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Mi mujer y su amigo I

~~Estando yo fuera de la ciudad por motivos de trabajo, llego hasta nuestra casa un amigo de mi mujer con el que habia conversado hace un par de dias por la posibilidad de que el le consiguiera un trabajo. Ella lo hizo pasar y tomaron asiento en el living uno frente al otro, luego de un rato de charla mi mujer fue a la nevera y le ofrecio unas de mis cervezas para asi atenuar el horrible calor que hacia aun, a esa hora, en Santiago. Grande fue la sorpresa de ella cuando Jorge pregunto si le molestaba que encendiera un pito, a lo cual mi mujer respondio que no tenia problema. Despues de un par de bocanadas Jorge le ofrecio unas piteadas a lo cual ella accedio sin antes vacilar un poco.
 Al rato de haber fumado, mi mujer sintio la boca seca y fue nuevamente a la nevera por unas cervezas ahora para ella. Estando bastante mareada, ya que no tiene costumbre, se levanto para ir al baño y al pasar por la luz del ventanal dejo traslucir sus firmes muslos y su contorneado culo que tantas veces he tocado. Habian transcurrido unos diez minutos de esto cuando Jorge sintio unas arcadas, fue al baño y quedo sorprendido con lo que vio. Mi mujer, que tiene la mala costumbre de no cerrar la puerta del baño, se encontraba sentada con el vestido subido, los calzones en mitad de sus suaves muslos y la cabeza entre las manos. Jorge aun sorprendido entro y se arrodillo frente a ella preguntandole que pasaba; Mi mujer levanto la cabeza, sonrio y le dijo que no pasaba nada. Jorge tenia clavada su vista en la entrepierna de ella y se excito aun mas cuando esta comenzo a orinar las cervezas que habia bebido. ?l sin pensarlo dos veces puso sus manos en las caderas de ella y las acaricio suavemente en forma circular por un rato, luego bajo lentamente por la parte externa de sus muslos hasta que se encontro con sus calzones, los que retiro lentamente y una vez sacados los olio profundamente.
 Viendo esto, ella volvio a reir, tomo papel higienico, separo bien sus piernas y pasandole el papel a Jorge le dijo:
 ?Te gustaria secar mi conchita?.
 Jorge tomo el papel y comenzo secando muy suavemente con pequeños toques la concha de mi mujer, ella dio unos pequeños gemidos y el comenzo a frotar mas rapido hacia delante y atras. Ambos se levantaron y el se puso detras de ella, luego de presionarle el culo contra su verga y besarla en el cuello empezo a desabotonar su vestido lentamente hasta que este cayo al suelo. Como mi mujer no llevaba sosten, Jorge comenzo a tocar sus tetas firmes y redondas, luego pellizco unos durisimos pezones grandes y rosados hasta que su areola comenzo a llenarse de granulitos que Jorge tocaba con la yema de sus dedos. A esta altura ella ya habia comenzado a botar sus jugos vaginales y poniendo sus manos atras empezo a masajear la verga de Jorge sin parar.
 De repente mi mujer tomo una de las manos de Jorge, flecto levemente sus piernas y puso la mano de el en su fabulosa y peluda vulva. Comenzaron a caminar en esa posicion y una vez en el living ella se da vuelta, saca la ropa de el, se arrodilla y le da una chupada de verga como nunca antes lo habia hecho. Jorge con la verga como palo la recosto sobre el sofa y se tumbo sobre ella, despues de refregarse, pero sin penetrarla, le susurro al oido. El se arrodillo y separo sus piernas, fue entonces cuando mi mujer con sus dedos separo los labios de su vulva y le mostro un erecto y rosado clitoris que Jorge succiono, lamio, mordio y acaricio hasta hacer que ella gritara de placer. Cuando ella empujaba la cabeza de Jorge mas adentro le pidio por favor que la penetrara hasta el alma, para lo cual, el le levanto sus piernas y las puso sobre sus hombros. Ahora en esta posicion mi mujer, que ya era un lago, tomo la verga de el y la puso en la entrada de su conchita. Lo tomo por las caderas y lo atrajo fuertemente hacia ella, ambos dieron un grito que se escucho hasta en la luna y asi estuvieron bombeando por casi 15 minutos.
 Al cabo de ese tiempo Jorge le pidio a mi mujer que se pusiera en cuatro, separo sus piernas y tomandola por las caderas comenzo otra vez con el mete y saca, mientras ella sobaba su clitoris con frenesi. Cuando ella comenzo a contraerse y se venia ya su tercer orgasmo, Jorge le saco la verga de la vagina, separo sus nalgas con una mano y con la otra masturbandose, descargo una espectacular eyaculacion que fue a dar a la espalda y ano de mi mujer. Jorge esparcio con sus dedos el semen por el ano y espalda y luego se recosto sobre ella restregandose un poco mas. Despues, el, aun con la respiracion entre cortada, al igual que ella, le susurro otra vez al oido. Ella se volteo con su cara aun sudorosa y le dijo:
 ?No...! Nunca nadie me lo ha hecho por mi culito... Pero me gustaria probar.
 Pero esa es otra historia que ya les contare.

 

 

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