Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Relato
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Relato
Categoría: Maduras

Mi aventura con mi joven vecino Rubén.-III

Como hace tiempo que escribí el relato nº 1 y el 2º de mi experiencia con mi vecino Rubén, voy hacer un pequeño resumen de los dos relatos para que cojan el hilo de la historia.



Yo (Esperanza) me doy cuenta que mi joven vecino Rubén, me espía y me observa desde el piso de enfrente (el de sus padres) y que comienza a procurar  coincidir conmigo, veo como el chico va tomando un interés especial hacía mi. Entonces yo, comienzo a exhibirme, como si no supiera que el chico me espía, en mi casa, desnudándome cerca de las ventanas, andando desnuda por casa, etc. Un día la madre de Rubén me pide el favor si me puedo hacer cargo del chico, durante 4 ó 5 días en que el matrimonio va a estar ausente. Yo acepto pero con la condición de que Rubén coma y duerma en mi casa. Aquí comienzo yo a seducirlo hasta conseguir llevármelo a la cama y poseerlo, para después entregarse por completo a él. Esto es lo que ocurrió en el primer relato de “Mi aventura con mi joven vecino Rubén”.



Tras esto paso a resumirles el segundo relato de la misma historia:



Tras levantarme preparo el desayuno para Rubén, echándole en el café leche de mis propios pechos. Tras el desayuno le explico a mi joven amante que para que pueda seguir poseyéndome sin preservativo, debe de ordeñarme varias veces al día para de esa forma evitar ovular. Yo le pido a Rubén que me diga algunas fantasías que ha tenido pensando en mí. Mientras desayuna yo le hago una mamada hasta que el chico se viene sin remedio en mi boca. A lo largo de la mañana Rubén me masturba y me mantiene muy caliente a hasta que se me folla antes de comer. En la comida yo le digo al chico que fantasía le gustaría realizar esa misma tarde, de las que haya tenido conmigo. Ruben me dice que le gustaría prostituirme en un cine, en el cual cobrará por ella como una puta barata. Tras comer y arreglarnos vamos al cine, donde yo soy poseída por varios hombres, unas veces sola, otra por varios a la vez para acabar con el último entregándome a él en el servicio de caballeros. Después vamos a cenar y tras esto  cogimos el coche y regresamos a nuestro pueblo. Ya en casa lo primero que hice fue ducharme y echar a lavar tanto la ropa que llevaba puesta como la que había usado en el cine. Rubén esa noche volvió a ordeñar mis pechos y luego me aplicó la crema de aumento de pechos. Pasamos toda la noche amándonos, hasta que no pudiendo más nos quedamos dormidos desnudos abrazados el uno al otro. Y hasta aquí el segundo relato, ahora que ya les he puesto en situación continuo con la 3ª parte de este relato:



Yo me levante antes que Rubén se despertara, eran las 7,30 de la mañana, (a mí normalmente me gusta madrugar), y aproveche para darme los masajes en mis pechos con la crema para aumentarlos de tamaño, aunque como ya saben tras mi parto me quedaron bastante grandes, y más teniendo aún leche. Después me fui al cuarto de baño y me di una ducha, la necesitaba después de la batalla sexual que tuvimos Rubén y yo a la vuelta del cine y de cenar en Madrid. Tras esto me dirigí a mi cuarto, donde pude apreciar a mi joven amante dormido, sobre mi cama de matrimonio, completamente desnudo. Me fije que a pesar de estar dormido mantenía su miembro en erección (cuales serían los pensamientos y sueño de este niño, para encontrarse su bella polla así de erecta), si no digo que me excitó verle de ese modo mentiría. No pude reimprimirme y me pase mi mano por mi sexo acariciándomelo suavemente con una de mis manos y con la otra me acaricié y sobe mis pechos. Luego fui a la cómoda y saque un conjunto de ropa interior, como todos los míos, una o dos tallas más pequeño que la que realmente debo de usar. Me lo puse y encima me coloque una bata cortita, de estar por casa abierta, que cerré al centro ayudada por un cinturón que la misma bata tenía. Luego me puse las zapatillas de andar también por casa y me dirigí a la cocina para preparar el desayuno, mientras Rubén se despertaba.



Preparé un poco de café, y puse unas pastas y bizcocho, cortado en taquitos, la leche, no la serví, deseaba que bebiera la leche de mis propios pechos, la cual me la sacaría yo misma cuando la fuera a utilizar o le dejaría a él hacerlo. Matías mi “2º marido” y Pepe mi marido “oficial” querían que mis pechos dieran leche el mayor tiempo posible , pues de esta forma la ovulación sería mínima y podría follar con ellos sin protección, pero para ello tenía que ordeñarme como si estuviera dando de mamar a una criatura , es decir entre 5 y 6 veces como mínimo al día. A Rubén también le dije (lo recuerdan, del relato anterior) que si me quería follar sin protección tendría que sacarme mi leche al menos esas veces para evitar un posible embarazo. A él esta propuesta le encantó y en los dos días que llevábamos juntos, había cumplido, me ordeño al menos cada día unas 4 ó 5 veces, pues lo hacía durante el día cada tres ó cuatro horas y por la noche cada 5 horas.



A eso de las 8,30 - 8,45 h. de la mañana , se levanto Rubén y tras lavarse la cara , se vistió solo colocándose su pantalón vaquero encima de su calzoncillo y nada en su parte superior, dejando su pecho a la vista. Como oyó ruido en la cocina acudió a ella, donde yo le esperaba sentada a la mesa (ya preparada) para desayunar. Al entrar me dijo:



“Buenos días, Esperanza, has madrugado mucho ¿a que hora te has levantado?, ayer nos acostamos muy tarde, creía que aprovecharías y dormirías un poco más esta mañana”



Yo le contesto mirándole con una sonrisa en mi cara:



“Me he levantado a las 7,30 h, pues es la hora que habitualmente me levanto y como tengo cogida la hora, aunque es verdad que ayer nos acostamos tarde, me he despertado y para no molestarte me he levantado y he ido haciendo cosas. Y tú ¿cómo has dormido?, ¿por qué te has levantado tan pronto?”



El acercándose a la medía, coge y retira un poquito una silla y se sienta en ella diciéndome:



“Yo he dormido como un niño, tras hacerte el amor, me quedé dormido y no me he despertado hasta ahora que me he levantado, no te he oído siquiera levantarte. A parte de eso, quería pedirte un favor, y es a ver si hoy y mañana puedes poner alguna escusa o pedir permiso en tú trabajo, para que estemos juntos, pues solo nos queda hoy y mañana hasta por la tarde noche que lleguen mis padres y me gustaría seguir realizando contigo algunas fantasías más de las que he tenido pensando en ti.”



Yo me levanto de mi silla y me acerco a él le paso mi mano por su cabeza y le acaricio colocándole sus pelos, acerco mi boca a la suya y le doy un suave beso en sus labios, y le digo:



“ ¿Y tú no vas a ir al colegio? “



Él rápidamente me contesta:



“Nos han dado hasta el miércoles permiso, para que podamos preparar mejor los exámenes, por tanto no tengo que ir ni hoy ni mañana. Y los exámenes me los he preparado bien, pues he llevado al día las asignaturas y con lo que he repasado el sábado y el domingo , las tengo controlada y creo que suficientemente aprendidas como para aprobar seguro”



Le contesto:



“Bueno, vamos a desayunar y cuando acabe llamaré al trabajo, para decir que no puedo ir, ni hoy ni mañana, porque tengo que solucionar unos asuntos personales, que necesito cogerme esos dos días como asuntos propios”



Luego cojo la cafetera y la taza y le sirvo su café y abriéndome un poco mi bata por la parte de arriba, y cogiendo uno de mis pechos, me lo saco del sujetador y acercándole a la taza, le pregunto:



“¿Te sirvo yo la leche o quieres tú servírtela”



Él con una gran sonrisa en sus labios me dice:



