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Categoría: Incestos

Mi sexualidad con mi hermana

Mi historia comienza hace muchos años cuando tenía unos 6 años por aquel entonces mi madre nos hacía dormir la siesta a mí y a hermana de 5, recuerdo que nos acostábamos los tres en la cama matrimonial, mi madre al medio a su derecha mi hermana y yo me acostaba al revés o sea mi cabeza del lado de los pies de mi mamá y era porque yo esperaba que mi madre se durmiera ya que ella se acostaba con un camisón corto y usaba una faja por un problema de columna por lo cual no usaba bombacha en esos momentos, al ponerse de costado le quedaba su cola apuntando para mi lado lo que hacía que pudiera verle su cola y más aún ya que la faja se le corría y se le veía su vagina, yo entonces me empezaba a correr hacía ella para poder acercarme lo más que podía hasta que llegaba casi a poner mi nariz en su vagina, me excitaba, una tarde de mucho calor en la casa donde vivíamos, casi no teníamos patio, o un lugar amplio donde pasar la siesta, así que en un baño que estaba al fondo nuestra madre a escondidas de nuestro padre nos dejaba tapar el resumidero con un trapo de piso y con otros trapos cerrábamos la abertura de la puerta para que juntara el agua que soltábamos de la ducha formando una mini pileta, por supuesto que cero trajes de baño solo calzoncillo yo y bombacha ella, en una de esa siestas empezamos a jugar en el agua y algo ocurrió en mí que me llamo la atención al ver la bombacha mojada de mi hermana y era que se le traslucía su vagina lo que me hacía recordar a mí mamá,  en medio de juegos con el agua nos fuimos acercando cada vez más ya que hacíamos como luchas, en uno de esos juegos ella quedo debajo de mí, éramos tan chicos y sin embargo ya sentíamos atracción, digo esto ya que comenzamos a tocarnos primeramente como un juego pero luego nos fuimos acercando cada vez más, recuerdo que aquella vez nos pusimos detrás de la puerta y al ver que nuestra madre se había recostado a descansar ya que nuestro padre tenía un restaurant y llegaba recién después de las 17 horas, decidimos hacer un juego que consistía en hacer los personajes de una novela de la época que se llamaba “El Amor tiene cara de mujer”, por supuesto que en las escenas de la telenovela había abrazos y besos lo que nosotros empezamos a copiar, recuerdo que comenzamos a darnos besos en la boca y a refregarnos uno con otro en nuestras zona genitales lo que llevo a excitarnos a nuestra manera teniendo en cuenta las edades que teníamos, recuerdo que comencé a besarle el cuerpo de ella desde su boca bajando a su cuello y luego a su pecho que por cierto no estaba desarrollado todavía, continúe bajando, poniéndome de rodillas hasta que llegue a su vagina que estaba con su bombachita mojada lo que dejaba traslucir su vagina comencé a darle besos y caricias por encima de la bombacha, estábamos “jugando” a que éramos personajes de la novela pero nos fuimos mas allá ya que por aquella época las telenovelas no pasaban más que besos cuidados, así fue que durante unos cuantos minutos le bese su vagina a lo que ella parecía disfrutar porque no lo rechazaba, cuando sentimos que nuestra madre se había levantado de su siesta seguimos con el juego de disfrutar del agua en esa tarde calurosa, esa tarde comenzó lo que yo llamo nuestro “Pecado Pasional”.

