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Categoría: Gays

queria ser mujer!

Hola, espero que disfruten mis relatos, ya que son reflejo de una vida real y excitante.
Hoy aquí ya tengo 23 años,Mido 1,55 m y peso50 k, les contare como fue mi vida desde que supe que me gustaría ser mujercita aunque si naci hombrecito, desde muy pequeño he tenido fantasías con que otros niños me tocaran o besaran como si fuese una niña. Por suerte he sido siempre lampiño y de cuerpo curvilíneo y delicado, cintura pequeña, caderitas marcaditas, manos y pies de niña, que siempre cuidaba tratando de mantenerlos delicados como me gusto siempre verme, a los 11 o 12 que comencé a usar lacas transparentes como mis primitas para ver más hermosas mis manitas y pies.
Me gustaba también vestirme con vestiditos, braguitas, zapatitos o cualquier otra prenda, me gustaba su suavidad y lo bien que se sentía sobre mi piel. No era fácil saber con quién mostrarme así, no a todos gustaba lo que yo quería probar o sentir. De muy pequeño, 8 años, me rozaba con mi primo Martin pero el aun no podía hacerme todo lo que yo deseaba, solo nos tocábamos y alguna vez me vestí con prendas de sus hermanitas y me encantaba, mas cuando él me miraba y me decía que me quedaba muy bien, el tenia 3 años más que yo, era un poco más duro, cuando paseábamos a caballo cerca del rio solos o con amigos siempre iba delante, no siempre iba con él, también viajaba con sus amigos, chicos rudos. Uno de ellos, Rubén, siempre se ofrecía a llevarme, decía que yo no lo incomodaba ni molestaba y yo por mi parte siempre me pegaba a él cuando cabalgábamos juntos, el por su parte me rozaba y mucho, sus pies quedaban debajo de los míos como sus piernas, nunca creí que fuera adrede pero el acariciaba mis pies con los suyos, como también mis piernas y me gustaba la sensación ya que mi piel suave rozaba con la suya áspera y acostumbrada a la vida del campo.
Yo pasaba mucho tiempo con mi primo en la casa que tenían en el campo, por lo general estábamos solos, ya que a sus hermanas no les gustaba y sus padres nunca estaban, como el soñaba con dirigir eso algún día estaba siempre solo con las personas que debían ocuparse de animales y campo pero no los veíamos mucho, y además nos dejaban correr tranquilos, solo controlaban a pedido de mi tíos que no nos falte nada y estemos seguros. Al crecer, mi gusto por las prendas femeninas también crecía, mi primo lo sabía y aunque si a él no parecía importarle yo, cuando estábamos juntos me daba prendas de sus hermanas a vestir, algunas veces hasta me llevaba al rio cuando paseábamos o en la casa si estábamos solos (siempre) y se quedaba mirándome cuando me vestía y me movía como una niña, que no era difícil de creer ya que usaba el cabello un poco largo, cuando lo hacía me sentía real; usaba braguitas, vestiditos, trajes de baño, a mi me daba igual todo, solo quería sentir esa sensación increíble y me agradaba que me dijera como me quedaban, siempre sospeche que también mi primo hacia algo parecido, pero nunca lo hablamos. Cuando tenía 12 años sucedió que estando en casa de mi primo yo con un traje de baño de niña debajo de mi camiseta, que por suerte era larga llega Rubén, y dice:- Sube que nos vamos al rio, yo muy nervioso dudé, no sabía cómo escapar de allí con mi cuerpito vestido de niña, pero no quería dejar escapar la ocasión de estar con él, así que acepte, él muy gentil me ayuda a subir y mete una mano debajo de mis nalgas, sufrí pensando que notaria mi bañador, pero no dijo nada.
Viajando la camiseta se me subía y el roce esa vez me excito más de lo normal ya que mis nalguitas cubiertas por la delgada tela y mis piernas rozaban sus piernas que ya tenían bellos y me agradaba, cada tanto me acomodaba la camiseta subida, al llegar a destino y bajarse del animal se ofrece como siempre a sujetarme para bajar y mira sonriendo mis pies, yo no me había dado cuenta pero tenía zapatitos de niña, el no dijo nada, cuando me bajaba rozo mi cuerpo completo dejándome deslizar a tierra, yo temblaba al pensar que podía darse cuenta del hecho que llevaba un bañador de niña, pero tampoco dijo nada. Luego caminamos por la orilla y al rato me dijo de nadar, que hacía calor, y allí era un buen lugar, yo me negué y el miro extrañado, ya que por eso íbamos siempre al rio juntos, ambos éramos locos del agua, como insistía le dije que no podía y al intentar el arrojarme al agua decidí explicar el motivo, pensé y le mentí diciendo que como no tenía mi bañador me había puesto uno de mis primas para ir solo al tanque cerca de la casa, y el dijo: ¿cual es el problema? ¿Es un bañador, no? ¡Vamos al agua!
