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Categoría: Maduras

Norma (1)

tal vez algunos recuerden haber leído relatos en los que conté una etapa de mi adolescencia (Grandes Series – Memorias I/XII), para los que no lo hayan hecho les comento que soy de escribir relatos muy largos, descriptivos y con mucho dialogo, estoy convencido, de acuerdo a mi experiencia, que la mayoría de las vivencias sexuales no surgen por generación espontánea y generalmente tienen la dosis de afecto necesaria para que satisfagan en cuerpo y alma, no soy amante del sexo por el sexo en si, seguramente muchos lo practican como respuesta a una necesidad hormonal, yo prefiero el que tiene un juego de seducción previo, un durante y un después tanto o mas placentero que el coito propiamente dicho. Con referencia a los diálogos, no son exactamente como se desarrollaron, pero respetan la esencia, ocurre lo mismo con cada relación íntima (han transcurrido muchos años y la memoria ya no funciona correctamente, de todas formas si no fueron así, me hubiera gustado que lo fueran) luego de esta perorata vamos a lo que nos interesa.



Soy argentino, nací en un barrio al sur de la Capital Federal a fines de la década del 40, madre ama de casa, padre trabajador y hermana 4 años menor, tuve una infancia feliz sin lujos pero sin necesidades, la barra de la esquina, buenos vecinos y de los otros, amigos de ley, descubrí el sexo con una prima casi 13 años mayor y lo continué con dos veteranas las que me llevaban casi 20 años, una de ellas, vecina y tía de un amigo de la barra, y la otra amiga de esta, por esas cosas de la vida recién a los 21 años tuve mi debut con una chica de mi edad, hasta ese entonces todas mis experiencias habían sido con "chicas" algo o bastante mayores, nunca supe exactamente el porque, tal vez haya sido suerte, el haber comenzado a trabajar muy joven en un ámbito en el que fui el nene consentido o el haber terminado la secundaria de noche rodeado de compañeros veteranos, quienes me llevaron de la mano a conocer la noche, realmente no encuentro una razón exacta, el hecho concreto es que las cosas se dieron de esa forma, por aquel entonces estaba convencido que las veteranas que conocía tenían un patrón común y que yo era un iluminado con el don de reconfortarlas espiritual y físicamente, el secreto era hacerme carne de sus inquietudes o problemas, tratar de darles una mano lo mas honestamente posible y asunto arreglado. Terminé los estudios secundarios estudiando de noche y trabajando de día en un estudio jurídico contable en el que mi prima pisaba fuerte, no obstante el parentesco me supe ganar un lugar por mérito propio en base a dedicación al trabajo y un caradurismo a prueba de balas, era el nene mimado al que se le toleraba casi todo, piropeador respetuoso y siempre dispuesto a dar una mano donde hiciera falta.



Apenas cumplí los 18 lo primero que hice fue sacar la Libreta de Enrolamiento y la Licencia para Conducir, Graciela, mi prima, se había casado y comenzaba a desarrollarse como profesional independiente, esto trajo como consecuencia inevitable que nuestros encuentros comenzaran a espaciarse hasta limitarse a visitas familiares, comencé la carrera de Ciencias Económicas, no por convicción sinó porque algo había que estudiar, para ese entonces la abstinencia no querida, comenzaba a ser preocupante, había terminado un par de meses atrás una relación secreta y bastante conflictiva con una compañera de trabajo y estaba dedicándome al culto de Onan, cuando estaba por recibirme de Gran Maestro Onanista con diploma de honor y medalla de oro, se cumplieron 25 años de la fundación del Estudio y se organizó un festejo en la chacra de fin de semana de uno de los titulares en Lujan, localidad ubicada a no mas de 60 kilómetros de Buenos Aires, el ágape estaba previsto todo el fin de semana, el sábado para la tropa, o sea el personal del estudio, de clientes, de bancos y de algunas reparticiones públicas, el domingo para aquellos que quisieran seguir del día anterior y se agregaban personajotes de las empresas y reparticiones nombradas, o sea el sábado para los trabajadores y el domingo para los que les diera el físico y jefes, encargados, gerentes y funcionarios, había dos micros a disposición de quienes no tenían medio de locomoción, un menú pantagruélico y varios espectáculos para amenizar, en otras palabras una fiesta de puta madre.



Cabe destacar que entre el personal femenino había dos mujeres que por distintas razones me llamaban la atención, realmente a esa edad cualquier cosa con tetas lo hacia, una era Norma, la tesorera, una veterana de aproximadamente 35 años, casada, una hija, se sabia muy poco de su vida personal ya que participaba poco y nada en las tertulias habituales en todo trabajo, aspecto formal vestía ropa holgada de colores apagados y con un carácter lo suficientemente hosco como para espantar al mas osado, esto suponía un desafío y la piropeaba constantemente, los primeros tiempos respondía con una mueca semejante a una sonrisa y a medida que pasaron los meses la sonrisa era mas franca y diría que sugerente, de hecho alguna vez me pareció que cuando no le decía nada me provocaba, nuestras tareas eran complementarias y cada tanto debíamos trabajar juntos, cada uno de esos momentos los aprovechaba, siempre en vano, para tratar de averiguar sobre su vida, de a poco y a pesar de la brecha generacional se fué creando un vínculo casi amistoso, charlábamos sobre casi todos los temas, excepto su vida privada, en mas de una ocasión, y como al descuido, durante el diálogo le habia tomado la mano sin encontrar resistencia, esto me animó a proponerle compartir un café



Nenito, como se te ocurre?,



Normita, solo a tomar café y charlar mas tranquilos



Mira vos… solo a tomar café, y como vamos a hacer para que esta manito traviesa se quede quieta? – preguntó sonriendo mientras movía su mano haciéndome notar que era consciente que la estaba acariciando.



Si ese es el impedimento me la corto – respondí devolviendo la sonrisa y continuando con el mimo.



No hace falta ser tan extremista, el café lo tomamos acá y listo… no te parece?



La verdad… no me parece, pero tendré que resignarme – respondí entregado.



Y si… es lo que corresponde, además ya estoy algo crecidita.



Vos crecidita, no me hagas reír… si sos una criatura que le gusta disfrazarse de grande – dije mirándola exageradamente.



Seguí piropeándome que me gusta… pero el café lo tomamos acá, mirá si nos ve alguien.



Conozco varios lugares lo suficientemente discretos.



Claro, uno en Hong Kong y otro en Tel Aviv, jajaja



Bastante mas cerca, dale… decime que si y me muero.



No nenito, si te morís el sentimiento de culpa no me va a dejar dormir, jajaja



Sabes que cuando te reís sos hermosa – dije apretándole la mano.