Parecía que todo había quedado como una travesía de niños en una tarde de verano, cuando unos meses después ya en época de clases yo iba a la mañana a la escuela y ella por la tarde, un día recuerdo que no me mandaron a la escuela no sé porque, lo que sí recuerdo es que tanto a mi hermana como a mí nos encantaba meternos en la cama de nuestros padres, ese día nuestra madre como de costumbre salió a realizar las compras diarias para el almuerzo y pasaba por lo de una amiga de ella que tenía un quiosco de revistas donde charlaba y tomaban mates por lo que demoraba como una hora en hacer ese recorrido, fue entonces que al salir de compras nos dejo en su dormitorio más precisamente en su cama matrimonial mirando la tele (era en blanco y negro todavía), recuerdo que estábamos viendo la tele y se ve que nos estábamos aburriendo cuando mi hermana me dijo que jugáramos a algo entonces se nos ocurrió jugar nuevamente a la telenovela, ella hacía de Delfina y yo de Enzo que eran los personajes de aquella novela, por supuesto que en la escenas de la novela había diálogos y besos que nosotros decidimos imitar, fue entonces que yo tuve una idea que fue poner un pañuelo de cuello que tenía nuestra madre de color turquesa en el cuello de mi hermana lo que la hacía ver más linda, por supuesto que no tardo en llegar la escena de los besos y para que no nos diera vergüenza mi hermana puso parte de el pañuelo en sus labios para que los besos no sean directos o sea que nos “separara” el pañuelo, recuerdo que estábamos acostados, de costado, de frente y nos fuimos acercando hasta tocar nuestros labios que solo estaban separados por aquel pañuelo turquesa, los besos se empezaron a hacerse más “fuertes” y a acercar nuestros cuerpos siempre de costado hasta que en un momento estábamos tan cerca que sentíamos nuestro corazones latir a una velocidad inusual, entonces yo tenía mi pene erecto rozando el cuerpo de ella cerca de su vagina lo que me daba cierta vergüenza, fue entonces que comenzamos a tocarnos yo tocaba su vagina y ella mi pene lo hacíamos con suavidad como explorándonos mientras nos seguíamos besando, en un momento ella se recostó y quedo de espaldas a la cama yo seguí tocándola y fue que le saque el pañuelo que tenía en sus labios y la bese sin nada que se interpusiera entre su boca y la mía, en un momento teníamos tanta excitación que yo me subí encima de ella para seguir besándonos, ella me aferraba de mi espalda fuertemente lo que hacía que mi pene hiciera presión sobre su bombacha, entonces yo comencé a moverme  rozando mi pene con su vagina fue un éxtasis para los dos teniendo en cuenta nuestras edades, los días, meses y años siguieron pasando cuando podíamos hacerlo lo hacíamos notando que nos unía cada vez mas.