Ante su insistencia decidí aceptar y con vergüenza me quite la camiseta, el me miro asombrado al inicio, no sé que imagino por bañador de niña, era claro que no lo que llevaba, pero vi sus ojos brillar. Allí estaba yo, con mi cuerpo de niña más que de niño, ya que de hecho tenía caderitas anchas, nalguitas marcadas, piernas torneadas; vestido con un bañador y zapatillas plateadas delante de un Chico más grande, el cual me gustaba, que podría reírse de mí y decirle a todo el mundo lo que hacía. Pero el solo dijo: ¡Vamos! ¿A qué esperas ahora? yo avergonzado miraba alrededor si nadie más había por allí, el intuyendo dijo que nadie nos vería y en todo caso nadie se enteraría, mas teniendo ya allí los zapatitos y vestidito (por la camiseta larga), luego tomándome de la mano me guía al agua. Luego de un rato ya me sentía "tranquila" cuando salimos del agua nos tiramos a la tierra a por sol, allí me dijo que estaba yo muy bien, le gustaba como me veía, que todos pensarían que era en verdad una niña ya que mi cuerpo era muy hermoso y que él no creía que yo fuese niño, que siempre lo engañe, lo mire y no entendí, pero al mirar el hacia mi entrepierna y mirar yo la suya comprendí, a él se le dibujaba un bulto, a mi con el bañador nada, ya que no he tenido nunca un pene grande, es mas parecía no tener nada allí. Yo excitado miraba su bulto, pero no sabía qué hacer para verlo y comprender las diferencias, el intuyendo me dijo: - ¡que te muestro! y se bajo sus shorts dejándome ver su pene que era ya para sus años grande, luego tirándose a mi lado y tocándome con sus manos dice:- tú no tienes pelos, ni nada aquí -(tocándome allí) yo no daba más de excitación y lo deje hacer. El tocaba mis piernas, mi vientre.- ¡Tu eres niña! tienes cintura pequeña, como las niñas de tu edad que conozco.
-¡A ver, ponte de pié! Dijo y tomándome de la cintura me giraba y me miraba con excitación, toco mis nalgas y yo temblé. Me giro hacia él, me miro a los ojos y ¡me beso! no sabía qué hacer entonces decidí permitirle continuar y gire mi cabeza y arquee mi cuerpo disfrutando cada centímetro de contacto con el suyo y lo bese, el se separo, sonriendo dice _ ¡ besas como niña! ¡Y hasta podría jurar que te crecen tetitas!
Yo sonrojado me separe de él y me mire el pecho, era verdad, tenía las tetitas hinchadas, supongo que de excitación. Me gustaba el modo en me trataba, muchas veces antes había estado vestido de niña, en braguitas delante de otros niños, pero ninguno me producía la sensación de Rubén.
Ya nada había que lo detuviera, me deje arrastrar en su excitación y lo deje quitarme el bañador de la parte superior, el miraba y besaba mis labios continuando con su trabajo de dejarme como vine al mundo, rozando siempre su bulto por mis piernas y mi vientre, me encantaba eso y lo dejé hacer mas. El parecía tener experiencia y me agradaba. Al inicio con timidez comencé a rozar su bulto con mis manos, quería tocarlo, y el sabiendo dijo de tomarlo con las manos, quería que lo tocara, yo lo miraba y me parecía un sueño tocar esa carne caliente, como agradeciendo lo que me hizo sentir al besarme, tocarme y chuparme mis tetitas le di un besito, el tembló e hizo un movimiento involuntario hacia mi boca, me corrí, pero él dijo que si lo hacía me daría algo mejor que vestir desde el día siguiente y que no lo diría a nadie. Dude, pero finalmente volví a besar su carne y lo lamí probando el sabor desconocido pero agradable, en algún modo habíamos terminado de nuevo a tierra y mientras continuaba chupando el continuo deslizando el bañador, así termine “desnuda” (y digo desnuda porque desde aquel momento, sin saberlo, me convertí en su hembrita para colmar sus necesidades, caprichos y fantasías). Rubén suspiraba y me masajeaba las piernas y nalgas diciendo que soñaba conmigo desde que subí a su caballo aquella primera vez. Saboree el momento sintiéndome desnuda contra su piel velluda, y cuando llego el momento intente hacerme a un lado pero antes que lo lograra algo de su liquido, que pensé era orina, termino en mi boca y a fuerza lo trague, concluyendo que no era feo, extraño, pero no feo, menos de Rubén. Cuando termino de disfrutar me alzo, me beso de nuevo, como un niño finalmente y dijo que era una niña hermosa y dulce, que no importaba lo que tuviera entre las piernas (mirando mi pequeño miembro) que desde aquel momento yo era su novia. Sus palabras me dejaron tontita y para decirle cuanto me alegraba lo que había dicho comencé a chupar su miembro hasta dejarlo de nuevo limpito.
