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Categoría: Maduras

Mi gordita compañera de trabajo

Hace años que trabajo en la misma empresa y a diario tenía contacto con una secretaria en otra sucursal, al otro extremo de la ciudad. Ella era mayor que por 10 años. Cuando entre a trabajar en esta empresa, yo tenía 24 y ella 34. Ya después de 10 años, nuestro trato era de completa amistad, nunca llevado a ninguna categoría afectiva, una por la distancia, y la otra por que aparte de ser mayor que yo, físicamente no me llamaba para nada la atención, era una mujer solterona, con un físico nada atractivo, baja, digamos de 1.55 mt, con sus buenos kilos de mas y con un carácter en extremo complicado, con días donde estaba completamente sociable y cariñosa y otros que peleaba o discutía por cualquier cosa, con un mal trato por ambas partes que a veces duraba semanas.



 



Fue justamente por una discusión que tuvimos que fue muy fuerte, en que ambos cometimos un error en una transacción que costó a la empresa una buena multa, que nuestro trato era ya casi insoportable, con los correspondientes reprimendas a cada uno, culpando al otro de este error. Yo ya trataba de hablar solo lo justo y necesario con ella, pero era muy difícil, ya que nuestro trabajo, estaba completamente ligado uno del otro. Ya llevábamos como 2 semanas con esa discusión, hasta que un día viernes, en que estábamos conversando, la noté mucho mas amable, incluso me dijo "cabro chico" como era habitual que lo hiciera cuando estaba de buena. Yo por mi parte la trataba de "vieja" cuando las relaciones estaban bien. A las finales terminamos reconciliándonos y como yo tenía que ir a dejar unos documentos a su sucursal, quedamos en ir a tomarnos un shop, a la salida del trabajo, para olvidar esas dos semanas de pelea.



 



Llegue cerca de la hora de salida de mi colega de trabajo a su sucursal. Entregue la documentación que llevaba, mientras ella apagaba el computador y se preparaba para irse conmigo.



 



Salimos de la oficina y nos fuimos a una shopería que había a un par de cuadras de ahí. Mientras la noche comenzaba a caer, ya que estábamos en pleno invierno.



 



Nos comimos un sándwich y comenzamos a tomarnos un Shop, luego otro y luego otro. La conversación estaba muy amena y cuando nos dimos cuenta ya llevábamos como 5 cada uno. Ella me confesó que ya estaba algo mareada y la verdad que yo también estaba bien mareado. Salimos de la shopería y ella me tomó del brazo, pero como estábamos tan contentos, la abracé, quedando completamente debajo de mi brazo. Entre risas me dijo que el alcohol se le había subido a la cabeza, que estaba muy mareada y que no sabía como se iría en la micro hasta su casa. Yo, aunque su casa quedaba para el otro lado de la ciudad, y como no tenía ni un panorama, le dije :



 



Vieja, no tengo nada que hacer, si tenis algo para tomar en tu casa, te llevó –



Ya po … ahí tengo una botellita en la casa … no se como vamos a quedar, pero que importa, total, mañana no se trabaja.



 



Nos subimos a mi auto y partí rumbo a la casa de mi colega. Era una casa pequeña, ubicada en un modesto barrio. Entramos y solo un gato la acompañaba en esa pequeña casa. Me mostró su casa, y entrando a la cocina, saco la botella.



 



Ya cabro chico, atiéndete tu solo … ahí están los vasos , ahí hay bebida, hielo .. prepárate dos traguitos, mientras yo me voy a sacar el uniforme y estos zapatos que me están matando.



 



Saque dos vasos, con hielo, la bebida y me lleve la botella al living. Al poco rato aparece ella, con un pantalón de buzo, zapatillas y un polerón, completamente "casual". Nos sentamos en el sofá y seguimos conversando de nuestro trabajo. Yo le echaba bromas que por su mal carácter estaba solterona … que con un hombre a su lado que le diera buen sexo, se le quitaría ese mal humor etc etc. Ella reconocía que tenía un mal carácter, y que de verdad hace rato que no andaba con nadie. Entre bromas y bromas, ya nos habíamos tomado media botella y ya nuestras palabras se estaban enredando.



