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Categoría: Maduras

Un buen par de tetas, mi redención

Me acabo de separar y este verano no me apetecía mucho ruido, si no más bien algo de tranquilidad para poner mi cabeza en orden, así que decidí volver al pueblo de mis padres de vacaciones. Es un sitio pequeño y tranquilo aunque en agosto coge algo mas de vida ya que quería reposo, pero no tanto, que al fin y al cabo estaba de vacaciones y no era cuestión de morirse de aburrimiento.



Nada más llegar me lleve una buena sorpresa, Amparo, la primera mujer que me folló venia directa hacia mí con esa sonrisa contagiosa que la caracterizaba:



Cuando te he visto bajar creía ya ver un fantasma hijo, que mira que te vendes caro.



Me dio dos besos y me siguió abroncando, medio en broma medio en serio, por no haber vuelto por allí en 7 años, yo me defendía explicando que ya no era tan fácil como cuando con 20 años uno hace lo que quiere. Nos despedimos y quedamos para por la noche en el bar de la piscina que es el único sitio para tomar una copa en el pueblo con algo de marcha. La vi. alejarse y no pude evitar acordarme de los veranos que pasamos juntos y sobre todo de aquella noche de fiestas en que acabamos follando en un parque de un pueblo de al lado. Amparo entonces tenia 15 años y era una chica bajita, morena, con unos ojos marrones preciosos, regordeta y con un par de tetas enormes que me tenían loco. Yo tenia 17 y aun era virgen, no había pasado de unos calentones enormes en los sillones de las discos y una mamada genial que me había hecho una inglesa la ultima semana santa en el viaje fin de curso. La noche empezó como siempre, chupitos de tequilas y unos minis de cerveza y calimocho para abrir boca y luego a la discoteca del pueblo. Nada mas empezar las lentas corrí a buscar a Amparo, empezamos a bailar muy pegados, mis manos cada vez iban mas abajo hasta que cuando estaban ya sobre su culo ella levanto la cabeza y me dio un beso muy caliente, su lengua recorrió mi boca haciendo que mi polla se pusiera muy dura. Ella se pego contra mí metiendo su culo para sentirla más y clavándome sus tetas en mi cuerpo me dijo:



Por como te he puesto veo que te gusto mucho, y dándose la vuelta me copio de la mano y me saco para afuera.



Fuimos a un parque que había frente a la disco. Allí había más parejas y buscamos algo de intimidad tras unos arbustos. Me tumbo en el suelo y ella se subió sobre mí comiéndome el cuello mientras mis manos recorrían su espalda, su culo hasta que agarre sus tetas que empecé a acariciar con pasión. Ella empezó a desabrochar mi camisa para lamerme el pecho y los pezones y mientras bajaba su lengua por mi estomago me pregunto si era virgen, yo le respondí que si y me miro con una sonrisa muy picara diciéndome que eso no lo podría decir mucho tiempo. Mi polla se puso aun mas dura al oír esto y ella empezó a desabrochar mi pantalón y lamer mi polla sobre mis calzoncillos.



Quiero ver tus tetas le dije



Ella se sentó sobre mi y se quito la camiseta ajustada que llevaba, dejándome ver un sujetador de encaje que casi no podía con aquellas tetas, yo las acaricie hasta que echó sus manos hacia atrás y se lo quito dejándome ver que tenia unos pezones muy grandes y oscuros, estaban muy duros y mi boca los busco para lamerlos con furia, ella empezó a gemir y mis manos entraron bajo su falda para meterse bajo sus bragas y tocar su culo sin dejar chupar aquellos pezones.



Quínamelas, me dijo entre gemidos.



Se las bajé hasta que ya no podía sacarlas del todo, entonces ella se levantó y se las quito. Se arrodillo de nuevo, me quitó los pantalones y los calzoncillos dejando mi polla muy dura apuntando al cielo. Se la acerco a su coño y se la fue metiendo muy despacio sin dejar de mirarme a los ojos de la manera mas sensual que recuerdo, yo empecé a moverme muy rápido, ella me dijo que fuese mas despacio, sigue mi ritmo. Y sigue chapándome las tetas que me has puesto muy caliente, metí de nuevo su pezón en la boca y con las manos en su culo deje que me follara. El ritmo cada vez era mas alto, oía sus gemidos mezclados con los míos hasta que ella grito que se corría.



No te corras dentro me dijo bajándose y metiéndose la polla en la boca.