“Sírvemela tú, me gusta y excita ver como sale tu leche de tus pezones, luego cuando me beba el café ya te ordeñaré yo esos esplendidos cantaros de carne que tienes y me beberé otro vaso solo de tu rica leche”



Yo entonces agarrándome el pecho que me he sacado y dirigiéndolo hacía la taza que he puesto encima de la mesa, comienzo a apretarle hasta que empieza a salir leche de él, continuando ordeñándome hasta que consigo llenar la taza por donde sé que a él le gusta que llegue y que en el desayuno del día anterior me había indicado. Luego me siento en mi sitio y hago la misma operación con mi taza, tras esto me vuelvo a meter el pecho dentro de la copa del sujetador, pero no cierro la bata, mostrándole de esta forma a mi joven amante gran cantidad de mis gordas y abultadas tetas, oprimidas y como si se quisieran salir, del sujetador que las contiene. Luego comenzamos a desayunar, mirándonos el uno al otro  entre trozo y trozo de bizcocho, Rubén no puede apartar sus ojos de mis pechos y yo con disimulo, dejo caer la servilleta, me inclino a cogerla, dejándole vea él al hacerlo aún más de mis pechos y a la vez aprovecho para observar el gran bulto que forma su paquete dentro de su pantalón. Se está excitando con la visión de mis tetas.



Cuando acabamos de desayunar, me levanto de la mesa, retiro los servicios del desayuno depositándolos en el fregadero y luego, marcho al salón para llamar por teléfono a mi trabajo para decir que no podré asistir al mismo ni hoy ni mañana. Al volver  a la cocina, Rubén permanece sentado esperando la respuesta que me han dado en mi trabajo, se le ve impaciente por saber si puedo quedarme o si por el contrario tengo que ir a trabajar. Cuando llego le digo, sonriendo:



“Cariño, soy toda tuya hoy y mañana, me ha concedido el permiso en el trabajo. Que quieres que hagamos, ahora después de que limpie esto del desayuno, podremos hacer lo que tú quiera, soy, como te dije el sábado toda tuya si cumples lo acordado (que no me hagas daño ni nada que pueda perjudicarme, que aquí en el pueblo sigamos comportándonos de puertas para fuera, como hasta ahora, es decir yo como una mujer casada y decente y tú como un chico normal y que me respetas) A mí no se me ha olvidado tampoco lo que te dije y prometí la noche del sábado, recuerdo y recuerda tú también que te dije: a partir de que me entregue esta noche la primera vez a ti, podrás hacer, durante el tiempo que resta hasta que vuelvan tus padres, todo lo que tú quieras conmigo y mi cuerpo, yo te prometo que haré todo lo que me pidas y no me negaré a nada ni a ninguna de tus fantasías, sea lo que sea a todo te diré que sí y lo haré, quiero hacerte feliz y como te acabo de decir, después de esta primera vez que me vas a poseer durante el resto de estos días seré tu amante, tu sierva, tu puta, tu esclava sexual, seré para ti lo que tú quieras cariño y no te negaré nada, nada sea lo que sea”



Rubén entonces me dice:



“Cuando acabemos de arreglar todo esto, nos iremos a la finca de mi amigo José Luis que tiene a unos 30 ó 40 Kms de aquí y allí pasaremos el día con él y otro amigos míos. No te preocupes ninguno son del pueblo, la mayoría son de Madrid y todos son compañeros míos de estudio, sé que ninguno de ellos te conocen, le he dicho que iré con mi madre. La fantasía que quiero que vivamos es que te folle delante de mis amigos y que ellos participen y te follen también, quiero verte follada y poseída por ellos, pensando que lo están haciendo con mi madre”



Yo le contesto:



“Que retorcido eres Rubén, mira que querer hacer que me follen tus amigos creyéndose que se follan a tú madre y que tú también te follas a tú propia madre. ¿No serás que desees de verdad follar con tú madre?, pero bueno he dicho que no te negaré nada de lo que me pidas y si es esa tú fantasía la cumpliremos, igual que ayer cumplimos la de dejarme follar y prostituir en el cine. ¿Y cuantos amigos tuyos irán?”



Rubén mirándome me dice:



“No sé cuantos podrán ir, pero seguro que aparte de José Luis alguno más irá. Y lo de mi madre ya te contare …..algo que te sorprenderá….y también te responderé a tú pregunta sobre mi deseo hacia ella un poquito más tarde”



Yo entonces me pongo de espalda a él y me dirijo hacía el fregadero y comienzo a fregar la loza del desayuno. Tras enjuagar las tazas y los platos abro el lavavajillas y me agacho para ir depositando lo que he enjuagado en las diversas bandejas. Al hacerlo le dejo ve mi culo al subirse demasiado mi bata, apreciando mis bragas metidas entre la raja de mis glúteos y al reclinarme hacía delante todos mis pechos. Cuando me incorporo para coger otras piezas más e ir hacer lo mismo, se me acerca Rubén y pegándose a mí por detrás me coge mi cara y me hace volverla hacía él, entonces acerca su boca a la mía y toma posesión de ella, haciéndome silenciar las palabras que le iba a decir. Siento ó como una de sus  manos se mete debajo de mi bata y llegaba a mi entrepierna, tocando mi coño por encima de mis bragas. Sube su mano por toda la superficie delantera de mi prenda intima hasta que encuentra el elástico de mis bragas y luego metiéndola dentro de ella  desciende por mi monte de Venus, hasta posarse sobre mi sexo. Trató de colocarme mejor par proporcionarle más comodidad en sus tocamientos. Él con sus manos me hace separa más mis piernas, al notar su mano , toda ella cogiendo y sobando a placer mi coñito, me empieza a recorrer un escalofrío y cosquilleo en el interior de mi sexo, con lo que sé que Rubén con estos toqueteos me tiene a punto de tenerme totalmente dominada y entregada a él. Cuando estoy en este pensamiento noto como uno de sus dedos separa mis labios vaginales , yo ya no puedo ocultar mi excitación , estoy totalmente mojada y no puedo por menos que emitir un gruñido de satisfacción, con lo que le confirmo mi calentura:



“Aaahhhh…..ummmmmmm…oooohhhh…..c cariñooooo….que me haceeeeeessss…dejameeee…que tengo que continuaaaa….lavando la lozaaaa……para poder marchaaaarrr…cuanto anteeeee…..ahhhhhhhh……que gustooooo…..”



Él al oírme me dice a mi oído:



“Estás caliente como yo, Esperanza, lo sé no lo puedes negar tienes tu chochó completamente mojado…..estas mu caliente……”



A medida que me decía esto, entraba su dedo índice en mi vagina y con su boca comenzaba a recorrer con su lengua y labios mi cuello, para llegar hasta mi boca y comenzar a besarme con fuerza y lujuria. Yo no pudiendo más me entrego por completo a él, dejo la taza que tenía en la mano sobre la encimera del fregadero y mis brazos le envuelven su espalda desnuda y comienzo a responder y corresponder a sus besos. Este era el momento que deseaba que llegara Rubén. Él entonces me agarra de mi cintura, me hace dar la vuelta y cogiéndome en volandas por donde me tiene agarrada (mi cintura) me deposita sobre la mesa, aún con los restos del bizcocho que ha sobrado, noto las migas y estos trozos en mi culo, muslos y nalgas, pero no me importa. Rubén se coloca entre mis piernas mientras sigue besándome y abre del todo mi bata, haciéndola descender por mis hombros, quedándome con solo con mi sujetador en la parte superior de mi cuerpo, pero no por mucho tiempo. Luego lleva sus manos a los tirantes de mi sostén, me los baja y lleva su mano atrás al broche del mismo desabrochándolo hábilmente y dejando caer la prenda al suelo de la cocina y apareciendo completamente ante su vista mis pechos totalmente desnudos. Así, con medio cuerpo desnuda no puedo evitar que las manos de  i joven amante se adueñen de mis pechos, y luego acercando su boca los recorre uno por uno, deteniéndose unos minutos en cada pezón, que se endurecieron al contacto de los labios. Mientras yo, con los ojos cerrados arañaba la espalda de Rubén, dejándome llevar por las sensaciones que mi niño me está proporcionando. El comienza a chupar con fuerza mis pezones y apretando mis pechos y comienza a sacarme la leche del mismo y a bebérsela toda, para un momento y me dice:



“Esperanza, te dije que tras beberme el café te ordeñaría y bebería un vaso de tu rica leche, pero no me hace falta el vaso mi boca lo succionará y me la beberé toda, sin necesidad de echarla en ningún vaso. Que rica esta mi amor, lo que me gusta quiero comerme esos melones tan divinos que tienes y beber todo el contenido de ellos….te quiero mi amor….te quiero Esperanza…..”



