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Sexo con el masajista

El masaje de mi entranador fue muy placentero pero no hizo que las molestias desaparecieran, por lo que me toco pedir cita en el quiromasajista.

Desde hace años me atiende el mismo pero el día que llame me dijo la secretaria de la clínica que en las dos próximas semanas no tenía hueco, que si me corría prisa me podía dar con salva, no le conocía, llevaba poco tiempo trabajando en la clínica, pero me dijo que las referencias eran buenas y la gente estaba contenta con los tratamientos que hacía, por lo que me anime a coger cita con el, me dio para el viernes a las 19 de la tarde.

Después de la semana de trabajo estaba molido por lo que como y me dormí la siesta, me desperté a eso de las 17 y me fui para la ducha, me metí debajo del agua y me relaje notando el chorro caer sobre mi espalda, cogí el gel y empecé a recorrer mi cuerpo, frotando bien, las asilas, el pectoral, pellizque mis pezones, no se si os lo conté en los anteriores pero me gustan mucho y me ponen muy cachondo.

Seguí bajando hasta llegar a la polla, la frote bien, bajando la piel bien hasta abajo para limpiar a conciencia, pase a mi redondo culo frotando bien entre los dos cachetes y metiendo un dedo en mi agujero, estaba en la gloria y muy cachondo, entre el masaje que me estaba dando y que debido al trabajo o había tenido tiempo de quedar con nadie ni tocarme estaba apunto de reventar, empecé un sube baja frenético mientras con la otra mano me trabajaba bien el culo, estaba en el séptimo cielo, empecé a notar como las piernas me fallaban y una corriente en mi columna que me bajaba hasta la pelvis hasta que sentí el orgasmo llegar y disparar siete lefazos contra la mampara, que a gusto me había quedado, una vez descargado y relajado, eche un buen meo, lamentando no tener alguno de mis colegas de folleteo delante para que lo disfrutará, aprovechando que todavía tenía tiempo hasta mi cita en el físio me rasure los huevos y el ojal y me recorte bien todo para estar preparado para el finde por lo que pudiera surgir.

Me viste con unos pantalones de chándal cómodo me puse un slips rosa de ck que me había comprado el fin de semana anterior una camiseta y una sudadera amarilla y me dirigí a la clínica.

Me recibio la secretaría y me hizo pasar a la sala de espera, hasta que enterenido con el móvil oigo una voz muy sexual que dice mi nombre, al levantar la cabeza me encontre con un buenorro, rubio, con unos ojos azul verdoso que quitaban el sentido, un pelo corto y rizado, llevaba el uniforme de la clinica, pero parecía que le habían dado una talla menos de lo apretado que iba, pero no era debido a eso, sino que tenía un cuerpo súper trabajado, unos fuertes bíceps que se ajustaban a la perfección a la manga del polo y por la abertura del cuello se veía que tenía un pectoral bien marcado y sin pelo y que decir de los pantalones blancos que le quedaban como un guante, marcandole un culazo y un buen paquete que tenía que guardar algo muy rico.

Intentando no quedarme muy pillado mirándole fijamente, entramos en la consulta y empezó con las preguntas típicas, yo le conté de mi molestia en el musmo y las lumbares.

Me dijo que me quitara la parte de arriba y el pantalón y que me tumbara en la camilla boca abajo que íbamos a empezar con las lumbares, yo me relaje y le dejé hacer, hasta que me pidió que me diera la vuelta que íbamos a ver ese muslo.

Me tapo con una mini toalla y empezó con el masaje mientras me preguntaba cosas y entre sus grandes manos masajeando el muslo que de vez en cuando me rozaba el maquete con el anverso de su mano y la visión del buenorro, que se le marcaban las venas de los brazos al apretar mis muslos y que al estar inclinado le veía el canalillo de sus espectaculares pectorales yo me estaba poniendo muy cachondo, gracias a la toalla que me tapaba y así podía disimular lo cachondo que me estaba poniendo y lo húmedo, se tenía que notar en la punta de mi rabo lo que me estaba chorreando.

A él sin embargo se le veía concentrado en su tarea, la verdad que lo hacía muy bien, la recomendación de la secretaria había sido muy acertada en eso estábamos cuando llaman a la puerta, salva me pidió disculpas y se acerco a la puerta a ver, yo mientras tanto aproveche para recrearme con su trasero y su ancha espalda y aproveche para meter la mano bajo la toalla y colocar mi polla hacia un lado para que no se notará tanto el empalme que tenía, era la secretaria para decirle que se marchaba ya, que el se encargaba de cerrar.

Salva se dio la vuelta diciendo:

-Pues nos hemos quedado sólitos Dante.

Mirándome con esos ojos que echizaban y se intuía bajo la mascarilla lo que debía ser una sonrisa, yo no le di más importancia.