Me chupo con tanta maestría que a los dos segundos la llene la boca de semen entre gemidos. Mañana compra condones me dijo mientras se limpiaba. Aquellos polvos se repitieron varios veranos hasta que uno llego con su novio y se acabo.



Recordando esto me fui calentándome hasta que acabe haciéndome una paja en el baño pensando en Amparo que seguía poniéndome cachondo después de casi 20 años.



Me duche y subí a la piscina, al llegar vi. a Amparo con su marido iban acompañados de otra pareja mayor que nosotros, yo calcule que tendrían una 45 años. Amparo me presentó y ellos eran el hermano de su marido y Bego su cuñada. Era una mujer que se conservaba muy bien, llevaba una falda por encima de la rodilla ajustada y una blusa ancha que no podía ocultar que tenía unos senos muy grandes. La verdad que me costaba apartar la mirada de su escote y cuando los hombres se fueron a por unas copas y ella se marcho al baño, Amparo se acerco y muy insinuante me susurro al oído:



Veo que sigues loco por las tetas grandes, vas a acabar por meter la nariz en su canalillo como sigas mirándolo tanto, y soltó una carcajada



La culpa es tuya, no he podido dejar de buscar tetas grandes desde que te las vi. en aquel parque.



Aquí va a estar difícil pero si vas a Bilbao alguna vez llámame y veras… y volvió a dedicarme esa sonrisa que me recordó las que ponía después de hacerme una gran mamada mientras se limpiaba los restos de mi semen



Aquella conversación me había puesto a 1000, estaba empalmado como un burro, así que cruce las piernas y me acerque a la mesa todo lo que pude. Trajeron las copas y con la conversación mi polla fue bajando pero mi calentura no. Entonces Amparo propuso que nos fuéramos a las fiestas del pueblo de al lado a lo que su cuñado se empezó a oponer diciendo que había quedado para cazar a las 6 y que luego nos libábamos y que no dormiría nada. Su mujer por poco lo fulminó con la mirada y gruñó algo contra la caza, que era lo único que le importaba y que ya estábamos como siempre y 100 cosas mas, con lo que el hombre aceptó pero con la condición de que se llevaba su coche y que se vendrían pronto.La noche trascurrió normal solo que el alcohol iba haciendo que perdiéramos algo la inhibición, hasta que vimos un Púb. donde ponían música de los 80 y las chicas se empeñaron en entrar. Entonces el marido de Bego dijo que se iban ya y volvió a estallar la guerra hasta que Amparo tercio diciendo que se fuera el que ella se vendría en mi coche con ellos. Se fue y entramos al Púb donde bailamos y bebimos pasando una noche genial, hacia mucho que no me lo pasaba también y así se lo dije a Bego que me confesó que ella ni se acordaba de cuanto hacia que no disfrutaba tanto. Entonces acercándome mucho y sin dejar de mirar su canalillo le dije que sabia como rematar la noche de una manera genial. Me sonrió y me dijo que nunca le había sido infiel a su marido pero que ya iba siendo hora, que con 47 años ya le tocaba, pero que iba ser difícil con el hermano de su marido allí. Habrá que buscar la forma dije sonriéndola y rozando sus labios aprovechando que habían ido sus cuñados a por la "penúltima". A las 5 nos echaron ya y nos fuimos a tomar algo sólido para bajar el pedo. Llegamos al pueblo casi a las 6 y lleve primero a Amparo y su marido alegando que me venia mejor para luego ir yo a mi casa. Se bajaron y Amparo nos sonrió y nos dijo pasarlo bien y cerró la puerta.



Se ha dado cuenta, me dijo preocupada Bego



Es una zorra caliente y claro que se ha dado cuenta pero no te preocupes que no dirá nada, se vendría con nosotros si pudiera, dije arrancando hacia las afueras.



No, llevame a casa no me apetece hacerlo en un coche, dame tu número y en cuanto que se haya ido mi marido te llamo.



Aparque el coche en mi casa y me fui paseando hacia la suya, a las 6 y 20 cuando ya me estaba temiendo que se hubiera arrepentido, sonó el móvil y me fui derecho a la puerta de atrás de la casa que tenían alquilada. Cuando me abrió me dejo alucinado, vestía una bata transparente sin sujetador ni bragas:



Te gusto?



Compruébalo tu misma, dije mientras la besaba y aceraba su mano a mi polla que había saltado como un resorte al verla.



