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Categoría: Maduras

Orgias con sesentones

63 años



Hola a todos, me llamo Eduardo vivo en Buenos Aires y desde hace un para de años tengo una amante de 63 años rellenita y a pesar de la edad esta bien conservada, desde hace tiempo tengo la fantasía y es de tener sexo grupal, en unas de esas noches de sexo le propuse hacerlo y me dijo que lo pensaría al rato ella acepto pero con una condición, que las parejas por conocer sean de 40 años o mas. Al día siguiente me puse a buscar algún lugar swinger para poder ir el fin de semana con ella. Fuimos a un lugar y su ambiente era agradable y caliente, cumplía con mis expectativas, después de un rato de bailar y girar por el boliche nos sentamos en unos sillones al lado había un par de parejas entre ellas. Eran parejas jóvenes que estaban besándose y acariciándose entre ellos me calentó y ahí nomás y puse manos a la obra a Isabel la bese con pasión le acaricie las tetas después baje hasta su sus muslos y metí mi mano debajo de la pollera para buscar su vagina, ella estaba al principio avergonzada pero al ver que todos estaban en las suyas se relajo y después de un rato bajo el cierre de mi pantalón para masturbarme.



Después de un rato nos recomendaron ir a un sala donde paríamos interactuar con otras parejas, al llegar era una mezcla de piernas manos los cuerpos desnudos no se distinguía los sexos era una mezcla provocadora, dos hombres jóvenes agarran la mano a mi mujer y se pierden en la multitud, yo en cambio me fijaba si había alguna veterana y al rato la vi una mujer gordita de unos sesenta y pico, me acerque a ella y la acaricie, me miro y sonrió con su mirada me invito a participar, en ese momento ella me empezó a chupar la pija con ganas mientras que su marido le hacia el culo con esmero después de un rato ella acabo y su marido descargo su leche n su culo. En cambio yo seguía excitado por el espectáculo, ella me pide que acabe en su cocha y accedo con gusto me monta con ganas y al cabo de un rato me saca toda la leche guardada.



Así seguimos toda la noche hasta la madrugada.



Después de de tener una noche desenfrenada de sexo, fui a buscar a Isabel que estaba dormida en brazos de una chica la desperté y nos fuimos a tomar el desayuno.



En el bar nos cruzamos con esta sesentona y su marido nos pusimos a charlar ellos se llamaban Teresa y el José nos contaron que están casados desde hace 40 años y que son swingers hace solo un par de años, yo les propuse reunirnos los cuatro en otro momento y ellos dijeron que el día domingo estarían solos en su quinta y nos invitaron.



Al llegar Teresa nos recibió con un beso en la boca, ella estaba en ropa interior y el desnudo, enseguida nos acomodamos y Teresa se llevo a mi mujer Isabel para ayudarla, José y yo nos pusimos hablar y de todo un poco y me pregunta como conocí a Isabel, le conté que es una compañera de trabajo y que me gustan las veteranas.



José, al rato, llama a Teresa y ella aparece desnuda con Isabel, enseguida y sin perder tiempo ella me saca la ropa me deja desnudo y empieza a chupar con ganas mi pija se acerca Isabel y me come la boca, mientras José se masturba lo invito a participar y el me responde que le gusta mirar.



Teresa e Isabel me llevan a la habitación y allí me recuestan boca arriba después lentamente con la lengua acarician mi pene como un helado, Isabel se sube a la cama para poner su conchita sobre mi cara para que se la chupe con mi lengua abría sus labios mordisqueaba su clítoris sus jugos fluían y era sabrosísimo, ella grima dando gritos de placer, mientras Teresa me comía la pija le pedía a José que le chupara la concha, el se acerco y se la chupo, Teresa gemía de placer y después de un rato me monto y se clavo mi pija de una, grito ¡Así me tenes que coger! ¡Aprende del Edu!. El solo miraba y se masturbaba con más ganas.



Los tres cambiamos de posición a Teresa la puse en cuatro le metí el dedo índice para aflojarle el culo, ella sabia como disfrutar lamí su ano con ganas y después la penetre robolcandole un grito de placer.



Observaba a Isabel como chupaba la pija de José, me excitaba verla como lo hacia con ganas, mientras tanto yo le rompía el culo a Teresa y ella gozaba como loca y al rato descargue mi leche en su lindo ano.



Mientras tanto Isabel chupaba y chupaba y el viejo descargo su leche en su boca, ella con su lengua limpiaba las gotas de semen que cayeron en sus tetas se levanto y se dirigió hacia Teresita y la beso en la boca y prosiguió conmigo limpiando mi pija.



Descansamos los cuatros Teresa se levanta y abre un armario y saca de allí un cinturón poronguero y le ordena a José se ponga en cuatro y ella se pone por detrás y se la mete por el culo, el viejo parece disfrutar mucho y Teresa, mientras penetra a José y me dice – Ves como disfruta el putito-



Yo me sonrió y pongo a Isabel en cuatro patas y la penetro por el culo también, Isabel después de un rato no aguanto mas y se meo de caliente que estaba, al verlo Teresa dejo de coger al marido y con su lengua lame las piernas de Isabel hasta llegar a la vagina, limpiando su orina.



José le dice a Teresa – seguí que me vas a dejar con las ganas-.



Teresa responde –Que continué Eduardo –



La miro extrañado, y el agrega -te animas- que estoy caliente. Al segundo Teresa me propone que si yo accedía los dos estarían siempre a mi disposición y serian mis esclavos sexuales. Mire a Teresa y ella me insito ha hacerlo luego Isabel me anima, diciéndome –anímate porque vas a tener tres culitos y dos vaginas a tu disposición, agrega José – soy bisexual pasivo no me gusta coger poro si que me cojan y hacer lindas pajas.



Después de pensarlo un par de segundos, me puse atrás de José y lo penetre y después de un rato acabe en su culo mientras las chicas miraban y se pajeaban ellas. Llegaba la noche y nos invitaron a quedarnos cenamos animadamente y por agradecimiento José me dijo que esa noche la pasara con las dos veteranas y que el solo observaría haciéndose una buenas pajas.



Así pasamos el fin de semana felices por tanto sexo, y desde ese momento fui propietario de tres culos y dos vaginas.


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