Y vos un caradura… basta de charla, hay que trabajar… hasta luego – dijo despidiéndome de su oficina.



Hasta luego – dije dándole un beso en la mejilla –



Que haces?



Me echaste y me despido.



Desaparecé.



En una oportunidad entré a un bar cercano a la facultad para hacer tiempo y la encontré tomando un café, no le quedó mas remedio que aceptar mi compañía, charlamos de bueyes perdidos un buen rato, la noté inquieta y se lo hice notar, explicó que cada tanto le gustaba estar sola disfrutando un café mirando la calle, que no le interesaba estar acompañada y menos con un chico tan joven, sentí que lo que yo creía un acercamiento habia sido un espejismo, me disculpé diciendo que no tenia intención de molestarla, pagué la consumición y me fui a clases, a ella no se le movió un pelo y a mi me rompió el forro de las pelotas, esa noche al volver a mi casa recordé el incidente y al visualizar la escena me di cuenta de dos cosas, una permanente mirada melancólica y una obsesiva contracción al trabajo, parecía que quería ocupar el tiempo, era la primera en llegar y la ultima en retirarse, se sabia que concurría a toda conferencia o simposio que hubiera sin importar el tema, en fin una mujer a la que parecía que la vida simplemente le transcurría.



Sandra era la otra, 25 años, un pedazo de mujer infartarte, lo sabía y lo explotaba, conseguía que el plantel masculino hiciera lo imposible para ganar sus preferencias, lo máximo que concedía era una amplia sonrisa y una mirada enigmática, no se le conocía novio y su vida fuera de la oficina era un misterio, cada tanto la lisonjeaba haciendo hincapié en el vestuario o en sus condiciones laborales o intelectuales, jamás sobre su físico, no porque no le tuviera ganas, sino porque estaba convencido que su respuesta me podía dejar mal parado y mi ego, en ese entonces por las nubes, no lo soportaría, en fin, lo que se dice, un imposible.



Cerca de la fecha nos pusimos de acuerdo en viajar en uno de los micros que partían de la puerta de la oficina, los que no podían quedarse los dos días volverían en cualquiera de los micros que el sábado por la noche harían el viaje de vuelta a la Capital para luego retornar y transportar al resto el domingo por la noche, Norma se excusó argumentando tener compromisos que no me convencieron, luego de mucho insistir conseguí arrancarle un si no muy convincente.



Como nunca ese día llegamos puntualmente, las mujeres luciendo sus mejores galas informales, lo que hizo que el personal masculino, yo incluido, en mas de un caso quedara gratamente sorprendido, el viaje presagió un buen fin de semana, piropos y sonrisas de agradecimiento, cantos, risas y gritos fueron la constante, hicimos casi todo el viaje eufóricos y cambiándonos de un asiento a otro, nos recibieron con mate cocido y pastelitos, luego hubo tiempo libre y comenzamos a recorrer la chacra, bajo una frondosa arboleda se habían dispuesto mesas para 10/12 personas cada una formando un semicírculo orientado a una gran mesa rectangular la que iba a ser ocupada por los titulares del estudio y algunos personajotes.



El día transcurrió haciendo sociales, entre comida y bebidas a discreción, algún show folklórico y exhibición de destreza criolla, en un par de ocasiones me acerqué a Norma invitándola a que se integre al grupo, se excusó en ambas oportunidades, la primera vez con una mueca parecida a una sonrisa y la segunda casi de mal modo, en un momento de la tarde la vejiga me hizo notar que no hacia buenas migas con la cerveza, aliviado regresé y me encontré mas solo que la una, el grupo estaba disfrutando de una guitarreada, procurando no molestar me ubiqué en un costado, Sandra al verme apartado me invitó a que me acercara con un gesto, me coloqué muy cerca de ella, una de las canciones fue una chacarera y el cantor invitó a quien quisiera que la bailara, tímidamente se armaron algunas parejas y Sandra me preguntó



Te animás?



Por supuesto – tomé dos servilletas a modo de pañuelos y nos pusimos en posición para la danza, con los primeros movimientos me miró con los ojos abiertos como el dos de oros, respondí con una sonrisa sobradora.



Finalizado el baile, y al terminar los aplausos me dijo:



Me sorprendiste, la verdad pensé que con esa pinta de roquero, de folklore, ni hablar y habías sido buen bailarín.



No tanto, me defiendo., el mérito fue de mi pareja – respondí con una sonrisa.



Y desde cuando te gusta?



Aprendí algo en la escuela y luego tuve que ensayar mucho para una obra de teatro costumbrista.



No me digas que te gusta el teatro.



Mucho, lo prefiero al cine… y como actor soy un caradura que se anima a cualquier cosa.



Te gustan Los Beatles?



Son lo más después de Bill Halley y Elvis.



Rock, teatro, folklore…que raro… no?



Y si… soy una mezcla rara de Shusheta y de Mimi (personajes de la letra de un tango)



Me muero!!!... también te gusta el tango.



No soy un entendido, pero no le hago asco.



Esa si que no te la creo…



Si me haces alguna pregunta no muy difícil, creo que me animo.



Bueno… a ver… decime algunas orquestas y cantores – dijo sobrando.



Y yo que gano? – pregunte picado por su sonrisa.



Lo mismo que yo… nada.



Entonces… para que exprimir la neurona?, apostemos algo…



Bueno… que apostamos?



Un beso… el que pierde le da uno al que gana.



Que vivillo… siempre ganas vos.



Nena, para un poquito, después de todo no sos Marilyn Monroe y además mis besos se cotizan en bolsa.



Sos un caradura… pero esta bien… acepto… a ver tus conocimientos



Bueno… D"Arienzo, Tanturi, Salgan, Troilo, De Caro, el Tata Floreal, el Tano Marino, Agustín Magaldi… sigo?



No…con esos alcanza, ganaste – se acercó ofreciendo la mejilla.



Error… el que pierde se lo da al que gana – ahora la miraba yo sonriendo sobrador.



Y me vas a cobrar? – preguntó sonriendo seductora.



Me muero de ganas… pero reconozco que jugué con cartas marcadas, jajaja… de todas formas tenés una deuda.



Dimos por terminada la charla y nos unimos al grupo, esa tarde no hubo nada relevante, excepto que la sorprendí y me sorprendió mirándome y mirándola varias veces, al atardecer hubo un brindis y tuvimos que aguantar estoicamente los consabidos, falsos e interminables discursos que fueron coronados con cortos y huecos aplausos, hubo unas palabras del presidente de la empresa que si fueron vivamente aplaudidas "Gracias por vuestra presencia y que comience la cena".