Durante una época ya más crecidos dejamos por un tiempo de hacerlo no porque alguno de los dos hubiera querido que fuera así, si no que estábamos más ocupados con nuestros estudios en el secundario, pero yo cuando podía espiarla mientras se bañaba lo hacía, ya que había hecho un pequeño orificio en una esquina de la puerta del baño que apuntaba directamente a la ducha, esperaba aquel momento durante el día por supuesto a escondidas de mis padres para mirarla mientras se duchaba esperando a que saliera para entrar yo y buscar en el canasto de la ropa sucia donde dejaba sus bombachas para lavar para llevarlas a mi nariz para oler ese perfume único que era su flujo vaginal lo que me llevaba a empezar a masturbarme y acabar sobre su bombacha, ella ya tendría unos 15 años y se había desarrollado bastante, era alta y más bien rellenita de piel blanca como mi madre, tenía una cintura chica y caderas grandes lo que hacía que su cola se destacara, sus pechos medianos y de pezones rosados, un día al anochecer entro a bañarse y yo fui a espiarla, se había quitado la ropa y empezó a tocarse frente al espejo, primero sus pechos luego bajo su mano y fue hacia su vagina, seguidamente pude ver que tomaba una toalla a la que hacía un bollo y la ponía en su vagina apoyándose de frente a los azulejos del baño para empezar a refregarse contra la pared, yo por querer mirar más pegue mi cabeza contra la puerta haciendo ruido, ella se dio cuenta que la estaba espiando, miro hacia la puerta y descubrió el agujero, se dio cuenta que el único que podía haberlo hecho era yo, por lo que siguió tocándose sabiendo que la estaba mirando, por supuesto que me excitaba tanto que me masturbe ahí mismo sabiendo que ella ya lo sabía y que también lo hacía para mí.  Una tarde mi hermana estaba preparando una tarea que consistía en realizar una prenda de vestir, ya que ella estudiaba Corte y Confección que por aquella época sería lo que hoy es diseño de moda, ella estaba sentada en la máquina de coser que era de nuestra madre que por cierto aquella tarde se había ido a visitar a una de mis tías porque estaba mal de salud, fue entonces que al pararme al costado de ella viendo lo que estaba haciendo mire a través de su remera que estaba semi abierta la ranura de sus pechos que ya estaban desarrollándose fue algo que me excito muchísimo ya que llevábamos mucho tiempo sin “contacto” alguno, le puse mi mano en su hombro a lo que ella me la tomo fuertemente y me dijo: “pensé que estabas enojado por lo que supimos hacer”  le dije que no, que era nuestro secreto por siempre y que si lo seguíamos haciendo sería nuestro secreto. Unos días más adelante nuestros padres se fueron a ver a esa tía que estaba muy grave en el hospital por lo que se demorarían, cada uno de nosotros estaba abocado a realizar sus tareas yo fui el primero en terminar a lo que mi hermana me pidió que la ayudara con la suya, accedí y me puse a ayudarla, ella tenía que preparar una tarea que era como preparar un desfile de moda o algo así recuerden que estudiaba eso, entonces me dijo “yo me voy a poner la ropa que hice y vos me decís si está bien o hay que modificarle algo”, a lo que le respondí afirmativamente, entonces ella se ponía ropa y hacía como un mini desfile todo estaba bien hasta que llego el turno de la ropa de baño, ella se puso un short a cuadritos de color marrón y un corpiño al tono del pantaloncito que llevaba, verla me excito fue instantáneo era una diosa desfilando para mi, creo que ella lo noto porque se acerco, me miro y me pregunto si realmente me gustaba, le respondí con un poco de vergüenza que sí, que sentía deseo por ella (recuerdo que yo tenía ya 16 años y toda la leche encima jaja), ella me dijo que teníamos que hablar sobre el tema porque éramos hermanos y no era una relación normal ya que ella también sentía lo mismo, que yo la atraía y que tenía los mejores recuerdos de aquellos días de nuestra niñez, comenzamos a hablar y llegamos a pensar que no fuéramos hermanos y que preguntaríamos o averiguaríamos si alguno de nosotros fuera adoptado, lo haríamos primeramente por amigos de nuestros padres a lo que le seguirían parientes y por último a nuestros padres, esa tarde nos abrazamos y podíamos sentir nuestros corazones latir fuertemente como acelerados, ella estaba con esa vestimenta y realmente me excitaba, pero no paso nada, no hubo besos ni nada porque tocaron la puerta, era una vecina que venía ver por un encargo de nuestros padres si todo estaba bien así que todo quedo ahí.

Cada uno de nosotros a escondidas de nuestros padres fue buscando información acerca de que si podíamos ser adoptados alguno de los dos o los dos, lo que con el correr del tiempo y de resulta de todo lo “investigado” llegamos la conclusión de que éramos hermanos de sangre que nuestros padres eran nuestros padres y que nosotros hermanos!!!, después de no tener más dudas fue como que nos alejamos en lo concerniente al sexo, nos cuidábamos y peleábamos   y nos seguíamos queriendo como todos los hermanos cada uno con su mundo mientras seguíamos creciendo. Y así fue como llego el día más doloroso de nuestras vidas cuando en un accidente vial murieron nuestros padres junto a dos familiares más, teníamos 17 y 18 años, fue durísimo!!!.