A la vez que me decía esto me desabrocho el cinturón de mi bata me la acabo de abrir y me la deslizo por mi cuerpo hasta que cayó encima de la mesa. Luego llevo su mano libre (la que no sostenía el pecho que me estaba ordeñando) al elástico de mis bragas y tirando de él me rajo mi prenda íntima a  haciendo que esta al romperse cayera al suelo. Antes de que yo pudiera reaccionar se acercó más a mí y yo pude sentir el tremendo bulto que tenía bajo su pantalón apoyado directamente contra mi sexo. Solo la ropa de mi joven amante separaba nuestros sexos. Rubén, no paró de mamar y succionar mis pechos, me los apretaba y yo notaba como salía de ellos mis chorros de leche que él tragaba glotonamente. Esto a mí me estaba excitando al máximo y estaba consiguiendo mi entrega total a él. Yo tenía mi almejita totalmente mojada y expulsando gran cantidad de jugos, mojando con ellos toda la bragueta de su pantalón y la mesa. Él entonces llevo su mano a su bragueta, cogió el enganche de su cremallera la bajo hacía abajo, se desabrocho el b Otón que tenía en su pantalón por encima de la misma y dejo caer sus pantalones al suelo. Luego cogió soltó mi pecho (pero sin dejar de mamármelo) y se ayudó con esa mano también a bajarse sus calzoncillos y quitárselos, quedando completamente desnudo. De pronto sentí la punta caliente y húmeda de su verga apoyarse contra la entrada de mi vagina. Yo le hice dejar de mamar mi pecho y cogiéndole por su cara lleve mi boca a la suya y me fundí en un fuerte beso, introduciéndole mi lengua dentro de su boca y recorriendo con ella toda la superficie de su cavidad bucal. Él entonces me agarró más fuerte de mi cintura y apretándome contra él con decisión y colocando la punta de su pene a la entrada de mi almejita, comenzó a apretar despacio y su polla comenzó a avanzar dentro de mi chocho hasta que consiguió entrar e introducir la cabeza de su lanza dentro de mi cuerpo.



Yo entonces, quiero sentir su hermosa polla toda dentro de mí y para facilitarle la entrada y apretar su cuerpo hacía mí y a sí facilitar más su penetración, levanto mis piernas y se las pongo alrededor de su cuerpo, a la altura de su culo y cintura, apretándole con ellas hacía mí y consiguiendo con ello que me entre un poco más de su miembro dentro de mí. Al hacer este gesto, Rubén tiene la prueba de que le deseo y que quiero tenerle en mi interior. Entonces el joven da otro empujón y me hunde su verga hasta lo más hondo de mi vagina, llegando hasta lo más que podía, pues sus huevos estaban ya tocando mis labios vaginales como queriendo entrármelos también dentro de mi coño. Cuando sentí sus testículos tocar mi sexo, no pude por menos que pensar, que estaba engañando a mis “dos maridos” (Pepe y Matías) con un chico de 18 años y que podía por la edad ser mi propio hijo, del cual era amigo.



Yo al sentir su instrumento llegar a lo más profundo de mi vagina y tocar la entrada de mi útero, no aguantando más el placer que me está dando , no aguanto más y emito unos gemidos de placer:



“Ummmmmnnnnnn, oooohhhhh que gusto …..aaaahhhhhh…..como la siento toda mi amooooor…..muevete, mueveteeeee…..follameeee.follame como tú sabes …..siiiii como yo te he enseñado…..ni niñoooooo…..oooohhhhh mi amoooor……mueveteeee….asiiiii….asiiiiii despacioooo….sigueeee…..sigueee…….aaaaaahhhhhh……”



Rubén volvió a comerme mi boca, acallando por un momento de esta forma mis suspiros. Y haciéndome caso comenzó a moverse y bombearme, para dentro y para fuera de mi cuerpo, primo despacio y pausado, hasta que consiguió coger ritmo con largas arremetidas, que me hacían gemir. La penetración dada la posición en que estaba yo , no era la adecuada, entonces él me hizo que me tumbara con mi espalda sobre la cama, abandonando la posición de sentada en ella , me atrajo más hacía él, consiguiendo meterla toda y en una posición más cómoda para todos, yo le solté su cuerpo con mis piernas que le tenía agarrado por su culo y caderas y me abrí todo lo que pude de piernas y le dije gimiendo de placer:



“Comete de nuevo mis tetas, estrújalas, apriétalas, ordéñame toda, bébete toda mi leche , no dejes de tocarme mis pechos, mis pezones, chupa de ellos, muérdelos si quieres, pero no dejes de tocármelos y excitármelos, me gusta que me lo hagas y me das mucho placer.Aaaaahhhhh……pero no dejes de moverte y follarme , no dejes de entrar y salir de mi coño de este coño de puta  y golfa que soy , es ahora todo tuyo, sigueeeeee….sigueee…..mi amor aaaaahhhhh…..sigue….sigueeeee…..no pareeeees….asiiiiii…asiiii…..”



Él sin dejar de perforar mi almejita, hace lo que le digo, suelta sus manos de mis caderas y comienza a manosear y estrujar con fuerza mis pechos. Lleva su boca a uno de mis pezones y a medida que aprieta el cántaro gordo y lleno que es en ese momento mi pecho, comienza a succionarlo y a extraerme mi leche y bébesela con deleite. No lleva ni dos minutos y cambia al otro y así sucesivamente durante más de 15 minutos, que desde que se lo dije lleva follándome con todas sus ansias. Yo en este tiempo he tenido y encadenado varios orgasmos, no puedo más y le grito:



“Chupaaaa…..chupa mis tetas……mamón….te gustan, te gusta mis tetas ….¿eh…te gustan….? Siiii….siiii…te gustannnn traga mi leche mi amor es toda tuyaaaaa….aaaahhhhhh….no pares de follarmeee….mueveteeee….mueveteeeee….siiiii asiiiii…..que gustoooo……ooooohhhh….siiiii…..que placeeerrrr…..me estas dandooooo….no se cuantos orgasmooooooosssss llevoooo…..siiiii….aquiiiiii….estaaaa……me vieneee….me vieneee….otrooooo….mer corrrooooo….me corrooooo….de nuevooooo……mi amorrrr corrreteee….tuuuu….siiii…..quiero tu semen todo dentro de miiiiii….quieroooo….que te coraaaaasss….YAAAAAAA…..soy toda tuyaaa…..haz conmigo lo que quieraaaas…..todooooo….todooooo….lo que quieraaaaaasz…..aaaahhhhhhh….que placeeeerrr…..me corooooooo……SIIIIII…….SIIIIIII……..AAAAAHHHHH………ME CORROOOOOO………EEEEEE……ESSSSS………. ESTOY ……CORRRIEDOOOOOO……..CORRETEEEEEE……..SIIIIII………CORRETEEEEE……:TUUUUUU………AHORAAAAAAAA:::::NECESITO QUE TE CORRASSSSSSS AHHOOOOORAAAA………:SIIIIIII……..”