Cerca de medianoche y en lo mejor del baile, noté que Norma, estaba sola sentada en una silla algo alejada del ruido con su habitual cara de aburrida, lo comenté con un compañero incitándolo a que la integrara al grupo, - Ni en pedo, es una amarga, andá vos que sos mas simpático y todavía no te mordió, jajaja -, no le di mayor importancia y seguí divirtiéndome con los demás, cada tanto volvía a observarla y su cara mostraba fastidio, tomé una botella de cerveza, dos vasos y me acerqué sonriente siguiendo el ritmo de la música.



Hola, puedo? – pregunté señalando una silla contigua.



Por supuesto, no es mía… no me tenés que pedir permiso. – respondió de mala gana.



Lo se… es que no quiero molestar – dije con actitud amistosa.



Me da lo mismo



Bueno… al menos me acompañas con una copa? – pregunté con la mejor de mis sonrisas.



Mira… con vos está todo bien, pero vine porque insististe y para evitar que digan que soy la amargada de siempre y que no participo en nada… pero malditas las ganas que tengo de estar acá… te quedó claro? – contestó en tono cortante.



Clarísimo… espero no ser yo el motivo de tu mala cara.



No… pero por favor no insistas.



Perdonáme, no te quise fastidiar, si es tu gusto quedate sola… – me levanté molesto, era la segunda vez que me echaba.



Volví al baile, pensando que era una noche de joda y que no valía la pena estropearla, no obstante cada tanto volteaba para observarla, seguía con el mismo gesto adusto pero me devolvía la mirada, me integré al baile y me olvidé del asunto, millones de estrellas, música estruendosa, luces multicolores y mucha bebida se combinaban para dar a la reunión un marco espectacular, de golpe se cortó la música, se apagaron la mayoría de las luces y dió comienzo el espectáculo principal, nos arremolinamos alrededor del improvisado escenario batiendo palmas y acompañando las canciones del artista.



Disculpe caballero, sabe donde puedo conseguir algo frío?



Claro, acompáñeme – respondí despegando un brazo invitándola a que lo tome.



Vas a pensar que estoy ensañada con vos, el otro día en el bar y hoy – dijo mientras me tomaba del brazo.



Un poco si, supongo que algo mal debo haber hecho.



No, al contrario… la que está haciendo todo mal soy yo y quiero disculparme. – dijo en tono amistoso.



Esta bien, en el fondo lo tengo merecido por meterme mas allá de lo que debo, disculpáme – respondí sin mirarla.



En serio, al último que trataría mal es a vos – dijo dándome un beso en la mejilla – pero no estoy pasando por un buen momento y todo me molesta… a veces digo cosas que no quiero decir, me salen solas – dijo compungida...



Bueno, te propongo un trato, nos disculpamos mutuamente y aquí no ha pasado nada, que querés tomar? – pregunté en tono conciliador.



Lo que tomes esta bien.



Una gaseosa te va? soy de tomar poco alcohol… como máximo cerveza.



En serio? – preguntó con un gesto de asombro – mirá que se te puede caer la imagen, radio pasillo (argentinismo por chusmerio en lugar de trabajo) comenta otra cosa.



No me digas, y que dice? – pregunté intrigado mientras pedía una botella de cerveza y dos vasos.



Se comenta que tu vida es bastante desordenada – manifestó sonriendo.



Mira vos… que interesante – comenté como para mi – Nos sentamos?



Dale



Donde?



Donde estaba antes, como desagravio.



Preferiría que hubiera una mesa de por medio.



Porque?



Para evitar los comentarios de radio pasillo, jajaja, en serio, si dicen algo de mi no importa, incrementaría mi mala fama, pero de vos me molestaría sobremanera.



No seas tonto, no tenés mala fama, al contrario, sos un misterio e inventan cosas… y con especto a mi, no te preocupes radio pasillo dice que mi carácter es una especie de cinturón de castidad y barrera infranqueable.



Y… un poco de razón tienen, jajaja



Es cierto, jajaja, pero no lo puedo evitar… nos sentamos? – preguntó señalando dos sillas contiguas - Perdón, como es eso que no tomas alcohol?, esto parece cerveza, jajaja.



Normita, tiene solo 4 o 5 grados, además estamos haciendo las paces y amerita un brindis con algo fuerte.



4 o 5 grados, algo fuerte?, entonces es cierto que sos casi abstemio?



Totalmente cierto – dije mientras le ofrecía mi vaso para chocarlo con el suyo.



Y porque brindamos? – preguntó.



Huyy… por un montón de cosas, pero tengo miedo que alguna te caiga mal, jajaja.



Prometo no enojarme, jajaja, empezá, después brindo yo.



A ver… brindo por tu sonrisa y que hayas venido… por estar con la chica mas linda de la fiesta… por que cambies el gesto, sin fingir… porque dejes de marcar la diferencia generacional… por que me permitas conocerte un poco… porque no me eches más y por último brindo porque te disculpes de nuevo.



Porque me tengo que disculpar de nuevo?



Para que me des otro beso.



Mira que sos pedigüeño… querés un beso francés? – dijo dándome un beso en cada mejilla sin esperar mi respuesta.



Ahora te toca a vos – dije algo asombrado, no esperaba tanta efusividad.



No va a ser fácil superar el tuyo.



No es una competencia, simplemente dije lo que siento en este momento. dale, te toca a vos.



Brindo por quien me convenció que viniera, quien casualmente es el chico mas lindo de la fiesta… porque alguien me invite a bailar y por último por recibir una disculpa, jajaja.



Francés?



Francés - confirmó



Entrechocamos los vasos mirándonos fijamente a los ojos, en silencio bese ambas mejillas, me pareció notar un leve movimiento de su cara lo que hizo que cada beso casi rozara la comisura de sus labios,



Me acabo de dar cuenta de algo – comentó sonriendo



Que?



De acuerdo al brindis somos la pareja mas linda de la fiesta



Normita, tené cuidado con lo que decís… me puedo ilusionar, jajaja.



Que dije?



Que somos una pareja



Es una forma de decir



Que lástima – dije poniendo cara de pena.



Porque? – preguntó sonriendo sugestiva.



Sería lindo – respondí mirándola a los ojos.



Sos un chiquilín.