 



Oye vieja , en todo caso si algún día estas muy necesitada, me llamas y yo te doy tu dosis



Miren al cabro chico agrandado …. Te apuesto que no me durai’ ni "un round conmigo"



Ja ja ja … donde la viste … una noche conmigo y te dejo saturada por todo un mes …



Ja ja ja … no creo … para mí que soy solo boca



No me desafíes , mira que con trago en cima, voy a todas



Mira tu …. Que me lo puedo tomar en serio .. aparte que mirandote bien… no estas tan mal cabro chico



Tu tampoco … aparte que tienes harto de donde agarrar.



Ja ja ja .. ¡eso si!



Haber .. deja darte unos besitos en el cuello para excitarte ..



Ja ja ja .. ya córtala … que me vas a terminar calentando y ahí no respondo



Ya ven para acá .. deja darte unos besitos en la oreja



Ya córtala … que me están entrando ganas



Uy .. yo ya estoy con ganas hace rato



¿Lo dices en serio?



Y? … tenemos que reconciliarnos ¿o no?



Mmmmm parece que de verdad te están dando ganas



La verdad chica .. si …



Mmmm y no se … si tu quieres ,,, podríamos probar ….



¿De verdad?



Si , la verdad ya me diste ganas …. Eso si, que esto muere acá .. nadie tendria que saberlo



Ya po’ … esto muere acá, entre los dos



 



 



Me acerque a ella, que tenía una risa nerviosa y cuando nuestros labios se encontraron, dejó completamente de reír. Nos fundimos en un caliente beso, metiendo nuestras lenguas hasta el fondo mientras mis manos se metían debajo de ese polerón, encontrándose con dos grandes tetas nada de despreciables. Ella por su parte comenzó a acariciarme la verga por sobre el pantalón que ya tenía un tamaño, bastante considerable.



 



Los besos no se detuvieron siendo cada vez mas apasionados, ya tocando directamente sus tetas, mientras ella ya comenzaba a liberarme la verga desde el pantalón. Le saque el polerón y dejándola solo con su sostén, nos quedamos mirándonos, sonriendo, yo con mi manos agarrándole las tetas y ella si desprender la mirada de mi verga que yacía expuesta, siendo acariciada por su gordita y chiquita mano.



 



Mmm tiene una muy buena herramienta



Y tu , un rico par de tetas …



Hace mucho que no tenía una en mis manos



¿y en tu boca?



MMMmmm quieres que te la chupe cabro chico?



Si .. eso quiero.



 



Mi vieja compañera, se acomodó un poco y bajando la cabeza, me la comenzó a chupar, mientras yo me recostaba en el sillón, con mi vaso en la mano. Graciela no dejaba de chupármela muy suavemente y yo, solo me dejaba acariciar. La mamada duró mucho rato, incluso ella a veces se la sacaba de la boca, y conversaba conmigo sin levantarse, aun acariciándomela con su mano, para luego seguir mamándola por otro rato. A las finales se levantó y dándome un gran beso en la boca, me dijo que no aguantaba mas y que quería que fuéramos a su cuarto. Nos levantamos y con mi verga al aire, caminé detrás de Graciela hasta que llegamos a su cuarto. Con unos cuantos besos, nos fuimos desnudando hasta caer completamente desnudo a la casa.



 



Me dediqué a chupar con devoción sus tetas. Ella me dijo que era lo que mas le gustaba y devolviéndole el favor de manera completamente dedicada, se las chupé por mucho rato. Ya me pedía a gritos que la penetrara, pero yo quería dejarla completamente lista antes de penetrarla, a si que de un movimiento bajé y colocando la cabeza entre sus cortas y gordas piernas me encontré metiéndole la lengua en su jugosos sexo. Ella al parecer no esperaba este movimiento y trató de sacarme de ahí, pero yo continué dándole con mi lengua una y otra vez.



