El autobús llega y se detiene abriendo las puertas en fila la gente va subiendo para abordarlos, entre estos va Pris; quién viste cómo modela una falda poliel combinada con cuerina con botas negras largas de tacón alto con suéter lacoste rosado. Tiene una pierna en la siguiente escalinata entonces un hombre le pone las manos debajo de las nalgas en que las tiene bien marcadas y apretada la misma en que le habla déjeme ayudarla Señora a subirse agarrada de ambas manos a las barandas Pris se ofende cómo incomoda hasta molesta asimismo enfadada continua para no detener la fila al quedarse hacia el fondo de la misma fila parada, acercándosele el hombre en que le habla no era necesario que me ayudara yo podía subirme y no me gusto la forma en que me ayudo sepa bien que soy una mujer decente con hijos y respetuosa también educada además no soy de esas prostituta en que usted está acostumbrado a insinuársele hasta pagarles también excitársele y sobre todo revolcarse con ellas para simplemente zacearse sus tremendas fantasías sexuales cómo lujuriosas y pervertidas por lo que puedo presenciar hasta observarle directa y fijamente ahorita a sus ojos iluminados e incitadores por favor, que sea la última vez, que me haga esto y no tengo el gusto ni el placer ni siquiera le he dado la confianza de conocernos ni tratarnos al mandarlo a la misma mierda Pris a ese hombre en el mismo autobús en que viajan esa mañana la concurrencia de personas.