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Sexo en la biblioteca con la señorita Andrea

~Hola soy Roberto y en este relato yo voy a contarles como tuve sexo con una señorita bibliotecaria de 22 años llamada Andrea en la misma biblioteca y con personas alrededor por lo que fue muy morboso. Espero les agrade y me escriban sus opiniones a esta mi aventura.

Andrea como ya mencione es una joven rubia de 22 años de edad, pelo rubio, ojos color verde, labios sensuales y rostro angelical. Pose un cuerpo muy sexy, principalmente sus piernas y senos pero es una chica muy educada por lo que nunca muestra nada, viste con una blusa que se las tapa completamente, además usa sostén, y vestidos de falda larga parecidas a las de las puritanas, aun así aunque viste muy educadamente y es educada ya no la encontré virgen. Ella es una chica muy sexy y linda, trabaja en una biblioteca pública atendiendo a los lectores, es de clase social media y vive con su madre igual bibliotecaria en la ciudad de México.
Por mi parte, yo como he mencionado me llamo Roberto, soy un caballero de 34 años de edad, un poco moreno, pelo negro, ojos color negros, piel morena normal, labios carnosos y de estatura alta. Poseo un cuerpo atlético y en forma pues voy a gimnasios de manera constante, para mi más grande suerte como hombre tengo y presumo de mi pene de 22 cm. De largo y bien dotado por lo que satisfago a las mujeres muy bien. Soy un hombre extremadamente caliente y en mi vida les he robado la virginidad a varias mujeres vírgenes ya, pero aun aunque no sean vírgenes me acuesto con las que me gustan, soy también de clases social media, soy un abogado y actualmente estoy en la política, pertenezco a la ciudad de México.

No estoy casado puesto que me gustan las aventuras sin compromiso alguno, como ya dije no me quejo aunque no esté yo casado pues durante mi vida he gozado del sexo a toda plenitud con mujeres de todas las edades (claro menos muy viejas ni muy menores), desde mi adolescencia en el colegio he venido follando con cada mujer que me gusta, pues yo soy de los hombres que no descansan hasta llevar a una mujer a la cama, y de mucho me ha servido mi hermoso y enorme pene pues gracias a él he dejado a todas las mujeres relinchando de placer, también presumo de que yo logro aguantar follando más de dos horas sin cansarme ni mucho menos padezco de eyaculación precoz. A mí me gusta bastante el sexo y soy casi adicto a él, me encanta escuchar a las mujeres gemir y gritar mientras les hago el amor y por supuesto el tremendo grito de placer que dan ellas cuando llegan al orgasmo, para mí es muy excitante y en lo personal pienso que los hombres estaríamos perdidos sin las mujeres que nos dan tanto placer en la cama.

Bueno para no hacerles largo iniciare la historia con Andrea. Una tarde que no tenía nada que hacer y estaba yo muy aburrido, pensé en ir a leer un libro interesante en la biblioteca de la ciudad, me dispuse a escoger un libro interesante para leer y ahí la vi por primera vez, ella se me acerco muy sonrientemente y con actitud extremadamente cortes me pregunto qué libro me interesaba, al momento que la vi me gusto por su linda sonrisa y su cara angelical más yo no siendo muy degenerado la trate con respeto primero tratando de hacer amistad con ella, lo cual logre pues es muy risueña y le gusta tener amigos, así fue como me hice rápidamente su amigo, todos los días la pasaba a ver a la biblioteca con la excusa de leer libros más lo único que me interesaba era ella, semanas después conocí a su madre quien también trabajaba ordenando la ediciones de los libros en esa misma biblioteca, al verme no sé como noto que era un mujeriego pero por ello no le agrado la idea de que su hija me tuviera mucha confianza más con mis astucias logre que su hija Andrea no se alejara de mí aunque su madre casi se lo prohibiera. Por el interés que tenía en ella como tengo dinero contrate un espía para vigilarla de cerca sin que ella se diera cuenta para ver que si tenía algún novio, para mi gran suerte me entere que no tenía ni un novio pues se daba a respetar mucho además de que su madre muy rara vez de despegaba de ella.
Cuando logre ser más su amigo de confianza ya mis ganas de cogerla eran muy fuertes pues sospechaba que era virgen más lamentablemente no fue así y los supe cuando ella me invito a su casa para cenar pues ya me había vuelto por mis trucos de caballerismo su amigo de confianza total en tan solo dos meses, al estar en su casa me entraron deseos de cogerla más por la presencia estorbosa de su madre no pude hacerlo, pero si llego un momento en que nos dejaron un poco solos y en ese momento ella me conto de su vida personal pasada del colegio, me conto que en la secundaria a sus 14 años tuvo un novio el cual amo con toda su vida y lo más importante le entrego su virginidad, después de lograr desvirgarla, la abandono, por ello nunca desde esa tragedia suya ha vuelto a enamorarse de un hombre, ahí me entere que no era virgen más eso no me quito las ganas de fallármela. Desde ese momento empecé a lanzarle indirectas de que me gustaba pero ella muy ingenua no las comprendía así que comencé a planear estrategias mejores hasta que me decidí a realizar la primera. En la biblioteca una tarde que no estaba su madre intencionalmente hice caer varios libros de un libero, ella al notarlo rápidamente se dispuso a acomodar los libros pero como eran de una altura alta tenía que subirse en una escalera, más me dijo que le tenía miedo a la escalera y que siempre su mamá le sostiene la escalera mientras se sube, yo con mis planes de verle su intimidad me ofrecí rápidamente a detener la escalera mientras acomodaba los libros. Al percatarme que no veía hacia abajo empecé a pasarme de listo con ella, discretamente subí un poco la falda de su vestido largo, por primera vez pude ver la belleza de piernas que tenía, iba echando un buen vistazo debajo su falda larga hasta que logre ver sus bragas color de rosa.