 



Ya casi suplicándome me pidió que la penetrara, y montándome nuevamente sobre ella, metí mis manos bajo su culo, y agarrando sus grandes cachetes le metí todo mi miembro hasta el fondo y comencé a penetrarla de una manera animal. Ella a los pocos minutos se tomo los tobillos con sus manos y levantando su culo, me dejó en una mejor posición para penetrarla hasta el fondo. Sentía como mis huevos estaban completamente mojados con sus jugos, y la cara de mi colega casi llorando de placer me pedía más y más, anunciando su pronto orgasmo.



 



Mi calentura ya no daba más y le tomé yo mismo los tobillos con mis manos, levantándole más el culo por el aire. La trataba como solo un pedazo de carne, como a ella le gustaba que lo hiciera, fuerte, de una manera animal, como solo un pedazo de carne que tenía que ser llenada de semen seguí perforándola con más furia aun, buscando que ella llegara a su orgasmo. Este no tardo en llegar y con grandes gemidos y una cara completamente arrugada, comenzó a acabar estruendosamente, moviendo la cabeza de lado a lado, manoseándose ella misma las tetas y gritando de una manera desaforada. Yo pensaba cambiar de posición y seguir dándole en otra pose, pero su manera de acabar tan fuerte, me calentó demasiado y sin poder aguantarme comencé a acabar dentro de mi vieja compañera de trabajo, haciendo el mismo show que ella hacía.



 



Quedamos recostados uno al lado del otro, completamente exhaustos. Me sorprendió completamente su manera de comportarse en la cama, y con la confianza que tenía se lo hice notar.



Ahhhh oye vieja … de verdad … ¡la cagaste!



Uh tu igual cabro chico .. .la tienes de miedo … y eres de verdad eres muy bueno en la cama …… me dejaste en otra



yo pensé que serias mucho mas cartucha en la cama



¿de verdad? … ¿y que te pareció?



¡Uf! . estuviste de miedo ……. La cagaste para ser caliente



Ja ja ja ….. y vo’ . la cagaste. me dejaste loca ….



Lastima que dejamos el copete en el living …



Deja … yo lo voy a buscar



 



Graciela se levantó y sin ninguna vergüenza, con su gordo cuerpo desnudo, con sus rollos marcándose en sus caderas, con sus grandes tetas colgando, salió caminando y volvió con los 2 vasos y la botella. Nos tomamos otro vaso y nos fumamos un cigarro. Todo el sexo que habíamos tenido, me había echo perder un poco el efecto del alcohol. Pero no la calentura. Ver a mi compañera de trabajo, completamente desnuda, a mi lado, con su gordo cuerpo me volvió a excitar y dejando los vasos en el velador, nos volvimos a abrazar y a besar. Sus manos me apretaban el culo fuertemente empujándome contra ella, mientras las mías se perdían en el suyo.



 



Esta vez fue ella la que se montó sobre mi y tomándome la verga con su mano, se la metió en su sexo, moviéndose de una forma exquisita. Al rato su cara tenía la misma expresión de placer y le pedí que me hiciera un 69. No lo dudó y enseguida, se dio vuelta, colocándome su culo en mi cara y metiéndose toda mi verga en su boca. Me dedique a separarle sus grandes nalgas y a restregar mi lengua por todo su culo. Al parecer ella estaba acostumbrada a un sexo mas suave, pero esa noche estaba dispuesta a experimentar todo. No rechazó mi lengua en el interior de su culo, pero cuando le empecé a meter mi dedo en su culo, me dijo que le dolía y que prefería que no lo hiciera.



 



Después de chuparnos mucho rato nuestros sexo, la coloqué en cuatro patas y aferrándome a sus caderas, me arrodille detrás de ella y se la metí sin contemplación por largo rato, hasta que ambos nuevamente acabamos.



 



Repetimos el tema del copete, el cigarro y nuevamente nos entregamos placer mutuamente. Ya era muy tarde y vistiéndome, me despedí de ella, con un beso en la mejilla, marchándome a mi hogar.



 



El día lunes, por teléfono no hicimos ningún comentario, pero por MSN, me dijo que había quedado completamente satisfecha, y que cuando yo quisiera, podía ir a su casa a quitarle el stress. Desde ese día , no hemos vuelto a pelear….



 



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Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
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