Bebimos las cervezas, la tomé de la mano y nos acercamos al grupo para ver las ultimas canciones en el escenario, mis compañeros/as nos miraron asombrados murmurando entre ellos, hecho que atrajo las miradas de quienes nos rodeaban, noté que el rubor me encendió las mejillas y puse cara de yo no fui causando la risa contenida de la mayoría, el rumor y los movimientos llamaron la atención del artista, quien al finalizar la canción dijo;



Parece que tengo una fan, finalmente he conocido a la compradora de mi ultimo long play (el comentario, ayudado por el alcohol, causó hilaridad y aplausos de los presentes), por favor acérquese y acompáñeme en el próximo tema (mientras hablaba mirando a Norma, se fue acercando al borde del escenario y estiró la mano invitándola a subir, Norma muerta de vergüenza se negó y comenzó a mirar para todos lados buscando ayuda, el publico comenzó a batir palmas vivando "Que suba", "Que suba"), parece que le voy a tener que pedir permiso al novio (dijo mirándome a mi, no se porque le di un beso en la mejilla y la empujé suavemente hacia la escalera) - Un aplauso para el caballero… y tranquilo que se la voy a devolver enterita (dijo manejando al publico a su antojo, aplausos, gritos y silbidos coronaron el comentario, Norma. resignada accedió a subir aceptando la mano del artista, una vez que el silencio invadió el lugar comenzaron los acordes de "Apuesta por el amor", tema que años mas tarde popularizara la genial Lola Flores haciendo dúo con su hija Lolita, al principio estaba dura como una estatua, la experiencia del cantante la hizo relajar invitándola a participar de los coros y haciendo que acompañara el ritmo bailándolo, remató tomándola de la mano y haciéndola girar sobre su eje, pidió un aplauso señalándola mientras le besaba el dorso de la mano, esta con la cara casi bermellón bajó enfilando al grupo mirándome con una gran sonrisa y amenazándome con el dedo índice – Te mato – dijo causando la hilaridad de los presentes.



Huyy, parece que hay problemas, ayúdenme por favor… "Que se besen", "que se besen" – pidió incitando al publico para que lo acompañe, este comenzó a batir palmas acoplándose al coro, la miré, encogí los hombros como disculpándome y señalé al artista culpándolo, tomé su barbilla y le di un suave beso en los labios, un cerrado aplauso coronó mi actitud.



Ahora puedo terminar el show sin culpa, los quiero escuchar cantar bien fuerte… Cuando quiera maestro.



Comenzó lo que se suponía era la ultima canción, Norma se ubicó de espaldas delante de mí, haciéndome el distraído la tomé de la cintura, giró la cabeza para mirarme y seguí como despreocupado mirando el espectáculo, sonrió, apoyó sus manos en las mías y me hizo abrazarla apoyándolas en su pancita, en ese momento pensé que seguía el ritmo inconscientemente restregando la espalda en mi pecho, instintivamente mi amigo comenzó a hacer notar su presencia, lo cual pareció incomodarme mas a mi que a ella, esto me envalentonó y le di varios besitos en la nuca los cuales pareció no notar, luego de dos o tres bises culminó el espectáculo en medio de aplausos, gritos y silbidos, al bajar del escenario el cantante me llamó moviendo el índice con el puño cerrado, hice el gesto de llevar mi dedo al pecho preguntando si se dirigía a mi y respondió que si moviendo afirmativamente la cabeza, me acerqué, amistosamente pasó el brazo por mi hombro y en voz muy baja me dijo;



De nada flaquito.



Porque? – pregunté con cara de inocente.



No te hagas el boludo, gracias a mí te vas a comer un caramelito.



Le parece? – pregunté con el mismo rostro.



Ponéle la firma pendejo, algún día me lo vas a agradecer.



No creo.



Confia en mi…chau pibe, suerte – dijo palmeándome la espalda y alejándose con una sonrisa sobradora.



Que quería? – preguntó Norma al acercarme a ella.



Nada, se disculpó por si había creado algún problema, le aclaré que éramos compañeros de oficina y que lamentablemente no tenía ninguna posibilidad porque eras mucho más grande. – respondí dando una segunda intención.



Che!!! – dijo dándome un pellizco en el brazo – no soy tan vieja, jajaja



Claro que no, pero según vos hay diferencia.



No tanta – dijo con una sonrisa que interpreté pícara.



En ese momento se acercaron los compañeros/as truncando la charla, en medio de bromas sobre lo ocurrido formamos un corrillo divertidísimo hasta que comenzó a sonar una música que invitaba a bailar, la tomé de la cintura llevándola al tumulto y comenzamos a bailar, al principio sueltos y de a poco se fué acercando hasta tomarme las manos invitando a que la abrace por la cintura para luego pasar las suyas por mi cuello bien pegaditos, mi amigo comenzó a reaccionar y se lo hice notar moviendo ligeramente las caderas, por un breve lapso no dijo ni hizo nada, luego se separo un poco, me miró fijo y me habló, llevé el índice a mi oreja negando con la cabeza haciéndole notar que la música me impedía escucharla, sonrió y casi colgándose del cuello se acercó hablándome al oído.



Tendría que estar enojada con vos.



Porque? – pregunté también hablándole al oído.



Me hiciste pasar el papelón de mi vida, quería matarte.



Si, al principio se te notó un poco tensa pero al final participaste y fuiste la figura del show.



Eso no me molestó, me refiero a otra cosa.



A que?



Al beso… me besaste delante de todos.



Y lo volvería a hacer.



No serias capaz – dijo como provocando.



Ah no, mirá – dije dándole un nuevo beso previo a humedecerme los labios.



Lo hiciste de nuevo.



Y cada vez me gusta mas – dije besándola nuevamente.



No lo puedo creer, sos un aprovechador – dijo sonriendo.



Que hice?



Me acariciaste y besaste durante el show, caradura - dijo divertida y siempre acercándose para hablarme al oído y separándose levemente esperando mi respuesta también en su oído.



Suficientemente caradura como para mimarte toda la noche – dije dándole otro beso, esta vez ella también se mojó los labios – Me encanta besarte.



Pero no puede ser – respondió como dudando.



No te gustó? – pregunté intentando parecer inocente.



No te importa – respondió en un tono serio.



Tenés razón, perdonáme... – dije con un gesto compungido como con culpa.



No Bebe, no pongas esa cara… después de todo, el que calla, otorga – dijo conciliadora.



Esta bien, pero... igualmente me excedí – comenté acentuando mi culpa.



Nos excedimos los dos… y no se hable mas… invitame a tomar algo – dijo dándome un cariñoso pellizco en la mejilla.



Que te traigo?



Lo que se te ocurra... pero que tenga un poco mas de 4 o 5 grados, jajaja, buscá un lugar tranquilo, yo ya vuelvo… extrañáme – dijo con una sonrisa cautivadora.



Que mina rara, me dije mientras iba por las bebidas, pedí dos gin tonic livianos con mucho hielo y me dediqué a buscar un lugar reservado, con tanta gente era como tratar de envolver un triciclo, maldije mi suerte y comencé a vagar sin rumbo fijo, encontré un sillón basculante cercano a la piscina bajo un árbol, un lugar bastante tranquilo y reservado, no tan alejado del resto de la gente y lo suficientemente iluminado como para minimizar eventuales comentarios.



