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Categoría: Confesiones

Rutinas que hago desde que llego hasta que me voy con Melisa y mucho +

Cuándo visito, llego, entro y pago para estar con mi rica prostituta colombiana Melisa, ya desnudo con solo verla completamente a mis anchas mi amiguito, qué llamo así a mi pinga se me para igualmente se me pone gigantesca cómo dura y enorme de inmediato al instante es poderosa y portentosa el manso levante y coqueteo que me hace Melisa. En efecto, cuándo la llevo y conduzco hasta le digo que orine sentada en la tasa del sanitario, acariciandomela, besandomela, mordiendomela, manoseandomela, tocandomela, deseandomela, deleitandomela, excitandomela, incitadomela asimismo calentarmela finalizo cautivandomela y coqueteandomela hasta rosandomela con las meras yemas y puntas de mis dedos en todo sus caderas, gluteos, nalgas, entrepiernas, rodillas, senos y espalda con mi cara metida en el medio viendola en persona cómo en vivo y a todo color orinando y termina le digo orina más me contesta Melisa eso es todo papi pero me hace caso definitivamente al tener toda la razón escuchando que orina un poco más Melisa.



Lavandonos las manos y mi pinga y su micha cómo culo, vamos a ponerle las botas negras de tacón alto ahí, vistiendola con su blusa de manga larga violeta al ponerle cómo subirle hasta cerrarle su falda azul oscura junto con su saco, nos acostamos donde ella se coloca encima de mi vientre al darme el placer cómo consintiendome hasta mamarle y chuparle la pinga en donde le pido qué juegue al jalarme y morderme suavecito con sus labios mis huevos; doblandose de su culo y piernas dejandome libertina cómo erótica hasta deliciosamente rosarle con todo y mí mentón en todo su culo de lado a lado cómo de arriba hacia abajo continua y constantemente, mientras me sigue mamandome y chupandome la pinga Melisa. También aprovecho qué tengo la mano cerca para meterse en el medio de las piernas al tener facilmente y accesible su rabo para meterle cómo llevarle el dedo para hurgarmela divinamente a Melisa.



Cuándo lo tengo gigantesco, enorme, duro, parecido a un rascacielo me la acuesto al virarme abriendome automatica e instantaneamente las entrepiernas aferrandose cómo sujetandose y apretandose contra mis caderas al follarla profunda y definitiva hasta ardiente cómo caliente en qué nos miramos a los ojos, gimiendome por todos los coños siempre. La cogo boca abajo al pedirle constantemente qué abra más sus entrepiernas para meterselo más en su culo efectivamente me obedece al encaramarme más en ella, al violarmela analmente qué riquisima, buenisima hasta sabrosisima está Melisa conmigo.



Me vengo en grandes cantidades industriales tanto en paja y polvo al llenarme y dejar bien agitado y cargado el mismo condon, qué me lo quita al masturbarme dandole más rapido y fuerte cómo le pido al cumplirme y complacerme a más no poder la misma Melisa, en qué disparo colosalmente diez tiros espesos de mucha paja y polvo producto del sexo recreado y consumado junto con Melisa siendo mí ejecutiva universitaria que me hace mís fantasías siempre que voy a visitarla, pagarla y entrarle yo y solo yo a mi prostituta colombiana Melisa.


Datos del Relato
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