Yo ya estaba muy caliente viendo sus piernas y bragas debajo de su falda larga más no podía hacer nada en ese instante así que tuve que contenerme con sólo la satisfacción de lograrle ver debajo de su falda.
Mi calentura por ella cada día era más fuerte hasta que un día no pude evitar decirle de manera picara ¡Que lindas piernas tienes Andrea! Yo imagine que se molestaría dándome una bofetada pero por suerte no fue así, sólo sonrió diciéndome “gracias”, más ella con la duda que como le decía eso me pregunto que como le había visto sus piernas si siempre usa faldas largas, yo sólo le dije que adivine y así empezó un pequeño juego de adivinanzas hasta que le dije a que te adivino también el color de tus bragas, ella de nuevo con juego me dio permiso a seguir con ello, al decirle que sus bragas eran color de rosa por un momento se quedo admirad más al recordar lo de la escalera rápidamente se dio cuenta que yo había mirado debajo su falda, yo de nuevo pensé que se molestaría pero sólo me dijo lo atrevido que era muy alegremente. Cuando la conversación ya era más intima me atreví a preguntarle muy descaradamente, oye Andrea ¿Y que nunca has vuelto a desear disfrutar nuevamente de los placeres del sexo? Ante esta pregunta note como bajo su alegría y me dijo que ella no era ninguna puta para entregarse a los hombres solo por placer y que ella deseaba encontrar a un hombre que en verdad la ame a ella no a su intimidad, al ver que esto la puso incomoda le pedí disculpas que por suerte las acepto más yo supe que él tener sexo con ella iba a ser mucho más difícil de lo que pensé, pero tampoco me desanimo ni quito las ganas eso.
Así que por un momento pensé en violármela pero de tan solo imaginar el problema en que me metería si ella me delatara deserte en ello y me puse a pensar en mejor calentarla más, por suerte ella me seguía teniendo la misma confianza anqué su madre no. La segunda oportunidad de tocarle fue un martes que la invite a cenar, para logar más mis propósitos hice que tomara algunas copas más ella se resistía a tomar pero si logro tomar las suficientes para que su resistencia de mujer educada se limitara un poco, al notar que el vino ya había hecho efecto me dispuse a llevarla al auto, ella ya estaba un poco aturdida por el vino que poco se resistía a mis caricias que le daba en sus senos, logre robarle un beso en los labios que ella no rechazo, luego comencé a lamer y besar su cuello, por un momento pensé en darle una chupada de drácula más no lo hice por temor, ella de manera casi inconsciente serró sus ojos dejándose llevar por la pasión que gracias al vino le había llegado, coloque mi mano en sus nalgas empezando a calentarla más, por suerte no decía nada, luego muy atrevidamente subí su falda larga colando mi mano entre sus piernas para tocarle su zona vaginal, al ella sentir mi mano entre sus piernas tocando su vagina encima de sus bragas ella dio un pequeño salto susurrando que no estaba bien, pero yo le ignore continuando con ello, rápidamente abrí la puerta de mi auto acostándola en el asiento trasero con su falda completamente subida y sus lindas piernas abiertas, lego me metí al auto también posándome sobre su cuerpo, removí sus bragas observándole por primera vez su rica vagina muy rosadita, yo ya muy excitado comencé a meterle mis dedos en si rajita preciosa, esto ocasiono que gimiera muy despacio , su vagina era muy suavecita y aunque no era virgen, como habían pasado varios años sin que ella sostuviera relaciones sexuales su vaginita estaba un poco apretadita pues sólo le pude meter dos dedos, pero con eso basto para que sintiera mucho placer, con un poco de velocidad le metía y sacaba mis dedos de su rajita vagina, después inicie a comerle el coño ¡umm!, le sabia súper sabrosa su vagina empapada de sus flujos vaginales, para ese momento ya estaba ardiendo de calentura que quería ya penetrarla, más por lo incomodo del auto no logre liberar mi verga. Y para mi más mala suerte oí que una patrulla de policías de acercaba al auto, lo confirme cuando vi por la ventana, por lo que rápidamente la vestí acomodándole su falda pues si nos veían así y ella un poco inconsciente sospecharían que se trataría de una violación por lo que de inmediato me detuve actuando con normalidad y la lleve a su casa no antes de que reaccionara para que su madre no sospechara que abuse de ella. Más mis ganas no quedaron ahí nomas, al día siguiente que fui a buscarla le pregunte si le había gustado la manera en que le comí el coño, ella sonrientemente me dijo que le encanto pero que no estaba segura si deseaba tener sexo con migo.