Prendí un cigarrillo y me dispuse a esperar… al cabo de un buen rato la ví en el borde opuesto de la piscina buscándome, me levanté haciendo señas y se acercó sonriendo, en ese momento me detuve a mirarla detalladamente, no mas de 1.70, incluyendo los zapatos de taco alto, delgada, pensé que unos quilitos en zonas estratégicas no le vendrían nada mal, cabello corto, castaño claro, falda una palma arriba de las rodillas y una blusa amplia que le disimulaba los encantos, nada espectacular, pero con algunos retoques mas de uno se daría vuelta a mirarla.



Lindo lugar, tenés buen ojo.



Solo suerte.



Estoy muerta de sed, que trajiste.



Gin tonic con hielo.



Mi trago preferido, como sabias?



Intuición – respondí dándole el vaso,



Gracias – dijo dándome un piquito.



Y eso?



Por la bebida.



Entonces voy por otra – dije amagando a levantarme.



No seas chiquilín – dijo tomándome del brazo - Sabes… fuí al toilette pensando que debería irme a mi casa…



No – exclamé



No que?



No te vayas



Espera, no seas ansioso… dije que lo pensé… no que me iba – dijo en voz baja y sonriendo seductora.



Te quedás?



Si… siempre y cuando…



Gracias – dije alegre e impulsivamente le di un piquito – Perdon… te interrumpí, siempre y cuando, que?



Siempre y cuando no seas tan efusivo – dijo poniendo distancia pero sonriendo.



Perdonáme… pero fue solo un besito de alegría.



Si… un besito de alegría es en la mejilla… no en la boca, no te parece?



Porque?... la boca es un lugar prohibido.



No… pero en la boca…



Que tiene?



La boca es para otra clase de relación… no con un compañero de trabajo.



Que clase de relación?



La boca es algo intimo… no se...



Cosa de novios, jajaja



No nenito, como se te ocurre? … soy una mujer casada…no te confundas vos también, conmigo alcanza. – dijo mostrando cierto nerviosismo.



Esta bien... a mi me gustó y mucho…y a vos?



Otra vez… no te importa… me entendiste?



Bueno nenita, creo que entendí… querés decir que te haya gustado o no, nunca lo voy a saber porque al ser una señora casada debés conservar la imagen de jubilada… formalmente retirada y marginada de vivir – dije provocándola.



Yo no dije eso… nenito… eso es lo que vos interpretaste… no me marginé ni pienso hacerlo – dijo bastante molesta.



Bueno, no te enojes… entonces?…



Creo haberte demostrado que no estoy retirada…hace un rato no veía la hora de irme… después hice un show en el escenario y dejé que me beses delante de todos… bailé como hacia mucho no lo hacia, me besaste y te besé… no tengo ganas de irme y estamos tomando una copa sabiendo que en cualquier momento me vas a besar y no estoy segura de rechazarte… y lo peor es que no le puedo echar la culpa a la bebida, jajaja



Mira que sos rara – dije dándole otro piquito



Viste… yo sabia que lo ibas a hacer de nuevo... y no preguntes si me gustó – dijo mirándome provocadora.



La tomé de la barbilla atrayéndola y la besé con ganas, de a poco entreabrió la boca permitiendo que la invada con la lengua… lentamente se fue animando y respondiendo… no lo hacia mal, pero me habían besado mucho mas rico, le mordisqueé los labios, besé sus mejillas humedeciéndolas, un ruido a vidrios que se astillaban me desconcentró.



Que tonta, se me cayó el vaso – dijo respirando agitada.



Te hiciste algo?



No, nada… solo se me abrió la mano…



Me preocupaste. – dije acariciándole la mejilla.



En serio?, sos un dulce – dijo besándome – sabes… hacia mucho que no me sentía así.



Así como?



No se… así… rara… como en las nubes… contenta...… y no es la bebida – dijo sonriendo.



No creas, hace un ratito tomaste gin tonic.



Solo un sorbito.



Y entonces que podrá ser?



No seas curioso… vení vamos a bailar.



Otra vez? – pregunté haciéndome el fastidiado.



Si, otra vez, vamos que la noche esta en pañales



Dijo levantándose mientras me tomaba la mano y me obligaba a seguirla, nos metimos en el tumulto y comenzó a moverse invitándome a que la imitara, bailamos un buen rato entre risas y mis pequeños besitos furtivos, los primeros miraba a todos lados como avergonzada, luego en medio de sonrisas incitaba a que lo hiciera , de golpe cambió la cara, se separó y siguió bailando suelta, me desconcertó, íbamos bien, mimos, besitos y súbitamente estaba a un kilómetro de distancia mirando a cualquier lado… al rato me tomó de la mano diciendo – Mirá, ahí están los chicos, vamos a ver que hacen -, efectivamente habían hecho un aparte donde había unos troncos de árbol cortados a modo de bancos, nos acercamos de la mano, había un solo asiento disponible y le indiqué que lo usara.



Que caballero, no dejas de sorprenderme – me dijo Sandra mirando a Norma.



Y… yo soy así – respondí



Sentate vos y yo me pongo encima – dijo Norma.



Esta si que es una sorpresa – repitió Sandra mirando fijamente a Norma.



Cual es el problema?... acaso vos no lo harías? – le respondió.



Yo si, pero vos, nunca lo hubiera imaginado – le retrucó.



No necesitas imaginar, mirá – respondió sentándose en mi regazo y pasándome un brazo por el hombro – flaquito y todo, no sabes lo cómodo que es, jajaja



Habría que probar



Tal vez otro día, hoy yo llegué primero – respondió acomodándose ostensiblemente.



Me sentí incómodo y a la vez agrandado por la actitud casi agresiva de Norma, extrañamente parecía que quería marcar territorio, ahuyentando a Sandra… y no entendía porque, a pesar de los besos había remarcado que era una mujer casada… pensé que era como el perro del hortelano, no come ni deja comer



La charla estuvo animadísima entre bromas, risas, comentarios sobre la fiesta, criticas a los invitados y Norma en mi falda disimuladamente acariciándome la nuca, por enésima vez mi amigo pedía guerra haciéndose notar, varias veces me miró a los ojos dando a entender que se había dado cuenta y no hacia nada por evitar el contacto, al contrario comenzó a moverse en forma casi imperceptible, como acomodándose… la charla bajó de intensidad y el grupo se fue deshaciendo.



Vamos a descansar un rato?