Cuando me acosté de nuevo a su lado me paso el brazo por la cintura tocando mis nalgas y comprendiendo que yo estaba aun excitada comenzó a masajear mis nalgas introduciendo lentamente sus dedos en mi línea hasta llegar a mi huequito que ardía de deseo por él, cuando finalmente me toco sentí volar, cuando empujo su dedo grite, el se preocupo, porque lo hice como niña, dijo él, imagine que si el dedo me había dolido peor sería su palo que era enorme. Por suerte con paciencia empujo hasta que finalmente entro su dedo y suspire cuando entraba y salía, aun con mucho dolor y aunque si deseaba sentirlo dentro me dolía, así que metió sus dedos mientras me giraba hacia su palo para que lo chupara de nuevo ya que él estaba pronto de nuevo. Así hicimos un 69, yo con su palo en mi boca y el con sus dedos y lengua en mi huequito sintiendo que nada en el mundo importaba solo la sensación de esa lengua en mi culito, podría haber venido cualquiera en aquel momento y decirme que era una putita y no me habría molestado ya que Rubén decía que haría gozar a “su hembrita” yo asentí y me entregue cuando me giro dejándome de espaldas a él y apoyo la cabeza en mi agujerito, empujo y sentí como cedía mi culo y una oleada de calor que me invadia, dolía pero era más el placer que el dolor, lo quería todo y eso solo importaba, sentía como el entraba centímetro a centímetro, un dolor enorme pero quería todo, soñaba con ese palo desde hacía ya mucho, aunque si nunca había tenida nada dentro, y quería ser siempre su hembrita para ser poseída como lo estaba siendo en aquel momento, se detuvo un momento para disfrutar de mi culo virgen y dijo que era el mejor culo de su vida, la mejor hembra y comencé a gozar mientras el comenzaba a moverse de nuevo,finalmente tenia todo dentro y senti sus bolas contra mis nalgas, supe que era suya y goze de sus movimientos,me trato por momentos con dulzura, sujetando mis caderas con suavidad y por otros salvajemente haciendo caso omiso de mis gritos y diciendome que aunque fuera su hembrita seria tambien su putita y eso me calento aun mas, hasta que finalmente se vino dentro mío dejando un chorro hirviente de su jugo en mi culo. Luego me quede entre dormida con su palo dentro hasta que salió solo. El continuaba acariciando mis caderas, nalgas y piernas diciendo que era su hembrita y que haría todo lo que él quisiera. Yo sabía que así seria. Nos quedamos así un rato hasta que decidimos volver a la casa, en medio de la calentura me había olvidado de mi primo y estaría preocupado si no sabía que había salido con Rubén, entonces me vestí de nuevo con el bañador ante la mirada atenta de Rubén, quien antes que me calzara la camiseta me dijo deja así, te la pones antes de llegar, quiero que estés así en el camino antes que mi nena desaparezca delante de tu primo. Lo mire y le dije – ¿Quién crees que me dio el Bañador? Me miro sorprendido y pregunto si mi primo sabia, dije que sí y que me daba el las braguitas que usaba a veces. El se sonrojo y pregunto preocupado si él había hecho algo conmigo, le dije que no, el había sido el primero. Se tranquilizo y dijo, Bien, vamos entonces. Mañana te traeré algo para que uses conmigo y en nuestro rio pero mejor… y nos volvimos a la casa, antes de llegar como prometido me puse la camiseta, pero mi primo advirtió que algo había pasado ya que Rubén me abrazaba sin problema delante suyo y fue muy delicado al ayudarme a bajar. Rubén se despidió diciendo que volvería al día siguiente para llevarme al rio, yo suspire esperando que se ale momento, me ardía el culo aun pero ya quería mas. Mi primo, me miro y dijo, ¿que paso? Yo le dije que lo justo ya que me había visto con el bañador pero que estaba bien. El rio diciendo que se lo imagino ya que una vez Rubén le había preguntado por mi diciendo “tu primita linda” pero que cuando él le dijo que era niño no le había creído, que me movía como una mujer y era muy delicada para ser niño, así que siempre imagino que terminaríamos juntos, se veía que Rubén me tenía ganas. Así que cuando Rubén había dicho que me llevaría al rio, imagino algo. Prepárate “Primita” tu culito debe probar aun mucho y estará mucho al desnudo de ahora en más. Pero está atento ya que si los ven caerán muchos a por tu culo.
Y tenía razón… Pero eso se los cuento después….

si quieren pueden escrbirme a:
Datos del Relato
  • Autor: Sammy
  • Código: 20176
  • Fecha: 18-08-2008
  • Categoría: Gays
  • Media: 6.02
  • Votos: 48
  • Envios: 1
  • Lecturas: 5292
  • Valoración:
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Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
JUan SOHAIL
invitado-JUan SOHAIL 23-10-2008 00:00:00

Sammy un gran relato, me gustaría saber si es personal, eso da mas morbo al relato. Me ha encantado y me he vuelto a mi niñez a ciando nos bañábamos en el río, buena época aquella que ya me queda lego un abrazo

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