Yo noto como Rubén se tensa y me aprieta más fuerte mis pechos, le está llegando su orgasmo y está a punto de correrse, entonces comienza a gritar, a la vez que empieza a correrse y depositar su semen dentro de mi vagina:



“Esperanzaaaaaaaaaaaa ……estoyyyy …..estoyyyyyy aaaa    puntooo …… que me vieneeee…..me voy a correeeerrrrr……..te quierooooooo…..Esperanzaaaa…..me corrroooooooo…mi putaaaaaa…..siiiii….desde ahoraaaaa…..seraaaaaasssss  solooooooooo…..mi putaaaaaaaaaa…solo miaaaaaa…..siiiiiii…..mi putaaaaaaaa…….madreee miaaa que gusto me estaaaaasss….dandoooooooo….Esperan..…….aaaa……….aaaaahhhhhhh…….que ricooooooo…..lo que sientooooo………me corrooooooo……tomaaaaa…….todaaaaa…..mi lecheeee……..putorra……..golfaaaqaaa…..mamááááá…..quieroooooo…..preñarteeeeee……….putaaaaa………rameraaa….que pedazo de putaaaaa……ereeeeeeesssss………cuanto he deseadoooooooo……este momentooooooo……Esperanza…..mi vecinaaaaa….maduraaa……….dime que serás mi putaaaaa…..de ahora en adelanteeee……dimelooooooo…..quiero que seas solo mi putaaaa…..mi puta para todoooooo…y para siempreeee……aaaaahhhhhh……..oooohhhhhh…….me….corroooooo……que placeeeeerrrr……hoy vas a disfrutaaaarr…..como nunca con mis amigossssss…..dime que siiiiii…que quiereeeeessss….que te entregueeeee….a elooooosss….puta zorraaaa…..me corroooooo….siiiiii…..siiiiiii….toma……ramera………maduraaaaa…….toda mi lecheeee…….putaaa……….siii……aaahhhhhh…….”



Yo note como un líquido caliente invadió mi interior. La expresión del rostro de Rubén no dejaba dudas de que había gozado muchísimo y que casi había alcanzado la gloria. Él se dejo caer sobre mi cuerpo todo lleno de sudor, al igual que el suyo, por el esfuerzo, pero permaneció con su pene metido dentro de mí un rato y siguió durante un ratito echándome los últimos chorros de su corrida, al estar pegada su cara a mi pecho me dijo:



“Ahhhh, que polvo, que polvo, ahí va otro chorro, recógelo en esa vagina de  puta, cógelo aguántalo dentro de ti puta toma todo…..ooooohhhh…..”



Decía mientras se vaciaba en cada arremetida, que aún echado sobre mi cuerpo me daba. Estuvo un rato sobre mí, con ella dentro, hasta que se tranquilizó y entonces aún tiesa me la saco con cuidado. Se incorporó cogió un trozo del bizcocho que quedaba sobre la mesa, lo partió en dos trocitos de unos tres o cuatro centímetros cada uno. Cogió uno y arrimándolo a mi almejita lo paso unas cuantas de veces por él, untándolo con la mezcla de semen y de mis jugos que salían de mi coño (y que eran bastante abundantes) , tras pasarlo unas cuantas de veces a lo largo de toda mi raja, empujo un poquito y me lo quedó unos instantes (como medio minuto) metido en mi chocho como si fuera un tapón. Luego lo saco y acercándolo a mi boca y haciéndome abrirla, me lo introdujo y me dice:



“Toma comételo, quiero que te lo comas y pruebes igual que yo me bebo tu leche, tú te tragues la mía , la que te acabo de echar dentro de tú vagina….me has dicho que no me ibas a negar nada , traga putilla.....vera como te gusta…..”



Me estaba excitando muchísimo la situación y esta forma y acto espontaneo, que acaba de realizar. Cogí abrí la boca y haciéndole caso comencé a comérmelo y tragármelo. Notaba el sabor de mis jugos y su semen en el bizcocho y me pareció, por la excitación, el manjar mas bueno que hubiera comido en mi vida, aunque ahora después de estar tranquila y pasado unos años, no dejo de reconocer la guarrada y repugnancia que me habría dado esa acción de no ser por la calentura sexual que tenía encima. Luego él cogió el otro trozo que quedaba, de los dos que había partido, y realizando la misma acción (pasármelo por mi coño, metérmelo, y untarlo con mis jugos y su esperma), se lo llevo a su boca y se lo comenzó a comer. Estando con ello en su boca arrimo esta a la mía y nos fundimos en un beso pasándonos de uno a otra y de una al otro el contenido que teníamos en nuestras bocas. Tragándonos entre los dos todo el bizcocho, con mis jugos y su esperma que teníamos en nuestras sendas bocas.



Después, cogiendo su ropa se puso el calzoncillo y el pantalón. Yo me  incorporé y me quedé sentada en la mesa de la cocina, tenía pegada a mi cuerpo las migas del bizcocho y trozos del mismo, de lo que había en la mesa y que al ponerme Rubén sobre ella, habían quedado bajo mi cuerpo. Me lo sacudí y quite un poco con mis manos. Luego me baje de la mesa, pude mis pies en el suelo, me coloqué de nuevo mis zapatillas, cogí mi sujetador y mis bragas rotas y la bata y cuando me iba a dirigir al servicio para ducharme y lavarme, me dijo Rubén:



“Vamos Esperanza, no tenemos tiempo para que te duches,  vístete rápido pues ya vamos tarde y no quiero hacer esperar a  mis amigos y antes de que lleguen los demás tenemos que ver y planificar todo con José Luis, que para eso es el anfitrión y dueño sus padres de la finca”.



Yo le contesto:



“Ruben, debo de lavarme un poco, mira como estoy de sudada y me está resbalando por mis piernas todos mis jugos mezclados con tu semen, que me está saliendo de mi coñito, mi amor, tu corrida ha sido muy copiosa y yo con lo caliente que he estado y aún sigo, he echado muchos jugos, pues como ves mi coño ahora mismo parece un manantial con nuestros restos.”



Él me contesta:



“Límpiate con las bragas, que te he roto, lo que te escurre por tus muslos y piernas y un poco tu chocho y con eso basta. Vamos tarde y no podemos entretenernos a más. Además quiero que no te laves tu sexo, pues me gusta el olor que desprende cuando no te le lavas y más aún su sabor y quiero que mis amigos compartan conmigo este placer que siento yo al olerlo y chupártelo”



Yo le contesto:



“Rubén, yo me lo voy a lavar, no tardo ni cinco minutos y voy limpia y más a gusto. Lo que dices es una guarrada, que si quiere la podemos hacer cuando estemos tú y yo solo, si tanto te gusta el olor y el sabor de mi chocho sucio. Pero delante de tus amigos no me gustaría ir así.”



Rubén entonces con cara seria, me dice:



“Esperanza, me has prometido que serias mías desde la primera noche que estuvimos solo, tras amarnos, hasta el mismo momento en que lleguen mis padres y que harías todo lo que yo te pidiera y deseara sin protestarme. Y eso esto (que no te laves y mantengas mi corredura sin limpiártela en tu coño) es lo que ahora quiero. De modo que vete a tú cuarto vístete, para salir, yo me iré al de invitado y también me vestiré. Cuando acabe iré a tu cuarto y te diré que ropa tienes que coger y ponerte luego en la finca o cuando salgamos del pueblo para estar todo el tiempo que estemos fuera con ella puesta, comprendido. Pues venga a obedecerme, marcha a tú cuarto y haz lo que te he dicho”·



Yo, me di la vuelta y me encaminé a mi cuarto. Me gustaba y me excitaba, que mi joven macho, se hubiera crecido y que me ordenara y me obligara hacer lo que él quisiera. Ya en mi cuarto me limpie todo lo que pude mis muslos piernas y mi coñito, incluso me metí dos dedos dentro de mi vagina y conseguir sacarme bastantes líquidos de ella, que limpie a la braga. Luego haciéndole caso, no me limpie más y deje mi sexo como estaba, aunque seguía echando (ya mucha menos cantidad) restos de mis jugos y de su semen. Cogí un conjunto de ropa interior normal (bueno como los habituales que uso corrientemente. Por supuesto con dos tallas menos que las que realmente debo usar). Me puse unas medias de cristal negra y encima me coloque una faldita, la cual llegaba como a una cuarta y media de mis rodillas y en mi torso una blusa blanca a la que deje dos botones desabrochado. Me miré al espejo y me vi reflejada en él. La imagen era la de una mujer madura, muy decentemente vestida y poco provocativa. No quería salir ni pasearme por nuestro pueblo llamando la atención, dado que somos mi marido Pepe y yo muy conocidos en él pueblo y con una reputación de personas formales y decentes (si supieran realmente mi comportamiento, seguro que no pensaban eso de nosotros).  Después me puse unos zapatos bajos y me senté en la cama a esperar que llegara Rubén, como me había indicado. Cuando entró venía vestido con un pantalón vaquero y una camisa y unos zapatos de deportes. Luego me pregunto:



“¿Dónde tienes tu ropa más sexi, tanto interior como para encima de esta?”