Nuestras vidas continuaron sin nuestros padres, mi hermana terminaba sus estudios y yo me radicaba en otra ciudad por razones laborales, así pasaron dos años hasta que decidí volver a mi casa ya que tenía un nuevo trabajo en una metalúrgica, todo se desarrollaba con normalidad vivíamos en nuestra casa que heredamos de nuestros padres, un día hicieron la tradicional fiesta de fin de año en mi trabajo y recuerdo que sobro mucha comida como bebidas, así fue que mis patrones sortearon la comida y la bebida que entre ella se encontraban cajas de un símil whisky que tuve la suerte de ganarla yo, era una caja con seis botellas de 1 litro, yo pensaba venderlas pero después cambie de opinión. Ese principio de año la metalúrgica cerraba para dar las vacaciones a sus empleados así que por lo tanto yo comenzaba mis tan ansiadas vacaciones. Una noche, más precisamente un sábado por la noche no salí con mis amigos porque había comenzado a llover muy fuerte por lo que suspendí la salida, esa noche mi hermana hizo la cena algo muy liviano recuerdo, y se fue a dar una ducha, ella siempre sabía estar dentro de la casa con un camisón corto negro algo muy recatado digamos no era traslucido, algo corto nada más, bueno yo espere a que mi hermana terminara de bañarse para cenar junto a ella, cenamos juntos y compartimos un buen vino blanco heladísimo junto a una hermosa charla acerca de nosotros, de nuestros trabajos, etc,etc , terminamos de cenar y mi hermana trajo helados para el postre, recordé que tenía la caja con el símil whisky guardado en mi habitación así que le dije a mi hermana que le pusiéramos al helado!...ella asintió así que busque una botella la abrí y le pusimos al helado mientras seguíamos charlando, comimos cada uno su helado, y creo que el vino en la cena como el helado con el licor comenzó a hacer efecto, efectivamente nos seguimos sirviendo licor en las copas donde habían estado los helados, entonces en la charla aparecieron aquellos días de nuestra niñez entre risas creo que por efecto del licor nos fuimos acercando primeramente hablábamos y teníamos nuestras manos juntas casi rozándolas luego tomándolas. Ella estaba en la punta de la mesa y yo a su costado, así iba transcurriendo esa cena, en un momento me dio ganas de ir al baño a orinar y como les dije antes mi hermana se había estado bañando antes de la cena y por supuesto como toda mujer dejaba su ropa interior allí, pero esta tenía algo fuera de lo común y era que no la había lavado, me refiero a su bombacha, estaba en el canasto de la ropa sucia, mientras yo orinaba la vi, algo instintivo me hizo tomarla, pude ver como se marcaban los labios de su vagina en ella y en el centro una línea amarillenta de su flujo que me hacia excitar de tal modo que mi pene comenzó a erguirse, lleve la bombacha a mí nariz, tenía la sensación de tener su vagina en mi boca, mi corazón latía con una fuerza desmedida, me di cuenta en ese momento cuanto la deseaba, la deje en su lugar, salí del baño y fui nuevamente al comedor donde estaba mi hermana todavía tomando el licor, le pase por detrás tocando su espalda con mi mano y pude ver en ese momento como ella hacía como un escalofrío en su cuerpo, fue como una señal no sé cómo explicarlo, pensando que le había hecho cosquillas le volví a pasar la mano por su espalda entre risas de los dos, fue entonces que gire y me senté en sus faldas, recuerdo que al estar sentada su camisón se había acortado por lo que podía verle sus hermosas piernas blancas bien macizas ya que con el correr de los años estaba más rellenita, a todo esto seguimos charlando y por supuesto tomando licor, en un momento  yo sin querer gire para pasarle un trago de mi copa y roce con mi antebrazo uno de sus pechos notando que su pezón estaba duro como excitado a lo que en ese momento ella gimió diciendo: “Ay papito”, fue entonces que gire y puse mi boca en su cuello sin besarla solo acariciándola, pude notar cómo se hacía más fuerte su respiración como la mía también, entonces fui llevando mi boca hacia la de ella hasta llegar a la comisura de sus labios y detenerme allí para ver que reacción tenia, ella me había tomado de mi cintura y me