Si, me hace falta… pero donde?



Algo vamos a encontrar y si no, robamos un mantel y nos tiramos bajo un árbol.



Vos tirada bajo un árbol, no te creo



Mira… hice cosas que nunca pensé que haría… estoy bien, siento que es un día especial y con vos creo que me tengo que preparar para cualquier cosa – respondió con una sonrisa que me pareció prometedora.



Cualquier cosa? – repregunté intentando darle una doble intención.



Bueno… casi cualquier cosa… algunas si se hacen instintivamente salen mal y seria una pena… no creés? – preguntó con una sonrisa cómplice y un besito en mis labios.



No se… confío en tu experiencia… si es por la mía… vamos muertos. – respondí con la mejor cara de inocente que me salió.



No te entiendo, mejor dicho… creo que entiendo… pero no te creo.



Creélo… mi vida de desordenada no tiene nada…



Estas hablando en serio?



Normita… por favor, hablemos de otra cosa.



No nenito… no me vas a dejar con la intriga… sabés… a veces lográs desconcertarme, pensé que estabas tratando de inducirme a… vos sabes… a…



A que? – pregunté acentuando el gesto de inocencia.



A seducirme… es que… pensé que estabas haciendo lo posible para… vos me entendes, creí que querías…



Ah, eso… siempre quiero… pero conozco los limites… a veces hago o digo cosas sin medir las consecuencias…



Esta todo bien, no hiciste nada que me haya molestado, al contrario, me gusta que me trates así… como si fuera una chica – dijo acariciándome la nuca – puede que este muy susceptible y me defienda antes que me ataquen.



No quise atacarte – me defendí.



Lo se, te dije que no estoy pasando por el mejor momento… vamos a buscar un lugar tranquilo.



Vamos – dije pasándole la mano por el hombro y ella tomándome de la cintura – así podemos descansar.



Estas muy cansado?



Para nada y vos?



La noche esta en pañales… creo que eso ya lo dije, no? jajaja... mirá, el sillón está vacío… corramos – dijo deshaciendo el abrazo y tomándome de la mano me arrastró riendo.



Ufff – dije desplomándome en el sillón – ya no estoy para estos trotes.



Quien es el viejo?, no me digas que te cansó la corrida, jajaja



No… pero a esta hora debería estar descansando – dije intentando llevar la charla a un terreno conveniente.



Un sábado y a esta hora, descansando?, nene, a tu edad ya estaba casada y con una beba caminando… y si un sábado a esta hora estaba en la cama, era porque estaba enferma, o… - dijo con una sonrisa enigmática...



Es que con el estudio y el trabajo, no me queda tiempo para nada...



Para nada? – preguntó con una sonrisa pícara.



Bueno… tanto no, a veces salgo con amigos a tomar algo o a bailar, pero generalmente trato de aprovechar los fines de semana para descansar.



Y tu novia que dice?



Novia… que es eso?



No me digas que no tenés novia.



Amigas y compañeras muchas, pero novia…



Y no te gusta ninguna chica? – pregunto pícara



De mis amigas, ninguna.



Y compañeras?



Hay una que me gusta… pero es imposible



Alguna vez se lo dijiste? – preguntó sobradora



No me animo, tengo miedo que le de un ataque de risa.



No creo que se ría… es de la facultad?



No.



Entonces es de la oficina… me muero de curiosidad, quien es? – preguntó con evidente doble intención.



Si te lo digo, prometés guardar el secreto?



Mmmm…creo que lo voy a tener que guardar si o si… me equivoco?



No te equivocas, te das cuenta porque es imposible?



Mira… nada es imposible… pero porque yo? – preguntó tomándome de la mano y besando suavemente mis labios



No se… hay cosas que no tienen explicación – respondí mirando al infinito y moviendo ligeramente la mano.



Es muy lindo que un muchacho tan joven se fije en una… mas teniendo en cuenta que estoy algo mayorcita…, sabés, te trate mal, un poco para desanimarte y otro poco porque sabia que íbamos a terminar hablando de nosotros y la verdad… estoy asustada.



Asustada… porque?



Vos preguntás demasiado, no te importa – dijo con una sonrisa



Normita… sos hermosa cuando sonreís…



Ahora te gusto más que antes? – pregunto sonriendo seductora.



Me gustas de todas formas… ahora un poquito mas, siempre me gustaste – respondí sin mirarla con la vista perdida y haciendo mas ostensible el temblor de la mano.



Porque temblás?



Este… esta un poco fresco.



Mentiroso – dijo besándome los labios – si no hace frío.



Es que nunca imagine que… vos… yo…



Tontito, relajáte… me encanta que seas sinceros… yo tampoco imagine que íbamos a estar solitos compartiendo una copa en un lugar solitario… dándote besitos y esperando que me los devuelvas – dijo esto humedeciéndose los labios y ofreciéndolos, la besé suavemente tomándola de la nuca atrayéndola - te importa mucho que te lleve algunos años y que tenga compromiso?



No mucho… casi nada…



A mi tampoco… pero tiene que ser un secreto… en mi matrimonio no estoy pasando por el mejor momento y no quiero que pienses mal de mi.



No lo sabía, desde cuando? – pregunté entendiendo el porque de su cara y actitudes en el trabajo.



Poco más de un año y no quiero hablar.



Quiere decir que estas comprometida… pero no tanto – dije demostrando entusiasmo.



Si lo querés ver de esa manera para mi esta bien – respondió nuevamente dándome un leve beso en los labios y apretando fuerte mi mano.



De pedirte que seamos novios en las sombras… ni hablar… no? – dije sonriendo.



Que seamos novios?… suena lindo… pero imposible, ya pasé esa etapa…además lo único que sabes de mi es el nombre.



Porque, hace falta algo más? – pregunté pensando que era el momento de apurarla.



Y… si… creo que un simple intercambio de besos no es suficiente…



Perdonáme, se que no querés hablar de tu matrimonio pero… a tu marido lo conocés bien?



Si.



Lo suficiente como para entregarte en cuerpo y alma?



Por supuesto – respondió con voz firme.



Ya veo lo bien que te va con alguien de tu edad y que conoces a fondo.



Ese fue un golpe bajo…



Bebe, me obligás… por un lado decís que un beso en la boca es algo intimo y por otro que no significa nada… no entiendo – dije deshaciendo el apretón de manos y mirando al infinito.



Si que significa algo, mas de lo que imaginás, no sabés cuanto tuve que pensar si venia o no… estaba segura que algo ibas a intentar, pero nunca que llegaría a sentirme así… confundida y sin saber que hacer – dijo tomándome de la barbilla obligándome a que la mirase – pero todo no es tan lineal, si me besaste y te respondí fue porque sentí algo… pero eso no alcanza… es solo piel.