Yo le indique un cajón de mi cómoda, donde guardaba mi ropa interior, que me había comprado hacía unos meses con Matías, la mayor parte de ella eran conjuntos semitransparentes y transparentes y unos cuantos de ellos llevaban aberturas tanto en las copas de los sujetadores como en las braguitas con abertura por delante y por detrás y ligueros y medias transparentes y algunas de mayas con unos agujeros como de dos centímetros.. Luego le lleve a un armario de mi cuarto, se le abrí y le mostré la ropa (mucha de la cual utilizaba para mi trabajo como prostituta en casa de Marisa), la mayoría de ella eran falditas muy cortas y blusas transparentes y muy ajustadas. De aquí le lleve a donde tenía mis zapatos, donde pudo ver de todas clases. Entonces me dijo:



 “Coge y pon en una maleta o bolso de viaje, 6 conjuntos de ropa interior dos semitransparentes (uno negro y otro color marfil) otros dos transparentes (uno rosa y el otro malva)  y otros dos de los que llevan abertura ambas prendas, esos me da igual el color aunque me gustaría que uno fuera blanco transparente. Mete también 6 ligueros que hagan juego si puede ser con cada uno de los conjuntos y 6 pares de media, 4 que sean de tipo cristal 2 negras, una marrón y otra blanca. Y otras dos de red o maya una negra y la otra roja”



Luego se dirigió al armario y me dijo:



“Quiero que lleves 6 falditas todas las mas cortas que puedas. Dos de ellas que sean muy pegadas y ajustadas al cuerpo, otras dos con vuelo con el fin de que al moverte se pueda subir con el viento y verse toda tu ropa interior. Y las otras dos una tipo vaquera con una cremallera por delante de arriba abajo y otra de una tela blanca muy fina (que dejaba transparentar todo lo que llevara debajo) con una cremallera a un lado”



Tras esto se acercó donde guardaba mis zapatos y me dijo:



“Puedes coger los zapatos que quieras. Yo te aconsejo que lleves como mínimo uno de tacón fino y alto. Otro calzado cómodo para andar. Otro (unas zapatillas de estar por casa) para andar por casa y los otros como tú quieras. Para dormir, por si tenemos que quedarnos, seguro que no te hará falta, pues si nos quedamos allí a pasar la noche seguro que no vas a necesitar nada de ropa para dormir”.



Yo saque un bolso de viaje del maletero del armario y cogiendo lo que él me había indicado lo fui colocando dentro de él. Luego salió un momento de mi habitación y volvió al ratito con un vaso de agua y con dos pastillas en la mano (que conocí rápidamente, eran afrodisiacos y era la misma marca que Matías y Javier solían darme) y dándome el vaso y las pastillas me dijo:



“Tómatelas, es un afrodisiaco, quiero que estés muy caliente todo el tiempo que estemos con mis amigos, para que disfrutes tú y todos nosotros. Te daré la siguiente dentro de 6 horas (ya que son dos las que te vas a tomar ahora) y a partir de esa una cada cuatro horas, hasta que salgamos de la finca y casa de José Luis”



Yo me las tome y al hacerlo le pregunté:



“¿Y vosotros también tomareis?”



Él me contestó:



“Afrodisiacos, a nosotros estando con una mujer como tú, no nos hará falta, lo que sí necesitaremos será Viagra y de estas llevo unas cuantas (una media de 2 por personas que espero estén) para que no se nos baje y podamos cumplir como se tiene que cumplir con un monumento de mujer como eres tú”.



Luego cogió él el bolso y cuando íbamos a salir le pregunté:



“¿Y tú no llevas nada de ropa por si te manchas?”



Él me contestó:



“Oh, perdona, espera un momento, se me había olvidado coger mi mochila que tengo en mi cuarto”.



Dejo el bolso al lado de la puerta y marcho al cuarto donde  le dije que iba adormir (aunque no le había utilizado para eso en todos los días que llevaba en mi casa) y salió con una mochila colgada en su hombro. Al llegar donde tenía mi bolso de viaje lo cogió, salimos de la casa y fuimos al garaje, donde introducimos el bolso y la mochila, nos montamos y salimos dirección a una zona de la Sierra de Madrid que él me indicó (cerca de nuestro pueblo, que como todos saben también está en la Sierra madrileña). Cuando habíamos salido del pueblo y estábamos como a tres o cuatro kilómetros de nuestro pueblo, en un descampado, me dijo que me metiera por un camino que había unos metros (10 ó 15 metros) y que parará el coche. Hice lo que me dijo y al pararle me dijo:



“Baja del coche y vamos al maletero para que cojas el bolso y te pongas otra ropa adecuada para la ocasión.”



Nos bajamos los dos del coche y fuimos al maletero, yo para poder abrir mejor el maletero y buscar en el bolso le di las llaves del coche. Luego tras abrir el portón  cogí el bolso de viaje y le abrí. Cuando iba a buscar y elegir la ropa para ponerme, él me apartó y comenzó a buscar en su interior y  estuvo cogiendo, entre la ropa que me dijo que echará y prepara en casa, la que quería que me pusiera, incluido la ropa interior. Me la dio y me dijo:



“Quítate esa ropa de decente y beata que llevas y ponte esta, estarás mejor y más guapa, aquí ya estamos fuera del pueblo y donde vamos, no creo que te vea nadie que te conozca y si por casualidad nos cruzamos con alguien y te reconoce, no se lo creerá dada la reputación de mujer decente, seria y formal que tienes en el pueblo”.



Yo entonces le digo:



“¿Pero dónde me cambio? no pretenderás que me quede desnuda aquí al lado de la carretera, que pase alguien y me vea”.



Él mirándome y sonriéndose y cerrando lasos seguros de las puertas del coche me dijo:



“Si Esperanza, te tiene que cambiar aquí, quiero que el resto del viaje luzcas esa ropa y yo poder verte y tocarte y meterte mano, durante el viaje con ellas puesta. De modo que no perdamos más tiempo, que ya vamos tarde y comienza a desnudare y cambiarte, putilla….mi puta madura querida”



Yo dudo en comenzar, pero al final comienzo. Dejo la ropa que me tengo que poner encima del capó del coche y empiezo a desabrocharme la camisa blanca que llevo puesta, cuando estoy en ello, se acerca Rubén y coge de encima del coche la ropa y me dice:



 “Te la sujetaré yo, así no se manchará. La que te vayas quitando puedes irla colocando encima del coche donde estaba esta.”



 El niño, me había salido un poquito……Pero eso me excitaba y me calentaba y además el hecho de correr el peligro de que alguien me pudiera ver  desnuda en medio de ese tramo de carretera me hacía sentir una sensación entre miedo y placer, era una sensación rara pero que me gustaba y me proporcionaba placer a la vez que me iba poniendo cada vez más caliente. Cojo la camisa una vez desabrochada por la solapa de la misma y me la quito, quedándome con mi parte de arriba solo con mi sujetador, por el que al ser más pequeño que el tamaño de mis tetas estas casi se salen de él. La coloco encima del capó del coche y después llevando mis manos atrás a mi espalda me desbrocho el cierre del sujetador, saltando mis grandes pechos al estar liberados de la presión de la prenda al exterior y quedándome todo mi torso desnudo. Dejo el sujetador también encima de la camisa y extiendo mi mano a Rubén para que me dé el nuevo sujetador que quiere que me ponga, pero él no me le da y me dice:



“No querida, ahora no es el momento, sigue desnudándote, cuando estés desnuda del todo, entonces comenzarás a ponerte esta otra ropa.”