traía hacia ella como queriendo que le siguiera apretando sus pezones, fue entonces que me vinieron a la memoria aquellas tardes, lleve mi boca hacia la de ella y comencé a besarla suavemente como cuando éramos niños, ella cerró los ojos y respondió a mis besos, mi pene explotaba, sus pezones estaban duros y a cada roce ella gemía, nos besamos y nos tocábamos, yo sus pechos por encima de su camisón que tenía un buen escote y estaba sin corpiño, eran hermosos, blancos y se podían ver sus pezones casi explotando fuera del camisón, en un momento ella me toco el pene por encima de mi pantalón, fue algo hermoso, sentía que todo lo que había pasado en nuestra niñez se iba confirmando en ese momento único, me levante de su falda y la tome de la mano levantándola de la silla la fui llevando para la pared besándola, fue el éxtasis, la apoye contra la pared mientras la besaba y acariciaba, tocaba sus pechos viendo como se estremecía cada vez que tocaba sus pezones, mis manos recorrían todo su cuerpo en completa libertad llegando a tocar su vagina que podía sentir como estaba mojada por encima de su bombacha, ella me desprendió el cierre de mi pantalón, yo me saque la camisa que tenía, ella puso su mano dentro del pantalón y me acariciaba mi pene por encima de mi calzoncillo, todo al ritmo de nuestra agitada respiración, fue entonces que la tome de la mano para llevarla a uno de nuestros dormitorios, ella me siguió, deteniéndonos en un pasillo de la casa como para recapacitar lo que estábamos haciendo, nos miramos ella apoyada en la pared yo frente a ella, fue más fuerte seguimos besándonos con más fuerza, estábamos frente a la puerta de uno de los dormitorios, el de ella, nos metimos tomados de la mano, nos metimos en la cama, fue entonces que comencé como un loco a besarla, acariciarla todo era lujuria de mi parte, le besaba los pechos y comencé a sacarle el camisón mientras me sacaba mis pantalones, mientras la seguía besando y tocándola le fui sacando la bombacha que recuerdo era de color negro, estaba totalmente mojada como mi calzoncillo, al sacarle la bombacha ella se agarro de mi, comprendí que estaba dispuesta a entregarse, fui bajando por su cuerpo con mis labios hasta que llegue a su vagina, ella abrió sus piernas, comencé a besarle su vagina mientras veía como se contorsionaba de placer gimiendo, me levante hasta quedar encima de ella ya sin calzoncillos ella sintió mi pene, entonces me abrazo fuerte llevándome hacia ella mientras sentía como mi pene pugnaba por entrar dentro de ella, ahí me di cuenta que era virgen cuando sentí como se cortaba su himen, era tal la excitación que teníamos que en minutos llegamos al orgasmo, me asuste porque había terminado dentro de ella, nos quedamos un largo rato así como desmayados de placer, creo que pensábamos los dos que estaba mal lo que habíamos hecho pero que lo habíamos sentido así desde hace mucho tiempo y en parte redimía nuestra culpa. Fue una noche intensa seguíamos haciendo el amor a cada rato cada vez con más pasión. Paso un tiempo y seguíamos teniendo relaciones cada vez mas fuertes eran nuestros sentimientos que lo hablábamos y llegábamos a la conclusión de que era verdadero amor, algo loco no?, pero bueno estábamos dispuestos a continuarlo hasta que con sinceridad alguno de los dos decidiera no continuar. Yo por motivos de trabajo me tuve que radicar en otra provincia por lo que ella se quedo ya que trabajaba en una empresa textil, pasaron varios años viéndonos muy poco ya que casi ella ni yo podíamos viajar, fue duro, la extrañaba muchísimo. Luego de unos años ella me fue a visitar, yo ya tenía 33 años y ella 32, recuerdo que apareció por mi trabajo dándome una sorpresa enorme, quedamos en juntarnos esa noche para cenar a la salida de mi trabajo, cuando salí estaba ahí, recuerdo que hacía frio por lo que ella tenía un tapado color claro con piel en el cuello y de botas lo que la hacía más alta, no podía ver su cuerpo por su vestimenta, el cabello negro largo y en rulos hasta la cintura. Eran cerca de las 22 horas por lo que decidimos caminar un rato hasta que llegamos a la zona central y entramos a cenar, cuando nos fuimos a sentar ella se