Cansada de la hostelería decidi cambiar de trabajo y me puse a trabajr de comercial. Trabajabamos por grupos y me tocó en uno en el que mi inmediato superior era una chica de mi edad. Mi jefa. Ella estaba recien casada y yo tenía novio formal desde hacía años, una noche fuimos de marcha todo el grupo y nuestra jefa nos llevo a un lugar de ambiente, en el momento no me pareció mala idea, hacia mitad de la noche me señaló a una chica y me dijo mira esa es mi ex. Me quede impresionada, no me lo había imaginado. Después de esa noche noté que me miraba de manera diferente, tenía unos impresionantes ojos verdes y cada vez que me miraba parecía que me desnudaran. Poco a poco nos fuimos acercando hasta que una noche se quedó a dormir a mi casa. Habíamos alquilado unas pelis de miedo que mirabamos en mi cuarto mientras mi madre veía la tele en el salón, era invierno por lo que yo llevaba un pijama bien abrigadito, estabamos las dos tumbadas en mi cama y ella empezó a acariciarme, me vibraba la piel por donde ella pasaba sus manos, se colocó de manera que lo único que yo alcanzaba a ver eran sus ojos, y empezó a desabrocharme el pijama y ha acariciar mis pechos, no entendía nada pero sorprendentemente empecé a humedecerme, entonces empezó a besarme, pensé que no me iba a gustar pero estaba tan excitada que era, bajó su cabeza y empezo a lamer mis pechos, notaba su lengua aspera rozandome los pezones completamente erectos, y más humedad en mis braguitas, empezó a acariciarme el clitoris a traves de la tela y yo pense que era lo más erótico que me había sucedido en la vida, me miró a los ojos y me preguntó si me habían comido alguna vez el coño hasta correrme, no llegué a contestar, empezó a bajar sus labios desde mi cara hasta mis braguitas saboreando cada lugar de mi cuerpo, empezó a lamer mi clitoris a través de la tela y pensé que no iba a poder soportarlo mas, pon tus manos sobre mi cabeza y avisame cuando vayas a correrte me pidió, entonces aparto la tela y empezó a lamer, primeró muy delicadamente, como una caricia muy eterea para que yo no acabase demasiado pronto, después con mas intensidad, lamia y lamia hasta que empezé a temblar del gusto, entonces introdució su lengua en mi vagina y empezó a follarme, yo apretaba su cabeza contra mi vulva, quería mas y mas hasta que de pronto paro de follarme con su lengua y volvió a torturar mi clitoris con pequeños golpecitos de su lengua en ese momento gemí, intentando contenerme para que mi madre no nos escuchara, y le dije voy a correrme, entonces empezó a pasar su lengua desde la obertura de mi vagina hasta mi clitoris la lengua subia y bajaba, subia y bajaba cuando por fin me corrí subio hasta mi boca para darme a probar mis propios jugos, despúes me pidió que cambiaramos y que fuera yo quien comiera su coño, así lo hice primero tímidamente, después cada vez más segura hasta que por fin se corrió. Encendimos unos cigarros, yo estab extasiada, cuando terminamos de fumar hicimos un 69 y después ella me metió los dedos. Fue una experiencia inolvidable, despúes de eso lo hicimos muchisimas otras veces.