Yo le miro y le sonrió con una mirada picara y de complicidad y llevando mi mano al botón de mi falda me la desabrocho y sacándomela por mis pies me la quito. Al agacharme para sacármela de los pies mis pechos se balancean como si fueran unas campanas y eso parece que le excita, pués me fijo en la zona de su sexo y se aprecia un buen bulto bajo la bragueta de su pantalón, síntoma inequívoco que tiene su verga tiesa y que esta excitándose con mi forzado estriptis. Coloco la falda encima de la demás ropa sobre el coche y comienzo a bajarme mis medias y cuando lo estoy haciendo él me para y me dice:



“No las medias no te las quites, están bien, son negras transparentes , tipo cristal y ahora recuerdo que no cogí medias ni liguero. Quédate con ellas y con las ligas que tienes sujetándolas, eso te dará un aire más de golfa, que es lo que eres”



Esto lo dijo sujetándose su paquete y pasándose la mano repetidas veces por él. Yo le miro y me sonrió de nuevo y comienzo a bajarme mis bragas, al hacerlo mis dos cantaros de leche se mueven y bambolean a placer, los notos bastante llenos a pesar de la mamada que Rubén me ha dado cuando se ha levantado y antes de salir de casa. Yo me voy notando que me estoy poniendo muy caliente, sé y noto que las dos pastillas de afrodisiaco que me he tomado están comenzando hacer su efecto, lo noto y lo siento. Me bajo las bragas hasta mis pies y sacando primero uno y luego el otro pie las acabo de sacar de mi cuerpo. Me agacho a cogerla colocándome prácticamente en cuclillas, bien abierta de piernas y mirando hacía donde esta mi joven amante mostrándole toda mi rajita y toda mi chocha bien abierta y ya con una considerable cantidad de pelo (recordad que hace poco que he parido y me habían afeitado todo mi sexo para parir quedándome mi pubis limpio de bello, pero ya está creciendo y como digo ya tengo una cantidad apreciable de ellos de nuevo en mi pubis). Le miro y me paso yo también mi mano por todo mi sexo, por mi almejita que noto mojada y con ganas de nuevo de guerra. Me levanto y contorneando mi cuerpo para que mis grandes pechos se balanceen me acerco a donde esta él con la ropa que debo ponerme, tiro la braga que me he quitado al montón que se ha formado con el resto de la que llevaba puesta y le digo:



“Está bien así, Rubén, es esto lo que querías”



Me dice:



“Si Esperanza, ahora ponte a andar hasta aquella piedra (unos 6 ó 7 metros) hacía la carretera y luego vuelves, quiero admirarte así por tus dos caras , la delantera y la trasera”



Yo ya estoy muy caliente y nada me importa, no me importa siquiera los coches que pasan por la carretera y que si miran hacia el lado donde nosotros estamos nos puedan ver. Comienzo a caminar hacía donde él me ha indicado y cada paso que doy exagero mis movimientos de cadera y a con ello lo de mis pechos. Los coches que pasan van rápido, pues es un tramo recto y al verme tocan el claxon. Llego hasta la piedra que me ha indicado y me doy la vuelta, cuando llego a donde él esta se acerca a mí y abrazándome me da un beso en mi boca que me deja sin aliento, luego se retira y comienza a darme prendas para que me lo ponga. Primero unas bragas transparentes de gasa o satén blanco, como todas las que llevo son pequeñas , dos tallas menores que las que debo usar, me las pongo y al ser más pequeñas apenas me cubren la raja , saliéndose mis pelos por todo los contornos de la braga y quedando casi todo mi pubis lleno de pelos fuera de ellas. La parte que tapan al ser transparente deja ver medio velada toda la raja de mi coñito. Tras mirarme un ratito Rubén me acerca el sujetador haciendo juego con las bragas que me acabo de poner, y por consiguiente también semitransparente y también pequeño, me lo pongo quedando mis pechos comprimidos dentro de él y amenazando con romper el sujetador y saltar fuera de él. Al ser más pequeño gran parte de mis senos quedan fuera de la prenda intima en la que se puede apreciar perfectamente tras la tela mis grandes aureolas y pezones. Luego me da una blusa color salmón clarito muy fina y prácticamente transparente, me la pongo y a través de ella se ve todo mi torso y el sujetador que acabo de ponerme pudiéndose apreciar perfectamente mis grandes pechos y la mancha un poco más oscura de mis aureolas y pezones. Me abrocho la blusa quedando 4 botones sin hacerlo. Luego me acerca la falda blanca la de la tela blanca muy fina y ajustada, con una cremallera a un lado, me la pongo y cuando acabo de abrochármela me miro y a parte de ver lo corta que es (pues el final de ella me queda como a cuarta y media o tres largos palmos de mis rodillas) me doy cuenta que se me transparenta toda, dejando ver perfectamente todo lo que está debajo de ella, prácticamente puedo decir que estoy desnuda sin estarlo. Cuando acabo se acerca Rubén a mí y me dice:



“Gírate sobre ti para que te vea como te queda”



Yo hago lo que me dice y la falda al girarme se sube apretada a mi muslo aún más dejando prácticamente al aire el triangulo de mi braguita y por detrás todo mi culo. Él se acerca a mí y me dice:



“Estas preciosa y muy deseable, pero mejor déjame desabróchate dos botones más de la blusa, la tienes muy abotonada y con ella impide que se luzcan esa belleza de pechos que tienes”



Se acerca a mí y me desabrocha los dos botones que ha dicho, quedando prácticamente la blusa toda abierta y yo mostrando todos mis pechos dentro del pequeño sujetador y dando la sensación que se van a salir de él y gran parte de mi barriguita e incluso la zona superior de mi ombligo. Tras esto me devuelve la llave del coche y me dice:



“Dobla la ropa que te has quitado y guárdala aparte de la otra, en mi mochila traigo una bolsa grande de plástico para que la metas. Esa bolsa con la ropa, cuando lleguemos no la bajes, la dejaremos en el coche, no quiero que mis amigos te vean vestida como una mujer decente y recatada, quiero que guarden desde el principio la idea de mujer desenfadada y……”



Yo comienzo a doblar la ropa t colocarla y como veo que no acaba la frase se la termino yo diciendo:



“…Puta y golfa, es eso lo que querías decir  ¿no?”



El mientras yo coloca la bolsa en el maletero y le cierro me contesta:



“Si, no me atrevía a decirlo, pero esa es la palabra que pensaba y como tal quiero que te comportes ante ellos”



Nos montamos en el coche y emprendemos de nuevo el camino. Cuando llevamos unos kilómetros andados le digo:



“Rubén, porque quieres hacerme pasar por tú madre y más con esta pinta de puta y encima que quieras que me comporte como tal. No te das cuenta que desde hoy tus amigos pensarán que tú mamá es una golfa y puta y la trata

Él me contesta:



“Si eso es lo que quiero que pienses, porque en realidad mi madre es una puta una verdadera y una gran puta”



“Que dices, no hables así de tú madre y aunque fuera verdad, tú que eres su hijo la debes de guardar siempre respeto, sea lo que sea o actué como actué, es tu madre, es la persona que te ha traído al mundo y te ha dado la vida, es la persona que seguro ha pasado malas noches y sufrido en más de una y mil ocasiones por ti, por su hijo. ¿Por qué me has dicho eso Rubén?”