saco su tapado, tenía debajo un poleron negro con un jean y un cinto ancho en su cintura lo que hacía marcar más sus caderas, hablábamos de todo, de tanto tiempo sin vernos, yo le pregunte si había formalizado con alguien, me dijo que no, que solo relaciones que no la llevaron a nada, yo por mi parte en ese momento salía con una chica 10 años menor que yo y la pasaba bien hasta ese momento en que volví a ver a mi hermana, en la cena todos los hermosos momentos vividos con ella se acercaron nuevamente, esa noche mientras charlábamos yo la miraba, me daba cuenta que seguía atrayéndome como cuando éramos niños, estuvimos de sobremesa mucho tiempo entre postres y bebidas hasta que se hizo la hora en que cerraban el restaurant, pagamos y salimos de ahí para seguir caminando, la bebida de la cena mas la caminata nos había hecho entrar en calor o se nos había calentado el pico jaja, por lo que entramos a un bar, el lugar estaba poco iluminado, había varias mesas con parejas lo que me dio la sensación de ser un boliche para trampas, mas la sorpresa fue que en cada pared había televisores pasando películas bastantes eróticas así que los gemidos que llenaban el ambiente te hacían sentir un poco incomodo pero bueno mas pudo nuestra sed, pedimos unos Martinis mientras seguíamos nuestra charlas que poco a poco recordaban nuestros hermosos momentos juntos, así estuvimos como hasta cerca de las 4 de la mañana, tomando varios tragos, decidimos salir y la acompañe hasta el hotel donde se estaba alojando, en el camino ella me tomo del brazo, fue motivo suficiente para que mi pene entrara en ebullición, a medida que nos acercábamos al hotel mi cabeza estaba a full, la seguía deseando, llegamos a la puerta del hotel hacia frio, entonces me dijo si quería pasar a su habitación a tomar café, no lo dude un minuto, entramos al hall del hotel y el conserje le dio la llave sin preguntar nada lo que llamo mi atención, mi hermana le pidió si podía subir café a la habitación lo que el conserje le asintió,  lo normal es que pregunten o te pidan documentos, pero bueno ya estaba allí con mi hermana y me sentía exaltado, subimos en el ascensor al cuarto piso y de allí a su habitación, entramos, me senté al costado de la cama mientras ella se sacaba su tapado y yo podía ver su cuerpo, yo me saque mi campera, a los pocos minutos llego el café, lo tomamos sentados a la orilla de la cama, dejamos los pocillos en la mesita de luz de los costados, nos miramos y supimos que nos necesitábamos, me acerque y le puse mis labios en la mejilla, cerró sus ojos, yo sabía que debía ir por el cuello que era su debilidad y así lo hice, ella paso su mano por detrás mío abrazándome, nos recostamos y empezamos a besarnos como hacía años no lo hacíamos, hicimos el amor hasta quedar rendidos y dormidos hasta cerca del mediodía, yo entraba a trabajar a las 14 por lo que quedamos en encontrarnos en la noche, esa noche hablamos y entendimos que era nuestro destino estar juntos, por lo que decidí volver a nuestra casa para estar con ella, la amaba, la amo y la amaré como desde que era niño.

Hoy tenemos 56 y 55 años vivimos juntos como desde el principio, seguimos teniendo relaciones sexuales como desde hace mucho tiempo y es algo inexplicable la pasión que sentimos cada vez que hacemos el amor, nunca lo hablamos con algún profesional porque creemos no haberlo necesitado.

 

Datos del Relato
  • Autor: KBIL
  • Código: 28378
  • Fecha: 28-11-2013
  • Categoría: Incestos
  • Media: 9
  • Votos: 23
  • Envios: 1
  • Lecturas: 20351
  • Valoración:
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Comentarios


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2 comentarios. Página 1 de 1
lobo_calientee27
lobo_calientee27 08-02-2014 18:33:20

muuuy buen relato excelente y muy excitante

invitado
invitado-invitado 11-12-2013 12:56:50

Me alegra que ustedes esten bien por mi parte nunca desee a mi hermana pero no estoy en contra porque aveces nos pasamos la vida buscando el amor verdadero y resulta que siempre a estado a nuestro lado... espero sean de ahora en mas mucho mas felices...suerte..

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