Solo piel?... no entiendo – dije con la mejor cara de boludo que encontré, estaba bien encaminado



Necesito algo para tomar… serias tan amable? – preguntó con un rictus amargo.



Claro, pero primero…



Se buenito, traé algo y te explico. – dijo dándome un besito en la mejilla.



Me levanté disimulando una sonrisa triunfal y me dirigí al bar, esto iba mas rápido y mejor de lo que había creído, histeriqueando se había metido en un brete y necesitaba tiempo, me oculté detrás de una ligustrina para mirar que hacía, se acomodó la falda y se apoltronó en el sillón con la mirada perdida mirando al cielo, de golpe se levantó y se dirigió hacia el lado opuesto del que yo me había ido, se detuvo, meneó la cabeza y volvió para sentarse, se desabrochó dos botones de la blusa y cruzó las piernas como esperando…volvió a cerrar la blusa y estiró la falda… prendí un cigarrillo mientras la veía revolverse en el asiento, estaba inquieta y eso convenía, en la barra pedí dos gin tonic, el de ella bien cargado, acentué la cara de boludo y volví apurando el paso.



Epa, este esta mas fuerte – dijo con una sonrisa



Creo que lo necesitamos



Creo que si…



Soy todo oídos – dije apurándola.



Mira… sos un chico divino y no entiendo que viste en mi habiendo tantas chicas de tu edad dando vueltas... – hizo una pausa como esperando mi réplica, al yo permanecer callado continuó – tus besitos me gustaron mas de lo conveniente, jaja, - dijo con una risa forzada, permanecí impávido intentando que se sintiera molesta – me reventaron los comentarios de Sandra y me tuve que contener para no contestarle como merecía, sentí que quería separarte de mi… se que no tenemos nada que justifique mi reacción… pero me salió así… creo que sentí celos y tenia que demostrarle que ella no es la única que puede lucirse… me encantan tus mimos, me siento linda, deseada, que te intereso… no vas a decir nada?



Solo piel – respondí con gesto serio.



Ah, si… eso… solo piel… hay veces que una se siente tan bien con alguien que no le importa nada y solo quiere estar con ese alguien… me entendes?



Ni jota.



Mira que la haces difícil, todo te tengo que explicar?



Todo.



Ayudame, se bueno – dijo dándome un besito en los labios –



Bueno… se de que hablas… pero me gustaría que estemos de acuerdo los dos y llegar al final… te parece?



Si



Bueno… ponete mas cómoda. – dije en la seguridad que estaba a punto de caramelo.



Mas cómoda, como?



Con las piernas sobre el sillón y acostada apoyando la cabeza en mis muslos.



Así? – preguntó acomodándose tal como le había pedido.



Exacto, ahora te puedo mimar a mi antojo.



Ves… esto es solo piel… conversando íntimamente… solos vos y yo...



Sabés que sos la chica mas linda del mundo – dije mientras le apoyaba suave una mano en un pecho como al descuido.



En serio? – preguntó poniendo su mano sobre la mía acariciándola.



En serio y habláme en voz baja… tengo miedo de despertar y que seas un sueño – respondí ahora acariciándola descaradamente.



Que dulce, voy a terminar creyéndote…- dijo con una sonrisa cariñosa - te pregunté porque yo y no respondiste… querés hacerlo? – preguntó casi en un susurro aceptando mis caricias.



Porque no?



Por favor… es importante para mi… porque yo?



No se… son un montón de cosas… siempre me gustaste - dije mientras deslizaba la mano por debajo de la blusa acariciándola hasta llegar al soutien.



Seguís sin contestar, porque yo? si somos un montón de mujeres, incluyendo a la mosquita muerta de Sandra, esa si que llama la atención, tiene un cuerpazo envidiable. – dijo en voz muy baja mirándome fijamente a los ojos.



Estaba buscando el halago, se había creado un momento mágico y comencé a guitarrear (argentinismo que en una de sus acepciones significa decir lo que el otro quiere escuchar).



Bebe, Sandra no me interesa… no puedo negar que llama la atención y tiene con que… pero creo que es una cosa vacía – respondí ahora sobandole los pechos por dentro del soutien.



Y yo? – preguntó con una sonrisa triunfal.



Vos sos distinta – dije pellizcándole suavemente un pezón – creo que lo primero que me llamo la atención fue una mirada melancólica como apagada, muchas veces me pregunté cual seria el motivo.



Ahora sabes el porque.



Si… y no te entiendo…



Estamos iguales, yo tampoco me entiendo.



Y que pensas hacer? – pregunté acariciándola muy suave.



No lo se… no es fácil, son muchos años y terminás acostumbrándote… cerrás los ojos y te resignas a la suerte, ocupando el tiempo… nunca me animé a contárselo a nadie… a veces me siento muy sola – de golpe el brillo de sus ojos se habia opacado con una sombra triste...



No estás sola, vos sabés que infinidad de veces intenté charlar, pero nunca quisiste – dije con una amplia sonrisa intentando que se distienda.



Lo se…pero sos muy chico para entender algunas cosas, por eso siempre te rechacé, no te quiero abrumar con mis cosas…



Normita… creo que ser joven no es sinónimo de tarado – dije dejándola de acariciar.



No te enojes por favor – dijo tomando la mano e incitando a que la siga acariciando – no creo que seas tarado, ni nada que se le parezca, al contrario charlar con vos me hace bien, siento que te importo…



Normita… por supuesto que me importas, quiero ser tu amigo y ayudarte… se que soy chico y que no viví lo suficiente, pero te puedo asegurar que sueño con verte feliz…



No sabés cuanto me ayuda estar con vos, sos mi amigo… claro que un poquito mano larga – dijo sonriente.



No lo puedo evitar, sos una diosa. – dije con una sonrisa maliciosa.



De verdad creés que soy linda? – preguntó buscando el halago.



Con algunos pequeños detalles serías la más linda de la tierra.



Detalles?... que detalles?



No te vas a enojar?



Te parece que me puedo enojar? – dijo posando su mano sobre la mía – Si sos lo mas dulce y cariñoso que me pasó en mucho tiempo.



Bueno… porque te vestís como si trabajaras en el Ejército de Salvación.



Eso dolió – dijo sonriendo – tan mal me visto?



No tanto, pero con muy poco se podría mejorar.



Y que debería hacer? – preguntó coqueta.



Puedo? – pregunté señalando la blusa



Sos un caradura divino, a buena hora te acordás de pedir permiso – dijo sonriendo mientras me daba un suave pellizco en el brazo.