Él muy serio y con los ojos llorosos me dice:



“Tú sabes que mi madre todos los días se marcha después de comer con otras vecinas o amigas de paseo. Pues hay dos días a la semana, martes y jueves que hace con que se va con ellas de paseo, pero ni siquiera las ve. Esos dos días acude a una casa en una de las calles cercanas a la  Avenida de América a un piso, donde se prostituye con otras dos mujeres más que no conozco, ni son de nuestro pueblo, poco más o menos de su edad , es decir de entre 35 y 45 años, esta también una señora rubio de unos 60 años , muy bien conservada y arreglada que es la madame , la que recibe a los clientes y manda o dirige a mi mamá y a las otras dos señoras…..”



Yo no le dejo acabar y le pregunto:



“¿Y tú como sabes eso? ¿Cómo te has enterado?”



Él me contesta:



“Yo comencé a sospechar algo, pues los días que realmente va de paseo vuelve como a la hora y media a casa y los otros días no acude antes de las 7,30 de la tarde y algunos días coincidiendo ser martes o jueves nos llamaba diciendo que tenía que ir a Madrid hacer unas compras y que llegaría un poco más tarde (llegando esos días alrededor de cerca de las 10,00h. Entonces hace un mes y medio, como tenía curiosidad que donde iría esos días de la semana que no paseaba con sus amigas, un martes la seguí, montándome en mismo autobús. Ella entró antes y se colocó hacía la parte medio trasera del vehículo yo entre después, tapándome como pude para que no me viera y me senté en uno de los asientos delanteros. En cada parada yo estaba pendiente si se levantaba para bajarse o no, no haciéndolo hasta llegar a la Plaza Castilla a la parada de los autobuses de nuestro pueblo. Al ver que era el final del trayecto, yo salí rápidamente por la parte de adelante y ella salió por la puerta trasera del autobús. Me escondí y cuando empezó a subir las escaleras de la estación la seguí a una cierta distancia. Cogí el metro que ella cogió haciendo los trasbordo que realizo y así llegamos a una calle cercana a Avenida de América, llego a un portal, llamo al timbre al preguntar quién era dio un nombre que no era el suyo verdadero, abrieron la puerta entró y desapareció. Una vez que ella desapareció, me acerque y miré por la altura de la botonera donde ella había tocado el timbre, que piso podía ser. Tuve que tocar al menos 5 timbres hasta que me contestó la voz que había oído al llamar mi madre. Ese día al hablar la otra persona por el interfono, pedí perdón como si me hubiera equivocado y apunte el piso y la letra 3º D. Luego cogí y regresé al pueblo y esperé hasta que ella llego a las 7,30. No la dije nada y actué como si no supiera nada. El jueves cuando salió la deje que marchara y a la medía hora yo cogí el siguiente autobús y realice el mismo camino que ella había hecho la tarde que la seguí. Llegue al portal, apreté el timbre del 3ºD y me preguntó una voz de mujer, que quien era. Yo la dije mi nombre. Y ella me pregunto:



-¿Qué quiere?



. Yo la conteste que venía a …..y me quedé un rato sin seguir. Entonces ella abriendo el portal me dijo:



-Suba le esperamos.



 Cuando subí al tercero, la puerta del 3ºD ya estaba semi abierta al acercarme a ella me abrió la señora mayor rubia que te he comentado antes y me dijo: -



-Eres muy jovencito, ¿es la primera vez?,



Yo la dije que sí y me dijo:



-Pasa vera que tres chicas más lindas tengo, lo vas a pasar muy bien con cualquiera de las tres que elijas, ellas saben muy bien cómo tratar a los jovencitos.



Camine tras ella hasta un salón donde se encontraban dos señoras una con pelo castaño como de unos 35 años y la otra de pelo moreno de unos 40 años, ambas estaban vestidas (por decir algo) con unas ropas semitransparentes bajo las que se podía apreciar perfectamente su ropa interior. Las dos tenían buenas tetas (no tan grande como las tuyas) de una talla 110-120. La que no estaba era mi madre. Entonces la señora que me abrió me dijo:



-Mira son Lurdes (la de pelo castaño) y Verónica (la de pelo moreno), falta Olga , que en estos momentos está trabajando, pero dentro de unos minutos estará con nosotros.



Yo pensé, que la tal Olga, si no me había equivocado de piso, debía de ser mi madre que para no tener problemas había cambiado su nombre de Sofía por el de Olga. La señora mayor no dejaba de hablarme y las otras dos señoras se sentaron a mi lado y enseñaban todo lo que podían sus cuerpos, me tocaban y me hacían mimos, pero yo las daba larga, quería dar tiempo a que saliera la otra mujer que faltaba, lo cual no se hizo esperar. A los pocos minutos se oyó ruido por el pasillo que daba a la estancia donde estábamos y apareció un hombre regordete, bajito, como de unos 54 ó 55 años abrazado y besando a una señora, que cuando apareció y él se quito de delante de ella, pude comprobar que era mi madre. Iba vestida similar a las demás se la podía apreciar todo su cuerpo tras las transparencia, sus tetas lucían esplendidas (usa una talla 120 de sujetador) por mucho era la más guapa y la que mejor estaba de las tres. Ella al verme se quedo sorprendida y sin saber que hacer, el hombre con quién estaba la dio un beso en la cara y dándola una palmada en su muslo y despidiéndose de las demás se marchó. Entonces la señora mayor , me la presentó como Olga diciendo:



-Rubén, esta es Olga, la perla que faltaba de mi colar, como ves es muy guapa igual que sus compañeras. Ahora dime con quién quieres estar y pasar un buen rato, cualquiera de las tres te enseñara todo lo que has venido a aprender y como te tienes que comportar en la cama con una mujer de verdad, como ellas.



Yo apenas acabo de hablar la dije: Quiero estar con Olga.



Ella entonces, dirigiéndose a “Olga” la dijo:



-Querida hoy es tú día, llevas ya dos y ahora te toca desvirgar a un yogurin, tan guapo como este.



Yo me levante y pasando a mi madre el brazo por su cadera y abrazándola hacía mí, la di un beso en su boca y dándole una palmada en su trasero, como había hecho su cliente anterior, la dije: vamos Olga, quiero que me enseñes todo lo que sabes.



Y diciendo esto nos encaminamos a su cuarto. Ya dentro de él yo actué como si no la conociera y cuando ella iba hablar del tema yo la interrumpía y la decía, he venido aquí a follar a una puta para que me enseñe como se debe hacer y aprender para cuando este con mujeres decentes y normales. Ese día di un paso que nunca en mi mente había imaginado que se produjera: Follar con mi propia madre y encima pagándola como a una puta, que en esos momentos eso era. Cuando acabamos, después de medía hora larga, salimos de la habitación y al llegar a la sala donde había estado esperando antes, solo estaba ya la señora mayor , las otras dos chicas debían estar trabajando con algún cliente que haría llegado. Entonces la señora me preguntó:



-¿Qué tal chico, te ha gustado, lo has pasado bien? ¿Qué te ha parecido Olga?



Yo la contesto: He disfrutado y he aprendido muchísimo en este ratito y Olga es la mejor y mayor puta que he conocido y que creo haya en la tierra.



Entonces la señora, dándome un beso en mi mejilla me dijo:



-Me alegro y entonces esperamos verte alguna vez más por aquí, verdad Olga.



Mi madre con una sonrisa forzada, contesto:



-Eso espero



Yo me acerque a mi madre “Olga” y dándola un beso en la boca y apretándola con ganas el culo, me despedí de ella saliendo de la casa.”



En ese momento mire a Rubén, pues había parado de contarme y vi como por su cara corría una lágrima que le salía de sus ojos. Entonces le dije:



“Rubén, tranquilízate y no sigas, ya vale…no sufras más. Voy a buscar un sitio donde podamos parar hasta que te tranquilices un poquito”



Él me contesta:



“No Esperanza quiero acabar de contarte todo, quiero que lo sepas, pues ahora mismo eres la única mujer que me importa en este mundo y a la que quiero y estoy enamorado de ella.”