Me cogió la pierna y empezó a doblarla por la rodilla y hacer movimientos hasta que con tanto movimiento la toalla se cayó al suelo y quedó a la vista todo mi paquete con mi empalme más que evidente y una buena mancha de precum en la punta de mi polla.

Yo me puse rojo como un tomate al ver que su mirada se dirija a mis partes y le pedí disculpas.

– No te preocupes hombre que es normal, suele pasar, no te preocupes.

El siguió con el masaje, pero ahora notaba como que el ruce de su mano con mi paquete era más intenso, notaba sus dedos colarse por debajo de la goma de mis slips y que tardaba más en pasar las manos que antes, yo estaba cadavez más cachondo y excitado, mi polla a casa pasada que daba salva con sus manos mi polla daba un brinco.

Yo no dejaba de mirar hacia el pecho del buenorro del masajista y en esas estaba hasta que note algo en mi mano, algo duro, muy duro, mire hacia ella y lo que tenía rozando el anverso de mi mano era su paquete y por lo duro que estaba y que en el pantalón se notaba el estaba igual de cachondo que yo, lo roce con mis dedos y le mire a los ojos.

– Esque uno no es de piedra y con semejante paquete a la vista y viendo como te tiene que estar chorreando la polla, me puesto cachondo también.

Yo responde cogiendo su paquetazo y pegándole un buen sobeteo el paso la mano por encima del eslip recorriendo mi erecta polla, agacho la cabeza y empezó a recorrer mi polla con su boca, yo empecé a resoplar y le desabroche el pantalón para tener mejor acceso a su paqueton, como había presupuesto al verle tenía una buena herramienta entre las piernas.

Me quito el slip y empezó a relamer mis huevos, y fue subiendo por mi falo hasta la punta, recogiendo con la punta de la lengua el precum que salía por la punta de mi polla, para después empezar a metersela poco a poco, yo con mi mano libre le baje la cabeza hasta que note su nariz tocar los pelillos recién recortados y note lo que parecía una arcada, como pude le baje los pantalones y el bóxer rojo que llevaba y le acerque la cintura hasta mi cabeza y empece a devolverle la manada tan placentera que me estaba haciendo, se separó un momento dejandonos respirar a ambos y aprovechando para quitarse la ropa, por fin le veía desnudo, era la perfección hecha cuerpo, mucho mejor que cualquier escultura griega, no me lo podía creer lo que me estaba pasando.

Se subió sobre la camilla y continuamos con el 69 que estábamos haciendo, los dos nos comíamos la polla del otro con ansía, pasé mi lengua por sus pelotas, unos huevos gordos que se veía que estaban bien inchados y yo no iba a parar hasta verlos descargar sobre mi, pasé a darle lametazos en el culo, le mordisquee ambos cachetes, lo que le debió de gustar por como me relamio la polla y pase unos buenos lametazos por su raja notando como palpitaba su agujero, empecé a meter un dedo y su culo pedía más, lo ensalibe bien y le metí otro, por como me comía la polla le estaba gustando, estaba apunté de meter un tercer dedo cuando se pone de pie y me dice.

– No puedo más Dante, quiere que me rompas el culo, follame.

Yo lo estaba deseando, el saco de un bolsillo de un abrigo que estaba colgado en el perchero un condon y me lo colocó con la boca dejándome la polla bien ensalibada y se subió en la camilla y empezó a cabalgar, yo disfrutaba con las vistas y sobando esos pectorales duros como el acero, ese vientre plano y esas endiduras en los costados que tan cachondo me ponen, no me podía creer que me estuviera follando a semejante buenorro.

Me incorpore un poco y empecé a morder sus pezones, mientras notaba como su polla se rozaba entre nuestros cuerpos.

El empezó a resoplar y me dijo que le volvía loco como le estaba comiendo los pezones, a mi me estaba volviendo loco como estaba cabalgando sobre mi, incandose mi polla hasta el fondo y se lo hice saber y que no iba a tardar mucho en correrme el intensificó todavía más la cabalgada, se notaba que estaba en plena forma y yo agarre su polla con la mano le escupi en el capullo y empecé a pajearle con un ritmo parecido al que el se estaba follando, no podía más me corrí echando para tras la cabeza, hacía tiempo que no me corría así, que no disfrutaba de un polvo tan placentero y de un buenorro como mi físio de hoy, el respondió corriendose también disparando los trallazos de su lefa sobre mi pecho, llegando uno de ellos hasta mi mejilla, los recogió con su lengua y nos fundimos en un beso húmedo deborando nuestras bocas.

Bueno espero que os haya gustado y lo hayáis disfrutado mucho, espero que tenga al menos la misma aceptación que los anteriores, espero vuestros comentarios de que os ha parecido, vuestras impresiones y consejos que son siempre bien recibidos y intentaré contestaros a todos.

Un saludo.

Datos del Relato
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