Mi gran oportunidad de hacerle el amor en la misma biblioteca sucedió dos días después cuando de nuevo estaba con ella en la biblioteca y su estorbosa madre no estaba por suerte, como había otra señorita encargada de atender a los clientes ella estaba casi desocupada por lo que me llegaron las ganas de volverla a manosear tan siquiera, busque de inmediato un Kamasutra entre los libros importantes y cuando al fi lo encontré decidí usarlo para calentarla de nuevo. La llame con la excusa de que le tenía que mostrar algo y como la biblioteca era algo larga la lleve hasta más adentro colocándonos atrás de un librero, le dije que serrara sus ojos pues le tenía una sorpresa y ella me obedeció, cuando los abrió le puse el Kamasutra a su vista preguntándole si sabía que libro era, ella un poco coqueta me dijo que era de posiciones sexuales y note como en su mirada creció un poco de deseo acordándose de la manera en que le mame su vagina. Yo no esperando más le dije atrevidamente ¡Quiero metértela Andrea!, ¡Quiero meter mi pene en tu vagina mi amor! Ella trato de huir pero la detuve, al instante le subí la falda de su vestido bajando sus bragas de un golpe, ella por un momento quiso gritar pero en el fondo ella también deseaba volver a tener sexo, mientras le acariciaba su vaginita con mis dedos, con mi otra mano me saque mi verga ya bien erecta lista para la batalla, la retranque bien en el librero, abrí sus piernas y de un santo golpe se la metí toda ocasionando que diera un leve grito pero le tuve que decir que no hiciera escándalo o nos descubrirían. Lentamente empecé a meterle y sacarle mi pene de su raja vaginal bien mojada ya tratando de no empujar con mucha fuerza porque si no tirábamos el librero en que estábamos retrancados, ella se chupaba los labios de placer tratando de no hacer ruido al igual que yo.
Pero el ruido del mete y saca si se lograba escuchar un poco, ella me decía al oído ¡Más, más adentro mi amor, métemela hasta el fondo! Ahí descubrí que detrás de una chica bien educada se escondía toda una perra golosa que salía a flote sólo a la hora del sexo, yo sin duda estaba disfrutando haciéndole el amor pues su vagina estaba muy rica aunque sus labios vaginales me la apretaban un poco. Me daba mucho morbo el sólo pensar que unos cuantos metros delante de nosotros se encontraban algunas personas y que en cualquier momento alguien nos podría descubrir pero eso no molestaba el hermoso sexo que estaba teniendo con Andrea la bibliotecaria. Más como no disponíamos de mucho tiempo me apresure a meterle más duro hasta que sentí como iba a eyacular, trate de retirar mi pene pero no pude y al instante inunde su vagina de mi semen caliente y se la saque de inmediato.
Ella se acomodo la falda de su vestido rápidamente y con ayuda de sus bragas no escurrió el semen, más tarde su madre llego no sabiendo que yo y su hija habíamos hecho el amor ahí mismo en la biblioteca.

Datos del Relato
  • Categoría: Varios
  • Media: 1
  • Votos: 1
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  • Lecturas: 2024
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