En mi cabeza no cabía que dijera eso, que me quería, que era la única mujer que le importaba y que estaba enamorado de mí y sin embargo me iba a entregar a sus amigos para que disfrutaran de mi cuerpo, estaba hecha un lio. Entonces él continúo:



“Ese día mi madre llego más tarde que de costumbre y como hacía siempre llamo dando una escusa. En esa ocasión se había encontrado con una amiga y llegaría más tarde. Cuando llego, yo actué como si no hubiera pasado nada, ella se la notaba nerviosa, pero al ver que yo no decía ni actuaba diferente a otros días, se tranquilizó. Preparó la cena y tras ver un rato la televisión nos acostamos. Deje que pasaran tres días para hablar con ella, es decir el lunes, como ella no decía nada, fui yo el que la dije, cundo estábamos solos y mi padre se había ido ya a trabajar:



“Mamá, ¿no tienes nada que decirme?, no he querido decir nada de lo que sé de ti lo de lo que pasó el otro día, esperando que fueras tú la que me dieras una explicación y no tener yo que pedírtela, pero ya veo que no te has atrevido. Dime porque lo haces, disfruta con ello, te gusta que cualquier hombre, guapo, feo, gordo, sucio o sabe Dios de que condición, te toque, te sobe, te bese y te folle y haga contigo lo que le apetezca en esa casa, dime, contesta por favor…”



Ella, con la cabeza baja, cayó un rato y al final mirándome llorando me dijo:



“No sé hijo, no sé porque lo hago. Por dinero no es porque sabes bien que con lo que gana tú padre tenemos suficiente para vivir bien. Pero todo empezó un día que leí en un periodo en los anuncios de relax que se solicitaba en un número de teléfono señoras para compañía, y empecé a pensar en esas mujeres que se prostituían y que como tú dices tienen que aguantar y sufrir a todo el que paga por sus servicios, y cuando pensaba eso notaba que me estaba excitando y que cada vez iba a más hasta que no pude aguantarlo y me tuve que masturbar. Así estuve varios días hasta que pasada una semana, de nuevo me puse a mirar el periódico que había comprado tú padre y sin darme cuenta me encontré de nuevo leyendo los anuncios de relax y seguía ese anuncio entre ellos. Entonces cogí el número de teléfono y cuando no estabais ni tu padre ni tú en casa una mañana llame, se pudo una señora, la dije que llamaba por lo del anuncio. Me dio una cita y la dirección de la calle y piso que ya conoces de Madrid y acudí a ella. Al estar frente a la puerta dude el llamar, pero al final lo hice, me abrieron, subí y la señora trato de tranquilizarme. Después me dijo sus condiciones y lo que tendría que hacer. Yo acepté, entonces ella me dijo que podía ir todos los días y yo la conteste que no que solo podría dos a la semana y algunas horas por la tarde, de 3 a 6 . Ella me dijo de acuerdo y me indico que iría los martes y jueves. Al día siguiente era jueves y ese fue mi primer día de trabajo. Cuando llegue ese día estaba temblando, la señora me calmo. Me dio la ropa que me debía de poner y pasado unos 10 ó 15 minutos , llego un señor normal y corriente ( un trabajador de una tienda cercana a la casa y aprovechaba las dos horas que tenía para comer , para comer rápido e ir a follar luego a esta casa) medía estatura más bien grueso y con un poco de barriga, tenía 49 años ( luego lo supe, pues actualmente es uno de mis clientes asiduos, pues los dos días de la semana que voy me visita y pasamos juntos un rato, se llama Fermín. Con él me estrene de prostituta, esa tarde me poseyeron 4 hombres. Cuando volví a casa me entro una sensación de culpa y dije que no volvería,, que lo dejaba. Pero al llegar el martes, no sé qué fuerza dentro de mi me empujo de nuevo a ir y al acabar, de nuevo con el sentimiento de culpa dije que no volvería. Pero como la vez anterior a los dos días es decir el jueves de nuevo estaba allí. No sé qué me pasa hijo, pero es algo que tengo dentro de mí que me empuja air a prostituirme, siento un placer extraño al sentirme como un objeto al ser poseída y entregarme y dejarme hacer lo que quieran con mi cuerpo, es como si esa sumisión me….no sé explicarme pero lo necesito y necesito volver una y otra vez a esa casa y sentir la humillación que muchos de mis clientes me hacen y sentir en mi cuerpo las vejaciones de que soy objeto, gozo y soy feliz prostituyendo y sin ello no podría vivir. “



Yo entonces la digo:



“Pero mamá, como te puede dar placer ser humillada y vejada de esa forma, tan fuerte es lo que siente y tan atada estas a ello que no puedes dejarlo”



Ella me dijo:



“Si hijo, estoy muy atada a ello y si tuviera que elegir entre dejarlo o perder a tú padre y echar a perder mi matrimonio, creo sinceramente que seguiría prostituyéndome. Por favor hijo yo no quiero destruir el matrimonio, pero necesito acudir al menos esos dos días a la sema a esa casa y prostituirme. Por favor no digas nada a tú padre, será el secreto tuyo y mío, haré lo que tú quieras y me pidas, pero necesito seguir haciéndolo, por favor hijo…..”



Yo la dije que lo pensaría, que por ahora no diría nada a mi padre. Desde entonces algunos días cuando venía del paseo con las amigas o por la mañana al volver yo del instituto, antes de comer follábamos los dos como locos, para mantenerme la boca callada y que no dijera nada a mi padre. Hasta hace cosa de un mes que la conté que hace años que tú me gustas y lo que te deseaba y que necesitaba estar contigo y tenerte entre mis brazos amarte y quererte. Entonces ella se ofreció a ayudarme ( a cambio de mi silencio ) a conseguir estar contigo y si yo de esa forma si era capaz te seduciría y si todo iba bien podría conseguir lo que este fin de semana hemos consumado. Por eso ideo y convenció en hacer este viaje a mi padre para con la escusa de pedirte el favor de que me cuidaras, yo consiguiera poder estar contigo y si era capaz seducirte y amarte como ha pasado. Y esa es la historia de mi madre, por eso no me importa que mis amigos la traten como lo que es UNA PUTA”



Entonces yo le dije:



“Mira Rubén, es duro lo que me has dicho y sé que has sufrido mucho al enterarte y ver prostituirse a tu propia madre, pero de eso a que la pisotees su reputación, que es muy buena en el pueblo y la humilles ante todos los vecinos si se enteraran, es un verdadero disparate. Yo, y tú lo sabes también he practicado la prostitución y aún sigo yendo a casa de mi amiga Marisa a prostituirme y sé lo que siente tú madre porque a mi me pasa algo parecido y además sabes también que actualmente comparto mi vida , una quincena con uno y otra con el otro , con mi marido Pepe y con mi otro “marido” Matías y la verdad Rubén me dolería mucho que si mi hijo un día se enterar actuara como quieres actuar tú. Te propongo una cosa, que en vez hacerme pasar por tu madre me hagas pasar por una tía tuya, si quieres hermana de tú madre o de tú padre o una prima de alguno de ellos. Seguiría siendo de la familia y tus amigos seguirían pensando y teniendo el morbo de follar con un familiar tuyo. De esta forma el buen nombre de tú madre quedaría salvado. Si de verdad dices que me quieres y que estas enamorado de mi, te ruego que cedas a esto que te pido, pues me pongo en el lugar de tú madre y sé que sufriría muchísimo”



Cuando estaba diciéndole esto vi un camino a mi derecha, era un camino forestal de un bosque de pinos, me metí por el unos 500 ó 600 metros , paré el coche y desatándome el cinturón me abrace a él y traté de consolarle apretándole contra mi pecho. Él en esos momentos lloraba como un niño pequeño. Le comencé a dar besos en su cabeza, en su cara y a acariciar su cuerpo con el fin de que se calmara y dejara de llorar

Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
  • Media: 0
  • Votos: 0
  • Envios: 0
  • Lecturas: 2977
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 3.142.196.27

0 comentarios. Página 1 de 0
Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Relatos: 37.827
»Autores Activos: 2.203
»Total Comentarios: 11.823
»Total Votos: 511.777
»Total Envios 21.937
»Total Lecturas 93.960.173