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Noches negras

~Noches negras

Me llamo Claudia, y tengo 37 años, rubia, ojos celestes, de muy buen cuerpo, según dicen algunos hombres, aunque con su verga en mi boca, es muy difícil opinar mal y es muy riesgoso, 1,62 mts de altura

Estoy casada con un hombre mayor, José de 60 años, en estos últimos años nuestra vida sexual, se había vuelto rutinaria, por lo que intentamos reavivar nuestro matrimonio, mediante el intercambio de parejas, aunque no dió buenos resultados, pues mi marido tiene problemas de erección y solo acababa, cuando se masturbaba, viendo como me cogían, por lo que decidió, poner anuncios buscando hombres solos y el se satisface sacando fotos y masturbándose, viendo anuncios en Internet, nos llamó la atención, el de mujeres que buscan hombres negros, al leer esto mi marido quedó con la idea de verme cogida por negros atléticos y de grandes vergas, les confieso que la idea me agradó mucho y como lo que mas me apasiona es beber semen, sentir cataratas de semen corriendo por mi boca y ver la expresión del rostro del hombre cuando acaba mientras lo miro a los ojos es increíble, tener el poder de hacerlos gozar a voluntad me apasiona y tener cuatro vergas negras y grandotas descargándose en mi boca, me tuvo excitada, hasta el momento del encuentro.

Mi marido vio un anuncio en donde se ofrecía un negro bien dotado, para satisfacer a parejas y se comunico con el, le explico que quería verme cogida por varios negros y por todos mis orificios y que el solo tomaría fotos y se masturbaría y le prometio algún dinero si organizaba algo bueno, a los dos días concretamos la cita

Llegamos al departamento y nos recibieron eran cuatro tres negros y un blanco, conversamos un poco y tomamos unas copas, y me acariciaban los pechos y me besaban en la boca ante la vista de mi marido, me preguntaron que me gustaba y le dije me gusta tomar la lechita y me gusta bien fuerte, como una puta, bien chancho y que a mi maridito le gusta sacar fotos y masturbarse.

Uno de los negros me beso en la boca, con un fuerte aliento a alcohol, eso me excito, me hacia sentir sucia y muy puta, y el negro tenia un olor a macho impresionante que me ponía como una perra en celo, me dijo arrodíllate puta y chúpamela bien y saco una verga negra y enorme que no me cabia casi en la boca, lo miré y le dije

...Ahora la nenita va a tomar la leche de su macho, dámela papi, que rica y caliente esta

me tomó de los pelos y empezó un mete y saca violento y acabo copiosamente en mi boca, el semen, se deslizo por la comisura de mi boca, mientras me decía

...Te doy la leche, nenita, pedime la leche, nenita, hay que puta sos

..Hay dámela ya, dame tu leche, dámela, dámela ahora, ya ahh

En la foto salí con una cara de puta impresionante, con la cara llena de leche y como pidiendo más.

Otro de los negros, que estaba excitadisimo con el espectáculo que yo brindaba, me ayudo a desnudarme y me chupo la vagina con su lengua jugosa, luego refregó su enorme verga en mi vagina, mire a mi marido a los ojos y le dije

... Me va a partir en dos viste mi amor, no a la nena le asusta, negro malo y me ensarto violentamente mientras sonreía burlonamente y yo gritaba hay sácamela, sácamela

Y el negro la hundía más violentamente, y decía,

...La nena quiere pija, el negro le da pija, tomá putita, bien grande y caliente para la nenita, si en este momento te entra la verga de un burro, te gustaría y te lo cogerías

...Si quiero una verga grande y bien negra, cógeme más, ah si, hay como me coges, no pares no, uh ah

Mi marido se tocaba la verga y le gritaba, cógete a esa puta , más duro, no podía creer lo puta que podía ser su esposa y eyaculo

El negro la sacó de mi vagina me dio vuelta y me penetro analmente sin piedad y otro negro frotaba su pene en mi boca y yo lo lamía con ganas mientras el potente miembro se encargaba de ensanchar mi ano, al principio, sentí que iba a partirme en dos, y grité, mi marido miraba extasiado, como disfrutando de mi dolor pero pronto el dolor dejo paso al placer, me acostumbré a sus movimientos violentos y contestaba a cada embestida con amplios movimientos de caderas, los huevos del negro golpeaban mi vagina con un ruido que me encendía la sangre, mi cola había probado, el placer y de ahora en adelante comería solo cosas grandes y gordas.

Me sentía plena, abierta, sucia de semen, el olor a sexo era impresionante y yo, esperaba ansiosa la doble penetración, me senté, sobre el palpitante miembro, mientras era ensartada analmente por el otro negro y así llena por mis dos orificios, comencé un movimiento de vaivén, frenético, que sensación mi vagina palpitaba, mi marido, se acerco a mi y me eyaculo en la cara, había acabado dos veces, cosa muy rara en el, luego se acerco el hombre blanco y me acabó en la boca, tragué su semen con deleite, cuando los negros acabaron quede enchastrada de leche y exhausta, de tanto sexo

Mi marido quedó muy contento y me llevó a cenar y me compró ropa nueva y un anillo, fue una noche alucinante y no fue la ultima.

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