Esto esta muy cerrado – dije desabotonando hasta asomar el valle de los pechos – Hermosas… aunque pensándolo bien…



Que?



Esto no te molesta? – pregunté acariciándole los senos por sobre el soutien.



A mi no… y a vos? – respondió sonriendo picara.



Bastante - respondi acariciandola con ganas –



Si te molesta, me lo saco – dijo en un tono meloso.



Por favor, dejame a mi - como pude lo desabroché, pasé las manos por dentro de las mangas de la blusa, bajé los breteles pasándolos por los codos y se lo saqué



Que sorpresa… parece que no es la primera vez que lo hacés – dijo dándome un besito y volviendo a acomodarse en mis muslos.



Es verdad, no es la primera vez… pero esta es la mas linda… falta algo.



Que?



La falda.



Que tiene?



Tiene que ser mucho mas corta.



Hasta donde?



Este es un buen largo – dije llevando el ruedo hasta la mitad de los muslos, comencé a acariciarlos y me llamó la atención la firmeza y suavidad de la piel – Sabias que tenés la piel muy suave?



Te gusta?… y eso que no me cuido – dijo con una sonrisa orgullosa.



Hacélo y estarías casi perfecta – dije provocándola.



Casi?... y ahora que me falta?



Esto sobra – dije acariciándole el monte de venus por encima de la bombacha.



No, eso no… creo que es demasiado – dijo esperando que insista.



Puede ser, pero serías muy sexy… me volarías la cabeza.



No puedo creer que esté haciendo esto, sacámela – dijo con los ojos cerrados, lo hice lentamente mimando cada centímetro de las piernas, hice un bollo con el sostén y la bombacha y lo guardé en el bolsillo trasero del pantalón, sin prisa volví a recorrerle las piernas, las separó facilitando la caricia, pasé lentamente la palma de la mano a través de la entrepierna rozando la vagina hasta tocarle los glúteos, levantó ligeramente la cintura dándome piedra libre mientras nos besábamos suavemente intercambiando salivas.



Debo estar totalmente loca… - dijo sonriendo – pero me siento bien – dijo incorporándose de tal forma que apoyó la espalda en el apoyabrazos y la cara en mi pecho – Alguna vez pensaste que íbamos a llegar a esto?



Lo soñé muchas veces Bebe – dije besándole la cabeza – pero nunca creí que iba a ser realidad… de todas maneras no estoy muy seguro que estemos haciendo algo correcto.



Yo tampoco… se que es una locura… pero…



Normita… creo que deberíamos parar acá y seguir como hasta ahora, siendo buenos amigos y alguna vez al recordar este momento… reírnos como dos tarados que estuvimos a punto de hacer una locura – dije amagando a retirar la mano.



No bebe – dijo tomándome la mano e impidiendo que la saque – por favor… no me dejes… acariciáme toda… queréme, te necesito…



Me besó como si en ello le fuese la vida, la manoseé por donde me vino en ganas, dirigió mi mano con la suya incentivándome a que en algunas partes dedicara el mejor de mis esfuerzos, gimió como un bebe agradeciendo las caricias, llevó sus pechos a mi boca los lamí, besé, chupé y mordí incentivado al sentirlos restregar en mi cara, sentí el miembro a punto de estallar con sus caricias, intenté penetrarla con el dedo medio y lo impidió tomándome la mano – Eso no, Bebe… acariciáme toda -, me desconcertó, estaba seguro que tanto magreo era el paso previo a la intimidad, y nada… solo franela…, lentamente los arrumacos fueron bajando la intensidad, ella no se porque, a mi las ganas se me escurrían como agua entre los dedos.



Te quiero mucho…, y no se que hacer para demostrarlo – dijo con una mirada triste.



Hablas en serio?



Totalmente



Me vas a volver loco… si recién cuando intenté…



No lo digas – dijo sellándome la boca con el dedo índice – por favor, tratá de entenderme… no es fácil sentir que quiero estar con vos sabiendo que no debo…



La verdad, quiero pero no puedo entenderte.



Lo se… y me quiero morir… me deje llevar y te arrastré, perdonáme… de verdad te quiero y siento que eché todo a perder…



Bueno, tampoco es tan así… yo tuve algo que ver…



No Bebe… quiero irme… quisiera estar a 10.000 kilómetros y que me tragara la tierra… porque te conocí?, perdonáme… no me odies.



Que estás diciendo?



Que tenías razón, debería haber parado y ahora no me odiarías.



No te odio.



Deberías hacerlo… perdonáme – se levantó acomodándose la ropa y se dirigió a paso vivo hacia el toilette.



Confundido esperé que vuelva durante un rato muy largo, íntimamente sabia que era poco probable, ella lo habia dicho, se sentía bien pero si hubiera sospechado lo que iba a hacer y con un chico tan joven, seguramente no hubiera venido… de todas formas mis hormonas no entendían porque se habia dejado acariciar y besar casi sin límites, de golpe un sentimiento de culpa o vaya uno a saber que, la habia asaltado dejándome a punto de hervir, pero lo mas importante era que si tenia problemas ahora habia agregado otro, al cabo de varios cigarrillos me resigné a la suerte y pensando que la fiesta habia terminado fui a vagar sin rumbo fijo, la noche estaba espectacular, buena cantidad de gente se habia ido y los que quedaban habían formado pequeños corrillos, algunos charlando otros dormitando para reponer fuerzas, busqué un lugar donde poder descansar, encontré libre el sillón basculante y me dormí masticando bronca.



Desperté bien avanzada la mañana con un humor de perros, me lavé la cara y fui en búsqueda de mis compañeros, los encontré desayunando, Norma incluida, me integré intentando disimular el mal humor y soportando estoicamente las bromas sobre ese tema, luego fuimos a recorrer la zona, asistimos a los espectáculos de destreza criolla, almorzamos, seguimos charlando, bromeando, riendo, siempre en grupo a propuesta de Sandra, varias veces sentí la mirada de Norma como intentando llamarme la atención, en cada oportunidad simulé no haberme dado cuenta, al caer la tarde hubo un brindis y nuevamente el presidente del estudio dijo las ultimas palabras agradeciendo la presencia de todos y culminó avisando que "mañana el estudio abre a las 13 horas", lo cual fue agradecido con aplausos y vítores. Ya era noche cuando nuestro micro partió, no me había terminado de acomodar cuando Norma lo hizo a mi lado, los dos días de jolgorio se notaban en los rostros, pocas risas, casi nada de charlas, solo rumores, la vieja ruta 7 congestionada, Norma había cerrado los ojos y parecía dormir, por un momento pensé en despertarla y preguntarle que mierda le habia pasado, porque habia aceptado y hasta propuesto el juego de se

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