su vida y de su motivo de viaje a Manizales, para ese entonces ya habíamos roto el hielo y yo empezaba a jugar con sus manos, a las cuales podía acceder sin ninguna restricción.



Para ese entonces aun era virgen y lo que más deseaba era poder estar con una mujer así como ella. No se de donde saque fuerzas, me acerque a ella, susurrándole al oído le dije todas mis intenciones, que era virgen y que deseaba hacer el amor con ella, se quedo callada y pensativa..... me dijo que lo pensaría en el resto del viaje.



El trayecto estaba a punto de terminarse y todavía no recibía una respuesta, eso me ponía un poco triste así que insistí de nuevo. En la entrada a Manizales ella se paro de repente y pidió al conductor del bus que parará, me cogió de la mano y nos bajamos juntos, de inmediato tomamos un taxi que nos llevaría a un motel que ella conocía por el sector.



En la habitación, ella me pidió un momento y entro al baño, se dio un duchazo y salió envuelta en una toalla, con sutileza quito mi ropa y empezó a acariciarme y a menearme el pene, creí llegar al cielo, luego quite su toalla y vi por primera vez su cuerpo desnudo, sus senos, sus nalgas, sus piernas, todo su cuerpo, era atemorizante por que no sabia como actuar ni que hacer, ella supo entender la situación y me guió lentamente como buena profesora. Recorrí con mi lengua todo su cuerpo, descubriendo cada parte, mas me excitaba, aun recuerdo la delicadeza y firmeza de sus pezones, rozados como el alba y erectos... aun me éxito cuando pienso en ello, Luego llegue a su vagina y con curiosidad recorrí cada pliegue hasta descubrir su pequeño y húmedo clítoris, fue agradable lamerlo y morderlo, sus gemidos demostraban lo mojada y excitada que estaba, ella no lo soportaba mas, me cogió del cuello, me subió y de un solo tirón introdujo mi pene en lo mas profundo de su ser, grito al tenerlo adentro, sus insaciables y espasmódico movimientos, me demostraba que le gustaba esa sensación y que deseaba mas, mas y mas.... ella gemía de placer y de dolor, puedo decir que fue la mejor experiencia que haya tenido asta ahora. No aguantamos y no vinimos los dos, juntos casi al unisono....



Después de eso, nos dimos un baño, el agua estaba caliente, yo la acariciaba y luego la acaricie con mis dedos, luego ella me lavo con cuidado y delicades para terminar de nuevo en la cama haciendo de nuevo el amor. Miro el reloj y vio que se estaba haciendo tarde, la esperaban en la casa donde supuestamente se iba a quedar, se vistió a las carreras y me pidió mi numero telefónico y mi dirección, para que siguiéramos escapándonos de vez en cuando. Yo me vestí y salí con ella, en el taxi un beso apasionado y un te llamare, fue lo ultimo que paso.



Por esos días, me pase de casa, para un apartamento mas cerca de la universidad, no sé si llamo o si busco mi dirección, el hecho es que nunca mas la volví a ver... pero hoy doy gracias por aquella experiencia enriquecedora.


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