Veo que si, y se agachó para sacar mi polla y engullirla con un apetito voraz,



Sacaba y metía la polla en su boca despacio, la levantaba con la mano para lamer mis huevos y volver a pasar su lengua por mi nabo hasta llegar al capullo y lamerlo despacio sin dejar de mirarme a los ojo. Yo me apoye en la puerta y acariciaba su pelo mientras seguía haciéndome una mamada que me estaba llevando al cielo. Ella seguía chupando y lamiendo hasta que empezó a pasársela pos sus tetas poniéndose muy duros los pezones.



Mis tetas te tenían muy cachondo verdad?



Siii, gemí al notar de nuevo como su calida boca se hacia dueña de mi rabo muy duro ya, estaba deseando vértelas



Solo verlas?



Noo, lamerlas apretarlas y morderlas hasta oírte gritar mi nombre de placer, pero si sigues así vas a hacer que me corra yaaa



Y no quieres correrte en mi boca, Mario?



Lo estoy deseando



No prefieres hacerlo en mis tetas? me dijo sacándola y metiéndosela entre aquellas montañas jugosas



Donde tu quieras dije entre gemidos



En mi boca, me apetece saborear tu leche y volvió a metérsela en su boca chupando con fuerza.



Aquello ya fue demasiado y no pude mas, un gran chorro de leche inundo su boca, mis gemidos eran incluso mas fuertes de lo que debían a aquella hora y para aquella ocasión pero no podía evitarlo. Me había hecho una mamada espectacular. La levante y la dije que ahora me tocaba a mi, la lleve a la cama, me termine de desnudar y la tumbe en la cama. Me fui derecho a sus tetas que lamí, chupe y mordí como la había prometido hasta notar que estaba para estallar. Baje lamiendo su estomago y separe sus piernas.



Quieres sentir mi lengua en tu coño, verdad?



Siii cómemelo, decía mientras no dejaba de subir y bajar sus caderas



Empecé a lamer el interior de su muslo, subiendo mi lengua hasta casi rozar su coño…y salte a la otra pierna bajando alejándome de su jugosa cueva



Por favor meteme la lengua, follame con tu boca,



La hice sufrir un poco mas pasando la lengua muy cerca de su coño sin llegar a tocarlo, Bego estaba cada vez mas caliente hasta que por fin metí mi lengua en su agujero, separe sus labios y subí y baje mi lengua buscando su clítoris, sus gritos de placer eran enormes hasta que estallo en un fuerte orgasmo mientras yo chupaba su clítoris y metía y sacaba mis dedos. La deje recuperar el aliento mientras lamía sus tetas de nuevo, mi polla estaba otra vez muy dura por lo que busque su boca y mientras nos besábamos la separe sus piernas con mis rodillas, acercando mi mástil duro a la entrada de su coño.



Metemela ya, casi me grito mirándome con una cara de vicio que me volvió loco



Al oírla gritar esto se la clave de de un golpe hasta los huevos y empecé a meter y sacar mi polla con un ritmo lento, disfrutando de cada centímetro de su chocho húmedo y caliente. Mi ritmo fue acelerando mientras apretaba aquellas tetas que me habían puesto tan cachondo toda la noche, sus manos apretaban mi culo y sus gemidos me excitaban cada vez mas, seguimos follando como salvajes hasta qey ya no aguantamos mas y explotamos en un orgasmo común que nos traslado al séptimo cielo.



Caí a su lado mientras nuestros jadeos decrecían, me tumbe de lado sobre ella y mientras jugaba con su pezón la deje que había sido una noche genial.



He disfrutado como hacia mucho, me dijo, a mi marido ya no le excito como antes por eso tengo esa bata con la que te recibí, pero ni por esas.



Pues cuenta conmigo par repetir esto en cuanto sea posible, y si me das otra sorpresa como la de la bata la próxima vez te follo en el suelo como un loco, le dije levantándome, me tengo que ir si no medio pueblo me vera salir



Cuando te tendré de nuevo?



Cuanto que se vaya de aquí me das un toque y entro a follarte



Me vestí y me marche a casa ,con el frescor de la mañana me sentí muy feliz aunque las vecinas de Bego me habían visto salir y eso me fastio un poco, pero no iban a amargarme el mejor día que había tenido en mucho tiempo.



Me gustaría recibir comentarios a mi relato.


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